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8 Domingo, 4 DE Marzo DE 2012
ciencia y tecnología
¿Funciona la terapia por teléfono?
POR BENEDICT CAREY
En los últimos años, los investigadores
han puesto a prueba sencillos
programas parecidos a los
videojuegos, dirigidos a aliviar
problemas comunes como ansiedad
y depresión.
Los resultados recientes son lo
suficientemente alentadores como
para que los programas sean llevados
a los teléfonos inteligentes,
en la forma de apps de terapia que
pronto podrían volver accesible
la ayuda psicológica en cualquier
momento y cualquier lugar.
Algunos expertos se muestran
cautelosos. “Es nuestra naturaleza
como seres humanos encontrar
cuál es nuestro lugar en el
mundo, para crear una narrativa
en el contexto de una relación que
dé significado a nuestras vidas”,
dijo Andrew J. Gerber, psiquiatra
de la Universidad de Columbia, en
Nueva York. “Yo les tendría recelo
a los tratamientos que no permiten
eso”.
Richard McNally, psicólogo en
la Universidad de Harvard y quien
recientemente finalizó un estudio
de 338 personas que usaron un programa
en sus teléfonos inteligentes,
guardaba esperanzas, pero señaló
que hay grandes dudas sobre cómo
podría funcionar, y sobre qué tan
sólido es, en realidad, el efecto.
El estudio del teléfono inteligente
Rostros en la pantalla
podrían ayudar a
disminuir ansiedad.
es parte de un enfoque llamado modificación
del prejuicio cognitivo,
que busca romper algunos de los
malos hábitos del cerebro.
Tomemos la ansiedad social. Varios
estudios han encontrado que
muchas personas con esta condición
fijan la vista subconscientemente
en rostros hostiles en una
multitud de personas con expresiones
principalmente relajadas.
Reducir ese prejuicio puede interrumpir
la cascada de pensamientos
y sentimientos que normalmente
siguen, lo que le provocaría
un cortocircuito a la ansiedad,
sugieren algunos estudios. En un
programa, los participantes ven
dos rostros en la pantalla, uno con
una expresión neutral y uno hostil.
Los rostros están empalmados. Un
segundo después desaparecen, y
aparece una letra en la pantalla, en
la parte superior o inferior.
Los usuarios presionan un botón
para identificar la letra, aunque no
significa nada; el objetivo es alejar
la vista del rostro hostil y así condicionar
al cerebro a que lo ignore.
Un estudio de 40 niños con ansiedad,
publicado en diciembre, halló
que un programa de prejuicio de
atención produjo “reducciones significativas
en el número de síntomas
de ansiedad y en la severidad
de los síntomas”, de acuerdo con los
autores.
Varios psicólogos en Europa han
puesto a prueba un programa de
modificación de prejuicio dirigido
al beber en exceso, y hallaron que
éste mejoró la efectividad de la
psicoterapia dirigida a reducir el
hábito.
Otros se muestran escépticos.
“Disto mucho de estar convencido
de que esto es real”, señaló Willem
Van der Does, psicólogo de la Universidad
de Leiden, Holanda.
En el estudio más grande a la fecha,
los investigadores empezaron
a reclutar participantes en el 2010.
En marzo del 2011, un artículo en
la revista Economist mencionó el
proyecto, lo que atrajo más interés.
Meses después, luego de que
338 participantes con síntomas de
ansiedad completaron más de 4
mil sesiones de la aplicación de la
terapia de los dos rostros, los investigadores
obtuvieron algunos
resultados.
Los participantes mejoraron sus
Donald Robinaugh
Apps en móviles ayudarían a miles de personas con problemas
psicológicos, aunque se duda de la eficacia del tratamiento.
puntajes en un cuestionario que
medía la ansiedad, al disminuir en
promedio 22 puntos, en comparación
con un descenso de ocho puntos
entre las personas en un grupo
de “lista de espera”, que no tuvo juegos
computacionales. Sin embargo,
un grupo placebo practicó con un
programa de video con dos rostros
que no estaba dirigido a cambiar la
vista de un rostro al otro, y sus niveles
de ansiedad también bajaron
22 puntos.
