CARRRETERAS-200
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Especial sí,<br />
pero también publicidad<br />
ayer y hoy<br />
Luis Ayuso Sánchez<br />
Publicista<br />
J<br />
usto hace tres años conmemorábamos,<br />
también con un<br />
número especial, el 60º aniversario del nacimiento<br />
de la revista CARRETERAS. Ahora celebramos<br />
el haber llegado al número <strong>200</strong> de su cuarta etapa, que<br />
engloba alrededor de la mitad de esos sesenta años, y lo<br />
hacemos con esta edición de iniciación del color que, además,<br />
pone un paréntesis en su habitual contenido técnico<br />
para presentarnos el mundo de la carretera y su función<br />
desde la óptica de expertos y personajes públicos pertenecientes<br />
a distintos ámbitos.<br />
Estamos, no cabe duda, ante dos sobresalientes y envidiables marcas<br />
alcanzadas por CARRETERAS gracias al esfuerzo de los articulistas,<br />
la calidad técnica de sus trabajos, la dedicación del equipo<br />
de redacción y, no lo olvidemos, la publicidad con que las empresas<br />
contribuyen a su mantenimiento económico.<br />
Todas las colaboraciones son necesarias e inestimables, pero en<br />
merecimiento de la publicitaria, hoy en evidente alarmante necesidad<br />
de recuperar vitalidad, es a mí a quien toca decir que sé<br />
que cuenta con el compromiso de todos nosotros en el objetivo<br />
de mantener, y potenciar si cabe, los retornos que en el presente<br />
se derivan de esta consolidada publicación especializada y de su<br />
ganada reputación como aula de conocimiento en cuanto atañe a<br />
las actividades desarrolladas por los mismos anunciantes.<br />
A nadie le resultará extraño, pues, que aquí, al hilo de esta nueva<br />
conmemoración festejada, aproveche para seguir refiriéndome precisamente<br />
a este último apartado, el de la publicidad, pues, al igual que<br />
la revista, también ella nos habla del paso del tiempo y de cómo, dentro<br />
de ese transcurrir, es comprendida y enfocada en cada momento.<br />
Como manifestación vinculada a la evolución de las necesidades,<br />
gustos y patrones de comportamiento y expresión de la sociedad,<br />
los mensajes y estética de la publicidad también cambian, se mimetizan<br />
con las tendencias colectivas del momento para dotarse de<br />
significado, a la vez que para facilitar su comprensión, aceptación<br />
y eficacia.<br />
Y para evidenciar lo acabado de decir, una selección de anuncios<br />
publicados en CARRETERAS a lo largo del tiempo se reproducen<br />
en las páginas que siguen a estas líneas. Eso sí, rogando sean disculpadas<br />
las ausencias que pudieran encontrarse, y que no tienen<br />
otra razón que las limitaciones impuestas por el espacio disponible.<br />
Nuestro propósito, con ello, no es otro que el de rendir aquí un<br />
sencillo y merecido homenaje de agradecimiento a nuestros queridos<br />
anunciantes; unas firmas que brindan productos, trabajos y<br />
servicios a los que no sería fácil encontrar encanto, o glamour<br />
como ahora se lleva decir, pero que, indiscutiblemente, contribuyen<br />
a hacer posible que podamos desarrollar y disfrutar nuestra<br />
civilizada vida de cada día. Ya más de una vez he manifestado<br />
que, aunque no haya consciencia de ello -porque no se dice o<br />
se dice muy poco-, forman parte de cosas tan esenciales o más<br />
que muchas de las orientadas directamente al consumo popular,<br />
esas que se prestan a la utilización de mensajes, personajes y<br />
escenarios cuidados y sugerentes que persiguen motivarnos emocionalmente.<br />
Es precisamente esa diferencia la que siempre me lleva a pensar<br />
que la comunicación publicitaria y corporativa entre entidades de<br />
actividad industrial, donde encuadro la construcción y equipamiento<br />
de infraestructuras de transporte, es en general contemplada por la<br />
profesión con esquivez o abordada bajo la influencia de pertenecer<br />
a un rango menor.<br />
Razones concretas, varias: a mi juicio, las ya apuntadas en relación<br />
con las limitaciones en el uso de recursos y capacidades profesionales;<br />
la formalidad de las materias; un público objetivo ducho y<br />
conocedor; un planteamiento de campaña corto en medios y soportes,<br />
siempre o casi siempre especializados y de difusión restringida;<br />
y por último, pero no poco importante, una inversión escasa como<br />
consecuencia o causa de todo lo anterior.<br />
Cierto que, por el otro lado, nos encontramos con que, en algunos<br />
casos, son los propios anunciantes quienes afrontan estas actuaciones<br />
con una infundada relativa convicción. Pero ni esto ni lo anterior,<br />
si se suple con imaginación lo presupuestario, debería de condicionar<br />
la competencia de quienes asumen ofrecer su talento y sus<br />
mejores respuestas a una determinada demanda de comunicación<br />
empresarial o institucional.<br />
Toda tarea asumida es un reto a afrontar sin evasivas, que ha de<br />
ser abordada con respeto profesional y voluntad para superar los<br />
inconvenientes. De hecho, afortunadamente así se deduce que pasa<br />
a veces al ver algunas creaciones publicitarias. Son realizaciones<br />
afrontadas con sobresaliente oficio y máximo interés, en las que se<br />
aprecia la identificación con los temas, el conocimiento del mercado<br />
y público al que se dirige, así como la implicante creatividad gráfica<br />
y argumental con que han sido resueltas.<br />
En el título quedó dicho: especial sí, pero también publicidad<br />
ayer y hoy. •<br />
48 número <strong>200</strong>