quitumbe difusión y profundización de los resultados del estudio ...

II.
EL DESARROLLO TERRITORIAL, EL ROL DE LOS AGENTES LOCALES, SU
INTERACCIÓN Y LA EXPLOTACIÓN DE LAS POTENCIALIDADES
Tal como se ha mencionado en el punto anterior, en este estudio se entiende que el rol que
juega el territorio en el proceso de desarrollo es esencial y, por tanto, se deben considerar las
variables que determinan su funcionamiento, así como las interrelaciones entre los diferentes
agentes económicos y sociales, tanto como las restricciones que se verifican para reforzar la
participación de los ámbitos locales.
De esta manera se enmarca dentro de la conceptualización denominada de Desarrollo
Territorial Endógeno (DETE) que, entre otros, resulta del fracaso de la concepción de desarrollo
tradicional, centralista, que tiende a focalizar los esfuerzos en la definición de políticas públicas
globales para los países en desarrollo y, por otro lado, al tomar nota de las experiencias
exitosas que se han verificado en la realidad, en especial, a partir del desarrollo industrial
ocurrido en localidades de menor desarrollo en zonas del sur de Europa.
En el marco anterior, y solo con la pretensión de abrir una discusión que contribuya a mejorar
el enfrentamiento de los múltiples problemas de la planificación territorial, se rescatarán
algunos elementos de la mencionada concepción para –por lo menos- avanzar en la
incorporación del ámbito económico y productivo 2 .
Es más, el enfoque del DETE ha sido presentado incluso como una respuesta a los efectos de la
crisis financiera actual que, en algún momento golpeará a las economías de la región y,
además, acudiendo a experiencias que tomando diferentes capacidades han logrado
consolidarse como propuestas de desarrollo genuinas. 3
En particular, dichas políticas consideran las dinámicas diferenciales que se observan y, por
tanto, no son susceptibles de la aplicación de un “paquete de medidas” único. Todo lo
contrario, lo que correspondería es entender tal diversidad y, en consecuencia, poner en
práctica políticas confeccionadas de acuerdo a tales heterogeneidades.
Por otra parte, es importante rescatar que el DETE aparece como un avance en el proceso de
construcción de un modelo de aproximación a la realidad que, como se ha dicho, no solo
considera aportes previos sino que –además- permite avanzar en un diagnóstico que
incursiona en la exploración de las potencialidades de un determinado territorio.
En este marco, se entiende por territorio no solo un ámbito geográfico sino que también el
conjunto de relaciones económicas y sociales que se generan a partir de la interacción de los
actores e instituciones y que, a partir de sus experiencias, tradiciones y normas comunes
contribuyen a viabilizar el proceso de desarrollo.
De la misma manera, el proceso de desarrollo económico de un territorio no refiere solamente
a la acumulación de capital, sino que también a considerar la capacidad empresarial existente,
2 Es posible encontrar diferentes exponentes de esta concepción, pero en este caso se ha seguido las
sistematizaciones de Vázquez Barquero, Alfredo (2005):”Las nuevas fuerzas del desarrollo”, Editorial
Antoni Bosch, Madrid.
3 Ver Vásquez Barquero, A. (2009):”Una salida territorial a la crisis. Lecciones de la experiencia
latinoamericana”, en Revista EURE, Vol. XXV, Nº167, Santiago, agosto.
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