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PREFABRICADOS DE HORMIGÓN - FERRALLACtra. Fuente el Fresno, Km. 8,700 - 13670 VILLARRUBIA DE LOS OJOS (Ciudad Real)Tfno. 926 024 200 - Fax. 926 024 220E-mail: formac@formac.es


DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 - JUNIO 2012SUMARIOLa imagen de portada pertenece a una fotografía realizada a principios delsiglo XX de una rogativa en Villarrubia de los Ojos.DESDE EL ÁRBOL GORDO - REVISTA CULTURALPág. 01 - Portada.Pág. 03 - Sumario.COORDINACIÓN Y MONTAJELuis Modesto Urda BuitragoJesús Fernández VallejoJuan Carlos Zamora MuñozVíctor Luna MuñozESCRIBENÁngel González PugaRicardo VirtanenAntonio Gutiérrez González de MendozaMaría Romero VelascoMaría García CamposEnrique Montoya HerediaLuisa Barchino ÁlvarezEugenio Arce LéridaPaula Martín-Moreno RomeroAndrés Carretero SosaEmiliano Labrador Ruiz de la HermosaJesús Fernández VallejoDaniel Martín-Moreno RomeroFrancisco J. Serrano LópezJavier Díaz-Moreno Gómez-DíazDiego Condés ÁlvarezAntonio Millán HernándezCarlos Villanueva Fernández-BravoCarlos CarnicerJuan Díaz-PintadoEDITABogart CineclubIMPRIMEGráficas VillarrubiaCOLABORACooperativa “El Progreso”ISSN 1889-0318Dep. Legal CR-460-2008“Desde el Árbol Gordo” no se haceresponsable de las opiniones emitidaslibremente por sus colaboradores.Nº 9 junio de 2012Villarrubia de los Ojos(Ciudad Real)CREACIÓN LITERARIAPág. 04 - “Vacaciones en el pueblo”.Pág. 05 - “Sucesos” - “En el centro”.Pág. 06 - “Mares que no fueron”.Pág. 07 - “Intentos de musa”.Pág. 09 - “Bosquejo”.Pág. 10 - “Yo soy gitano, señores”.Pág. 11 - “Aromas”.Pág. 12 - “El sueño”.Pág. 13 - “Más tiempo”.Pág. 15 - “La Fieruca del Turón”.ENSAYOPág. 18 - “Como nos ha cambiado la tecnología”.CINEPág. 21 - “La poesía de una cámara fisgona Directed by Paul Newman II”Pág. 27 - “Sean Connery y las tres mejores películas de aventuras de losaños 70”.ENTREVISTAPág. 31 - “Tomás Roncero: tal como suena”.HUMORPág. 33 - Caricatura.HISTORIAS Y COSTUMBRESPág. 35 - “Por qué me gustan las motos”.Pág. 37 - “Una investigación sobre los zarampompones y las almortas”.Pág. 42 - “Lengua Española”.Pág. 45 - “Desde el Altillo pasando por el Pozo de la Nieve”.HISTORIAPág. 46 - “Flandes mi sepultura II”.Pág. 57 - “Obras públicas y modernización urbana en Villarrubia de losOjos (1760-1765) 1ª parte”.FOTOGRAFÍAPág. 62 - “Vista de la iglesia convento de las Madres Clarisas”.Aquellas personas que deseen hacernos llegar algún tipo de colaboración o cualquiersugerencia deben remitirlo a: Bogart Cineclub, Plaza de la Constitución, 20 - Villarrubiade los Ojos CP 13670 (Ciudad Real) desdeelarbolgordo@hotmail.es3


CREACIÓN LITERARIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012VACACIONES EN EL PUEBLOÁngel González PugaYo estaba en esa época de la vida en que se hacen amigo(John Dos Passos, Años inolvidables.)Vuelven, volvemos, como los vencejos,a volar breves sobre los tejados combados de la infanciacuando se ovilla el sol en las esquinasdel crepúsculo.Y buscamos por los caminos de la tarde de estíonuestras huellas, lejanas como el maradonde el torbellino de la vida o el huracán del amornos arrastraron.Deshabitado, el bar espera. Duerme su sueño de dominó estruendosola mesa ávida de manos, nostálgica de voces …Pero no quedan jugadores bastantesque mantengan en alto la partida.Tras la barra, sonríe una negra imposible de dientes como leche:trashumancia global hecha carne de alcoba hospitalaria.En las casas, cerradas a canto y cal, reposan sus sueños los obrerosque pronto tornarán a Baracaldo, a Sabadell, a Silla, a Fuenlabrada…Y narrarán -si alguno les escucha- la leyenda mendazde un mes felizde vacaciones .(Retorno a la piedra)4


CREACIÓN LITERARIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012Ricardo VirtanenSUCESOSEl hastío me come la mirada.Dylan Thomas murió a los 39años, una edad prodigiosapara morir,una edad en la que aún no se vivecon la ceniza oscura del pasado.Para hacer tantas cosas que él nunca hizo.Para encender un poema de octubree iluminar el pensamiento.El sueño no se quiebra en la quietud.Los neones irradian en la nochetemperamentos que destellanbrillos en un vaso vacío.Las sombras son estrellas sumergidas.Mi yo se oculta dentro del espejo,luz que se apaga en la retinade un rostro dondeno penetra la luz.Las ventanas son el adiósde una luz que se fue con su mirada.EN EL CENTROAquí, próximo al mar,a un paso de lo más azul del cielo,mis pasos son el centro,aquel centro de lo que no se ve,interior, mudade una postal oscurecida al sur,junto a su ojos.(Pertenecientes al libro inédito Arte de olvido)5


DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012CREACIÓN LITERARIAMARES QUE NO FUERONAntonio Gutiérrez González de MendozaY desde mi ventana veré la calle rota,el aire que no pesa como antes,la cigüeña sin norte, el campanario,el muro florecido de oraciones,la torre y la paloma.Me asomaré y quemarán mis ojos las esquinasy una mancha de adioses,callará su pecado ante mi olvido.Allí, la sombra abierta,las huellas de papel,el dolor escribiendo silencios a tu espalda,la caricia y el viento, delimitando cielos infinitos,abismos vacilantes y confusosque han de morder tu arena, hasta deshabitarte.La existencia se cierra,se cierra la claridad rendida,la hipócrita paciencia se disfrazay vuelve, sutilmente, el ardid del eclipse,a inventar un beso sobre tu corazón de espumas.Te pido la tristeza,la dulce resignación de cada anhelo,el perdón y la súplicaque hoy vuelven a ser escarcha en otros pétalos,polvo de otros caminosdonde, en fatal ceremonia,se mueren las gaviotas de este ocaso.Ya la duda se fuey no sé, si debo darle a los cisnes otro espejoo dejar que en mi pielse pose la caricia de la hierba,el recuerdo abolido por el viento,la oscuridad silente de un futuro plagado de preguntas.¡Oh, mares que no fueron!,si no subo a tus olas la sangre se detiene,arena que se ceba en tu cintura,horas que no caminany en ciego balbuceo vuelven a ser contadas.Más allá del cristal, el destino se esconde,la oración sin final, el presagio,la sombra que acaso se hizo luna,sucesivos auspicios de celestiales sueños,estambre o soledad de algún relámpago,donde los dedos tocan,el vuelo inquisitivo de las nubes.Viajeros a la nada,el frío dibuja lutos en mi alba,designios de atardeceres imposibles,donde el laurel y la súplica,en desvalido abrazo,vuelven a la estela azul de la lluvia,para reinventar el gozo de la última inocencia.Pienso, ahora, en el desnudo aliento de las flores,en el pulso de un aire invertebrado,en el inédito labio de los diosesque en voz de ruiseñores,la tierra abrieron con su promesa.De mi lado ya se fueron las rosasy el sol que, en soledades,nunca fue brújula en la brumas,para la senda amarga del exilio,por donde vagan los sueños indefensos,la indeleble llama del miedo y la clausura.Alerta viviré sobre esta huella,arropado por la ingrata indiferencia, tras estas paredesque ocultan la costumbre del retorno,la lúcida inminencia de aquella hermética miradaque ahora, ausencia al fin, la huída esboza,hacia el regazo inexorable de la noche.No volveré al silencio,ni a la presencia de aquella soledad huidiza,de aquel suspiro de azaresque el tránsito ilumina hacia la paz.Cuando se hayan apagado las palabras,el disfraz donde la voz reinventa otra mañana,la máscara del traidor que ya se sabe olvidoy en brillo prematurose repite el alborozo de la estrellacuando la última sonrisa,rinda pleitesía ante el pálido asombro…la sangre inventará alas,irremediables cautiverios embriagados de sangre,trazos de desmemoria, dóciles solesen busca de pretéritas ausencias.Llegó el momento, ¡oh sombra!, de escucharte,de agitar los pañuelos ante otros ídolos,de desnudarse de temblores postizos, ante otras luces.Por eso, ahora, te sueñoy me rindo ante la travesura del ocaso,buscando el último secreto de aquella cicatriz:nostalgia nueva de algún tacto colmado de desdenes.Ya se oculta mi lengua en esta magia,ya, mi alma da su errante luz,sin amo, al turbio cielo.Dime, gloria de entonces,quién las manos me ata, quién me hizo árbol.Dime luego, de nácares vestido,quién me hiere la esperanza, haciéndome beber,el último reproche de esta lágrima.6


CREACIÓN LITERARIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012INTENTOS DE MUSAMaría Romero VelascoQue esos ojos esquivos dejen de reflejarse en el agua.Ábrelos y abraza el caos.Naufragando en mi babaCuando el silencio no callaentre adoquines y luces meticulosasnubes, esferasandamios estacionales en calles íntimasque nos abrazan para definir la incertidumbre.¿Qué hacer si no eres suficiente?Si los reflejos que proyectose rompen en ojos ciegospupilas nostálgicas que recortan fantasmas.No quiero cambiarteni persigo finales felicestan sólo busco un huecoen la refracción de tus dedosantes de penetrar en la esencia de tu ubicuidadsin sentirte aire en el cerebrosin recordar tu lejanía como máquina de guerra.Naufragando en mi babacreía en ti como Sol de todolas cartas que te escribo interpretan recuerdostal y como debieron ser.Noches que huelen a tiEl ruido que me sigue siempre. Maga.Tú eres el origen de las miles de espiralesque me balancean en cada momentoesa sensación constante de hacerlo bien.Nado torpe entre tus recovecosque mutan en acantilados rugososen la superficie de tus latidosque como balsas arrullan pies cerebro y sangreen la charca de tu garganta.7


Temes por la fragilidad de tus miedosen las segundas oportunidadesque esconden valles de disfraz salvajeno rompes las cadenas que te atan a emular piedraseres el ruido que me sigue siemprela palabra átona de cada verso torcidosabes cómo volver más fuertehasta que tu latido inerteretumba en los rincones de esta ciudad anónimatomada por amantes tuertos.DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012Estallan cristales que aterran vidrieras desnudasasaltadas por temperamentos irracionales.Tú y tus ojos no desaparecen de mi horizontecomo si la meta fuera alcanzar a entenderqué escondes qué mereces y qué me llevo yo de todo estopero no quieres aventurar intentos de verdad.Los buenos días perdidosEstos son los buenos días perdidosamaneceres para nadiealarmas con un lado huecoausencia de reflejosespejo rotocafé frío.Las mañanas se perfilan caprichosas entre nube y nubeantes de grabar legañas de camino a tu puertacuando los pasos dejan de buscar para perseguir sombrasno eres la única con respuestasno eres tirana ni flan.Cadáver de recuerdosmanojo de brillosantes de mutar en sensaciones más o menos eternasmenos que más únicas.Por la tarde es fácil difuminartea medida que pasan las horastu hedor adolescente se camufla entre jardines adormecidos.Estos son los buenos días perdidosdos corazones mal sincronizadosy dedos que electrifican despedidas.8


CREACIÓN LITERARIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012BOSQUEJOMaría García Campos“Con todo el amor que siento y tengo a mi mujer, Pepa”.Tal vez algún día necesites buscar resguardo en estas palabras.O encuentres en tu bolsillo aquel ticket del último cine,de las últimas filas: aquel recuerdo inalterable de mi manobuscando la tuya. Y cierres el puño y aprietes el papely sientas en esa fuerza el calor de mis manos.Tal vez, un día, caminando por una acera cualquiera escuches un silbidoy te gires y te encuentres pasos vacíos.Y no te siga más que la sombra de lo que un día fuimos. Y el silbidono sea más que los pitidos del recuerdo en tu oído.Tal vez suene tu teléfono, cualquier noche y sobresaltada,preguntes ¿quién es?. Y dos pitidos sordos y lejanos,como ese corazón al que se le van deteniendo los latidos,te respondan a cambio de mi voz. Y arrastres los pies, más triste,y más cansada hacía la cama que cada noche te arropa los sueños.Tal vez, solo tal vez, un día no muy lejano pienses en mí.En qué andaré haciendo ahora, cuando aún hago rugir tus tripas,cuando sigo siendo en ti algo más que ese recuerdo que dejanbesos, caricias y mi sexo rozando tu entrepierna.Tal vez te pierdas dentro de tus manos o de otras manos, o dentro de tu camisao de otra camisa.Y el frío corte tu cara, o el calor encienda tus mejillas o el marescueza en tus heridas.Sea lo que sea tal vez algún día no haga falta que leas esto.Que simplemente, una tarde, en un bosque cualquiera,tras un frondoso árbol, con el sol luciendo bajo nuestras cabezas,con el sonido de los pájaros cantando y viento acariciando las ramas…Aparecerás con la cesta de Caperucita y merendaremos esas miajas de panque tiré por el camino y que tú fuiste recogiendoporque nunca dejaste de seguir mis pasos.Merendaremos el pasado y la digestión será ese futuro. En un bosque,rodeadas de nuevo, por la curiosidad del tacto de tus manos ylo blandito de tus labios.Tal vez no haga falta más. Tal vez solo grabar nuestros nombresen la corteza de algún tronco.Y ser eternas para siempre.[Móstoles, 2012].9


CREACIÓN LITERARIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012YO SOY GITANO, SEÑORESEnrique Montoya HerediaEn mi corazón estrellasy un sol partido en reflejosen mi camisa flamenca.Yo soy gitano, Señores,sin una gota de mezcla.Hay quien dice de mi razauna mentira tremenda:dicen que cuando nos enfadamosla navaja por bandera y quecorren ríos de sangrepor entre montes y piedras…Eso es mentira, Señores,un gitano es una feriade gracia y de señoríocon cien fandangos de Huelva,que DIOS nos puso en la sangremucha alegría en la venas.Si la pena no envisteel corazón no nos tiembla,y un gapotazo de risaque rueda la pena muertaen un redondel de coplasy de guitarras flamencas.Política los gitanos…a ser posible, ni mencionarla siquiera,nosotros, el verde del campo,arriba, un techo de estrellasy nosotros en el centrocomo pájaro que vuela.Gitano como Dios mandano puede serlo cualquiera.Hay que ser dueños sin serlode montes y carreterasde sombra grande de olivosy de ríos de agua fresca,de un corazón compasivoy una patria a quien defienda.Montar caballo bravoy que sin rienda obedezcay un piropo a flor de labiossi la mujer se atraviesay una forma de rezarque solo DIOS la comprenda.Porque voy a mis bodas,bodas gitanas y flamencas,y coronar a la noviallena de amor y pureza.Pero ya va siendo horade que “payos y gitanos”nos demos un gran abrazocual si fuéramos hermanos.Porque así lo quiere Diosy la Virgen de la Sierray olvidarnos del racismoque nos delata y nos ciega.¡Que soy gitano, señores,sin una gota de mezclapero con Dios en mi puerta!10


CREACIÓN LITERARIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012AROMASLuisa Barchino ÁlvarezSon las 6 de la tarde y estoy esperando a mi nietoque hoy, por fin, ha decidido acompañarme.Ese día fue especialmente agridulce. Comosiempre y mientras Encarna continuaba dormida,me dispuse a preparar las lentejas. Al tiempo queel fuego lento las cocía, visité el rincón de misentretenimientos. Salí al jardín y protegiéndomedel fuerte viento, rápido llegué al invernadero.Este pequeño hecho suponía una transformaciónen mí; aquellos olores a tomate, hierbabuena,tomillo y pepino me alimentaban solo coninhalarlos. Contemplar la quietud de las plantas yla disparidad de colores, animaba y aquietaba a lavez mi ánimo. Pasaba allí mucho tiempo, eso sí,siempre que mi mujer me lo permitía. En estaocasión, la visita al huerto fue corta, me inquietóque se pudiera ella levantar y se desconcertase.Oí un ruido, me aceleré y corriendo entré ennuestra casa. Descubrí que mi esposa ya seencontraba en la cocina. Disimulé lapreocupación.- ¡Buenos días!, Encarna.- ¿Dónde te has metido que no te encontraba? –me inquirió.- Ya sabes, vengo del huerto, las flores estánpreciosas y han empezado a salir las rosasrojas. Después de desayunar, daremos unpaseo.- ¿De dónde vienes? Me has dejado sola –insistió.- Del huerto, ya te lo he dicho.- ¿De qué huerto? –repitió.- ¡De nuestro huerto!- ¿De dónde vienes, por qué me has dejado sola?–me volvió a preguntar.Me dirigí a ella, la tomé de la mano y sin másexplicaciones, la acerqué a la mesa paradesayunar. No hablamos nada, ella insistía enpreguntarme lo mismo una y otra vez; yo medediqué a sonreír y a observarla. Descubrí que losbordecillos, producidos por los pespuntes de lascosturas de su chaqueta, sobresalían más quenunca y que los botones estaban ocultos, mirandoa su pecho. Antes de vestirse, había olvidadoquitarse el camisón de dormir y este asomaba pordebajo de su falda. La vestí de nuevo sin más.- Vamos, cariño, daremos nuestro paseo por eljardín. Te llevaré a ver las flores, las hecontado y creo que hay treinta y cuatro, tresmás que ayer. ¿Me ayudarás a contarlas denuevo, por si me he equivocado?La mañana transcurrió sin mayores percances.Llegó la hora de la comida y mi esposa ocupó sutrona. Habíamos conseguido que la reconocierapintándola de rojo, era su color predilecto y porello no dudaba en sentarse en ella. Me dispuse apreparar los platos, mientras tanto, Encarna seentretuvo intentando atrapar las cerezas queaparecían dibujadas en el mantel. Yo la miraba dereojo, vi que ella insistía en su quehacer,surgiéndole un repentino enfado por no podercogerlas. Dio un golpe seco en la mesa e hizo quese vertiera el vaso de agua. Sin darle importanciaa este hecho, la animé a que probara las lentejas yolvidamos rápido el incidente. Recuperada lacalma, comenzamos a comer. Ella no tragaba,engullía, y yo la dejé, no era el momento deconversar.Inflado de impotencia, llevé la cuchara a mi bocay noté algo extraño, un sabor diferente. Hice unnuevo intento y otro y otro y descubrí que ese díalas lentejas tenían sabor a canela. Solo pudepreguntar a Encarna si estaban ricas y ella mecontestó asintiendo con la cabeza. En algúndescuido mío, aprovechó para probar la comida,como solía hacer, y decidió aderezarla de nuevo,eligiendo entre los múltiples botes decondimento, el botecito rojo de la canela.Llegó la hora de la siesta y Encarnación descansódurante dos horas, que para mí resultaron ser unrespiro. Dormí un rato y después recordé que teníaque revisar el correo, que aquel día se me habíaolvidado sacarlo del buzón. Salí de nuevo aljardín, el aire era espeso y pegajoso con olor aalmizcle. Cogí toda la correspondencia y sinmirarla, me volví rápido al frescor de nuestrosalón. La dejé encima de la mesa y me recosté denuevo. Hora y media más tarde, aun somnoliento,la primera carta llamó mi atención. No reconocí ellogotipo que la adornaba, pero estaba seguro deque lo había visto antes pintado en algún lugar.Mientras lo pensaba, desgarré el sobre, quedandoal descubierto la cuartilla que durante estosúltimos años está dando tranquilidad a mi vidapero inquietud a mi alma.“… nos es grato comunicarle que DoñaEncarnación Garvín Tejada ha sido admitida enla residencia de enfermos de Alzheimer…”[18-02-2011]11


CREACIÓN LITERARIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012EL SUEÑOEugenio Arce LéridaMi compañera de asiento se había quedadoprofundamente dormida y el suave traqueteo deltren no me impedía oír las palabras –inconexas ysin sentido- que se escapaban de su boca:-Hace un día espléndido, salón oscuro, la calle…-Yo no tuve la culpa; o quizá si, si, si…- ¿Me querrá? Un pozo, la vida no…-El verde me va mejor; sí, si, el verde…-¿Por qué no me llamaste? Mis ojos al mar…-Hay otras, pero no son tan bonitas. Sí, sí loson…No había nadie más en ese departamento y lasenigmáticas palabras de aquella mujer meintrigaban. Estuve tentado de despertarla; sobretodo cuando en alguna de las frases levantaba lavoz, pero no lo creí prudente por mi parte. Habíaoído que no era bueno para la salud del durmientedespertarlos en esas condiciones. Además, lacabeza se le había vencido hacia mi lado y mihombro hacía de sufrido soporte a su ingravidez.El tiempo y los kilómetros fueron consumiéndosey, al fin, se despertó un poco sobresaltada, porqueel tren hizo un movimiento brusco al pasar poruna estación, probablemente por un cambio deagujas.Se disculpó por haberse quedado dormida y elevóel tono de sus excusas cuando fue consciente deque yo le había servido de involuntario apoyo.Con un tono de voz algo temeroso, dijo quesoñaba en voz alta y que si había dicho algunainconveniencia que la disculpara.Intenté quitarle importancia al asunto. Le dije quesólo se había oído un susurro ininteligible. Nadaque la pudiera conturbar. Se tranquilizó un poco;volvió la cabeza hacia la ventanilla en unasupuesta contemplación del paisaje. Creo queestaba bastante avergonzada, pues se mantuvo enesa posición y en silencio hasta la siguienteestación, en la cual se apeó. Le ayudé a bajar lamaleta y, al comenzar a caminar, vi que cojeabaostensiblemente de la pierna derecha. Se despidióde mí con una sonrisa y la perdí de vista.A mí me quedaba aún un largo trecho porrecorrer. No teniendo otra cosa mejor que hacer,intenté ordenar y dar contenido a lo que habíaoído.Imaginé que la chica comenzó a salir con unchico. De ahí sus dudas sobre su amor. Pensé quetenían una cita: hacía un día agradable. Ella no sedecidía sobre qué vestido ponerse. Al final, sepone el de color verde.En el itinerario al lugar del encuentro, ella esatropellada por un coche (de ahí su cojera).Después del accidente, no tiene forma decomunicarse con él, porque casi no lo conoce. Suno asistencia a la cita es interpretada por el chicocomo falta de interés por su persona. En la fiestaconoce a otras chicas.Estando convaleciente, piensa que podríahaberla llamado, pues él si tenía su teléfono. Lloraabundantemente. Duda si alguna vez sintió algopor ella. Cree que no lo verá más y se sienteinfeliz.Mi estación de destino se aproximaba.Probablemente, nada de lo que había imaginadosería cierto, pero me había entretenido. Prontoolvidaría aquella anécdota de mi viaje.12


DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012CREACIÓN LITERARIAMÁS TIEMPOPaula Martín-Moreno RomeroHacía ya varios días que me atormentaba elmismo sueño: una mano gigante me perseguía conla intención de cogerme mientras yo corríadesesperado por un frondoso bosque negro… Sinembargo no era el sueño lo que me aterraba, sinolo que éste significaba. De la tierra de donde yosoy todo el mundo sabe lo que esto quiere decir: eltiempo se acaba para ti. Lo había leído en loslibros y se lo había oído contar a los ancianos,pero nunca pensé que pudiera ocurrirme a mí.Ahora se hacían reales mis peores temores y debíaponerme en marcha antes de que fuera tarde.Es sabido que cuando este sueño se apodera de tumente sólo hay dos cosas que puedes hacer. Laprimera es sentarte y esperar; la segunda es cogerlo indispensable y emprender el viaje hasta lasdunas de plata. No hay mapa que te lleve a eselugar, pero cuentan que quien las busca acabaencontrándolas. Yo no conozco a nadie que hayatenido la necesidad de ir, de hecho, siempre hetenido la vaga esperanza de que fuera unaleyenda. Pero ahora tendría que averiguar enprimera persona si lo que contaban desde antes demi nacimiento era verdad.Cogí mis botas, mi piel de oso, mi brújula, comiday agua para unos cuantos días y marché fuera demi poblado. Salieron a despedirme, como si de unhéroe se tratara; yo, de buena gana le habríacedido mi posición en aquellos momentos acualquiera con mayor ambición aventurera que lamía. Hacía cuatro generaciones que partió elúltimo atormentado por el sueño oscuro, y nohabía regresado. Esto no significabanecesariamente que no hubiera conseguido supropósito, pero sí que el poblado no había vuelto asaber de él. Las expectativas no eran muyhalagüeñas que digamos. Sin embargo, no partíacon las manos vacías, el aprendiz de hechicero mehabía dado unas indicaciones; por lo visto, en susvisiones aparecían personas a las que tenía queseguir o preguntar. Si seguía sus instrucciones notendría ningún problema. Me habló de que estaspersonas contenían espíritus sabios, que secamuflan para no ser reconocidos. “Ellos temostrarán el camino”, me dijo, y yo le creí.No tardaría mucho en encontrarme con elprimero; se trataba de una joven pelirroja y pálida,muy delgada, parecía que flotara en el airedejando una estela a su paso. A ésta no habría másque seguirla. Avanzamos un buen trecho hasta quedesapareció en un encinar centenario. Me senté ydescansé durante dos lunas. Apareció después unenano, con una barba negro azabache que lecubría los pies. “He oído que quieres llegar a lasdunas de plata”, me dijo. “Has oído bien”, lecontesté yo. “No puedo mostrarte todo el camino,y además tendré que cobrarte por miinformación”. “Vengo preparado”, le dije. Elaprendiz de hechicero me había hablado de loscobros de estos espíritus; no es dinero lo quebuscan, sino conocimiento. Mediante unaimposición de manos sobre tu cabeza te privan delas experiencias de una parte de tu vida: puede serun mes, un año, tal vez un lustro… Depende delvalor de la información que tú ansíes. Así creanellos las enciclopedias que guardan en sus almas,una vez adquirido el conocimiento no te lodevolverán por nada del mundo. Son seresautosuficientes e inmortales, no hay truequeposible que pueda satisfacer a los sabios. Yo sabíamuy bien que la información que deseaba era muyvaliosa y estaba dispuesto a dar lo que fuera acambio de despojarme de esta amenaza continuasobre mi vida. Hicimos el trato, él y yo: el sabio yel necio, una parte de vida por unos años más quevivir.El enano me había aconsejado seguir por elcamino prohibido hasta el manantial de hielo, yasí hice. El camino es prohibido porque pertenecióa un noble que enterró allí a su bella esposa contodas las pertenencias de ésta. Se dice que estánbajo las baldosas ámbar, por lo que no se debenpisar. De no cumplir esto aparecerá el noble consu recia espada y… no quieras saber más que el13


hecho de que salteé las baldosas ámbar con lamaestría del saltimbanqui. Tras un sol y una lunaalcancé el manantial de hielo, del cual pude bebery refrescarme un poco para continuar con miempeño, pues quedaba todavía un espíritu sabio alque seguir para llegar a las dunas de plata.El tercer espíritu sabio era un niño, probablementeel niño más rápido que había visto hasta entonces.Corría descalzo por las piedras ardientes y noparecía importarle, sonreía a cada zancada. Lleguéa pensar que se burlaba de mí, y puede que asífuera. Se esfumó en una cueva, una cueva en uncampo de cuevas. Habría unas mil, todas iguales.Decidí entrar en ella y la atravesé rápidamente,quería ver la luz del sol de nuevo, y vaya si lo vi,allí estaba, como el rey del firmamentoalumbrando las dunas de plata. Había llegado a midestino.A lo lejos divisé la figura de una anciana quecogía arena de las dunas y parecía pesarla en unarudimentaria báscula. Me acerqué a ella conmiedo a molestarla, pues parecía sumida en suscuentas.“Has venido desde lejos”, me sorprendió, puespensaba que no se había percatado de mipresencia.“Así es”, le dije, mientras observaba susvestiduras negras y sus dedos largos y delgados.“Supongo que has tenido el sueño oscuro”, “Lo hetenido”“Creía que ya se había extinguido”, “Debe ser queno”, le contesté con impaciencia.“De acuerdo, muchacho, no te pongas nervioso”“Tu tiempo está a salvo aquí, la mano no podráalcanzarte en esta parte del mundo” “Pero claro,no querrás quedarte aquí para siempre”“No, señora”, le dije con más temple. ”Megustaría poder volver a mi poblado con mi gente”“Lo entiendo, hijo, y siento mucho lo que te estáocurriendo, pero yo sólo puedo ayudarte si tienesDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012fe. De lo contrario lo que voy a hacer nuncafuncionará contigo.”“Pero yo tengo fe, se lo prometo, tengo mucha feen usted. Llevo días buscando las dunas de plata,necesito más tiempo. Si usted pudiera…”“Sí, sí, puedo, y lo haré. Llevo siglosdesempeñando este trabajo, antes que yo era mimadre la que se sentaba aquí, ella me enseñó todolo que hay que saber, sin embargo Dios ha tenidoa bien no enviarme descendencia y es mi tiempoel que se acaba ahora sin nadie a quien podertransmitir lo que sé y que pueda seguir mi misión.Sólo deseo que cuando yo me vaya el sueñooscuro se vaya también definitivamente, pues nohabrá nadie que pueda curar a los afectados.”“Yo podría hacerlo si usted me enseña.”La anciana explotó en una carcajada y me dijo“Veo que eres noble, era todo cuanto necesitabasaber para ayudarte. De no haber pasado estaprueba estarías perdido, daría permiso a la manopara llevarte aquí mismo, en mi presencia. Encuanto a mi misión, tengo entendido que el sueñooscuro expirará cuando lo haga la última tejedorade las dunas, y ésa según veo soy yo. No tepreocupes, has venido a por tiempo y tiempo serálo que te daré. Dame tu mano izquierda.”Le ofrecí mi mano, ella la tomó con delicadeza.Cogió un alfiler y lo sumergió en un montoncitode arena que tenía en la báscula. Cuando el alfilervolvió a salir de él pendían granitos de arenadispuestos como si de un hilo se tratara, los unosmanteniéndose pegados a los otros. Tejió unbonito dibujo en la palma de mi mano querápidamente se convirtió en un trazo recto que seunía a mi línea de la vida haciéndolainstantáneamente más larga.“Aquí tienes más tiempo, amigo.”No recuerdo más, sólo sé que me desperté alsiguiente sol en mi cama con un terriblecosquilleo en mi mano izquierda. El sueño oscurono volvió a aparecer.14


CREACIÓN LITERARIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012LA FIERUCA DEL TURÓNAndrés Carretero SosaQuinientos tambores rasgaban el tupido velo de lanoche. Quinientos hombres en dos hilerasseparadas unos metros avanzaban al ritmomarcado por una ruidosa cadencia diseñada paramatar.Boom, boom...... – clamaban los tambores.Boom, boom...... – volvían a decir.La luna los miraba escondida en las procelosasoscuras nubes negándoles su luz. El fulgor mojadoy apagado de las antorchas encenizaba de un rojomortecino el suelo que los hombres arrasabanmientras sus corazones se henchían con el son delos tambores.Boom, boom.......Boom, boom.......Tenía dos carreras de dientes y vivía en el Turón,por la casa de Gijona, aunque algunos afirmaranhaberla visto bebiendo en el Gigüela a la altura deLos Bajeros e incluso en los montecillos. Otroshablaban de incursiones por la casa de Breva, enel Medianil y haberla visto salir del pueblo por elcamino de los Rosales hacia la Sierra. Los másatrevidos apostaban sobre los comadreos entreesta y otros entes locales como los martinicos y labruja de las bachilleras, pero lo cierto y verdad eraque nadie la había visto nunca. Eran conocidas susdos famosas carreras de dientes por ser las únicasheridas dejadas en el único vecino al que hastaahora se tenía constancia de haber mordido perose le atribuían todo tipo de perversiones, robos ydesmanes en casas y quinterías. Se le decíaemparentada con los lobos, vecinos acuciados porel hambre aciaga en los nevados inviernos conquienes campaba libre por los campos y lideraba.Se contaban leyendas sobre su incierto origen.Mujer maldita por su belleza al llevar al delirio amiles de hombres Dios la expulsó de su reino y lacastigó a morar en forma de bestia hasta el fin delos tiempos. Criatura de los sagrados infiernos,cancerbera del ángel caído escapó tiempo hausando un pozo de azufre y ya no fue capaz deretornar. El rey de los lobos y otras criaturas.Maridos y esposas desaparecidos se contaban enla caterva de esclavos que poseía ocultos en algúnlugar cerca del Salobral. Gallinas robadas, pozosde aguas sulfurosas, ovejas y vacas muertas,granizadas en verano. Las desapariciones ymuertes más sospechosas; incluso la muerte delinspector Bilega decían los más osados llevar suimpronta.Soplaba el cierzo en la noche, llegaba fuerte yracheado sin avisar, avivando las llamas de loshachones para después de pronto incrementar sufuerza hasta casi sofocar el fuego. Devolvía enunos frenéticos instantes a la oscuridad lo que lepertenecía mientras se alejaba ululando y dejabaen los hombres la sensación sobrecogedora de unamano helada en el corazón. Solo el ruido de lostambores, boom, boom..., impedía la huída masivade aquellos hombres. Se movían en dos hileras losuficientemente separadas para que fuerasuficiente. Si una sufría un ataque la siguientepodría reaccionar. Era un plan osado del cual lamayoría pensaba que estaba predestinado al másrotundo fracaso, a la muerte de todos y cada unode los hombres. Más nadie dijo nunca nada o nadade ello se conserva, por lo menos antes de aquellafatídica noche. Después ya nadie pudo decir nada,nadie volvió. No se sabe si murieron, solodesaparecieron. No hallaron rastro de batallas, niataques, ni ropas, ni antorchas, armas o cuerpos,solo los restos de las huellas que de pronto sedesvanecen y un silencio antinatural en un radiode varios cientos de metros. Alguno de losposeedores de algún terrenito colindante durantelas largas noches de riego estival dice haber oídoruido de tambores lejanos y otros, esas mismasnoches mientras campean por la Sierra, ver a lolejos como una serpiente de fuego que asustada seenrosca sobre si misma engulléndose hastadesaparecer. Costó alrededor de unos treinta añoshacer olvidar esa historia del poso de miedos15


colectivo para pasar a ser una leyenda intemporalrelatada al amor de la chiquillería en las noches deverano para amedrentar el sueño de los másasustadizos. Los mayores, entonces eran ellos loschiquejos, no solían contarla, la tenían medioolvidada, mezclada con otras historias y con otrostiempos. Conduciéndola poco a poco al olvido.Renació junto con las historias, o por ellas cuandoestas se volvieron a oír. Al poco de aquella otranoche cuando una extraña niebla cubrió SanCristóbal y se volvieron a oír los aullidos de loslobos. Cuando se observaron aquellas estrellasformando una extraña imagen que muchosafirmaban eran unos ojos felinos. A partir deentonces volvieron al acerbo de las cotidianasanécdotas las dos filas de dientes de la Fieruca delTurón. Saturio fue el primero en dar la voz dealarma cuando llegó llorando y voceando en mitadde la noche. Traía la ropa cosida a desgarros pordonde asomaban arañazos, delgados y resecos losmás, y algún que otro moratón. Enloquecido,aterrado, entró en la glorieta gritando a viva voz.- Es cierto, la he visto…, y era realmenteaterradora..., con los ojos brillantes del color dela ciruela madura me miró y habló con su vozfría, y pronunció... “mi aguuuuua, tú la tieeenes,dámela ya o de lo contrario...”, y me mordió yestuvo a punto de comerme y engullirme entreesas fétidas dos carreras de dientes...- y se cayó,desmayado en mitad de la plaza con una vivaexpresión de terror en el rostro.Despertó ya más tranquilo en el centro de salud.Se avisó a la policía pero aún no había llegado.Los hijos de Saturio vivían en la capital donde élno quiso seguirlos mientras pudiera valerse trasquedarse solo en el mundo. Ese era el motivo porel que salvo el doctor y Simón nadie másestuviese con él en ese momento. Simón andabarefrescando la calurosa noche en la plaza con unosamigos cuando todo ocurrió y fue él quienabandonó su Capitán Morgan con limón paraacudir en su ayuda al sospechar algo raro. Todo elpersonal alrededor de Saturio semiacostado ya enun banco se inclinaba positivamente en favor deuna borrachera demasiado extrema más el recelode Simón le llevó a sospechar de los efectos de unalcohol de efectos inodoros en el aliento.- Seguramente fue alguna alucinación, estabatotalmente deshidratado. Y las heridas bienpuedes tú comprobarlo, tenían restos de abrojosen algunas. Seguramente se cayó corriendo ovete tú a saber... – decía el doctor.- Ciertamente llevas razón, pero la deshidrataciónes severa, no sé ni como pudo llegar hasta elpueblo, y en cuanto al pánico era indescriptible.No sé qué puede llevar a una persona a talestado… – argumentaba como podía Simón.DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201216- Fue ella, la fiera....- dijo Saturio, despierto eintentando levantarse.- ¿La fiera?,- La fiera, la fiera del turón. La que estabadesaparecida. Ha vuelto sedienta a por su agua y– se miró los brazos y las manos, se haempezado a cobrar...- Jajaja. – rió el doctor- No puedes estar hablandoen serio, hombre...- Nunca lo he hecho tan en serio en toda mivida…- ¿De qué habláis? –preguntó Simón.- Tú no eres de aquí y no conoces algunas cosas,algunas leyendas. Hay una que cuenta que por lazona del Turón se veía hace algún tiempo unengendro emparentado con el diablo causante delos más asombrosos desmanes. Supercheríasbaratas para explicar granizadas y sequías y elseguro de más de una preñada a escondidasquien siempre tenía alguien a quien culpar.- Era real pero se fue, se la echó cuando lo de losquinientos...- Cuentan también que hace unos cuarenta ocincuenta años quinientos hombres partieron aabatirla y ya no se supo más de ellos...- ¿Muertos?- Jeje, ¿dónde estaría la gracia?, desaparecieron.Sin dejar rastro. Historias de viejas, ya sabes.- Mentira. Ignorante doctor. Mi padre iba conellos y tu tío abuelo.- Mi tío abuelo desapareció, es cierto, pero este sefue con otra. Bueno, si ya está usted bien puedemarcharse cuando quiera.- Eso fue lo que te contaron, lo que inventaronpara olvidar y sí, me voy.- Le acompaño – dijo SimónAnduvieron poco más de cuatro minutos por lavereda entre los bosques de los huertos de Palaciodonde estaba el centro de salud y comenzónuevamente su relato.- Es cierto. Estaba ahí, en el cauce reseco del río.Yo venía de regar las pocas parras del medianil,conducía despacio, la luna iluminaba mi caminoasí es que decidí apagar las luces. Se veía bien,quién me mandaría a mí apagarlas. La cosa esque a la altura del puente para atravesar el ríobajé los ojos al cauce y me invadió una grantristeza de verlo así tan muerto, un río tan llenode vida antes. Levanté el pie y pisé el freno y lovi o la vi. Una figura, un cuerpo, oscuro, enmitad del cauce, acuclillado o tirado, deforme.Unos sonidos guturales, como llanto. Y derepente se volvió y tenía aquellas dos enormeshileras de dientes repletas de polvo y me mirócon aquellos ojos cavernosos iluminados derepente con un nítido fulgor rojizo color ciruela,como la sangre madura. Y habló y me preguntópor su agua, ¿dónde está mi agua?, he venido a


eber y solo encuentro polvo, dame mi agua,dámela..., entonces alargó su brazo o lo quefuera y comencé a sentir como yo mismo mesecaba. Mis brazos, mi boca, mis ojos, toda elagua de mi cuerpo me abandonaba y llegaba aesa cosa a través de su brazo, la absorbía, meabsorbía. No sé que pasó después, solo sé quecorría en mitad de la noche y que no me detuveni dejé de gritar hasta llegar al pueblo. Lareconocí, era la Fiera del Turón. Eso es todo.DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012Pasó así y no miento. Ha vuelto y al parecertiene sed. Que Dios nos pille confesados.Y se fue y dejó allí a Simón. Reflexionando. Aldía siguiente temprano condujo hasta el puente encuestión. Se podían adivinar las pisadas deSaturio, las huellas del coche llegaban hasta allí,hasta el puente. Pero no había coche, ni señalalguna de otro vehículo remolcador. Desde el finaldel puente hasta donde dejó aparcado su coche sepodía afirmar rotundamente que solo habíacamino, y sobre él la tierra impoluta.17


ENSAYODESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012COMO NOS HA CAMBIADO LA TECNOLOGÍAEmiliano Labrador Ruiz de la HermosaMientras escribo esto, no estoy pensando en lapersona que lo va a leer cuando la revista sepublique (perdóneme por esta sinceridad tandirecta) sino en una persona que lo vaya a leer,quizá por casualidad, quizá por curiosidad, dentrode unos años. Y es que todo lo que en estemomento nos rodea, que nos hace la vida másfácil, que nos fascina, que nos hace sentir que elfuturo está aquí, estará obsoleto dentro de poco,quizá antes de que acabe este mismo año.TransmedialidadAhora sí que vuelvo a estar contigo. Mira a tualrededor. Independientemente de donde estés, esposible que cerca de ti tengas un teléfono móvil, ypuede que con conexión a internet. Pero ademásquizá estés cerca de un ordenador portátil, o quizáde una moderna “Tablet”. ¿Tienes un pendrive?Un aparatito minúsculo que puede almacenarmuchísima información… o quizá un reproductorde música, o incluso de vídeo. ¿Cámara de fotos?Me atrevería a decir que varias, una compacta,una en el móvil… Puede que no seas un obseso deestas cosas, pero ¿tampoco tienes un reproductorde DVD? ¿O un Blue-Ray? ¿Y una televisión depantalla plana? Hasta los libros están pasandoahora al formato electrónico, que hay que serecologista (?) y no gastar papel innecesariamente.Además, cada vez estos instrumentos hacen máscosas. Antes teníamos uno para hablar porteléfono, otro para hacer fotografías, otro paragrabar en vídeo, otro para escribir,… y ahoratenemos varios que hacen de todo, pero lejos deconformarnos con uno, cada vez tenemos más.Todos estos dispositivos forman parte de unconjunto que se denomina Sistemas deDistribución. Son canales que sirven paratransmitir información de uno u otro tipo de laforma más atractiva para el consumidor.Y sin embargo, a pesar de todos estos aparatos, laspelículas a las que se tiene acceso, la música quese escucha habitualmente, los libros que se leen, elcontenido digital en general que consumimos, esmuy limitado. Es lo que se denomina Sistema18Cultural. El conjunto de información que circulapor los diferentes artilugios y que constituyen elepicentro de la producción humana. Lo másprobable es que usemos todos estos medios paradisfrutar del mismo material. Esto queaparentemente es tan sencillo y que se puederesumir en una sola frase, es algo terriblementecomplejo que está marcando el ritmo de vida deeste principio de milenio, y es que mientras quelos sistemas de distribución divergen, los sistemasculturales convergen.El hecho de que el sistema cultural, los media,puedan migrar de un sistema de distribución aotro, es lo que se conoce como transmedialidad,una palabra que pasa desapercibida en nuestrasvidas, pero no, ni de lejos, su significado. Antesde entrar en definiciones, veamos un ejemplo. En2001, Dino Ignacio, un estudiante de secundariade Estados Unidos hacía un trabajo con Photoshopllamado “Blas es malo”. En él, aparecía el famosopersonaje amarillo con una única ceja de BarrioSésamo en diversas situaciones como en la camacon Pamela Anderson y con diferentes personajescomo Hitler, entre muchos otros. Todo hubieraquedado como una típica gracia de clase si nofuera por dos circunstancias. Por un lado, Dinocolgó el trabajo en su blog personal, dejando sutrabajo expuesto a todo el mundo. Por otro lado,en Pakistán ven una parte de la franquicia que esBarrio Sésamo que no incluye a Epi y Blas. Elmundo árabe no conoce a estos personajes. Es poresto, que cuando un editor de Bangladesh buscópor internet fotos de Bin Laden para imprimirmiles de carteles que fueron distribuidos enPakistán para una manifestación pro el líderterrorista, no le dio importancia a que una de lasimágenes del collage tuviera un muñeco amarillo,que se paseó iracundo por las calles junto alterrorista como si tal cosa. El canal de televisiónde noticias CNN captó las imágenes de lamanifestación que fueron vistas en todo el mundo,incluidos, claro está, los productores de BarrioSésamo, que asombrados por el uso de supersonaje en un evento de tales características,


amenazaron con emprender demandas judiciales.¿Pero demandar a quién? ¿A Dino por el montaje?¿A los proterroristas por la impresión? ¿A la CNNpor la emisión?Blas, que es un personaje que nace en laTelevisión, es digitalizado y se mete en internet.De internet pasa a un ordenador off-line donde esmanipulado y de allí vuelve a internet. Tras serencontrado por un editor pasa al mundo físico enforma de pancarta y desde allí pasa de nuevo a latelevisión. La emisión es (o ya está) digitalizada yvuelve a internet, donde pasa a otros medios comoel libro Convergence culture de Henry Jenkins, dedonde está sacada esta historia, y de allí a estarevista.Esto es transmedialidad, la facultad que tiene lainformación de cambiar de medio y de estar alalcance de casi cualquiera en cualquier momento.Desde que Nicholas Negroponte publicara Serdigital donde afirmaba que la realidad ya no estácompuesta por átomos, sino por bits, nuestroconocimiento, nuestras relaciones, deseos yesperanzas, todo lo que somos y nos define comohumanos (o al menos cada vez más), es másaccesible y manipulable. Y como decíamos antes,se da la paradoja de que la tecnología divergemientras que los contenidos convergen. Laelectrónica cada vez permite más y mejor latransmedialidad. Podemos navegar en internet conla consola de juegos, ver la predicción del tiempoen el teléfono, mirar las fotos de nuestros hijos enDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201219el gps del coche,… y sobre todo, digitalizarnos.Podemos hacer fotos y visualizarlas desde variosdispositivos diferentes, comentarlas en diferentesformatos, compartirlas, hacerlas públicas…La digitalización de contenidos ha permitidotambién otro fenómeno muy interesante que es laevolución, hasta un estado muy elaborado de lamultimedia.MultimediaMultimedia es una palabra bastante ambigua queviene a ser definida tradicionalmente como lacombinación de dos o más “cosas”, entendiendocomo “cosas” cualquier medio, como audio,vídeo, texto o animación. Pero tras los últimosavances también de debe incluir cualquiertecnología, algoritmo o aplicación. Con este fondotan poco definido, es fácil entender que bajo elconcepto de Multimedia caben multitud dediferentes productos. Y es precisamente en estaambigüedad, que podría parecer un motivo decrítica, donde encontramos la más sólida base paraconstruir una sorprendente variedad de solucionesa cualquier problema planteado.Cuando se habla de Multimedia, puede que loprimero que se nos venga a la cabeza sea unapágina web donde la información en formatextual, animada o sonora fluye con todanaturalidad para mantenernos informados o parasatisfacer nuestra curiosidad. O bien unvideojuego donde todos estos mismos factoresestán al servicio del entretenimiento. Pero laMultimedia es mucho más que eso, y afecta aaspectos de la vida mucho más amplios. Comoejemplos, podríamos hablar de Eye writer delartista Evan Roth que es un proyecto donde através de dispositivos de bajo coste un tetrapléjicopuede dibujar grafitis en un muro, de I-Dstress,una aplicación móvil que permite gestionar tunivel de stress o de experimentadores digitalescomo Toshio Iwai que exploran los límites entreel sonido y su materialización física. Son sólo tresdispares ejemplos de un mundo tan amplio comocomplejo.Y es que aquí hay mucho por explorar. Se puedencitar tecnologías desarrolladas en la actualidadcomo Realidad Virtual para conseguir nuestrainmersión en el ciberespacio, RealidadAumentada para que el ciberespacio pueda salir almundo real, Avatares que actúan por nosotros osustituyen a nuestro interlocutor, naturalezafractal, sonido e imagen 3D, Usabilidad… la listaes larga, pero el propósito es uno, y es ayudarcomo herramientas que son al desarrollo humano.Serious GamesY entre todos los conceptos que se puedendesarrollar con estas tecnologías, nos quedamos


con uno. Los Juegos Serios (Serious Games en sudenominación original anglosajona).A lo largo de sus años de existencia, para losproductos Multimedia se han desarrollado muchasteorías y axiomas que ayudan a sus creadores asuperar los retos diarios y a avanzar en el nivel decreatividad y acabados de sus productos. Además,cómo no, también se han desarrollado técnicasque hacen que los proyectos multimedia,especialmente los videojuegos, sean cada vez másatractivos y adictivos. Cuando estos principios seaplican a solucionar problemas como la obesidadinfantil, a afianzar el aprendizaje de diferentesmaterias docentes o a animar a la gente a realizarvisitas a museos y entender mucho mejor lo queestán viendo, es cuando la Multimedia alcanza unnivel más alto en su aplicación a la sociedad. Lapalabra inglesa “gamification”, españolizada aveces como gamificación, se refiere a laaplicación de estas teorías del entretenimiento enproyectos que en principio no tienen por qué serdivertidos. Pero si analizamos un ejemplo que elteórico de la gamification Ian Schreiber gusta deponer en sus conferencias, podremos entender lopoderosas que pueden llegar a ser estasherramientas. Schreiber siempre muestra unaimagen con un buen número de criaturas de laconocida serie de videojuegos y animación“Pokemon”. Preguntando a la audiencia, se hacepatente que los niños de hoy en día (lector delfuturo, quizá no sepas de qué estoy hablando) soncapaces de memorizar el nombre de las variasdecenas de criaturas que pueblan ese universo.Pero no solo eso, también saben suscaracterísticas, cómo cambian al evolucionar y lasrelaciones que se establecen entre ellos, de formaque pueden librar épicas batallas durante horas yhoras. La siguiente imagen que el Sr. Schreibermuestra es la de una tabla periódica. Y laaudiencia ríe. Ríe porque la pregunta que va asurgir es más que evidente. Los niños de ahora(¡como muchos adultos!) no son capaces deretener más que algún elemento de la tablaperiódica, y mucho menos sus características y lasrelaciones que se establecen entre ellos, cuandode hecho es bastante más simple que aprenderse elsistema de juego de Pokemon. Entonces ¿dóndeestá el truco? Realmente no es un truco, essencillamente que el aprendizaje del universoPokemon está diseñado por especialistas en teoríade juegos de la era digital, y el aprendizaje de loselementos de la tabla periódica está diseñado porespecialistas en docencia de la era industrial,donde la sociedad era claramente diferente. Estáclaro que la nueva generación no piensa delmismo modo que la anterior. El fácil acceso a latecnología, el poder de la transmedialidad, ladigitalización de la vida en general, ha hecho queDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201220los sistemas de aprendizaje tengan queevolucionar o nunca saldremos de la crisis de laeducación en la que estamos inmersos. LosSerious Games han venido a curar esta herida. Yen esto el Sr. Schreiber lo deja claro. Hay quetratar cualquier situación de la vida tal como losvideojuegos tratan el entretenimiento. Alimentarel placer de la exploración del estudiante (o delpaciente, o del militar, o…), hacerle participar enuna experiencia social, darle elementos paracoleccionar, hacerle resolver puzles, entre otros,hará que el usuario del Serious Game aprenda, serecupere o sea más ágil sin ser consciente de ello,tal como aprende un niño.Otros teóricos como Leblanc prefieren hablar de“placeres”. Cualquier actividad humana debeconstituir un placer el realizarla, y describe variostipos de placer, como el de participar en unahistoria, superar una carrera de obstáculos odescubrir un territorio inexplorado. También hacehincapié en que hay que manejar delicadosequilibrios como el que se debe producir entre lahabilidad que hay que demostrar y la suerte, el usode la cabeza y de las manos o el sistema derecompensas y castigos, tan difícil de estableceren el mundo real y tan sencillo, aparentemente, enel mundo de los juegos. Por poner un últimoejemplo, Jesse Schell, que ha desarrolladonumerosos juegos para compañías como Disney,también habla del flujo, refiriéndose a que unaactividad no debe ser tan sencilla como paraaburrir ni tan difícil como para crear ansiedad.Sobre estas bases se han desarrollado numerosasiniciativas como juegos para prevenir el accesoprecoz al tabaquismo, para alentar el espírituecológico, para ayudar a la rehabilitación o paratratamiento de fobias. Y lo que nos queda por ver,que al fin y al cabo son técnicas y teorías que seestán aplicando de forma experimental.Con esto tenemos una muestra de cómo latecnología ha transformado no sólo lascomunicaciones, que posiblemente sea el uso máscomún y obvio, sino toda nuestra forma de vida,de un modo mucho más profundo de lo que enprincipio pudiera parecer, ya que la adaptación hasido tan rápida y global que parece que ha sido asídesde siempre.Y este último párrafo también es para ti, lector delfuturo. Envidio todo lo que estás experimentandoa tu alrededor, posiblemente sin ser consciente deello, al igual que nosotros no somos conscientesde todo lo que la humanidad ha avanzado en pocomás de una década. Pero no olvides que muchasde las cosas que para ti son ahora parte de tuentorno natural han nacido en esta generación, queestá marcando los primeros pasos del futuro quetú representas.


CINEDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012LA POESÍA DE UNA CAMARA FISGONADIRECTED BY PAUL NEWMAN (II)Jesús Fernández Vallejo2. Casta invencible / Sometimes a Great Notion[1971].La segunda película rodada por Paul Newman esquizás la que más se aleja del llamado cine deautor. No es ni mucho menos una películaperfecta, y no se encuentra entre mis preferidas.Newman claudica al sistema de estudios deproducciones de alto vuelo y ofrece un filme“grande” en su percepción temática. En realidad, amí me parece que Casta invencible encierra dospelículas, y que el director consigue un perfectoequilibrio entre los dos niveles narrativos. Por unlado, se narra los esfuerzos de la familia Stamper,natural de Oregon, por mantener a flote sunegocio de recogida y transporte de madera, todoello con criterios laborales absolutamentepersonales –son los que establece el padre yjerarca, un prodigioso Henry Fonda- de dudosanaturaleza y legalidad que chocará con lossindicatos del sector maderero. Y, por otro lado,una vez más, la película desarrolla un conflictofamiliar, el enfrentamiento entre padre e hijos, elmito de hijo pródigo que regresa al hogar parareencontrarse con los suyos, que lucha porintegrarse, pero que finalmente fracasa en suespíritu conciliador y acaba marchándose. Estepapel fue interpretado –también de maneraprodigiosa- por Michael Sarrazin, quien, sin serun actor de múltiples registros, explota muy biensu lado taciturno, melancólico y hasta algobonachón.En varios aspectos observo cómo la películaapunta muy alto, es muy pretenciosa: así, lapresencia de la música -a cargo de HenryMancini- con un fuerte componente country, lasobresaliente dirección artística patente en elcuidado de los espacios montañosos y en la casafamiliar, la filmación de largas y a veces muyralentizadas secuencias-, y también el uso deplano “aéreos” -muy largos- para ofrecer unasfotografías panorámicas del entorno natural, delmar a la montaña, o siguiendo el curso del río porel que se transporta la madera. Porque, sin duda,la montaña de Oregon se erige en protagonista deeste filme, un canto a la naturaleza y a la ecología.(Le hubiera gustado mucho –me imagino- filmaresta historia a su compatriota y amigo RobertRedford.)Para hablar del estilo de Newman en esta película,analizaré dos secuencias extraídas de los dossegmentos de la historia.A) Cine documental: el mundo de los madereros.La película parece en ocasiones una especie dedocumental sobre la vida de los madereros, sedetiene en su labor cotidiana a lo largo del año, sefija en aquello que realizan en los periodos detrabajo y en los de descanso. Todo se filma. Nadaescapa al espíritu escrutador de la cámara deNewman: a qué hora se levantan los Stamper -alas cuatro y media, de noche prácticamente- ycómo desayunan opíparamente para ir bienpreparados al trabajo todos los días de la semana(“menos el domingo y algún que otro sábado”, ledirá el padre a un jefe sindicalista), cómo sereparten las diferentes labores, cómo Hank (PaulNewman) –continuador de la figura paternaejercelas labores de capataz. Son varios los21


momentos a lo largo del filme en los que elespectador asiste ensimismado a este tipo detareas. No ha escatimado minutos el director enofrecer el desarrollo de estas tareas: primeromarchan en sus lanchas con todo el material detrabajo, luego recogen a los trabajadores engrandes furgonetas… En este sentido, me pareceilustrativa la secuencia en la que el hijo menor (elhijo pródigo) se integra en el grupo familiar y esadiestrado en las tareas de este duro trabajo, desdela poda hasta la recogida de los troncos de losárboles, desde el uso del hacha hasta losmecanismos de las grúas enormes, o la forma decrear horquillas, o la de trasladarlos por el río.Newman emplea ahora planos generales parasugerir la forma en la que el entorno natural, elbosque, engulle al joven Leland. Los estridentesruidos provocados por las sierras podadoras, porlos motores de las grúas que suben los troncos delfondo de la montaña a la superficie para una vezallí ser apilados convenientemente, en definitiva,el desplome de los enormes troncos al tocar elsuelo. ¡Qué importancia tiene el sonido en estefilme! No sólo para ambientar las escenasnaturales sino también para crear una sensación desuspense, de miedo, de incertidumbre. Tarde otemprano el drama caerá sobre uno de estosindefensos trabajadores. Sólo es cuestión detiempo.DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012filmografía de Paul Newman. (Sí, el hijo, elhijo pródigo que vuelve. Ese soy yo,¿verdad? Y os preguntáis por qué. Creoque ya es hora de que sepáis larespuesta. Veréis, mi querida madrerecibía ciertas cartas todos los meses.)Ahora la cámara corta para filmar en primer planoa Hank (Paul Newman) porque en realidad Leland–ahora fuera de plano, en off- se está refiriendo aél. Lo está atacando con ribetes muy irónicos ymuy sinceros. Conforme avance su confesión lasecuencia cobrará tintes más trágicos:Y quién era quien le enviaba esas cartas…Tu marido (se lo dice Lee Remick). ¿Y aque no te imaginas lo que había dentro deesas cartas? Dinero. Dinero ganadohonradamente centavo a centavo. No puedeuno pensar que ha sido muy bueno connosotros. Hank. No mi padre, no, Hank.Sólo Dios sabe lo mucho que le debo. Lojusto era que yo viniera aquí paraecharle una mano. […] Una cosa sí sé,Hank, todo sobre mujeres que se tiran porla ventana de un sexto piso. No recuerdohaber visto a Hank en el entierro, anadie de su familia. No vino nadie,nadie. Pero no te preocupes, Hank,llegaron a tiempo tus flores.3. El efecto de los rayos gamma sobre lasmargaritas / The Effect of Gamma Rays onMan-in-the-Moon Marigolds [1972].B) El drama familiar: la llegada del hijo pródigo.Una vez más encuentro en un filme de Newman ladicotomía entre la figura del padre autoritario y ladel hijo díscolo. Curiosamente, aquí PaulNewman interpreta al hijo sumiso que continúalas directrices del jerarca familiar. Quizás eldirector haya querido escapar de estereotipos enlos que el cine de Hollywood quiso encasillarlocomo actor. Me interesa ahora destacar la llegadadel joven Leland a la casa familiar de la queescapó hace años al sospechar de una aventuraentre su madre y su hermanastro (Paul Newman).Es la segunda secuencia del filme, filmada con unritmo lento, pausado, absolutamente prodigioso.Las miradas y los gestos de los personajes tienenun interés especial que no debe pasar por alto elespectador. Ahora Newman gusta de una puestaen escena austera basada en el uso de los planosfijos, en el empleo del travelling deacompañamiento similar al que se ve en Rachel,Rachel, cuando la señorita Cameron sale de sucasa para ir a la escuela. Una pequeña elipsis: yaes de noche, Leland se confiesa. Newman cambiade registro a un plano secuencia bellamentefotografiado. Y es que este momento dereencuentro –luego, más adelante, vendrán losajustes de cuentas- así lo requiere. Es una de missecuencias preferidas de la breve pero intensa22No salimos del drama familiar con su tercerapelícula. Otra vez el espacio cerrado –la casaenmarcauna historia de seres depresivos,marginales, faltos de cariño. No dudo por ello encalificar a este filme como “cine de cámara”: lapresencia de pocos personajes, de una sola historiao trama, de un único espacio escénico (al quellaman “pocilga” o “basurero”). No menosimportancia tiene la música preparada porMaurice Jarre. Es, desde luego, una muestra muysignificativa del cine intimista que tanto aprecio, y


al que pertenecen también piezas fílmicas de JohnCassavetes, Ingmar Bergman o MichelangeloAntonioni. Y, por supuesto, es el filme de lafilmografía de Paul Newman que más estimo.Es una película de mujeres: Joanne Woodward –qué guapa está, y qué socarrona- vuelve a tomarlas riendas como protagonista en un filme de sumarido. Ahora interpreta el papel de Beatrice, unamadre muy posesiva –sin marido, rasgo distintivodel mundo de Newman como apunté en otrolugar- que “vigila” a sus dos hijas (Matilda yRuth) porque desconfía de todo el mundo. (“Nome gusta que se rían de ti –le dice la madrea su hija Matilda. Si se ríen de ti, se ríende mí. Y de tu hermana.” Y a Ruth le espeta:“Y no me gusta nada que hables detestículos con ese tal Chris”.) Todo eltiempo les está aleccionando sobre cómo actuar eneste mundo de hombres. Les enseña sobre todo adesconfiar de ellos. (“Nunca escojáis a unhombre por ser gracioso. Cuando semarche, no os reiréis. Lo sé por vuestropadre”.) Por cierto, la historia de “amor” deBeatrice con su marido me ha recordado mucho ala de tantos relatos de Raymond Carver: ella loconoció bailando el mambo en el gimnasio, lehizo reír, se casó con él, pero este las abandonó, alas tres, y terminó solo muriendo en un motel.Newman mueve poco la cámara en este filme enel que por el contrario el diálogo entre lospersonajes sí cobra especial protagonismo. Nohabía encontrado una presencia tan grande deprimeros planos en una película –y menos aúnamericana- desde que vi hace años Persona deBergman. Son mujeres locuaces que no puedenaguantar estar calladas porque no están conformescon casi nada o no entienden qué ocurre a sualrededor. (Un poco también recuerda este estilode Newman a la manera de filmar de EricRohmer.) Miran pasar la vida por la ventana, leenpor las noches en sus dormitorios, se visten y sedesvisten sin necesidad de ir a ningún sitio, tienensueños extraños y pesadillas que no logranentender. En realidad, a lo largo de la película nopasa nada. Por ello al espectador actual habituadoa un cine más trepidante, de héroes que cumplenfinalmente con sus objetivos, y en el que es unaconstante el final feliz, esta película le puedaaburrir. O simplemente no decirle nada. El dolorasoma por todos lados, está muy presente en eldesarrollo de la película. Y lo que cuenta, y lo quedeja de contar, simplemente le lleva al espectadora reflexionar sobre el sentido la vida. Un cinemeditativo, en definitiva.La segunda parte de la película es mucho mástierna. Para salir adelante Beatrice alquila unahabitación a Annie, una mujer mayor y enferma,que vive postrada en una silla de ruedas, y a quienDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201223su familia deja allí poco menos que abandonada.Las tres mujeres verán en la asistencia social aesta pobre mujer una vía de escape, una forma deromper con una vida gris e insustancial. Beatricedesde luego mostrará ser una persona muy íntegray solidaria: es quizá el personaje más cabal delcine de Paul Newman. Nada de estereotipos. Nadade tópicos. Si algo le caracteriza es que es unamujer muy sincera.Si quiere saber lo que es vivir a medias,que me pregunte a mí. Yo sí que vivo amedias. Tengo una hija medio tonta, otramedio sabia, una casa media llena decagadas y una medio muerta. Esto sí quees vivir a medias. ¿No odias el mundo,Matilda?)4. Harry e hijo / Harry and son [1984].Ahora le toca por fin a Paul Newman llevar elpeso del papel protagonista en un filme –el cuartodirigidopor él. No defraudará, en absoluto, peroHarry e hijo es un ejemplo de película que haenvejecido muy mal. Para Levy (2009) se trata de“una obra artificial aunque sincera, desprovista dela intimidad natural de los anteriores trabajos deNewman como director”. Me atrevería aconsiderar que este filme es el contrapunto de Elefecto de los rayos gamma... En todo caso, ambasforman un “díptico” sobre la desintegración de lafamilia americana y comparten demasiadoselementos que ahora no puedo pasar por alto: larelación conflictiva entre la figura del padre y losdos hijos, el hijo joven que vive con él, unaspirante a escritor, y una hija mayor que trabajacomo peluquera, y con la que apenas si se habla(la madre y las dos hijas adolescentes, en el filmeanterior); la ausencia de la madre, muerta hacealgo más de dos años (antes, el abandono delhogar del padre y su muerte en un motel); Harry yBeatrice son agresivos y despiadados enocasiones, no se toman las cosas con calma, matansus penas personales y familiares con el alcohol;los sueños e ilusiones de los hijos chocan con ladesconfianza de los respectivos padres, personasmuy escépticas y desconfiadas; los problemaseconómicos por los que atraviesa la familia leslleva desesperadamente a buscar soluciones:Beatrice alquila una habitación, Harry se ofrece atrabajar en lo que sea, pese a estar pasandotambién por problemas de salud. Por otra parte,Harry e hijo tiene algo de cine social o“neorrealista”, muy en la línea de Castainvencible: Harry es un obrero de la construcciónque se ha quedado en paro y parece estar expuestoa los mismos golpes que él lanza con su enormegrúa –con una gran piedra en su extremo- contralos edificios. (Véase, a este respecto, el prólogo dela película como una metáfora de la terrible vidade Harry.) Se trata, por qué no decirlo, de otra


