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Continuidad y extensión de las artes desde los 80 - Grupo Leon ...

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Capítulo 1 | <strong>Continuidad</strong> y extensión <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>artes</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>80</strong> |64|<br />

|65| <strong>Continuidad</strong> y extensión <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>artes</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>80</strong> | Capítulo 1<br />

|82|<br />

Bass, Alberto.<br />

La Noticia.<br />

Agosto 11<br />

<strong>de</strong> 1984.<br />

Página 16.<br />

|83|<br />

De Tolentino,<br />

Marianne.<br />

Listín Diario.<br />

Agosto 9 <strong>de</strong> 1984.<br />

Página 9-B.<br />

probar cómo él sistematiza sus escenarios (...) dotado <strong>de</strong> un sentido sensual que se esparce<br />

en el mundo imaginario <strong>de</strong> una atmósfera sutil, con figuras interpoladas, entre racimos<br />

<strong>de</strong> plátanos, cañas, caretas y cachos. Sin duda, la naturaleza orgánica da origen a<br />

la vida, en la señalización <strong>de</strong> líneas serpentinas y pinceladas fluidas, dotando así a ciertas<br />

obras <strong>de</strong> <strong>los</strong> símbo<strong>los</strong> sexuales que emergen en el universo <strong>de</strong> la fantasía. El crítico<br />

Bass aprovecha sus comentarios para ubicar a Olivo en el realismo fantástico latinoamericano.|82|<br />

También a esta ten<strong>de</strong>ncia lo asocia De Tolentino, al referirse a una atmósfera<br />

«cargada <strong>de</strong> sueño», al encontrar en sus pinturas un ambiente misterioso y porque<br />

prefiere tal <strong>de</strong>nominación: El trópico late en esa expresión dominicana todavía muy joven<br />

que encaja en el «arte fantástico latinoamericano (nombre que prefiere al más fatigado<br />

<strong>de</strong> surrealismo», dice el crítico Damián Bayón).|83| A su vez Laura Gil opina que<br />

este discurso inicial lo sitúa entre lo mágico y lo surrealista, sin abandonar nunca el dominio<br />

<strong>de</strong> lo fantástico y lo tropical latino; Olivo reitera un onirismo vegetal.|84|<br />

rafraseo <strong>de</strong> señales antillanas que Lam y Hernán<strong>de</strong>z Ortega plantearon a su modo.Y <strong>de</strong><br />

la misma manera que a este último maestro se le adjudicó arbitrariamente una «etapa<br />

Lam», al joven Hilario se le estigmatiza con el juicio el «estilo <strong>de</strong> Lam <strong>de</strong> Olivo» como<br />

resultado <strong>de</strong> una mal apreciada lectura <strong>de</strong> <strong>los</strong> críticos. Para analizar sobre todo el «Jardín<br />

Salvaje» fue asumida la extranjería: El cubano <strong>de</strong> «La jungla», el chileno Matta, y poca<br />

atención para <strong>las</strong> referenciales nacionales: Gausachs, Hernán<strong>de</strong>z Ortega, Balcácer,Tovar,<br />

Martínez Richiez, Prats Ventós, Cuevas,..., artistas a <strong>los</strong> que parece conjugar como totalidad<br />

para producirse él, Hilario Olivo en posesión <strong>de</strong> su personal reafirmación con variaciones<br />

y en otra «clave melódica», en una opción compartida por muchos jóvenes artistas<br />

dominicanos, por una especial forma <strong>de</strong> surrealismo «vegetal» y «orgánico» <strong>de</strong> profundas<br />

raíces sociológicas en un contexto en gran medida «agrario» o «preindustrial»; y<br />

en una sociedad balbuciente, un «pueblo joven en la acepción orteguiana <strong>de</strong> la expresión<br />

que se conceptúa como proyecto o boceto, promesa o germen <strong>de</strong> futuro (...), y prefiere<br />

expresarse y retratarse en una mitología e imaginería que configuren y <strong>de</strong>n substancia al<br />

gesto, a la aurora, al producto abarcado, a <strong>las</strong> realida<strong>de</strong>s conclusas y plenas».|89|<br />

|89|<br />

Gil, Laura.<br />

El Caribe.<br />

Suplemento.<br />

Agosto 8 <strong>de</strong> 1987.<br />

|90|<br />

Olivo, Hilario.<br />

«Jardín Salvaje».<br />

Poema en<br />

Catálogo Hilario<br />

Olivo. 1987.<br />

|84|<br />

Gil, Laura.<br />

Op. Cit.<br />

|85|<br />

Veras, José<br />

Miguel.<br />

Listín Diario.<br />

Diciembre 28<br />

<strong>de</strong> 1985.<br />

Página 2-B.<br />

Un aspecto significativo <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> Hilario Olivo es la creación en base a elementos<br />

que están íntimamente ligados a <strong>los</strong> rasgos culturales que marcan la sociedad dominicana,<br />

anota José Miguel Veras, quien explica esta apreciación en base a <strong>los</strong> elementos<br />

temáticos que observa en <strong>las</strong> te<strong>las</strong> <strong>de</strong>l pintor: <strong>los</strong> elementos folklóricos prácticamente<br />

cotidianos se repiten en la pintura (...). Los insinuaciones frutales se pue<strong>de</strong>n llegar a<br />

convertir en insinuaciones sexuales,|85| comenta a propósito <strong>de</strong> la segunda individual<br />

que Olivo celebra en 1985, señalando <strong>de</strong>spués respecto al discurso que el pintor titula<br />

