revista icruceros nº12

españoles de la compañía
Ybarra, Cabo San Roque y Cabo
San Vicente o la Compañía
Transatlántica Española con los
buques Virginia de Churruca y
Satrústegui, que rivalizaban por
cruzar el charco en el menor
tiempo posible, y ellos eran los que
en épocas estivales realizaban
los cruceros, una competen cia
que se sigue manteniendo en la
actualidad, aunque solamente
tenemos transatlánticos en
primavera y otoño, cuando
los barcos vienen o regresan
al Caribe, con la excepción de
Cunard, que con el Queen Mary
2 sigue manteniendo la tradición
con la línea de Europa a América.
Pero fue a partir de finales de la
década de los 60 con la entrada
de los boeings 707, Douglas
DC9 o el Súper Constellation
cuando comenzó el declive de la
industria marítima. A principios
de los 70 con la implantación de
los grandes aviones de pasaje,
los Jumbos B747, acabaron
con las compañías marítimas
transatlánticas, mucho más
lentas, soportando días de
travesías “ingratas”, a cambio
de unas pocas horas en los
vuelos, y con precios más
reducidos en algunas clases.
Este declive llevó a, algunas
compañías a reconvertirse, otras
desaparecieron, y otras nuevas se
crearon pero, todas con un mismo
fin, realizar exclusivamente
grandes cruceros marítimos.
En el año 1964 se creó en
Barcelona la empresa Unión Lloyd,
que se dedicaba exclusivamente
a la representación de compañías
de cruceros y navegación, con
firmas tan conocidas como
Cunard o Holland America
Line, entre otras muchas, pero
que contribuyó a fomentar el
crecimiento de esta industria en
nuestro país.
Lo que en un principio fue un
tipo de viaje exclusivo para una
clase privilegiada, poco a poco
se fue transformando, o quizás
masificándose, básicamente
al crearse nuevos barcos,
reconvirtiéndose otros y creando
una competencia en muchas
zonas marítimas, algo reducidas
en aquellos primeros momentos.
En nuestro país el crecimiento
se inició tal como indico al
principio con la llegada de Royal
Caribbean que,se añadió a las
frecuencias de los barcos-ferris
de Costa, Grimaldi y MSC,
saliendo casi todos ellos desde
los puertos de Barcelona y Palma
de Mallorca. Fueron el arranque
del crecimiento actual, que ha
colocado a la Ciudad Condal en el
primer puerto del Mediterráneo.
Creo que podemos decir que la
segunda eclosión fue durante los
JJOO – Barcelona 92, donde gran
número de barcos fueron usados
como hotel base por empresas,
medios de comunicación e
inclusive público privado, entre
ellos recuerdo al SS France, que
poco después sería adquirido
por NCL, rebautizándolo
como SS Norway, que estuvo
realizando cruceros de 7 días
desde Barcelona años más