Más extraño aún, las personas
que se habían enterado del estudio
por medio de Economist respondieron
muy bien, ya fuera con la
aplicación del tratamiento o con el
placebo.
“No estamos precisamente entusiasmados
por ese hallazgo”,
aseguró Phil Enock, estudiante de
posgrado de Harvard quien ayudó
a aplicar el estudio.
“No tenemos idea de lo que significa”.
Los ojos son
culpables de
malestares
Durante décadas, los científicos
han buscado explicaciones de
porqué con la edad se presenta
pérdida de memoria, tiempos de
reacción más lentos, insomnio y
hasta depresión.
LAURIE
TARKAN
ENSAYO
Investigan a sospechosos
como el
colesterol alto, la
obesidad y un estilo
de vida inactivo.
Hoy, la investigación
apunta a un culpable en gran
parte no reconocido: el ojo.
Al tiempo que los ojos envejecen,
cada vez menos luz solar pasa por
la pupila y el cristalino para llegar
a las células en la retina que regulan
el ritmo circadiano del cuerpo.
“Creemos que el efecto es enorme
y que apenas comienza a ser
reconocido como un problema”,
dijo Patricia Turner, oftalmóloga
en Leawood, Kansas, quien con su
esposo, Martin Mainster, catedrático
de oftalmología en la Facultad
de Medicina de la Universidad de
Kansas, ha escrito extensamente
sobre los efectos del ojo envejeciente
en la salud.
Los ritmos circadianos son los
procesos fisiológicos que dan fuerza
al cuerpo en la mañana para
abordar las exigencias del día y
lo desaceleran por la noche. Este
reloj interno depende de la luz.
Varios estudios han arrojado que
las personas cuyos ritmos circadianos
están fuera de sincronía,
como los trabajadores por turnos,
están en mayor riesgo de enfermedades
como insomnio, cardiopatía
y cáncer.
“La evolución ha construido
este hermoso mecanismo para
llevar el tiempo, pero el reloj no es
absolutamente perfecto y necesita
un empujoncito todos los días”,
apuntó David Berson, de la Universidad
Brown, en Providence,
Rhode Island.
Las células llamadas fotorreceptivas
en la retina absorben la
luz del sol y transmiten mensajes
a una parte del cerebro llamada
núcleo supraquiasmático (SCN),
ELLEN WEINSTEIN
que gobierna al reloj interno. El
SCN ajusta el cuerpo al iniciar la
liberación de la hormona melatonina
en la noche e hidrocortisona
en la mañana.
Se cree que la melatonina tiene
muchas funciones promotoras de
la salud.
Reloj corporal se
daña cuando penetra
poca luz por pupilas.
El equipo de Berson descubrió,
en el 2002, que las células en la retina
interna tenían fotorreceptores
que se comunicaban más directamente
con el cerebro y eran particularmente
sensibles a la parte
azul del espectro de la luz.
En un estudio publicado en
la revista The British Journal
of Ophthalmology, Mainster y
Turner calcularon que para los
45 años, los fotorreceptores del
adulto promedio reciben solo el 50
por ciento de la luz necesaria para
estimular enteramente al sistema
circadiano. Para los 55 años, se reduce
al 37 por ciento, y para los 75
años, a apenas el 17 por ciento.
Varios investigadores en Suecia
estudiaron a pacientes que fueron
sometidos a cirugía de cataratas
para implantarles lentes intraoculares
transparentes. Encontraron
que la incidencia de insomnio y
somnolencia durante el día se redujo
de manera significativa.
Mainster y Turner creen que con
la edad, las personas deben hacer
un esfuerzo para exponerse a la
luz solar brillante o a la iluminación
interior brillante cuando no
puedan salir al aire libre.
Los adultos de edad avanzada
están en particular riesgo, porque
pasan más tiempo en interiores.
“En la sociedad moderna, la mayor
parte del tiempo vivimos en
un entorno controlado bajo luces
artificiales, que son de mil a 10 mil
veces más tenues que la luz solar y
de la parte equivocada del espectro”,
señaló Turner.