pieza de “cámara” que tiene el hogar, una ampliay hermosa casa –en este caso más alegre eiluminada que en El efecto de los rayos gammacomoespacio escénico principal en el desarrollode la historia central. La principal diferencia entreambos filmes tiene que ver con la relación de lafamilia con este marco hogareño: Beatrice nopermite –o por lo menos no lo desea- que sus hijassalgan de la casa y se relacionen con otraspersonas, desconfía de todo el mundo; en cambio,Harry anima a su hijo, aspirante a escritor, abuscar un trabajo y a relacionarse con la gente. Noes pues este segundo caso un tipo de película tanclaustrofóbica como la anterior.DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012en la tintorería. Filmada a la manera tradicional,con una puesta en escena a base del planocontraplano, el director enfrenta dospersonalidades muy diferentes y demuestra quétipo de complicidad existe entre ellos. Woodwardse muestra muy cómoda en el papel de mujeralegre, sociable y optimista. Conoce a Harry yquiere colaborar a cicatrizar las heridas (de Harry)por la muerte de su mujer. Él es hostil y muy pocoreceptivo a sus ayudas.SECUENCIA 2: Ahora Harry toma la iniciativa.Se acerca a su vecina y flirtea un poco con ella. Escurioso cómo para una escena en la que Harry lepide perdón por mostrarse hostil, Newman acudea otro tipo de planificación más propia del cineintimista: me refiero, claro está, al uso del planofijo –lo mantiene mientras él se disculpa- y delprimer plano, en este caso, primero para ver lasreacciones de Lilly, y luego para subrayar latimidez de Harry. No sé si Paul y Joanneensayaron mucho pero desde luego transmitenmucha sinceridad, y su coqueteo –sobre todo porparte de ella- es muy convincente.SECUENCIAS 3 y 4: Harry ha sucumbido a losencantos de Lilly, se acerca a la tienda de pájarosdonde ella trabaja y le pide un trago de whisky.Mientras tanto, hablan de los chicos, de la familia,porque curiosamente están a punto de ser abuelos.Sus respectivos hijos formarán una familia, yestán a punto de ser padres. Su hijo Howard haalquilado una casa junto al mar para el disfrute desu padre, o mejor dicho para que ambas parejasbrinden alegremente por la vida y pasen ratos enla más tierna intimidad ¡Qué final más optimista,más romántico- para un cine que se basa sobretodo en mostrar la desintegración de la familiatradicional!He retenido en mi memoria muy pocas cosas delfilme. He vuelto a verla para este artículo y enprincipio sólo salvaría al personaje de Lilly, en unpapel secundario, interpretado por JoanneWoodward. Por cierto, sólo en esta ocasiónveremos juntos a la pareja en el reparto de unapelícula del director de Ohio, y, por lo quemuestran las imágenes, no debieron pasarlorealmente mal durante el rodaje. Los momentos enlos que aparecen juntos –Harry y Lilly sonvecinos y se atraen- son frescos, muy sinceros; essin duda alguna la parte más notable del filme. Medetendré un poco más en estas escenas. A mí meparece una historia de amor filmada en tresmomentos, suficientes si se trata de dos grandesde la interpretación.SECUENCIA 1: Lilly y Harry se encuentran en lacalle, ella viene de compras, él de recoger un traje245. El zoo de cristal / The Glass Menagerie[1987].Sólo era cuestión de tiempo. Tarde o tempranoPaul Newman se tenía que encontrar con laliteratura de Tennessee Williams. Y lo hace en suquinto largometraje, una especie de testamentocinematográfico. Todo su cine anterior estárecogido, sintetizado, o si se quiere ampliado, eneste nuevo drama familiar. De nuevo aparece lafigura de la madre obsesiva y castrante –cómo no,interpretada por Joanne Woodward- que controlaa sus hijos e intenta protegerlos tanto de su pasadocomo de su futuro, que se encierra con ellos en unespacio tétrico –la casa, otra vez-, carcomidocomo sus propias almas. Estamos en 1987 y muyposiblemente Paul Newman haya visto ya ese cinede la desolación rodado por Andrei Tarkovski –Elespejo, Stalker, Sacrificio…-, un cine que pese aser muy críptico sobrecoge por su lirismo, por laemoción que transmiten sus imágenes, por un


control magistral del tiempo y por el simbolismodel espacio. Es lo primero que a uno se le viene ala cabeza cuando ve e intenta analizar la primerasecuencia de El zoo de cristal. Me quiero ocuparbrevemente de este momento. El resto de lapelícula es una reiteración de motivos yaanalizados en las cuatro películas anteriores. Yesto sería, creo yo, repetirse innecesariamente.Sólo deseo apuntar que, al igual que en Rachel,Rachel, Newman hace uso del montaje alternopara saltar del presente al pasado con recursosformales muy diferentes en cada caso.DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012expresionista. Pero demostrar o analizar estainfluencia sería materia para otro artículo.)Malkovich mira fijamente a la cámara –es laprimera y única vez que Newman emplea en sucine este recurso- creando así un efecto dedistanciamiento muy brechtiano; en realidad, setrata de un recurso más propio del ensayo fílmicoa través del cual -el filme adopta un tonodigresivo- el personaje reflexiona sobre la verdady la ilusión del relato retrospectivo: su viaje seremontará a los años treinta, un periodo de crisisde ideas en un sistema económico endescomposición. El narrador se ve a sí mismo encierta medida como un “mago” de la palabra.La obra es un recuerdo. Al ser una obrade recuerdos está débilmente iluminada.Es sentimental. No es nada realista. Enla memoria todo parece ocurrir conmúsica. Eso explica en violín de lasbambalinas. Yo soy el narrador de la obray también uno de los personajes. Losotros personajes son mi madre Amanda y mihermana Laura y un caballero que apareceen las escenas finales. Es el personajemás realista de la obra. Al ser elemisario de un mundo real del que encierto modo estábamos apartados. Perocomo tengo una debilidad poética por lossímbolos, también utilizo ese personajecomo un símbolo. Es el perdido perosiempre esperado, algo por lo quevivimos. Hay un quinto personaje, el queaparece en la fotografía, es mi padre,nos abandonó hace mucho tiempo.Tavernier y Coursodon [1991], apoyándose sobretodo en el uso magistral de la fotografía, siempreal servicio de la atmósfera y de los personajes,consideran que El zoo de cristal es la mejorpelícula de Paul Newman, “un logro total”.El hijo (John Malkovich) vuelve al cabo deltiempo al hogar, a la casa, para recapitular y hacerbalance de la familia y de los hechos del pasado.Newman, para este tipo de “regresos” al hogar,emplea el recurso formal del travelling deacompañamiento y el plano secuencia. Pero ahorasu estilo se hace algo más barroco con el uso delplano grúa un poco a la manera de Orson Welles:la cámara, que adopta el punto de vista delnarrador-protagonista, escruta el espacioabandonado, metáfora sin duda del vacíoexistencial. El desasosiego que provoca en elpersonaje del hijo –y, cómo no, en el espectadoresteviaje al pasado se subraya con un tipo demúsica algo estridente, con cierto aire desuspense, creada por Henry Mancini en su terceracolaboración con Paul Newman, pero sobre todocon una fotografía muy acusada basada en elempleo de tonos ocres, grises, muy apagados, deluces y sombras. (Aunque no quiero entrar en ello,la película adopta un registro formal típicamente25Epílogo (I): mi pasión por Joanne Woodward.Lo de este cineasta es puro idealismo. Me parece amí que el cine de Newman puede y debeadscribirse al llamado cine de autor, quizás con laexcepción de Casta invencible, más acorde con untipo de cine artesano. El cine filmado por PaulNewman pretende analizar las relaciones deconflicto en el marco de la familia americanaactual. Al director le interesan especialmente lasfamilias rotas, y temas como el de la separación ola ruptura del matrimonio, el enfrentamiento entrepadres e hijos, la dificultad que tienen algunosindividuos para integrarse en la sociedad, sobretodo en ciertos ambientes muy provincianos. Sucine es además un homenaje muy tierno y sinceroa la mujer americana, pero muy especialmente asu propia esposa a quien regaló los mejorespapeles de su breve pero intensa filmografía. Demi viaje al cine de Paul Newman me quedo conlas diferentes interpretaciones realizadas porJoanne Woodward. Sólo por ver su hermoso


ostro, su capacidad para cambiar de registrosegún el tono de la escena, sus hermosos ojos, suabundante y siempre alborotada cabellera, merecela pena ver el cine de su marido. Ahora entiendoque Paul y Joanne vivieran juntos tantos años:entre ellos tuvo que haber eso que el novelistaJosé María Guelbenzu ha llamado “el amorverdadero”. Newman se quejó de que la crítica noentendió sus películas; sólo obtuvoreconocimiento –a veces de forma muy tibia, eincluso tardíamente- fuera de su país. No leimportaron ni los abucheos ni los desprecios. Hizolo que quiso, pero poco a poco fue perdiendo elestímulo para la dirección cinematográfica. No eradirector con dotes especiales. Aún así, consiguiófilmar películas de un género tan complejo comoel drama familiar. A mí siempre me ha parecidoun tipo muy grande, muy valiente, muy íntegro; ysu cine, ese “pack” de cinco películas, altamenterecomendadas, simplemente me fascina.Epílogo (II): tres citas para el final de laescapada.Para mi cámara solo tengo una palabra: “fisgona”.[Paul NEWMAN] No puedo imaginarme quepueda funcionar este negocio sin que el directortenga el control completo de sus películas.[Woody ALLEN] El público ya no se enamorabade los actores, sino del cine. [Susan SONTAG]BIBLIOGRAFÍABISKIND, Peter [1998]: Moteros tranquilos,toros salvajes. La generación que cambiónHollywood, Barcelona, Anagrama, 2004.COMAS, Ángel: Los fabulosos años del NewHollywood. Panorama de dos décadas de cinenorteamericano (1964-1983), Madrid, T & B,2009.LEVY, Shawn: Paul Newman. La biografía, 2ªedición, traducción de Fernando García Puig,Barcelona, Lumen, 2009.TAVERNIER, Bertrand y COURSODON, Jean-Pierre [1991]: 50 años de cine norteamericano,Madrid, Akal, 1997.DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012FILMOGRAFÍARachel, Rachel [1968] I.: Joanne WOODWARD;James OLSON, Kate HARRINGTON and EstellePARSONS as Calla. Photographed by GayneRESCHER. Edited by Dede ALLEN. Musiccomposed and conducted by Jerome Moross.Screenplay by Stewart STERN. Based oon theNovel “A Jest of God” by Margaret Laurence.Produced and directed by Paul Newman.Casta invencible / Sometimes a Great Notion[1971] I.: Paul NEWMAN, Henry FONDA, LeeREMICK, Michael SARRAZIN; Peter FONDA.Director of Photography Richard MOORE. EditedBob WYMAN. Music by Henry MANCINI.Based on the Novel “Sometimes a Great Notion”by Ken KESEY. Screenplay by John GAY.Producted by John C. FOREMAN. Directed byPaul NEWMAN. A Universal Picture. A Newman– Foreman Company Production.El efecto de los rayos gamma sobre lasmargaritas / The Effect of Gamma Rays onMan-in-the-Moon Marigolds [1972] I.: JoanneWOODWARD; Nell POTTS, RobertaWALLACH. Director of photography: AdamHolender. Music composed and conducted byMaurice Jarre. Based on the Pulitzer prizewinning play by Paul Zindel. Screenplay by AlvinSargent. Executive producer: John Foreman.Produced and directed by Paul Newman. 20 th.Century Fox.Harry e hijo / Harry and son [1984] I.: PaulNewman, Robby Benson, Ellen Barkin, WilfordBrimley; Joanne Woodward as “Lilly”. Music:Henry Mancini. Director of Photography: DonaldMcAlpine. Sreen Story and Screen Play: RonaldL. Buck and Paul Newman. Produced by RonaldL. Buck and Paul Newman. Directed by PaulNewman.El zoo de cristal / The Glass Menagerie [1987] I.:Joanne Woodward, John Malkovich, Karen Allen,James Naughton. Original music: Henry Mancini.Director of photography: Michael Ballhaus.Producer: Burtt Harris. Director: Paul Newman.Villarrubia de los Ojos - Ciudad Real;julio 2010 / octubre 2011.26


CINEDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012Sean Connery y las tres mejores películas de aventuras de los años 70Daniel Martín-Moreno Romero- Gran Rashuli, lo hemos perdido todo. Todo se lo hallevado el viento, como dijisteis- ¿No hay en tu vida una sola cosa por la que valgala pena perderlo todo?(Diálogo entre El Rashuli, interpretado por SeanConnery, y su amigo el jeque de Bashan después derescatar a la cautiva Eden Pedekaris, Candice Bergen, alfinal de la genial “El viento y el león”.)Sí. Ya sé que el título del artículo tiene algo detítulo de cuento, pero es que hay algo de cuento enlas tres películas de las que me dispongo a hablar.En concreto, dos de ellas constituyen sin ir máslejos adaptaciones de cuentos o relatos clásicos dela literatura inglesa mientras que la tercera no dejade tener un argumento que podríamos catalogarsin temor a equivocarnos de fábula de contenidomás o menos ejemplarizante, aunque en cuanto dealeccionadora resulta ésta ya no me meto.Háganlo ustedes, si se animan a verla.Y bien, sin más dilación quiero presentarles lostítulos de las, a mi parecer, tres películas quesupieron revitalizar un género que en esemomento no pasaba por sus mejores momentos, elde aventuras, en la década de los setenta: Elhombre que pudo reinar (John Huston, 1975), Elviento y el león (John Milius, 1975) y Robin yMarian (Richard Lester, 1976).Películas que, además del género al quepertenecen, tienen también otra cosa en común, yes que están protagonizadas, como habrán podidoadivinar, por el gran actor escocés Sean Connery.Con ellas, éste se consagró como intérpretecinematográfico y, además, transformó suapariencia física para adoptar aquella a la que nosha acostumbrado en sus apariciones en la granpantalla desde entonces. Me explico. SeanConnery en la década anterior, y en los primerosaños de la que nos ocupa, venía de interpretar alespía más famoso de la historia del cine: JamesBond, el agente 007 del MI6 al servicio de SuMajestad. Un papel en el que se había encasilladoy que requería de él la impecable apariencia de unperfecto gentleman inglés, esto es: peloengominado, barba afeitada y aspecto juvenil.Pues bien, tras estas películas, y quizás con la solaexcepción de Nunca digas nunca jamás (IrvinKeshner, 1983), que fue su última incursión en elpapel de Bond, Connery adquirió el aspecto de loque podríamos llamar un desaliñado, simpático ymaduro buscavidas. Así, avejentado, ya no ocultael principio de calvicie que le empieza a afectar yse va dejando sus barbas y bigotes característicos.Tan profundo fue el cambio que cuenta la leyendaque Alfred Hicthcock, que lo había dirigido en1964 en Marnie la ladrona, quedó sorprendidocuando prácticamente sólo diez años después lovio cenando en un restaurante poco después definalizar el rodaje de El hombre que pudo reinar.Ya calvo, con barba, etc. seguro que al maestro leparecería imposible que sólo diez años atráshubiera encarnado al apuesto joven millonarioinglés del que se enamora la traumatizada Marnie,fantástica Tippi Hedren (si, la madre de MelanieGriffith), en su película.Hemos hablado ya de algunas de las películas queprotagonizaba Sean Connery años antes de rodarlas tres películas de aventuras que nos ocupan, lasde la saga de James Bond, films que gozaron demucha popularidad en su momento y queentrarían sin mucha dificultad en la categoría decine de aventuras, un tipo de cine de éxito porentonces. Y es que la década de 1960 aún recogela tradición del cine clásico de aventuras de losaños cuarenta y cincuenta. Si bien éste sereinventa, y ya no son las películas de capa yespada las que ocupan las carteleras, sino que seda paso a un tipo de película de acción más27


diversificada. Así, tenemos por ejemplo, las deespías de James Bond que hemos citado antes, lasúltimas películas del Oeste del maestro John Ford,las bélicas de Robert Aldrich, los péplum italianossurgidos sobre todo a raíz del éxito de Espartaco(Stanley Kubrick, 1960), etc., etc.Ya se van rodando pocas películas del tipopropiamente dicho de aventuras, como porejemplo puedan serlo: Taras Bulba (J. LeeThompson, 1962), Los invasores (Jack Cardiff,1963), Genghis Khan (Henry Levin, 1965), Elvuelo del Fénix (Robert Aldrich, 1965) o El señorde la guerra (Franklin J. Schaffner, 1965).¿Los motivos? Ya hacia el final de la década sepercibe que soplan nuevos vientos en la sociedadamericana, y esto ha de repercutir necesariamenteen su industria cinematográfica. Los alegres años60, con sus manifestaciones de alegre optimismoy vitalidad, van dejando paso a los reflexivos años70. El mundo en general, y la sociedad americanaen particular, van viendo cómo se va alejando unperiodo que se podría catalogar de optimista, quedesembocará, por ejemplo, en el mayo del 68francés o la primavera de Praga, también en el 68;y va dando paso a una época de incertidumbremarcada por las represiones de ambosmovimientos, el estancamiento de la Guerra Fría ola Guerra de Vietnam. El público ya no está paraligeras historias de buenos contra malos y en elcine se va imponiendo una generación de autoresque podríamos catalogar como “algo mássesudos”, si me permiten la expresión, y que yahabía empezado a destacar durante la décadaanterior. Es la llamada Generación de laTelevisión, de la que forman parte autores tandestacados como Sidney Lumet, JohnFrankenheimer, Robert Mulligan, Arthur Penn oMartin Ritt, entre otros, que impregnan su cine deun contenido más de denuncia social, o de críticapolítica.Pero, como termina la película de Conan: “esa esotra historia”, y ahora vayamos a la que nosocupa. Y es que, habiendo quedado el género decine de aventuras propiamente dicho un tantodenostado surgen de repente, en un par de años,tres películas que tienen además al mismoprotagonista y que suponen tal revitalización delmismo que, si no, quién sabe si se hubieraapostado posteriormente por este tipo de cine paraproducir películas como La guerra de las galaxias(George Lucas, 1977) o En busca del arcaperdida (Steven Spielberg, 1981). Y resultacurioso además que el actor que interpreta alpadre de Indiana Jones, el protagonista de Enbusca del arca perdida, sea Sean Connery, quecompone con este personaje un entrañableprofesor universitario mezcla del eruditoGuillermo de Baskerville, de El nombre de la rosaDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201228(Jean Jacques Annaud, 1986) y, por qué no, delingenuo Daniel Dravot, de El hombre que pudoreinar.Y ya hemos llegado a presentar la primera de laspelículas sobre las que versa el artículo: Elhombre que pudo reinar. Film basado en un relatohomónimo de Rudyard Kipling (el mismo autorde la deliciosa novela “El libro de la selva”) JohnHuston llevaba ya bastantes años detrás de esteproyecto. Protagonizado el relato por dossimpáticos buscavidas, soldados retirados delImperio Británico en la India, Huston barajóvarias parejas de actores antes de dar con losdefinitivos Sean Connery y Michael Caine. Así,en la década de 1950 se sondeó a los actoresHumphrey Bogart y Clark Gable, y en los sesentacontactó con el tándem formado por PaulNewman y Robert Redford, que luego alcanzarongran popularidad con el western crepuscular Doshombres y un destino (George Roy Hill, 1969),pero que desecharon la idea de Huston y lehablaron de la conveniencia de contar con dosactores británicos para el papel, idea por la quefinalmente éste optó.El hombre que pudo reinar narra la historia de dossoldados retirados que, cansados de deambularpor una India burocratizada que parece cortar susansias de libertad deciden partir rumbo a lavecina, salvaje, y entonces desconocida Kafiristan(actual Afganistán) para proclamarse reyes dealguna de las que ellos intuyen salvajes tribus del