«Vinculados-ivocusl» que en sus te<strong>las</strong> aparecen esgrafiadas cuasi infantiles o taínos, caras<br />

en forma <strong>de</strong> media luna, formas <strong>de</strong> glúteos <strong>de</strong> raza negra y otros elementos como<br />

culebras y cabezas <strong>de</strong> amuletos./ No hay un color predominante en la muestra, sino que<br />

para la creación el artista se vale <strong>de</strong> diferentes gamas que fue p<strong>las</strong>mando en cada concepción<br />

in<strong>de</strong>pendientemente una <strong>de</strong> otra.|86| Pue<strong>de</strong> apreciarse que el artista no sólo<br />

ha multiplicado y variado <strong>las</strong> conceptualizaciones elementales o real-simbólicas <strong>de</strong> su<br />

discurso, también ha enriquecido por la abundante cromatización; discurso que a<strong>de</strong>más<br />

expan<strong>de</strong> en formatos que aumentan para ese mundo nuestro que al llevárselo al lienzo<br />

(...) se torna no surreal, sino real maravil<strong>los</strong>o, argumenta Hilario Olivo|87| a raíz <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />

obras que reúne para la exposición que titula «Brisa loca» que no es más que el nombre<br />

<strong>de</strong> un sector ubicado en <strong>las</strong> proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su hogar.|88|<br />

|86|<br />

Veras, José<br />

Miguel.<br />

Listín Diario.<br />

Diciembre 5<br />

<strong>de</strong> 1988.<br />

Página 2-C.<br />

El jardín salvaje <strong>de</strong> Hilario Olivo es canto visual y al mismo tiempo discurso <strong>de</strong> palabras<br />

versificadas en el cual su autor nos dice: Este es el salvaje jardín / embriagador <strong>de</strong><br />

hombres y bestias./ Zambullido en el salvaje aroma / <strong>de</strong>l salvaje jardín se encuentran/<br />

el ver<strong>de</strong> <strong>de</strong>l agua, el fuego <strong>de</strong>l agua / hombres lagartos / gril<strong>los</strong>, hojas, luz / libélu<strong>las</strong><br />

caballitos <strong>de</strong>l diablo.../ moviéndose todo entre la luz y la sombra / en la eterna danza<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> tiempos / que aletea alegre y triste / en el triste y alegre jardín. / Trepo a <strong>los</strong> árboles<br />

como una enreda<strong>de</strong>ra / <strong>de</strong>gusto el exuberante colorido / que sube <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el centro<br />

<strong>de</strong> la tierra / y el océano brama como perro a la luna. / Maravil<strong>los</strong>o banquete me<br />

ofrece el jardín / en su lenta agonía,/ agonía <strong>de</strong>l silencio / <strong>de</strong>l ruido <strong>de</strong>l silencio / <strong>de</strong>l<br />

ruido <strong>de</strong>l viento entre <strong>las</strong> hojas / sacudidas por el viento / salvaje <strong>de</strong>l salvaje jardín.|90|<br />

|87|<br />

Olivo, Hilario.<br />

Referido por<br />

Veras,<br />

José Miguel.<br />

I<strong>de</strong>m.<br />

|88|<br />

Veras, José<br />

Miguel.<br />

Op. Cit.<br />

Ignacio Nova, que es uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> críticos que asocia el discurso <strong>de</strong> Olivo con el automatismo<br />

<strong>de</strong> Matta, con su espacialidad, e igualmente con Lam, <strong>de</strong> quien «evoca <strong>los</strong> símbo<strong>los</strong><br />

<strong>de</strong>l surrealismo postcubista», es también un evocador <strong>de</strong> lo propio a través <strong>de</strong> un<br />

concepto surrealista <strong>de</strong>l acto recreativo (automatismo-fantasía), resumiendo «su« experiencia<br />

<strong>de</strong> grotesco y horrores que quizás simbolicen el asalto cotidiano <strong>de</strong> <strong>los</strong> tormentos<br />

en nuestra difícil existencia. Sus juegos <strong>de</strong> infancia, <strong>los</strong> objetos vistos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el carril<br />

lúcido <strong>de</strong> la memoria; <strong>las</strong> imágenes monstruosas, <strong>de</strong> garras y dientes triangulares, extremida<strong>de</strong>s<br />

como bolsas, diseñadas a partir <strong>de</strong> lo horrible en sus alegorías mo<strong>de</strong>rnas... Se<br />

confun<strong>de</strong> todo en este mundo plástico <strong>de</strong> vegetación y luz repentina como incendio<br />

para viajar en una órbita impuesta por la composición centrífuga: ¿para ser <strong>de</strong>voradas<br />

Dos muestras rotundas, consecutivas y entrelazadas con la otra: «Jardín salvaje» (1987) y<br />

«Vinculados-ivoculs» (1998), no sólo representan un notable alcance <strong>de</strong> <strong>las</strong> sensaciones,<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> símbo<strong>los</strong> y la mirada acumulativa <strong>de</strong> un pintor buceante <strong>de</strong>l misterio y la fantasía,<br />

sino que tales muestras son un discurso capitulado con elocuente originalidad y pa-

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