evista archivum año iv nº 5REFLEXION FINAL.Las noticias reseñadas nos han mostrado una Viña <strong>del</strong> <strong>Mar</strong> que, con empeño,quiso ser un barrio-jardín <strong>del</strong> puerto de Valparaíso, y lo fue desde que ella mismarenunció a ser puerto.Pero también con enorme fuerza-y paralelamente- se constituyó en un increíblepolo industrial de alcance internacional, lamentablemente sacrificado.Por último, con fuerte voluntarismo y dudosa fundamentación, quiso serbalneario, como Niza, Montecarlo o Ischia.Sin embargo, este último mo<strong>del</strong>o de “ciudad-balneario-de temporada” quedóobsoleto hace más de un cuarto de siglo, cuando el tiempo para cruzar el Atlántico seredujo de 4 días a 4 horas.Cancún se proyectó hace menos de 20 años y nació de un mo<strong>del</strong>o computacionalcuyas características más relevantes eran tener un clima primaveral a lo largo de todo elaño, un mar tranquilo y tibio, playas extensas y apropiadas para deportes marinos,vecindad a otros sitios de interés, posibilidad de integrarse a circuitos turísticos oculturales nacionales y/o internacionales, etc. Después, se buscó el emplazamientoadecuado, se construyó, se implementó y se constituyó en el referente exitoso de tododesarrollo turístico en el mundo.Viña <strong>del</strong> <strong>Mar</strong> sufre el agotamiento de su mo<strong>del</strong>o de referencia, <strong>del</strong> desgasteproducido por superponer tantas “vocaciones” diferentes en su corta vida, <strong>del</strong> espejismode una economía de base anclada en el supuesto de un monopolio <strong>del</strong> juego y en unaindustria turística que debe hacer sus utilidades <strong>del</strong> año en dos meses.El precio que paga por esta crisis es muy alto: el deterioro, en el sentido másamplio de la palabra.Para superar esta situación, se necesita creer que esta ciudad es algo más queuna simple etapa en el permanente desplazamiento de Valparaíso-habitación eindustria- hacia el norte, cuyas etapas a lo largo de la historia ya se han reseñado: ElAlmendral, Recreo, Las Salinas, Jardín <strong>del</strong> <strong>Mar</strong>, Reñaca, Concón, Ritoque, Mantagua...Coincidentemente, la ciudad experimenta, en este momento, la más notabletransformación urbana desde su fundación, el hundimiento <strong>del</strong> ferrocarril que le dio lavida.Para algunos, ésta no es más que la anecdótica ocasión para resolver elsempiterno problema de tránsito en la ciudad... ensanchar una avenida, aliviar unaesquina.160
viña <strong>del</strong> mar ¿ocio o <strong>negocio</strong>?El problema es considerablemente más complejo: se trata de repensar la ciudady formular un nuevo proyecto, de preguntarse cuál ciudad queremos y si es sustentableen el medido “arenal” y sus mesetas aledañas y hacia qué horizontes orientar sudesarrollo en el tiempo futuro. Cuando se medita cuánto ha tomado resolver sólo unaspecto de la ciudad, como es el manejo <strong>del</strong> estero, podemos calibrar la dimensión de latarea global.Quizá pueda ser una ciudad universitaria, como Berkeley o Hei<strong>del</strong>berg, deocupación permanente, con trimestre de verano incluido, cursos de formación continua,congresos y encuentros, recuperación <strong>del</strong> liderazgo en la formación técnica, etc.A lo mejor puede, ser un paraíso <strong>del</strong> juego, como Atlantic City o Las Vegas, con 6u 8 casinos y salas de espectáculo y, contrario sensu, es oportuno recordar que Miaminació como un lugar para la tercera edad en sus orígenes, por su clima cálido y parejo yasí surgieron Coconut Grove y Coral Gables.Podría ser también un balneario que, a semejanza de San Alfonso <strong>del</strong> <strong>Mar</strong>, enAlgarrobo, construya sus propios mares, playas temperadas, marinas, ciclovías ypaseos.Todavía es posible pensar en un fuerte polo cultural para la V Región o, tal vez, unSilicon Valley, alejado <strong>del</strong> smog y la congestión santiaguina.Incidentalmente, es de esperar que el futuro Boulevard Alonso de Rivera(nombre tentativo, a falta <strong>del</strong> definitivo) no sea una solución de retórica urbanística, quese quede en la cosmética de prados separados por avenidas en par, inaccesibles einútiles para niños y adultos.A los Municipios de Providencia, Las Condes y Vitacura les ha costado miles demillones de pesos eliminar esos adornos y proveer avenidas de tránsito más fluido,generosas avenidas, ciclovías, cableado subterráneo, evacuación de aguas lluvias ysuficientes estacionamientos de automóviles.Un eje urbano como el que está naciendo, debería ser tan expedito que notuviera ni una más de las tres salidas que parecen indispensables: una a la altura <strong>del</strong>Casino; otra en frente a Avenida La Libertad y Estación Subterránea Viña <strong>del</strong> <strong>Mar</strong>, y, unaúltima, al oriente, que diera fácil acceso a las instalaciones deportivas urbanas, centroscomerciales, Jardín <strong>del</strong> <strong>Mar</strong>, las dos Reñacas y al Camino Internacional.El arquitecto Charles Moore implementó en los EE.UU un sencillo sistema departicipación de los habitantes en el diseño de los puntos críticos que los involucraban,consiguiendo convertir barrios en verdaderas comunidades (personas más territorio); sudetalle escapa a los alcances de este ensayo, pero es perfectamente aplicable en estecaso, con costos increíblemente bajos.161