país. Con su experiencia militar y armados con unarsenal de municiones esta pareja de aventurerosno duda ni por un momento del éxito de susplanes, ante la perplejidad de un Rudyard Kiplingque, en una genial adaptación del relato, tambiénaparece en la película encarnado por el actorcanadiense Cristopher Plummer, ganador delOscar al mejor actor secundario este año porBeginners (Mike Mills, 2010).No les diré nada más que no todo acaba comoesperan esta simpática pareja de trotamundos,pero en el camino nos dejan un más que agradablesabor de boca y un recuerdo imborrable de suspersonajes: Daniel Dravot, interpretado por SeanConnery. “Un tipo corpulante, de grandes patillasgrises”, como oímos lo describe su inseparablecompañero Pechy “Taliaferro” Carnahan, al queda vida un soberbio Michael Caine.Rodada en escenarios naturales de Marruecos, nole tuvo que suponer mucho trastorno a Connerydesplazarse al rodaje de la siguiente película queprotagonizó ese año: El viento y el león que,curiosamente, transcurre en Marruecos pero estárodada en España, con exteriores en parajes delCabo de Gata e interiores en distintos palaciossevillanos.El viento y el león constituyó la segunda películade la filmografía de John Milius, todo unpersonaje del mundo del celuloide que en losúltimos años ha destacado por ser el creador de laserie Roma (coproducción HBO/BBC) y queDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201229empezó su carrera como guionista de las películasEl juez de la horca (John Huston, 1972) y Lasaventuras de Jeremiah Johnson (Sydney Pollack,1972). Ahí es nada. Pues bien, adaptadalibremente a partir de un suceso real ocurrido enMarruecos a principios del siglo pasado, elincidente Pedekaris, la película narra lasperipecias que sufre una rehén estadounidense,Eden Pedekaris, y sus hijos, durante el secuestroal que les somete un jeque árabe de las montañasdel Rif marroquí. El nombre del jeque, el cual senos dice varias veces a lo largo del film, no tienedesperdicio: Muley Ahmed Mohamed Il Rashuli,El Magnífico, Sultan del Rif, Señor de losbereberes, el auténtico defensor de los fieles puesla sangre del verdadero profeta corre por susvenas.Y ahí tenemos de nuevo a Sean Connery,interpretando a nada menos que un bandidomarroquí que ha de secuestrar a una occidentalpara poder reclamar un rescate con el que sufragarsu lucha por la libertad de su pueblo contra lascolonias extranjeras que quieren colonizarlo. Malasuerte que tuvo la rica viuda Pedekaris,interpretada por Candice Bergen (quizás algunode ustedes la recuerden por su papel de la incisivareportera Murphy Brown de la serie del mismotítulo), pero peor suerte termina corriendo ElRashuli, pues, sin saberlo, ha secuestrado a unasúbdita americana nada menos que en vísperas deunas elecciones presidencias estadounidenses enlas que el prepotente presidente TheodoreRoosevelt se juega su reelección.Un Roosevelt que, en la vida real, fue uno de losprimeros presidentes que promovieron unaagresiva política exterior que llevaría a EstadosUnidos a erigirse como primera potencia mundialaños después, y que en el film hace de esteincidente el lema principal de su campaña, con uncontundente eslogan: “América quiere a la señoraPedekaris viva o al Rashuli muerto”. Un esloganque no podemos dejar de reconocer que esbastante directo, aunque no le gustara mucho alsecretario de estado (el equivalente a nuestroministro de asuntos exteriores) de Roosevelt, JohnHay, interpretado por nada más y nada menos queJohn Huston, añadiendo otra línea de continuidadmás, si cabe, entre El hombre que pudo reinar yesta película.Con estas presiones se le termina poniendo difícilal Rashuli no liberar a la señora Pedekaris, perocuando va a entregarla la situación se complica,pues el sultán marroquí, enemigo del Rashuli,pacta con el ejército alemán, una de las potenciascoloniales de la zona, que, cuando éste vaya aentregar a su rehén no sólo no le den el rescate,sino que aprovechen para capturarlo. El queconsigan capturarlo, y en caso de que sí, el cómo


escapará nuestro héroe son cuestiones que tendránque desvelarse viendo la película, la cual merece,y mucho, la pena.Como también merece mucho la pena la, en eltiempo, tercera película que cierra esta relaciónque les presentaba: Robin y Marian. Por el títulopueden haberlo adivinado y sí, se trata de unarevisión del mito de Robin Hood. Rodada enEspaña por Richard Lester en 1976 Robin yMarian es una adaptación crepuscular de la figurade este bondadoso salteador de caminos que sededicaba a robar a los ricos para dárselo a lospobres. En esta versión, un Robin desengañadode la vida, y de vuelta de la guerra en Tierra Santadonde ha combatido junto a su compañero LittleJohn (pequeño Juan) a las órdenes de RicardoCorazón de León, vuelve a su país y a su tierra, elBosque de Sherwood, a buscar paz y a descansarel resto de sus días.Pero lo que Robin, interpretado cómo no porConnery, espera sea un regreso tranquilo terminaconvirtiéndose en la última y mayor de susaventuras. Él, que a su vuelta confiaba enencontrarse un país más seguro y justo, en el quesu archienemigo el sheriff de Nottingham ya notuviera cabida, y que Marian, su enamorada,hubiera rehecho su vida y no estuviera allí paracomplicarle la suya, se encuentra con que nada escomo esperaba. El sheriff de Nottingham sigueexplotando a los débiles a las órdenes del malvadoJuan sin Tierra, el hermano de Ricardo, y Marianno sólo no se ha ido sino que se ha convertido enuna monja que, además, ayuda a estos mismospobres. Se hace, por tanto, imposible para Robingozar de la paz que tanto anhelaba y así, en uno delos finales más bonitos de la historia del cine, trasenfrentarse Robin y el sheriff en combate singular,un Robin malherido busca el cobijo en brazos desu amada Marian, que para entonces ha dejado elconvento, y aún está dispuesta a hacer unDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201230sacrificio aún mayor por su amado. ¡Qué final!“No se volverá a repetir este día, ¿verdad,Marian?” dice Robin. No se han repetido finalestan buenos como éste, pienso yo.Ni tampoco se han juntado muchas veces actoresde tanta calidad en un reparto como en el de estapelícula. Así, la actriz que interpreta a Marian noes otra que la bellísima y, por qué no decirlo, untanto mística, Audrey Hepburn; el compañero deRobin, Little John, es encarnado por el gran actorsecundario inglés Nicol Williamson; el sheriff deNottingham, Robert Shaw; Ricardo Corazón deLeón, Richard Harris; Juan sin Tierra, Iam Holm;Will Scarlet (uno de los compañeros de Robin),Denholm Elliot. Vaya, Denholm Elliot, sí, elmismo actor que años más tarde haría de profesorcompañero de Indiana Jones en la Universidad enque éste da clase, aquel al que Indiana le enseña elídolo dorado que ha recuperado de un templo enSudamérica al principio de En busca del arcaperdida, y que luego volverá a coincidir con SeanConnery en la tercera película de la saga, IndianaJones y la última cruzada (Steven Spielberg,1989). Y, para terminar de hablar del reparto,mención aparte merece la presencia de unajovencísima Victoria Abril haciendo de reina deInglaterra, la mujer de Juan sin Tierra, en una desus primeras apariciones en la gran pantalla. Y esque, como recordarán, hemos dicho que lapelícula está rodada en España, aunque se hagadifícil imaginar que aquí tenemos parajes tanfrondosos y verdes como los que emulan elBosque de Sherwood.Y, bueno, hasta aquí este recorrido por las queconsidero están entre las mejores películas deaventuras de todos los tiempos, aunque las hayacircunscrito a una década determinada. Películasque, a mi modo de ver, tienen algo especial, nosólo porque estén protagonizadas por grandesactores o dirigidas por grandes directores, sinoporque desprenden algo de ese material con el queestán hechos los sueños. ¿Quién no ha soñadoalguna vez con convertirse en rey de un paísexótico, o con desafiar al país más poderoso delmundo y jugártelo todo a una carta por rescatar ala persona a la que amas? ¿O con ser Robin Hoody cantar baladas junto a tu amada Marian al calordel fuego una noche de verano? No importa quesean sueños, aunque alguna vez estaría bien quese hicieran realidad. Como dice Will Scarlett aRobin Hood cuando se encuentran en el Bosquede Sherwood tras volver éste de la guerra y pasantodos la primera noche en el bosque en torno auna fogata:“Cántanos una canción, Robin, pero que seaverdad”


ENTREVISTADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012TOMAS RONCERO: TAL COMO SUENAFrancisco J. Serrano LópezSiguiendo en la nueva sección de entrevistas apersonas significativas en todos los ámbitossociales, culturales y deportivos, nacidos enVillarrubia o vinculados en la localidad de losOjos del Guadiana, de nuevo presentaremos a unpersonaje de distinción relacionado con eldeporte. Si en el anterior número se asomó a estaspáginas una figura del balonmano mundial, JuanínGarcía, no lo es menos un clack en el mundo de lainformación deportiva, en prensa, radio ytelevisión, medio este último que le viene comoun traje a medida, Tomás Gómez-Díaz “Roncero”,periodista pasional que nunca esconde sus coloresmadridistas. Tomás Roncero nació en Villarrubiade los Ojos (Ciudad Real) el 9 de Mayo de 1.965.Licenciado en Periodismo por la Facultad deCiencias de la Información de la UniversidadComplutense de Madrid. Comenzó comocorresponsal deportivo en la capital de diariosbarceloneses, primero de El Mundo Deportivo(1.986-1.989) y posteriormente de La Vanguardia(1.989-1.995). Fue redactor de la AgenciaColpisa (1.987-1.990) y de El Mundo del SigloXXI (1.990-2.001). En 2.001 llegó a la redacciónde AS en la que siempre se ha ocupado de lainformación del Real Madrid, desde hace 5 añoses redactor jefe del diario. Como colaboradorradiofónico ha pasado por programas como ElPenalty de Onda Cero, El Tirachinas de laCadena Cope, El Mirador de Punto Radio, RadioGaceta de los Deportes de Radio Nacional deEspaña, y actualmente en la Cadena Ser. Latelevisión en cualquier faceta es la que da elespaldarazo definitivo a la popularidad, TeleMadrid con Fútbol es Fútbol, Telecinco y sobretodo desde el 15 de septiembre de 2.008 en PuntoPelota de Intereconomía. Su particular estilo,directo y pasional ha calado hondo entre todos los31aficionados al futbol, y especialmente entre losseguidores del Real Madrid. Tomás es autor de unlibro dedicado a La Quinta Del Buitre (Historiade una Leyenda): narra la historia de una de lasgrandes generaciones del fútbol español, connombres propios como Martín Vázquez, Michel,Sanchís, Butragueño y Pardaza, y con casi dosdécadas de trayectoria con infinidad de éxitos enel Real Madrid. Con la pasión de un granaficionado al buen fútbol y la clarividencia de unexcelente narrador, su libro trata de algo más queuna simple historia deportiva, es un homenaje acinco futbolistas que siempre serán recordados enel planeta futbolístico. Para la nueva corporaciónmunicipal y su alcaldesa Encarnación Medina, nohubo dudas de invitar a Tomás Roncero comopregonero de las pasadas fiestas patronales 2.011,paisano de prestigio, que de inmediato aceptó muycomplaciente tal honor. También fue el momentoidóneo de desvelar la incertidumbre de la granmayoría en Villarrubia de cuáles eran susorígenes, a raíz de ir adquiriendo popularidad enlos medios informativos la gente discernía sobrela ubicación de su natalidad, en parte por laconfusión de su segundo apellido.En su momento y terminada la carrera deperiodismo, como en muchas profesiones, seanactores de cine, músicos escritores, deportistas operiodistas deportivos como es el caso de Tomás,adquieren diferentes nombres, apellidos oseudónimos, buscando lo comercial o lapronunciación rotunda y fácil, en su momento sele aconsejó que el apellido Roncero, era máspreciso y terminante en su pronunciación y defácil memorización, no era cuestión de decantarsepor un apellido determinado. El día 6 septiembrede 2.011, en el escenario y entorno idóneo para laocasión, Tomás se presentó de la siguientemanera: “Buenas noches villarrubieros, buenasnoches manchegos, señora alcaldesa, concejales,amigos y paisanos, buenas noches a todos. Quesepáis que para este humilde servidor este no esun pregón más. Estoy lleno de orgullo por tener elprivilegio de dirigirme a todos vosotros en unmomento tan especial que quedará grabado en mimemoria para el resto de mi vida. No he venidoaquí para quedar bien sin más y limitarme acumplir con este ilusionado Ayuntamiento y lasbuenas gentes de este lugar de La Mancha, del quesiempre quise acordarme. Este es el momento


idóneo para dejarlo claro. Vine a este mundo aquí,en Villarrubia de los Ojos, hace ahora 46 años, enla casa de mis abuelos, Félix y Presentación, en lacalle Calvo Sotelo actual Empedrada. La clínicaestaba en el lecho materno, la semilla manchegade Villarrubia ya había quedado impregnada enmi ADN. Se dice que uno es de donde pace másque de donde nace, pero siempre me he resistido aaceptar esa máxima. El hombre debe de tener muypresente sus raíces y por eso siempre presumí demi condición de manchego, de Villarrubia porparte de padre y de Herencia por parte de madre.Los manchegos son diferentes a todos porque noadmiten consignas ni directrices. En Villarrubiaempecé a palpar esa bendita realidad, que heredéde mi padre”.De igual manera Félix, su padre, como buen sociodel club, le inculcó la fiebre por el Real Madrid,desde pequeño ha sido su inductor, acudiendo alSantiago Bernabeu a instruirse y empaparse demadridismo, desde su ya clásica columna (Desdela Grada) del diario AS, a veces salen a colaciónanécdotas vividas con su padre. A propósito deBernabeu, a su hijo o el enano como a Tomásgusta llamarle, le pusieron de nombre MarcosSantiago, su segundo en homenaje al mejorpresidente de siempre del Real Madrid,posiblemente este muchacho seguirá los pasos desus antecesores.En las más de 24 horas que pasó en Villarrubia,todas sus conclusiones fueron muy positivas,recepción estancia, gastronomía, vistas,anfitriones. Fue recibido junto a sus padres en elAyuntamiento muy atentamente por la alcaldesaEncarnación Medina, se hospedó en un complejoincomparable de turismo rural, como es ElMirador de la Mancha. Quedaron impresionadospor las vistas que invita todo el entorno a lacontemplación y la originalidad de estarconstruido todo de madera, y sobre todo la suiteDulcinea donde pernoctaron. A Roncero hay queconocerlo fuera de lo estrictamente deportivo,dispuesto para bromas y diversiones, lo que seentiende como un tío campechano, es elocuente ysobre todo atento con la gente, nunca rechaza elsaludo, como reconocimiento personal, se dejallevar por el corazón y el estómago. Comodiríamos por aquí, tiene buena boca,DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201232desaconsejando a Miguel de Cervantes, que lediría ¡Come poco y cena poco, que la salud detodo el cuerpo, se fragua en la oficina delestómago!, o ¡Se templado en el beber,considerando que el vino demasiado, ni guardasecreto, ni cumple palabra”. Pensando en losexcesos, no tuvo problemas de conducción, sumujer Lucía se encargaba de tal menester, de ellaya puntualizó en el pregón: “me casé con unabuena moza, rubia y de ojos preciosos, vamos,que mi boda fue un homenaje al nombre de mipueblo”. Seguramente una de sus grandessatisfacciones como madridista es el derepresentar al club, en un sinfín de peñas, por susaniversarios, de hecho dos llevan su nombre, la deAlbox (Alicante), y Alameda de Osuna (Madrid),sin embargo existe una espina clavada en una deellas, precisadamente la Peña Madridista deVillarrubia de los Ojos, en su momento se frustrósu visita concertada, bien acompañado de variosexjugadores, por lo que ambas partes se deben unasatisfacción. Definitivamente a Tomás, la inmensamayoría del mundo del fútbol, lo conoce a travésdel programa deportivo líder de audiencia, PuntoPelota. Cuando a Josep Pedrerol le ofrecierondirigir el programa, no dudó de que el icono delmismo sería Tomás Roncero junto con suscontrarios tertulianos, sobre todo en el bandobarcelonista, Barceló, Cubero, Carazo,Domenech, Lobo Carrasco y el atlético Manolete,y un extenso plantel de periodistas e invitados. Secree todo lo que dice, nunca finge, defiende sussensaciones porque las piensa como verdaderas,es su personalidad para bien o para mal, a suMadrid lo ve siempre como ganador, sea cual seasu rival, sin embargo no tiene problemas enreconocer las veces que se equivoca. El fútbol loconsidera un juego pasional, referente a suscontertulios y al igual que ocurre en política,cuando se habla se adivina la tendencia que cadauno tiene, los hay que lo ocultan o disimulan,Tomás, como pocos, va de cara, y sabe encajar losgolpes con naturalidad. En definitiva y como sedeclara en el libro escrito por Pedrerol y LópezSerrano, Punto Pelota, Secretos y Anécdotas delPrograma de Moda, es que se trata de una granfamilia. “La sensación que tengo con el programaes más personal que laboral, cuando salgo haciaallí, no voy a cumplir un contrato, voy a ver a mifamilia. Me olvido de todo, del cansancio físico ymental y comparto un rato agradable con amigos”.De este artículo tan personalista podría despedirsede la misma manera que lo hizo al que estosuscribe al día siguiente del pregón. “Estoyorgulloso de mi pueblo y de su buena gente, todoha sido estupendo, gracias por el magnifico tratodado a mi familia”.


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HISTORIAS Y COSTUMBRESDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012¿POR QUÉ ME GUSTAN LAS MOTOS?Diego Condés ÁlvarezQuizá por aquello que dijo una ilustre pensadora ydesde luego buena conocedora de la naturalezamasculina: “La diferencia entre un niño y unhombre adulto consiste exclusivamente en elprecio de sus juguetes”. ¡Toma ya!Los que peinamos canas y los que tienen poco quepeinar hemos jugado cuando niños a cabalgar alomos de un palo con cabeza de caballo. Entonceséramos jinetes invencibles lo mismo del séptimode caballería que del entorno más cercano del reyArturo. Hoy nuestros niños disponen de juguetesmás sofisticados y ya no necesitan exprimir tantola imaginación porque sus vehículos infantiles soncomo los de verdad aunque un poquito másbaratos. Eso sigue igual.Pero a lo que iba. También por aquellas fechascasi prehistóricas, la motocicleta era la hermanapobre y sufrida del coche. Quien no podíapermitirse la compra de un vehículo de cuatroruedas para llevar a su familia de paseo o paradesplazarse al tajo, podía optar por tener una motoen alguna de sus versiones más conocidas: unaamotejo (sin más pretensiones que colocarle unaespuerta a cada lado y tirar para el campo); unaVespa (que incorpora la posibilidad de llevar alniño de pié detrás del manillar); una moto considecar (que de alguna manera nos posicionabacasi en la linde de los automovilistas)… O unamoto normal con palanca de cambio junto aldepósito de la gasolina (que los domingospermitía que la señora se montase detrás “a lajineta”, o sea, con las dos piernas hacia el mismolado).Mi padre pasó por las tres últimas modalidadesantes de comprarse el Biscúter. Cuando la “motonormal” (una Lube de los 50) me llevaba ahorcajadas sobre el depósito. Sólo nos caímos unavez y no nos pasó nada. Cuando la Vespa íbamostan ricamente los tres: mi padre con un casco queparecía un tazón marrón, mi madre en la parte dedetrás (por supuesto de lado) y yo de pie ynaturalmente sin casco, entre otras cosas porquedebían de ser de talla única. Tampoco llevabacasco con la bicicleta. Ni rodilleras, ni coderas niguantes, ni peto ni espaldar… ¿Han visto35últimamente cómo van los niños por los parquesde las ciudades cuando montan en sus bicicletasde plástico incluso con ruedines? ¡Si parecenporteros de hockey! Después nació mi hermano,pero todavía el primer coche tardaría un tiempo enformar parte de la familia, así que mi padre instalóun sidecar y toda la familia tuvo su lugar enaquella scooter de 200 centímetros cúbicos.Vivíamos en Madrid y los veranos íbamos a pasarunos días a la playa. A Alicante, naturalmente (yono sabía entonces que existieran otras playas). Alpasar por Valdepeñas, y después de casi seis horasde viaje desde Madrid, ya tocaba hacer algunaparadita, digamos terapéutica. Como seguramenteya habrá prescrito el delito, puedo decir ahora queel morro del sidecar de la Vespa puede llegar acontener un volumen considerable de racimos deuvas, de aquellas que crecen a orillas de lacarretera, y que se dejan coger divinamente, sobretodo cuando no se avistan en lontananza aquellosotros esforzados caballeros del asfalto. Me refieroa la pareja de la Guardia Civil.Durante el resto del año mi padre utilizaba lamoto para ir a trabajar desde el Puente de Vallecashasta la plaza de Neptuno donde era conserje enun hotel. Iba en moto en cualquier situaciónmeteorológica, y por eso recuerdo que si hacíacalor le podía picar una avispa, si llovía eraseguro que se constipaba, y si hacía mucho frío secolocaba un periódico debajo del jersey. Creohaberle escuchado que el YA era el que másabrigaba.


