CRISTALES Y CHAKRAS (Segunda parte) - Saber Alternativo
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38 SABER ALTERNATIVO<br />
ESPIRITUALIDAD<br />
natural, el aprender a<br />
hablar parecía ser un<br />
don de la naturaleza.<br />
Pero hoy ya no es así, y<br />
es necesario conocer las<br />
causas. Estas pueden<br />
ser múltiples. Por un<br />
lado están los factores<br />
médicos, trastornos auditivos,<br />
las alteradas<br />
condiciones socio-culturales<br />
en las que crecen<br />
los niños, pero<br />
podemos considerar<br />
como la causa principal<br />
la creciente falta de comunicación<br />
verbal entre<br />
los padres y el niño.<br />
La televisión perjudica el desarrollo del habla.<br />
Los padres hoy tienen menos tiempo para sus hijos y entre<br />
las causas de esa situación, el factor claramente predominante<br />
es el consumo de televisión, que cada vez consume<br />
más tiempo, tanto en los padres como en los hijos.<br />
Es especialmente delicado el hecho de que ya los niños pequeños<br />
entre tres y cinco años vean un promedio de dos<br />
o tres horas de televisión al día y suelen ser precisamente<br />
estos niños los que además ven películas de video y juegan<br />
con las consolas o los juegos de ordenador.<br />
A consecuencia de ello hace que tengan dificultades en el<br />
lenguaje y en algunos casos deban ser tratados en por un<br />
logopeda.<br />
Con todo no es solo el período de enmudecimiento ante<br />
la pantalla el que ejerce una influencia perniciosa en el<br />
desarrollo del lenguaje de los niños. Heinemann critica que<br />
también el medio mismo, con su “supervaloración de la<br />
información visual” ejerce un influjo extremadamente desfavorable.<br />
Para él , incluso los programas para niños a menudo están<br />
totalmente alejados de la realidad, y las “escenas rápidas”<br />
no le permiten al pequeño seguir del todo los actos que se<br />
representan.<br />
Por otra <strong>parte</strong>, los programas<br />
con frecuencia<br />
están configurados siguiendo<br />
modelos estereotipados<br />
que impiden<br />
el estímulo de la propia<br />
imaginación y creatividad,<br />
así el lenguaje de<br />
los niños es consecuentemente<br />
pobre cuando<br />
juegan con los de su<br />
edad. Para empeorarlo,<br />
se añade el hecho de<br />
que el consumo de la<br />
pantalla televisiva mantiene<br />
alejados a los<br />
niños del juego espontáneo<br />
y creativo y del<br />
movimiento natural,<br />
entorpeciéndolos grandemente en su evolución. Pues de<br />
ese modo se impide que reciban los estímulos e incitaciones<br />
que necesitan urgentemente para el desarrollo de los<br />
diferentes niveles de su motricidad y de sus órganos sensoriales.<br />
Cuando no existen estímulos variados y de diferentes<br />
tipos en el entorno del niño puede verse<br />
perjudicado el desarrollo cerebral, la creatividad, la imaginación<br />
y la inteligencia.<br />
La práctica pedagógica constata que por la carencia de experiencias<br />
primarias, los niños de hoy se ven cada vez más<br />
impedidos en desarrollo del sentido del calor, equilibrio,<br />
olfato, gusto, tacto y movimiento.<br />
La falta de lugares adecuados para jugar y de entornos<br />
idóneos que los estimulen hoy en una gran ciudad contribuye<br />
a incrementar ese déficit. Por ello resulta imperante<br />
reclamar para los niños un entorno que estimule su<br />
desarrollo, por lo que “el calor humano, los juegos y el<br />
movimiento son imprescindibles para un desarrollo sano<br />
en la infancia del niño”.<br />
BIBLIOGRAFÍA:<br />
La Infancia Enmudece, de Rainer Patzlaff.<br />
Brincadeira.