¿Por qué me gustan las motos?Después de recordar todo esto creo que me gustanporque he crecido con ellas. Y sin dejar de ladoque uno puede seguir sintiéndose Sir Lancelot oCúster de vez en cuando, aunque a decir verdadcuando quiero ser alguien que no soy me tira cadavez más Don Quijote, que puestos a cabalgar, unova teniendo cada vez menos bríos y más derrotas.A ti también te gustan, compañero.Por eso te llegaste el 15 de abril desde LasLabores, Daimiel, Malagón, Madridejos, CiudadReal, La Solana, Valdepeñas, y hasta Madrid paracelebrar con nosotros el primer Motoalmuerzo deVillarrubia. También vinieron algunos nubarronesy por eso hubo ausencias. Otra vez será.DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012de comodines, cada uno en lo que supo y pudo. Elresultado fue una jornada de convivencia festivacon el resultado de querer volver a repetir antes demucho tiempo.A pesar del mal tiempo nos reunimos un grupoalegre y cordial de moteros, que enseguida nospusimos en ruta hacia Consuegra a través de lasierra para celebrar que el sol quería abrirse pasoentre las nubes. A mediodía nos desplazamos alSantuario de la Virgen para dar cuenta de nuestracomida típica -¡Gracias Casimiro, Luis, Curro,Esperanza, Pili y Rosario!- . Nos invitaron al caféen el Mirador o, como decimos aquí: Las Casitas.Luis apañó la intendencia, Andrés diseñó unaimpecable seguridad vial (con la inestimableayuda de Virgilio y J. Félix con José y Vega deMadrid). Domi preparó las camisetasconmemorativas. Antonio hizo un chorro de fotospara la posteridad. Roque, Félix y Diego hicieronLas motos ya no son que fueron –para bien y paramal-. Pero tampoco nada es lo mismo que ayer.¿O quizá sí? El espíritu lúdico que compensa latediosa rutina del trabajo y las obligaciones. Eldeseo de compartir con otros los momentos derecreo. Hace años jugábamos a indios yamericanos sobre caballos de palo… Hoyqueremos ser Don Quijote por entre los molinosde Consuegra y Puerto Lápice. Por eso cabe aquírecordar una hermosa sentencia del mismo AlonsoQuijano, el bueno: El que no sabe gozar de laventura cuando le viene, no debe quejarse si sepasa. Y por si esto fuera poco, ademásconseguimos casarnos con Dulcinea.36


HISTORIAS Y COSTUMBRESDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012UNA INVESTIGACIÓN SOBRELOS ZARAMPOMPONES Y LAS ALMORTASAntonio Millán HernándezMuchas veces nos acude a la memoria, alpensamiento, o como quiera llamarse a esa partede nuestro magín que se ocupa de las cosas queson (o lo parecen) intrascendentes. Palabras, idease incluso sensaciones que nos hacen reflexionarsobre su significado u origen. Sobre todo, cuandonos sorprenden al destacar, aunque seasubjetivamente, en las páginas del libro más áridoo la prensa escrita menos “sesuda”. Viene esto acolación, porque hace unos días, buscando algopara leer en nuestra Biblioteca Municipal, meencontré con un ejemplar que captóinmediatamente mi atención; y no me refiero coneste adjetivo a Víctor, el bibliotecario, el cual porcierto es digno de atención y, sin duda, respeto.Me refiero a un libro no sé si ejemplar, en elsentido que le damos habitualmente, pero sí en elde un volumen encuadernado y, por supuesto,escrito.Hasta aquí nada raro, si consideramos que lo quese suele encontrar en una biblioteca son eso,libros. Pero lo que llamó mi atención es que eltítulo hacía mención a los “duendes popularesmanchegos”. Inmediatamente lo abrí, y comencé ahojearlo por ver si encontraba el nombre denuestro duende por excelencia. Me refiero, no al”Martinico”, el cual es más o menos conocido enotros lugares fuera de nuestro pueblo e, incluso,de nuestra comunidad, sino al duende porantonomasia de Villarrubia, al del nombre mássonoro, más recio y pavoroso. Al que asustó ageneraciones de villarrubieros en las nocheslargas y oscuras. El que infunde, todavía, respetoy más que respeto. Porque, cuando en una casavacía se oyen algunos sonidos que nos alarmanal parecernos fuera de lugar, las personas decierta edad siempre pensamos en que sólo puedeoriginarlos una entidad antigua y amedrentadora:El Zarampompón.No podéis imaginar mi decepción cuando,después de repasar varias de sus páginas y releerel índice no pude encontrar el nombre de estehuésped no invitado que nos proporcionó más deun susto en nuestra ya lejana infancia. Ya essabido que donde esté un zarampompón, yapueden quitarse todos los demás habitantes de la“Tierra del Susto”. Porque… ¿qué es unMartinico?: Una presencia más imaginada quevista en la oscuridad del camarón al ir a por unos37chorizos de la orcilla, una sombra huidiza a lavacilante luz del candil cuando se echaba elpienso a la yunta; quizás el “ente” travieso einvisible al que cargar con las culpas cuando no seencontraba el costurero en su sitio habitual o lapaletilla celosamente vigilada había mermado ensu volumen de magro… Y es que el Martinico eraalgo visual y, por lo tanto, fruto muchas veces dela debilidad producida por la gazuza endémica deaquellos años. Además, el Martinico sueleacompañar a la familia que habita la casa donde élactúa, y sus manifestaciones suelen ser mástravesuras que otra cosa; si la familia se va a vivira otro lugar, él es capaz de acompañarla, como enel conocido cuento. El Zarampompón no : elpermanece fiel a los muros viejos, a los decrépitospajares, los semiderruídos ponches, las cuevas detinajas panzudas y las bostezantes piqueras…Como si, fuera del ámbito de la casa donde semanifiesta, desapareciera su poder.. Porque eraasí, en efecto; fuera de esas viviendas antiguas, losruidos ominosos de este duende, apenas eranperceptibles. Su poder para amedrentar era lapresencia ruidosa y “non grata” de un trasgoque, al no poder ser percibido por la vista, seconvierte en algo más amenazador y “asustante”que cualquier otro de su misma especie. Por estasrazones, su querencia por las casas antañonas, lasde” toda la vida”, y su casi nula presencia en lostratados de “duendería y fantasmología”,(exceptuando la tradición popular de Villarrubia),yo proclamo desde estas páginas que elZarampompón es un duende no ya regional oprovincial: es nuestro duende paisano, casifamiliar. Es el huésped no invitado Es, en fin, el“espanto” identitario de nuestro pueblo,Villarrubia de los Ojos.La indignación contra la escritora creció en mipecho y a punto estuve de formular una queja anteel bibliotecario. Después lo pensé mejor y creíque era más pertinente escribir éste artículo comodesagravio. Porque este duende estaba presente“de verdad” cada noche cuando estabas tumbadoen la cama, incluso cuando te hallabas sólo enuna habitación libre de otros ruidos en cualquierlugar de la casa. Y lo oías; aunque no quisieras. Site tapabas la cabeza, lo oías; si te ponías lasmanos sobre los oídos, cuando los descubrías, loseguías oyendo. Porque este duende tan nuestro,


es un fantasma auditivo más que visual, lo quehacía que no pudieras ponerle “cara” al terror ysacaba de tu “Yo” más profundo las másatemorizantes amenazas. Todo esto era capaz dehacerlo este espanto. Y lo digo en pretérito,porque al igual que el Martinico, desapareció enesa vorágine de modernidad que empezó a barrerlas tradiciones y los fantasmas (de muchas clases)a mediados de los sesenta. Curiosamente, seesfumó un poco más tarde que nuestro querido“Martín”; porque este lo hizo en masa aldesaparecer la mala alimentación cotidiana. Y elzarampompón, como si se resistiera a seguirlo, unpoco después, cuando las mulas y los burrosfueron pasaportados para otros lugares, porejemplo a Alcazar de San Juan, de donde muchosde ellos volvían transmutados en embutidos ychacinería; o hacia destinos ignotos peroigualmente trágicos, desahuciados por el nuevo eincansable” labrador” de nuestros campos: eltractor. Y es que el Zarampompón era, si se mepermite la expresión, un “fantasmaonomatopéyico”… O sea, la conversión de unruido en la presencia ó la esencia de un“espanto”…Para entender esto, es preciso trasladarse con laimaginación a los años cincuenta; mejor, a loscuarenta Tú estás durmiendo en tu “sala”; lacalma es total como corresponde a una época en laque la tranquilidad en el pueblo era la normaprincipal, en la que ningún ruido perturbaba comoahora el silencio de las calles ni de los hogares.Cuando era posible escuchar el gemido de la másligera brisa en los cables del telégrafo y losdiálogos y la música del cine de verano situado enel otro extremo del pueblo. Y aún más: si lanoche era tranquila y la atmósfera “hueca,” sepodía escuchar perfectamente el silbato del trende Malagón. Aunque esto último te parezca unaexageración, es totalmente cierto; y te dará unaidea de la escasa o nula contaminación acústica enaquellos años.Digo, pues, que tú intentas dormir plácidamenteacompañado por la luz de la lamparilla de lasánimas encima de la cómoda y el pesado tic- tacdel reloj de cuerda. De pronto, se oye un ruidosordo que no parece salir de ningún sitio enconcreto; pero que se percibe perfectamente enel silencio que casi se puede cortar deldormitorio. Y no sólo eso, sino que el sonidoaumenta de volumen y se acompaña esta vez deun par de golpes secos, sumamente claros, queparecen proceder de la pared en la que está lacabecera de la cama. La oreja alerta, notas cómoun principio de “mieditis” empieza a hacer presaen ti. Pero es sólo el comienzo, pues el ruido sereproduce cada vez con más intensidad: ruido deDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012arrastre, golpe… ruido de arrastre, dos golpes… Yasí durante un buen rato.La imaginación, que invocábamos al principio, sedesboca: ya te parece que lo próximo serán tresfuertes y secos golpes en la puerta de la “sala”,con los que (dice la tradición) San Pascual Bailónanuncia a los moribundos el próximo y últimoViaje al seno del Señor. Al cabo de unosmomentos, empiezan las elucubraciones yempiezas a cavilar: parece que el sonido procedede la pared de la cabecera, donde existía haceaños una alacena que tapiaron con “algo dentro”,para encubrir un feo asunto de familia… O, a lomejor a las Ánimas les parece poco el haberpuesto sólo una mariposa en el aceite de laofrenda a los difuntos…Porque, lo del “olvido de pagar las misas que dejóofrecidas la tía Fluge no creo yo que…Todos los temores, todos los pecadillos, hasta losmás ocultos y olvidados, oprimen tu corazón;pero de momento… el silencio. Que, exceptuandoel pausado “tris- tras” del reloj, es total. Sinembargo, cuando estás intentando conciliar elsueño, vuelve a oírse la misma secuencia deruidos: un arrastre, dos o tres golpes… unarrastre, dos golpes… Así una y otra vez, Quizásdurante minutos… O puede que más de una hora;en una especie de matraca oscura yatemorizadora… De tal manera, que si pudieratranscribirse en palabras, sonaría de estaforma:”zaraaam… pom…pom… zaraam. .pom...pom” .Y ahí, a mi juicio está el origen de estenombre de” duende onomatopéyico”, como dijemás arriba. De ese fantasma tan familiar para losvillarrubieros que acompañó muchos relatos demiedo en nuestras veladas alrededor del fuego. Deese “miedo tan rico” que decía un amigo mío yque resultaba de una inocencia tan pura y castaque hoy nos parece para párvulos al lado de loque presenta cualquier programa de televisiónaunque su argumento nada tenga que ver con elterror. ¿Cuál era, pues el secreto de tales sonidos?El misterio, como he dado a entender en líneasanteriores, era la existencia en la inmensamayoría de las casas de un pueblo eminentementeagrícola, de cuadras con sus correspondientesanimales estabulados. Especialmente mulas yburros, los cuales al levantarse y dar unos pasosen el oscuro recinto de sus cuadras, para tomar un“tentempié” (nunca mejor dicho) de cebada ópaja, producían esos “raps” que aunque esdifícil, he procurado transcribir de manera fielY claro, en el silencio casi total de aquellasmadrugadas, el sonido no sólo se percibía contoda nitidez, sino que hasta las vibraciones seapreciaban si por algún motivo ponías la mano enel muro. Esos ruidos recorrían las paredesmaestras, los tabiques y repercutían a través de38


toda la casa, recorriendo la vivienda desde el fosoinmundo del silo, hasta los más altos y alejadoscamarones; y no sólo en esa casa, sino que elsonido se propagaba a la vivienda lindera y aúnmás lejos. Era el ruido más normal en unasociedad de agricultores y ganaderos; el sonidode un animal que por hambre o molesto poralguna circunstancia, se removía en su encierro,arrastraba los herrados cascos y daba unos pasospor el empedrado de la cuadra. Así que, cuandodesaparecieron las bestias, el Zarampompónsiguió el mismo destino. Haciendo más o menos(según contaban entonces) lo que hizo elMartinico con el matrimonio que se tuvo quemudar de casa por no poder aguantar las nochesque el duende les “amenizaba”.Conozco un caso que ilustra perfectamente estaexplicación. Un asunto ciertamente espeluznante.Al menos así se lo parecía, a juzgar por la formade relatarlo, a uno de los participantes en él. Alparecer, en una casa donde se había producido elreciente y dramático fallecimiento de su ancianopropietario, unos familiares suyos tuvieron la ideade guardar ganado; lo que se conoce en lenguajecoloquial como “echar cabras”. Pronto empezaronarrepentirse de ello. Porque todas las noches, a lamisma hora, minutos más, minutos menos,comenzaron a oírse unos ruidos que si noprocedían de ultratumba, le andaban muy cerca.Naturalmente los propietarios de las cabras sealarmaron y trataron de descubrir el origen de esos“arañazos mu grandes y mu fuertes”, según ladescripción que del caso me hacía este testigo.Pero por mucho que lo intentaron no podían darcon el origen de ese rascar que sonaba de maneraterrorífica. Y lo peor, era que al escucharse elespantoso ruido, las cabras emprendían unahuída desordenada y se quedaban mirando,temblando de terror, la alacena donde se habíanencontrado muerto hacía unos meses al dueño deaquella vivienda.”Muchacho, ¿tú t’as fijao algunavez en la cara d’una cabra, sobre tó si estàasustá”? Seguía contándome el testigo presencialde esta historia. Y es cierto, yo no sé como será lacara de una cabra “asustá”, pero si hay un animalque tenga un aspecto poco tranquilizador, si lomiras con detalle, es éste rumiante. No en vano hasido considerado a travès de muchas èpocascomo un ser con bastantes buenas relaciones,incluso mejor que buenas, con alguien que esmejor no “mentar”. El caso es que la desbandadade las cabras y la fijeza de sus miradas en laalacena, les causaban más terror incluso que losruidos. Al final, para no alargar más el “caso” yaque esto no es un cuento de terror, cuando estafamilia estaba dispuesta incluso a dejar lavivienda, uno de los ganaderos al llegar una tardecon la piara, observó por casualidad, que la resDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201239más vieja del hatajo, se metía en la alacenaabandonada y siguiéndola, vio como empezaba arascar su cuerpo contra lo restos de un zócalo detáblex que aún existía en aquel cuartucho almismo tiempo que frotaba sus cuernos, contra elrevoco áspero de la bóveda que sostenía losescalones para acceder al pajar. El sonidoresultante, al estar el cuarto debajo de la caja dela escalera, de rasillas delgadas y yeso, hacía queésta sirviera de caja de resonancia extendiendo elmacabro sonido por todas las estanciasabandonadas y vacías de la vivienda. Lo cual,junto al “acojone que ellos llevaban ya de por si”,me contaba el relator, hacía que el susto diarioestuviera asegurado. Lo más llamativo es que losanimales se asustaban del ruido que ellas mismasgeneraban. No me contó lo que le pasó a la cabrade los “efectos especiales”, pero es de suponer,como decimos eufemísticamente, que “no tendríafrío. Me parece que el suceso, rigurosamentecierto, puede servir como ilustración perfecta delargumento de éste artículo.Pero, volviendo al nombre de nuestro duende, lomas llamativo, al menos a mí me lo ha parecidosiempre, es cómo la cultura popular, la “voxpopuli, fue capaz de bautizar de forma magistral einsuperable al fantasma que imaginaban, con laonomatopeya del ruido que ellos pensaban quehacía…Me parece genial.Como resumen, hago hincapié en que hay quereivindicar la “entidad” de este trasgo tan nuestroque no aparece, al menos con este nombre, enningún tratado de Vampiros, duendes o similares.Lo cual quiere decir que Él, o al menos alguiende su familia, son de aquí, del pueblo. Propongosolemnemente que el Ayuntamiento, subvencioneunas camisetas para su promoción inmediata.Unas camisetas que podrían ser así: en fondoblanco (por lo de las noches en…), la cara de unamuchachote cubierto con boina y con los ojosenrojecidos y saltones por la falta de descanso.Con la leyenda: “Zarampompón, te aprecio”… yun corazón balanceándose al extremo de unmuelle… ¿qué os parece? …En lo que podría llamarse la segunda parte de esteartículo, trataré de dar explicación (esto siemprees subjetivo) a una tradición o costumbre popularya a punto de desaparecer como tantas otras, quenos advierte de que no se puede o no se debe decomer gachas el día en el que “hay muerto”,porque los difuntos que nos han dejado en esedía,” meten el dedo” en el plato.Parece una tontería arbitraria o la invención dealguna beata. Porque ¿Qué relación puede haberentre los difuntos y la degustación de este platode tanta raigambre manchega? Pues el caso es quesí la hay, y mucha, si atendemos a los usos ycostumbres que heredamos de nuestros


antepasados y que son como el reflujo detradiciones que nos alcanzan desde el fondo delos tiempos. Voy a tratar de explicarlo, aunque noquiero decir con esto, que sea una idea totalmentecierta e incontestable. Pero sí, ciertamente, es míexplicación. En primer lugar, está la cuestiónirrefutable de que las auténticas gachas solo sepueden guisar con las almortas, la leguminosaque recibe tantos nombres y en tantos lugares,que pude inducirnos a error cuando nos referimosa ella sin mencionar su nombre científico de“Tytus Látyrus”. Pero es el caso que en muypocos lugares recibe el nombre de “pitos”, comose les denomina en Villarrubia. Y ahí empiezanlas elucubraciones que me han llevado a imaginareste artículo. Ese nombre, el de “pitos” pareceesconder algún significado no del todo claro. ¿Sellamarían así los pitos con los que se acompañancierto tipo de bailes y cantes: por el chasquidoque produce el dedo corazón en el pulpejo de lamano.¿ Por ser su sonido parecido al que hacenlos “pitos” (almortas) cuando están en sazón y seabren espontáneamente, sobre todo al calor delsol. O, quizás, ocurría al contrario: que el sonidode los pitos hechos con los dedos hubieran”bautizado” al que produce esta leguminosa alabrirse. Recuerdo a éste respecto que en ciertaocasión, hallándome con un amigo “urbanita” enel campo, para gastarle una broma, le hice que meesperara en las proximidades de un “pitar,” y alcabo de unos momentos empezó a llamarmediciendo, bastante asustado, que “algún animal oalgo” (sic. se le iba acercando furtivamenteescondiéndose entre las plantas”, cuando empezóa percibir el sonido que hacían las vainas alabrirse. Hay que decir que “tocar los pitos “aalguien casi siempre tiene una connotaciónpeyorativa ó de alejamiento; recordemos alrespecto el tan castizo y despreciativo: “¡Date,Careto!” acompañado de tocar de pitos que al parque insulto proviene de una fórmula mágica paraalejar a las almas en pena. En “La Carátula,”paso” de Lope de Rueda, un personaje se burla yasusta a otro vistiendo una sábana a modo desudario y con el rostro oculto por una careta querepresenta la muerte y le da una cita en elcementerio, “con las “notomías, (los esqueletos)según la manera de hablar de Alameda, el simplede la función teatral. Ahora bien, el nombre decarátula viene de carátura, el maquillaje conpintura y afeites con los que se adornaban lasbrujas y los nigromantes. Hay, también unaamenaza de muerte, más o menos velada, en laforma de tocar los “pitos”, como advertimos en ellibro de “El Locho”, cuando entre las denunciaspresentadas en Villarrubia de los Ojos durante laviolentas pugnas que entre absolutistas yliberales tuvieron lugar en nuestro pueblo, llamaDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201240la atención una de ellas, en la que entre laindignación y el susto por lo que él interpretacomo amenaza mortal, una persona denuncia,poco más o menos:” … que el tal José Fernándezes uno de los que más baila de uniforme en laGlorieta y más nos toca los pitos…” Es decir queel acto de tocar los pitos se interpretaba todavíaentonces como una amenaza letal o, al menos,como un gesto relacionado con la muerte. Si aesto le añadimos que las leguminosas, tanapreciadas en el mundo romano, siempre seasociaron con el inframundo, nos podremos haceruna idea de que SÏ tiene que ver la costumbre deno comer gachas” en los días en que hay muerto,con” la harina de pitos”. Sobre todo siapuntamos que, aparte de los nombres de almorta,guijo, pito, muela, etc. a esta legumbre se laconocía en todo el mundo antiguo como “Muelade los muertos” en alusión a oscuras ceremonias ycostumbres relacionadas con la otra vida. Sepuede encontrar una explicación más convincentemediante el relato de un rito que practicaban losantiguos romanos en ciertos días del año, donde seaúnan casi todos éstos datos y que arroja algo deluz sobre la costumbre que nos han transmitidonuestros antepasados de obviar el consumo degachas de almortas en ciertas fechas. Se trata,como otras muchas veces, de una mezcla derecuerdos o tradiciones que se solapan yconfunden; los cuales, a pesar de su muchaantigüedad y un poco desvirtuados, han llegadohasta nosotros.Sería bueno advertir que los romanos pensabanque los espíritus de sus familiares (los manes),seguían cohabitando en cierta forma en sushogares y sino se les dedicaban ciertos rituales, seconvertirían en “larvas” o espectros malignos. Asípues, los días 9, 11 y 13 de Mayo, mes dedicado alos mayores, hay un texto que nos relata (descritapor Ovidio el gran escritor clásico contemporáneode los hechos) una ceremonia destinada a losmuertos de la familia(Los manes) y que apareceen un libro que guardo cuidadosamente y cuyotítulo es “Supersticiones de la Humanidad”,editado en 1.885. Dice así:”…Los nocturnos ysilenciosos Lemures se apaciguaban conofrendas. .Hacia medianoche, cuando el silencioinvita al sueño, cuando no se oía ni el ladrido deun perro, ni los cantos de las aves, el hombre fiel alos ritos antiguos y temeroso de los Dioses, dejabael blando lecho. Descalzo y HACIENDOCASTAÑETEAR LOS DEDOS, a fin deahuyentar las sombras que se habrían alzado a supaso sin hacer ruido, lavábase tres veces lasmanos en el agua de una fuente, metíase en laboca unas HABAS NEGRAS y volvíase luegoescupiéndolas y diciendo : “Arrojo estas habas ycon ellas me redimo a mí y a los míos”. Fórmula


que repetía nueve veces consecutivas sin mirarahacia atrás, convencido de que las sombras lasrecogían y continuaban su camino sin servistas…”. Como podemos apreciar el “tocar lospitos” (castañetear los dedos) ya se usaba comofórmula mágica en aquella época para neutralizarlas almas de los difuntos. De ahí el “Date, careto”de unos tiempos no tan lejanos, que tiene unatraducción más completa en el dicho de loscastizos madrileños de principios de siglo XXdirigido a las personas “pestosas” (molestas opesadas) y que era: “¡Espurria, que hueles aMondas!” a la par que se “castañeteaban losdedos”.La exclamaciòn “¡Espurria!”, desde luego es deinfinito desprecio y expresa el deseo de quealguien se aleje inmediatamente . Y, por supuesto,las “mondas”, literalmente son los cadáveres;mejor dicho, los despojos de los sepultados que sesacan de las tumbas cuando se “mondan” es decir,se desocupan y limpian para ser utilizadas denuevo. Añadiría, con mucho tiento, que loshispanos romanizados podrían haber usado laalmorta en lugar de las habas negras al ser la“muela de los muertos o” almorta, endémica de laPenínsula; pero creo que no hace falta abundarmás para el propósito de éste artículo.Resumiendo: Que desde muy antiguo, la almortaera considerada como una planta “oscura”. Queen días señalados se utilizaban ciertas legumbrespara escupirlas como conjuro hacia “las almas enpena”. Que se castañeteaban los dedos, o sea: se“tocaban los pitos” al iniciar el macabro ritual.Que tal ritual se efectuaba para que los muertosDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012no” metieran mano” en los asuntos de los vivos.Poned todo eso en un recipiente que se llamamentalidad colectiva, agitadlo, dejadlo reposar porlos siglos de los siglos y veréis como la costumbrede no comer” gachas de harina de pitos porque“meten los dedos los muertos” pudiera tener, si nouna razón de ser, sí al menos una explicación. Yoparticularmente, aunque sólo sea por guardar latradición, esos días me conformaré con cualquierotra cosilla: “Chicha” de cordero frita con ajos,por ejemplo… En fin, que llegado el final de ésteartículo, caigo en la cuenta de que quizás heescrito sobre dos temas que, aunque no muyestrechamente, están ligados con el otro barrioPido disculpas y me prometo a mí mismo que lapróxima vez tratarán de algún tema más delmundo de los vivos. Y también me percato decómo nos traiciona el subconsciente en algunasocasiones. Por ejemplo, al releerlo para seguir elhilo de estas frases y terminar el artículo, me doycuenta de que localizo el ruido del zarampompóncuando se” sienten” por primera vez, (estosgolpes se” sienten” más que se oyen) en lacabecera de la cama. Y está muy bien defender anuestro duende “autóctono”, pero parece que loquiero elevar a la categoría de “fantasma decabecera”, como los médicos de familia hacealgún tiempo. Tampoco es eso…Las últimas palabras son para desear que os hayagustado este muy humilde ejercicio deimaginación. Como siempre, un fuerte abrazo devuestro paisano y sin embargo, amigo.41


HISTORIAS Y COSTUMBRESDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012LENGUA ESPAÑOLAFrancisco J. Serrano LópezEl lenguaje es la facultad privativa del hombrepara la expresión de pensamientos y afectos, es elconjunto de palabras y formas por los cuales semanifiesta una comunidad determinada. A vecesno se tienen los conocimientos para conocer lasfrases hechas, refranes, dichos, expresiones ysentencias como las famosas del Quijote, tal vezla limitación estriba en saber el origen o elsignificado de ciertas expresiones o locuciones denuestra lengua, por curiosidad o deseos deaprender. Estas construcciones resultan decisivasen la conducta expresiva de los hablantes, dehecho es casi imposible establecer unaconversación, leer o pensar sin que se extraiganfrases donde se mide la exageración o lacomparación y aunque no se conozca el origen, sesabe deducir el significado correcto. Una personaque llega empapada a su casa al cual una tormentale ha sorprendido en su trabajo o en el camino, esdifícil que de manera elegante le diga a su familia“Buenas tardes, una lluvia torrencial me hasorprendido y vengo empapado, todas las partesde mi cuerpo estas mojadas”. Al utilizar una frasehecha dirá: “Caen chuzos de punta y vengo hechouna sopa”. La lengua española posee miles deexpresiones de este tipo, se elaboran como todo loque arraiga en el pueblo, de manera asociada oindependiente, el trabajo es la fuente másabundante de dichos y frases hechas, las laboresdel artesano, las tareas del campesino, lacontemplación de la naturaleza, tienen para elhombre un atractivo singular, de esta observaciónse deducen comportamientos, se establecencomparaciones y se desarrollan imágenes42pintorescas. Muchas de ellas están escenificadasen el Quijote, una de las sentencias de másrenombre, puede ser “Con la Iglesia hemostopado, amigo Sancho”. Es una expresióncoloquial, que se usa para denotar que no esconveniente que en los asuntos propios se mezclela Iglesia, o el disgusto de ver detenido un asuntopropio por la intervención de la misma. Hoy endía es el significado para indicar metafóricamentecon el término Iglesia, a cualquier autoridad, eljefe, el padre, el gobierno, la dirección de empresaetc., que se interponga ante las intenciones de lapersona que pronuncia esta frase, su origen seremonta al siglo XVI, cuando el poder de laIglesia lo acaparaba todo y producía terror el verseenvuelto en un litigio con ella. Sin embargo, delas muchas sentencias que pueda tener el Quijote,nos centraremos en frases o dichos que son de usocomún y diario en la actualidad. “Esto es Jauja” sedice para resumir la sensación de sacar provecho osatisfacción sin fin de una situación. Jauja es unaciudad peruana, cuya fama se debe a susexcelentes minas, que en época de losconquistadores, proporcionó a estos una vidaociosa y regalada. “Hay gato encerrado”: cuandoqueremos afirmar que hay una causa o razónoculta. Era habitual durante el Siglo de Oroespañol, la utilización de bolsas para guardar eldinero, hechas con piel de gato y se las llegó allamar popularmente con tal nombre, “siendogatos” que encerraban riquezas desconocidas.“Las cosas claras y el chocolate espeso “. Cuandodesde América el monje español fray Aguilarenvió las primeras muestras de la planta de cacao,


a sus colegas de congregación al Monasterio dePiedra, para que la dieran a conocer, al principiono gustó, a causa de su sabor amargo, por lo quefue utilizado exclusivamente con finesmedicinales. Posteriormente, cuando a unasmonjas del convento de Guajaca se les ocurrióagregarle azúcar al preparado de cacao, ese nuevoproducto causo furor, primero en España y luegoen toda Europa. En esos tiempos mientras laIglesia se debatía sobre si esa bebida rompía o noel ayuno pascual, el pueblo discutía acerca de cuálera la mejor forma de tomarlo: espeso o claro.Para algunos el chocolate se debía beber muycargado de cacao, por lo que preferían elchocolate espeso, o sea a la “española “, paraotros, el gusto se inclinaba por la forma “ a lafrancesa “, esto es, más claro y diluido en leche.Los ganadores fueron los que se inclinaron por elchocolate cargado, por lo que la expresión lascosas claras y el chocolate espeso, se popularizóen el sentido de llamar a las cosas por su nombre.Entre nosotros, circulaba hace algunos años lavariante “las cuentas claras y el chocolate espeso”,usada en relación con las deudas (sobre todo dedinero) que suelen mantener las personas. Hayexpresiones de desagrado con las que se cierra unadiscusión o se despide a alguien molesto, una muydivulgada en el entorno puede ser “Que te denmorcilla”. Al parecer, esta expresión tiene suorigen en ciertos procedimientos higiénicosllevados a cabo en las ciudades. La rabia o lahidrofobia era una enfermedad muy común enotros tiempos y, en algunas ciudades, llegó aconvertirse en una verdadera epidemia. Setransmitía a través de perros y gatos, y hacía suparte la falta de costumbres higiénicas y la falta desalubridad de las aguas. De modo que lasautoridades decidían periódicamente eliminar alos perros y los gatos vagabundos que poblabanlas calles. Para ello se utilizaban morcillasenvenenadas, generalmente con estricnina. LaHistoria ha demostrado que, mediante esteprocedimiento, sólo se eliminaban estos animalespero no se erradicaba la rabia y, además, seaumentaba la posibilidad del cólera y otras pestesinfecciosas. Cuando se desea que a alguien le denmorcilla se desea que lo envenenen como a unperro callejero. Aunque a decir verdad, el dicho seha suavizado mucho a partir del olvido de suorigen primero. Llamar la atención de maneraimprevista, ser estrafalario, escandalizar,importunar, molestar, fastidiar, soncomportamientos singulares asociados a dichoscomo “Dar la lata”. En la prisión de Málaga seentregaba a los presos una lata de vino malo queproducía en los reclusos una embriaguez muypesada y molesta (sobre todo para los que nobebían). “Dar la matraca”. La matraca es unDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201243instrumento de origen árabe: consiste en unasaspas de madera y una patilla flexible, al girar elpalo, la matraca emite un sonido seco, áspero,fuerte y desagradable En algunas procesiones deSemana Santa de Castilla aún se utiliza, porqueera un instrumento conventual, se usaba parallamar a los monjes o despertarlos para maitines.De manera más usual en nuestro entorno es “Darla tabarra”. Se refiere, exactamente, al tabarrovariante de tábano, un insecto negro y gordo, algomayor que una avispa. Su picadura es muymolesta, sobre todo para las caballerías que seespantan y se duelen horrorosamente. Con ser uninsecto peligroso, el tábano resulta odioso por supertinacia y su zumbido irritante. En el mismosentido, se dice de una persona molesta que es unamosca cojonera, expresión que no necesitadisquisiciones ni aclaraciones. Engañar o estafar,dar o vender algo de calidad distinta a lo que sepida o se compra. “Dar gato por liebre”. Debía seruna costumbre bastante extendida, sobre todo entiempos de escasez, como la forma, la textura dela carne y el sabor tienen alguna semejanza, no eradifícil engañar a los incautos o a los que estabanmuy hambrientos, la mala fama de las posadas,hosterías y fondas respecto de la calidad de suscomidas. Era tanto el descrédito de estos lugares,que llegó a hacerse usual entre los comensales, lapráctica de un conjuro previo a la degustación, enel que aquellos, parados frente a la carne reciénasada, recitaban: Si eres cabrito mantente frito, sieres gato, salta al plato. Por supuesto este“exorcismo” nunca sirvió para demostrar laveracidad de la fama de la posada, pero dio origena la expresión dar gato por liebre, que con eltiempo se incorporó al lenguaje popular, comoequivalente de engaño malicioso por el que se daalguna cosa de inferior calidad, bajo la aparienciade legitimidad. De las cosas sorprendentes,curiosas o extrañas, se dice “Es la Caraba”. Seaplica en sentido positivo o negativo, a mediadosdel siglo XIX, en la feria de Sevilla, había unaatracción de feria que llamaba la atención de todoslos ciudadanos. En una de las casetas se anunciabaalgo extraordinario “La Caraba”, el que siempreestaba dispuesto a asombrarse lógicamenteentraba. Los vecinos de Sevilla pagaban elimporte de la entrada confiando en elsorprendente número que se les prometía. El casoes que en el interior de la tienda no había más queuna mula vieja y flaca y un caballo situado con lacola en el pesebre. Los visitantes preguntaban quéera la Caraba. Entonces el gitano propietario delos dos jumentos decía “Vea usté, señor, esta mulavieja es la que araba, pero ya no ara; y no dirá ustéque les he engañao con lo del caballo: tié la colaen el pesebre, que es donde los caballos corrientestién la cabeza”. Esta estafa muy conocida en


Sevilla y muy popular en toda Andalucía. “Estar ados velas”. Se usa para referirse a carecer dedinero y de recursos en general. Son muchas lasexplicaciones que se le dan a esta frase, se oyedecir que es un símil marinero que como “A todotrapo” o “A palo seco”, ha calado en el lenguaje,significando en este caso, que la embarcaciónnavega tan solo con dos velas y no utiliza latotalidad de sus recursos, pero no parececonvincente. También se dice que procede delgesto que se hace para demostrar que no se tienedinero y que consiste en meter las manos en losbolsillos y estirar de los forros hacia fueravolviéndolos del revés. La más popular puede quesea la relacionada con los mocos de los niños, delos niños muy mocosos se dice “que están con lasvelas colgando”, niños solos o abandonados quepor no tener, no tienen ni quien se los limpie. Aeste claro ejemplo de pobreza y desamparo habríaque añadir el hecho de que la frase “estar a dosvelas”, suele ir acompañada del gesto de pasar losdedos índice y corazón de arriba abajo, uno porcada lado de la nariz. “Atar los perros conlonganiza”. Este dicho nos remonta a losprincipios del siglo XIX, más precisamente alpueblo salmantino de Candelario, cercano a laciudad de Béjar, famoso por la calidad de susembutidos, en el que vivía un afamado elaboradorde chorizos llamado Constantino Rico. Este buenhombre tenia instalada la factoría en la quetrabajaban varias obreras, en los bajos de supropia casa, en cierta ocasión, se encontrabatrajinando en su fábrica y un perro no hacia sinomolestarle. Al tío Rico no se le ocurrió otra cosaque atarlo con una ristra de longaniza que tenía amano, un muchacho entró en el taller y descubrióasombrado, que en aquella casa eran tan ricos queataban los perros con longaniza. Así lo contó portodo el pueblo, la expresión, no hace falta decirlo,tuvo inmediata aceptación y desde entonces sehizo sinónimo de exageración en la demostraciónde la opulencia y derroche. Hay expresiones conlas que se despide o se intenta alejar a alguien, demalos modos, con enfado o en ocasiones,haciendo burla leve y jocosa ante ciertas bromas.A la gente a veces se le manda según el estado deánimo, a freír espárragos, a hacer gárgaras, o ahacer puñetas, los hay más ofensivos aunquesignificaremos el más cursi: “¡Vete a la porra!”Expresión de origen cuartelero. Antiguamente eracomún que los abanderados o tambores mayoresde los regimientos portaran un bastón, símbolo demando y orden, en ocasiones era también símbolodel propio acuartelamiento. Este bastón eraconocido entre los soldados con el nombre dePORRA. Como lo llevaba hábilmente un oficial,se dio en decir que alguien tenia “mucha porra” siera muy vanidoso o fanfarroneaba acerca de suDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201244poder. Para la posteridad quedó, sin embargo otraexpresión: “Mandar a alguno a la porra”. La porrase situaba en el centro del campamento, clavadaen el suelo. Cuando algún soldado se comportabamal o cometía faltas leves, el oficial de turno loenviaba a la porra, y allí debía aguantar hasta quese decidiese el castigo que se le imponía. Enocasiones el único castigo era vigilar la porra, esdecir, estar allí como un espantapájaros sin hacernada. Poner al descubierto lo que permanecíaoculto, se entiende como “Tirar de la Manta”. Enalgunas iglesias de España, desde el siglo XV, seescribían en un cartel llamado sambenito, losnombres de los pecadores, de los herejes o de losjudíos. Este método de vergüenza pública se llevóa efecto durante varios siglos. Algunoshistoriadores afirman que incluso en el sigloXVIII en Navarra este procedimiento se seguíautilizando. Dicen que se reunía una multitud enlos contornos de las iglesias para ver escrito elnombre de aquellos que habían ocultado sus raícesjudías. El espectáculo consistía en que alguientiraba de la manta que cubría la relación denombres expuestos a la vergüenza y deshonrapública. Esta actitud por ley la quiso implantar enCastilla La Mancha en su momento siendopresidente la comunidad José Bono, comodesagrado a los maltratadores de la llamadaviolencia de género. “Dormirse en los laureles”.Antiguamente a los poetas, emperadores ygenerales victoriosos, se les coronaba conguirnaldas confeccionadas con hojas de laurel.Pero si después de haber conseguido el triunfo yreconocimiento general con la corona de laurel, lapersona dejaba de trabajar y esforzarse, se decíaque se “dormía en los laureles. “Arrapaterrón” esun término campesino. Se utilizaba para designaruna modalidad de la siega, los segadoresholgazanes que no doblaban el espinazo, cortabanlas espigas por el tallo, y dejaban mucha paja enlas tierras. Por esta razón, en ocasiones, eranecesario avisar a los segadores que había quesegar a rapaterrón, es decir, junto al “terrón”(masa compacta de tierra seca y árida ). En elargot o jerga de antiguas peluquerías, en pasadostiempos de hambruna o miseria era usual dichaexpresión, cuando en las cabezas de la chiquilleríahabitaban parásitos de fácil contagio, la madrellevaba al hijo a la peluquería y la frase eraelocuente, “pélamelo a rapaterrón sin melena niná” esta frase hecha, bien podría pasar como unlocalismo o vocablo villarrubiero. Terminaremosel presente artículo con una pequeñarepresentación de los mismos. Modorro.- Sosca,pesado, cansino el equivalente a una moscacojonera. Tranquillo.- Le he cogido el tranquillopor definición. En plena posesión de otrasfacultades, seria una forma particular y habilidosa,


con la que se realiza una cosa. Acial.- Instrumentoque sirve para atrapar el hocico de los animalescuadrúpedos, con el fin de evitar sus mordiscosmientras se realiza la operación de herrarlos, ¡niñoestate quietecico, o te pongo el aciar!, manera deregañar a un chaval con azogue. Pescozón.- Golpedado con la mano en el pescuezo o en la cabeza.Tinoso.- De chico, en el juego de las bolas, sedecía de alguien que tenia destreza para sacarlasdel triangulo donde se ubicaban las mismas, sepracticaba en la glorieta cuando su pavimento erade tierra. Aunque en la actualidad hubiesesuperficies idóneas, la chiquillería no sabe jugar anada, solo electrónica e informática. Ceporro.-Cepa vieja, arrancada para lumbre, acepciónnatural, también se puede aplicar al estudianteque es un cero a la izquierda y como rudadefinición, uno que no sirve na más que pa gañán.Gañán.- Por definición, especie autóctona deHISTORIAS Y COSTUMBRESDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012Tomelloso. Individuo compuesto por una blusa arayas, faja, boina, pañuelo de las viñas, pantalónde pana, albarcas, celtas cortos, chisquero depescozón y posiblemente ( porque no se ven )calzoncillos de pata larga. Zorrera.- Humaredaque se expande en la quintería o en la cocina delguarreo, cuando no tira la lumbre por la chimenea.Cabrillas.- Manchas como cardenales que salen enlas piernas, cuando el personal se arrima mucho ala lumbre o al brasero en la mesa camilla. ¡Urre,Puai!. Interjección pa echarte de un sitio, dondeno aprecian, ni tus bacinerías ni tus tontás.Lustroso.- Chico limpio, bien aseado, que se críasin necesidades de ningún tipo. Moza Rancia.-Que se le ha pasado el arroz. Mujer que ha pasadomuchas noches viejas y pocas noches buenas.¡Ay, Regulaaaaaar!.-Expresión de admiración,hay que ladear la quija pa decirlo bien.Tepacequé.- Expresión de asombro.DESDE EL ALTILLO PASANDO POR EL POZO DE LA NIEVECarlos Villanueva Fernández-BravoDesde el Altillo pasando por el Pozo de la Nieve,entre bodegas y casas abandonadas testigos de losquehaceres de otra época, el asfalto quema bajolos pies, el sol aprieta ya en el mes de mayo, y elcielo se va tiñendo de grises a medida que avanzala tarde.Los olores se confunden entre los sonidos. Lospucheros, que no de barro, empiezan a herviranunciando la hora que se aproxima; ajo yguindilla al fuego con aceite de oliva, carne magrade cerdo con tomate de temporada, sardinas fritasen aceite…Se despiertan los sabores, y el buche se enciendecomo lámpara.Los vencejos chirrían el aire y corren comobengalas a ras de suelo, la sangre les hierve y eltiempo les aprieta, antes de septiembre deberánsacar al menos dos generaciones de prole si no elviaje les saldrá de balde.Entre las grietas y agujeros de las viejas paredeslos gorriones hacen lo propio pero con menosprisa, alguno que otro reventará su cuerpodesnudo de plumas contra la acera mermando lapuesta.Por la calle Los Molinos hacia la calle Conventoel sopor se apodera de las fachadas blancas y elsilencio se encarga del espacio, se acerca la horadel letargo, de hacer punto en el patio a la luz delos geranios, la hierbabuena y alguna siempreviva.Algún mozo zanganeará por las calles en bici e iráa ver el río a tirar unas piedras.En la plaza los jilgueros cantan a la sombra de lasacacias y los cinamomos. Algún transeúnte losescucha desde la siesta en un banco, con elmacuto bajo los pies, y tal vez, le acompañealguno de nuestros viejos, que echa la tarde fueradel sofá y de la repelente televisión que ensordecenuestro pensamiento.Pronto en el cielo no quedará espacio para elLorenzo de la tarde y el gris pasará a azul cobalto,y alguna o muchas gotas refrescarán el patio,limpiarán los canalones y en la vega llenarán laszanjas como antaño.Pero ahora no hay lampreas y las hortalizas ya nocrecen a la sombra de la higuera o del membrillo,solo huele a una tierra mojada que no alumbra nifrutas ni patatas, ni judías ni tomates, ni pimientosni pepinos. Solo algún “piazo” se revela sinresistencia a la cultura que aflorará en los portalescon los partos del terreno. Por la calle Convento yParadores en algunos de esos patios entre lasombra de la cortina del zaguán, el olor fresco yprofundo de la huerta de temporada se mezcla conel polvo mojado del ambiente mientras otra flechade vencejos rompe la calle.45


HISTORIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012FLANDES MI SEPULTURA (II)Carlos CarnicerEl primer asalto.Apenas se había instalado el ejército real, se tuvonoticia de la aproximación desde Delft de unfuerte contingente de refuerzo para los sitiadoscompuesto de tres mil hombres, algunos cañonesy un tren de aprovisionamiento. Además, estaba almando del famoso líder de los mendigos,Guillermo de La Marck, señor de Lumey,autotitulado conde de Holanda. En medio de unadensa niebla, la vanguardia de los rebeldes cayóen la emboscada tendida por los realistas, queeliminaron probablemente a un tercio de losefectivos enemigos y se apoderaron de todo subagaje y de los cañones. Lumey y el restoconsiguieron huir favorecidos por la propia niebla.El descalabro marcó el comienzo del fin de laestrella ascendente del jefe de los mendigos. Elpríncipe de Orange conseguiría en las siguientessemanas deshacerse de un rival peligroso en ladirección de la causa rebelde, y cuyo fanatismo ycrueldad le restaban apoyos entre los católicosmás dispuestos al entendimiento con Guillermo.El fracaso ante Haarlem de Lumey daría así aOrange la primera y conveniente ocasión paraello.Conjurado este peligro, entre el 18 y el 20 dediciembre, Fadrique y sus consejeros decidieronbatir los bastiones de las puertas de Santa Cruz,San Juan y puente de Santa Catalina. Las murallasde Haarlem habían sido ampliadas y reforzadassucesivamente, a medida que la ciudad cobrabamayor importancia demográfica y económica.Alcanzaban una altura de 16,5 metros, con fuertestorreones y un foso de 15 metros de anchurainundado por el propio río Sparn que pasaba porla villa. Aunque no era una muralla moderna quesiguiera las leyes de la poliorcética (ciencia de laconstrucción de defensas), constituía un obstáculobastante respetable. La zona norte de la muralla,bombardeada por unos 50 tiros de cañón por piezay día había sido reforzada por bastiones orevellines que hacían muy difícil el asalto a laciudad sin haberse apoderado antes de losmismos.46A pesar de que el resultado del bombardeo habíasido más pobre del esperado, el 21 de diciembrese decidió lanzar un asalto, centrado en la puertade Santa Cruz, valiéndose de un puente sobrepipas (barriles para darle flotación) que salvara elfoso. Al parecer, la razón de esta decisión, queluego se juzgó precipitada, fue el agotamiento delas municiones para continuar el bombardeo. Peroes también muy probable que esta determinaciónsimplemente siguiera la inercia de lo habitual:hasta entonces, al verse asaltados, los defensoresde Malinas y Zuthpen habían huido, dejando víalibre para el saqueo de la ciudad. Es muy posibleque las tropas españolas, que eran las que —comode costumbre— iban a llevar a cabo el primerasalto, estuvieran impacientes por atacar y tentarla suerte antes de tener que verse arrastrados a unasedio en toda regla, con todas sus penalidades, ymás en aquel terrible invierno de 1572,particularmente riguroso, según indican todas lasfuentes.Pero el asalto resultó ser un sangriento fiasco.Entre 200 y 300 españoles perdieron la vida en él,entre ellos buen número de oficiales y suboficialesmuy experimentados e insustituibles. La dotaciónde soldados profesionales que defendía Haarlemrechazaron el ataque con muy buen orden y sincaer en el pánico, con el concurso de los civiles,entre ellos los buenos tiradores de las cofradías dela ciudad, que se ejercitaban semanalmente en eltiro con arcabuz y mosquete.La verdad es que los españoles se lo pusieron muyfácil, víctimas de su propio ardor guerrero. Elcruce del puente se convirtió en una trampa mortaldebido a su estrechez y al efecto de embudo sobrelas demás fuerzas que se apiñaban para sumarse alasalto. Que los españoles querían acabar cuantoantes con el obstáculo que representaba Haarlemlo demuestra el que a pesar de las bajas sufridas,se empeñaran en continuar un ataque que se habíaconvertido en suicida. Fue necesario que el propioJulián Romero, legendario maestre de campo deuno de los cuatro tercios españoles, intervinierapersonalmente en la acción ordenando la retirada,lo que le costó un arcabuzazo del que perdió un


ojo y que le tuvo varias semanas fuera de combateen la retaguardia de Utrecht.Comienza el asedio.Es solo a partir de este fracasado asalto que sepuede hablar del comienzo del asedio en todaregla. Hasta ese 21 de diciembre, las operacioneshan sido las clásicas de ocupación de una ciudadrebelde. Se toman posiciones; se rodea con ciertalaxitud la villa, más para impedir la llegada derefuerzos importantes que para ahogarla; se bateuna parte de la muralla para intentar abrir unabatería (brecha) por la que dar el asalto; y se lanzaéste con la esperanza de desplomar la resistencia,poner en fuga a la guarnición y entregarse alsaqueo que permiten las reglas de la guerracuando una ciudad se ha resistido hasta obligar alatacante a plantar su artillería y darle el asalto.Desde el 21 de diciembre, los sitiadorescomienzan a instalar un sistema de trincheras deaproximación al foso, diseñado por el ingenieroBartolomeo Campi, transversales respecto a éste yprotegidas cada trecho por maderos y sacosterreros para contrarrestar los tiros desde lasmurallas de la ciudad, que se prolongan enramales de trincheras en paralelo a las murallas.La tierra y el propio foso congelados por las bajastemperaturas de un invierno particularmenteriguroso, permiten atravesar el obstáculo del fosoy arrimarse hasta el revellín de Santa Cruz.Mientras los mineros traídos de las minas de hullade Lieja comienzan a excavar túneles bajo elrevellín y las murallas para desplomarlas conminas explosivas, un pequeño ejército dedesdichados zapadores van demoliendo lasdefensas de la puerta en una guerra dura y penosaen que se combate con los defensores cara a cara,con picas y alabardas y pistolas, o a distanciaarrojándose agua hirviendo, plomo derretido,ceniza y fuego.Asedio de HarleemDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201247Lucha en el hielo.La tierra y el mar de Haarlemmermeer heladospermiten que a los sitiados les lleguen constantesrefuerzos y suministros por medio de trineostirados por caballos herrados especialmente parapoder caminar sobre el hielo. Según el historiadorcontemporáneo italiano Cesare Campana, talestrineos tenían capacidad para transportar 8hombres o el equivalente en carga: así que cadauno de estos sería capaz de transportar, al menos,media tonelada de alimentos, municiones ypólvora. Para cubrir la entrada de estos convoyes,que algunos días llegan a superar incluso elcentenar de trineos, los asediados organizansalidas nocturnas contra las trincheras y loscuarteles realistas para crear la adecuadaconfusión en los sitiadores que favorezca laentrada en la ciudad de refuerzos y suministros.La preparación de estos socorros se organiza en elsur del Haarlemmermeer, en Sassenheim y enLeiden, y se coordina por medio de correos queatraviesan las laxas líneas realistas y tambiénpalomas mensajeras que avisan a los sitiados de lallegada de los trineos. Los sitiadores van a tardaralgún tiempo en percatarse del recurso de laspalomas, y solo cuando algún soldado hambrientocace una de ellas, descubrirá la argucia alencontrarse un mensaje atado a una de las patasdel animal.De todas formas, el enorme espacio que debencubrir los sitiadores hace imposible cerrar porcompleto el cerco. Aunque poco a poco vanllegándole refuerzos, Fadrique se encuentra conuna constante merma de combatientes. A losatacantes se van sumando algunas banderasalemanas, cuatro de valones al mando dellegendario Cristóbal de Mondragón, otros 200arcabuceros de esa nacionalidad sacados de Frisiapor el célebre Gaspar de Robles y cuatro banderasde españoles del tercio de Sicilia retiradas deNimega, mientras el barón de Chevreaux reclutamil borgoñones. Pero por un lado, las penosascondiciones de frío, guardias constantes sobre elarma, y falta de alimentos van provocando lamuerte o la deserción en las filas realistas. Quizássea fiable el testimonio de un anónimo capitánespañol que escribe sobre el terreno cómo cadadía, al menos 40 soldados valones desaparecían delas trincheras y cuarteles por enfermedad odeserción.Además, las largas e inseguras rutas de suministropara el campo sitiador, que discurren por losdiques, única vía practicable de comunicación conAmsterdam y Utrecht, merman el número decombatientes en torno a Haarlem. En algúnmomento se llega a necesitar el concurso de hasta8.000 hombres para proteger las líneas de


suministro y escoltar los convoyes. Esta debilidad,no solo es explotada por los rebeldes en sussalidas casi diarias contra los sitiadores, queapenas pueden cubrir todo el perímetro de lasmurallas; sino que también impide que estospuedan bloquear con eficacia la villa. Conscientesde esta pesadilla logística de las fuerzas del rey,los orangistas van a lanzarse a otra dura pugna porconseguir el control de los diques que comunicanHaarlem con las ciudades controladas por losespañoles de las que obtienen sus suministros.Una cabeza de interés.El primero de estos intentos de cortar las líneas dereavituallamiento realista lo dirige el mismoAntoine Olivier que había tenido unaparticipación tan activa en la entrega de la ciudadde Mons a Luis de Nassau. Con mil hombres, seapodera del vital dique que une Naardem conUtrecht e intenta fortificarse en él. Para sudesgracia se las tiene que ver con otro de losexperimentados capitanes españoles de aquellaépoca, Francisco Verdugo, que con una tropa devecinos de Amsterdam y cuatro banderas devalones acude a desalojarlo con éxito, degollandoa la mayoría de los rebeldes y al propio Olivier.En este caso, se daba además la circunstancia deque el duque de Alba había puesto precio a lacaptura vivo del que fuera su cartógrafo y agenteinfiltrado, con la abultada suma de 2.000 escudos,o mil si se le entregaba su cadáver. Los deAmsterdam reclamaron, y al parecer, obtuvieron,la recompensa prometida. Aunque las fuentes noconcuerdan en el hecho, parece lo más probableque fuera la cabeza de Olivier la que fue luego delsuceso arrojada por los españoles al interior deHaarlem, con una nota explicativa. En uno de losepisodios más famosos de los numerosos casos decrueldad que se dieron en este prolongado asedio,el hecho dio lugar a la terrible respuesta de los dela ciudad: los sitiados arrojaron contra el campoespañol un tonel con once cabezas cortadas deprisioneros realistas, acompañado de una nota derespuesta dirigida a Alba en que se decía queaquello era el pago del impuesto de la décima, conuna cabeza de más como recargo por los interesesdevengados en el retraso en pagarla.Segundo asalto fracasado.La lentitud de la labor de zapa y el desánimo queempieza a cundir en los sitiadores, determinan aFadrique de Toledo a probar un nuevo asalto, estavez mejor coordinado que el primero y que seproduce el último día de enero de 1573. Losvalones de Robles deben intentar penetrar en laciudad por la torre de San Juan, a esas alturas tancastigada por la artillería realista, que los deDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201248Haarlem la han derruido. Este ataque iríasincronizado con otro a cargo de lo más granadode los tercios españoles sobre el ya famosorevellín de Santa Cruz. Pero aunque el ataquetiene al comienzo algún éxito, la rápida reacciónde los sitiados desaloja a los valones de las ruinasde San Juan, cogidos entre dos fuegos, en tanto lasfuerzas españolas, que han alcanzado ya lo altodel revellín, sufren una horrible carnicería cuandoestalla bajo ellos una mina que lanza por los airesy mutila a entre cuarenta y cincuenta asaltantes,haciendo además imposible, con la ruina queprovoca, el ascenso de las demás banderas que lessiguen. El ataque debe suspenderse con unapérdida de al menos 200 hombres, y de nuevo conbajas entre la oficialidad española: capitanes,sargentos, incluso otro maestre de campo, esta vezRodrigo de Toledo, mueren o resultan gravementeheridos.A mediados de febrero de 1573, sin embargo, seha conseguido ya tomar el revellín de Santa Cruzy se instalan sobre su plataforma un par decañones desde donde se tira al interior de la villa.Pero más allá de éste, los sitiados han levantadoya un extenso terraplén que bloquea la entrada a laciudad. Para conocer mejor las labores de defensaque se hacen en el interior de la ciudad un soldadoespañol idea un curioso puesto de observaciónconsistente en levantar un mástil en la plataformadel revellín sobre el que se puede hacer ascendercon un mecanismo de tuerca a dos mosqueterosprotegidos en la especie de cofia superior a pruebade arcabuzazos. La estratagema tuvo su coste, yaque se convirtió en el objetivo predilecto de laartillería de Haarlem, que descabalga una y otravez a los observadores españoles.El deshielo que comienza ese mes de febrero haceposible ahora que los sitiados reciban un flujoconstante de suministros y refuerzos a través delmar interior de Haarlem con más eficacia queantes por medio de los trineos. Una auténticaarmada de naves ligeras orangistas, que llegará asuperar el centenar de embarcaciones, surca elHaarlemmermer y puede acceder a la ciudad sinapenas cortapisa, apoyados en un fuerte sobre elmar llamado el Fuick, que los españoles traducenpor el Higo. Las fuerzas defensoras aumentanhasta los 4.000 soldados profesionales, más otrosdos mil burgueses de la villa y el resto depoblación, incluidas mujeres y niños, que trabajandía y noche construyendo o reforzando defensas.En ese momento no hay más combatientes enHaarlem porque no es necesario: se llega incluso ahacer volver a un refuerzo de 400 hombres reciénllegados por considerarlos ya inútiles. Es más,algunos ancianos, mujeres y niños son sacados dela ciudad y enviados a Leiden y otras ciudadesrebeldes para aminorar el número de bocas que


alimentar. También se evacua a los heridos encombate, que son reemplazados por combatientesde refresco. En la época se calculaba que paradefenderse con éxito de un asedio bastaba con unaproporción de un combatiente en el interior de lavilla por cada diez sitiadores. A los seis mildefensores de Haarlem hubiera sido así necesariooponerles al menos 60.000 atacantes. El ejércitoreal solo llegó a rondar al final del asedio lostreinta mil hombres.Guerra de toda Europa.Como va a ser habitual en la guerra de Flandes,tanto las fuerzas defensoras como las atacantesestán integradas por una variedad denacionalidades. En Haarlem, sin contar a losvoluntarios de la propia ciudad, combaten valonesfrancófonos del sur de los Países Bajos junto aflamencos, holandeses y frisones, a los que seañaden alemanes reclutados por el príncipe deOrange, hugonotes franceses venidos de lafracasada resistencia de Mons o huidos de lamatanza de San Bartolomé en París, más losvoluntarios ingleses y escoceses, experimentadosen las campañas de Irlanda. En general, se trata desoldados instruidos en el arte de la guerra, y no demeros combatientes improvisados. Incluso elduque de Alba tendrá que reconocer a su pesar laeficacia y destreza con que se comportan en lalucha. Esta capacidad militar les permite noresignarse a una mera labor defensiva tras losmuros de la villa. Desalojan a los sitiadores yocupan espacios en las afueras de Haarlem dondeconstruyen fuertes y defensas para mantener lacomunicación con el mar interior y poder recibirapoyo y suministros.Un capítulo aparte —mencionado por los autoresprotestantes y, curiosamente, ignorado por loscatólicos— es la presencia entre estas fuerzas deHaarlem de una bandera de mujeres combatienteslideradas por una viuda, la señora Hasselaer, queda el tono épico de resistencia numantina a lalucha contra el invasor. Su sentidopropagandístico es evidente si se recuerdan elsignificado semejante de figuras como María Pitao Agustina de Aragón en nuestra historia: no haylucha patriótica sin heroína. Pero lodesconcertante es que, no ya los historiadorescatólicos contemporáneos, sino la propiadocumentación española —por lo demás bastanteextensa y detallada— no hagan mención alguna atal viuda y sus amazonas.Por el lado realista, y como evidencia de la guerracivil que es al mismo tiempo esta guerra deFlandes, encontramos a los mismos valones, másel apoyo que prestan los ciudadanos de la cercanaAmsterdam, además de los inevitables alemanes yel núcleo de españoles de los tercios, la mayorDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201249parte, supervivientes de la primera expedición conla que llegó Alba a los Países Bajos seis añosatrás. A ellos se deben añadir algunas fuerzas decaballería española, italiana, albanesa y alemana,y las tropas borgoñonas del barón de Chevreaux.Guerra sin cuartel.La guerra que se libra en torno a Haarlem tiene,además, el carácter de una guerra desesperada ysin cuartel. Desde el mismo comienzo del asedio,se suceden los actos de crueldad por ambas partes.Los soldados que uno u otro bando captura, sontorturados e interrogados para sacarlesinformación del campo enemigo, einmediatamente ejecutados. Generalmente, se lescuelga a la vista de los contrarios, para provocarun efecto desmoralizador: por parte de los deHaarlem, del revellín de Santa Cruz al principiodel sitio, y de las murallas de la villa después; enel campo realista en un cadalso especialmentepreparado para ello. Para aumentar el suplico, aveces se cuelga a los prisioneros de los pies, paraque la agonía sea más larga y cruel. Los católicosdestinan a muchos de los capturados al romper lossocorros enviados a la villa como carne de cañónen las peligrosas tareas de zapa. Los sitiadosrealizan salidas que tienen por objeto a loscentinelas realistas. Si se resisten a acompañarlesa la villa, donde generalmente se les torturará yejecutará después de sonsacarles información, seles mata sobre el terreno.Un caso particularmente espectacular y cruel —aparte del ya señalado del tonel de cabezas— es laejecución ritualizada que se produce en Haarlemen mayo de 1573, a la vista de los sitiadores: seejecuta de una sola vez a 12 prisioneros. No sonsolo soldados capturados en las salidas nocturnas,sino que esta vez se trata también de antiguosmagistrados considerados prorrealistas, además dela hija de uno de estos y de un sacerdote católico.Guerra de religión.El otro aspecto que remata el tono apocalíptico deesta lucha a muerte, es el de guerra religiosa. EnHaarlem se inaugura un tipo de provocacióniconoclasta que será muy repetida en otros asediosde los años siguientes. Con la negativa a permitirla entrada de una guarnición realista en la ciudady la purga de antiguos magistrados que se realizalos días anteriores a la llegada del ejército deFadrique de Toledo ante los muros de Haarlem, seprohíbe también el culto católico y se depredan lasiglesias y monasterios de la villa. Los calvinistasde la ciudad, a los que se han sumado antiguosvecinos de la misma religión que tuvieron quehuir para esquivar la represión de Alba y suTribunal de los Tumultos y han regresado al calorde la rebelión, son ahora los que controlan la


ciudad. Las imágenes religiosas desvalijadas delas iglesias se utilizan en los parapetos y defensasde la villa sitiada, y son, naturalmente cosidas aarcabuzazos por ambos contendientes.Es una provocación calculada contra los sitiadorescatólicos, y muy particularmente dirigida hacia loscombatientes españoles, que se retuercen deindignación ante una muestra tan blasfema dedesprecio a lo divino. En un caso, uno de lossoldados españoles trepará solo a una batería,afrontando el tiroteo con que le reciben los deHaarlem, para rescatar la imagen de una virgen,que arrastra dejándose rodar luego para conducirlahasta las trincheras españolas.A medida que se alarga el asedio sin que losrealistas se atrevan a lanzar otro asalto generalcomo los dos ya fracasados, los de Haarlemrealizan sobre las murallas, vestidos con ropassacerdotales, pantomimas blasfemas deprocesiones y misas católicas con el mismo fin deprovocar a los sitiadores.Alba en su laberinto.El asedio de Haarlem y los primeros reveses quesufre Fadrique de Toledo en el intento por tomarla ciudad, coinciden con la enfermedad del duquede Alba. A los habituales ataques de gota delseptuagenario duque, se suman problemaspulmonares que le tienen postrado durante mesesen su cuartel de Nimega. Su ausencia del campode batalla no es precisamente bien entendida. Lossoldados que combaten en Haarlem nocomprenden por qué las operaciones no las dirigepersonalmente su general, y a medida que sealarga el asedio cunde el desaliento, culpando alhijo de Alba, Fadrique, de ineficacia.Alba intentó imponer el silencio en todas lascomunicaciones con España, tanto acerca de lasduras condiciones que soportaban sus tropas anteHaarlem, como de las dudas de su hijo ante elalargamiento del cerco y de la disensión entre losmandos del ejército real sobre la conveniencia demantener el asedio. Pero su rival por el cargo, elduque de Medinaceli, criticó la dejación de Albaen dirigir directamente la campaña, rompiórelaciones con él y volcó su rencor contra el padrey el hijo en su correspondencia a Felipe II, a cuyolado está, socavando la posición del partido deAlba, el príncipe de Éboli y su facción en la corte.Medinaceli y Éboli argumentan que Haarlemhubiera pactado su obediencia al rey si se lehubiera permitido, como a Amsterdam, noalbergar una guarnición española. Fue laobstinación de Fadrique y de su padre, exigiendouna obediencia incondicional, la que habíaconducido a la situación actual. Acusan a lafamilia Alba de algo más: de haber buscadodeliberadamente la ruptura de las negociacionesDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201250con Haarlem para poder así asaltarla y saquearla,o por lo menos, entretener a sus tropas impagadasdurante el invierno con el asedio, en la esperanzade obtener a la rendición un buen saqueo o el pagode una fuerte contribución por evitarlo.Todos sospechan que Alba ha cedido elprotagonismo de la conducción de la guerra a suhijo, para allanarle, con el triunfo de la toma deHaarlem, el camino para sustituirle en el cargo. Yla sospecha no circula solo por Madrid. Elrepresentante del rey de Francia en los PaísesBajos, Claude de Mondoucet, también estáconvencido de que éste es el secreto designio del“duque de hierro”.Más allá de esto, se acusa a la política de Alba deser la causa de la actual rebelión, y se juzgaimposible que las provincias sublevadas vuelvan ala obediencia mientras el duque permanezca en sucargo de gobernador. Este último argumento ganapronto la titubeante voluntad del rey, harto de lascomplicaciones en Flandes, pero también del tonoaltivo y recriminatorio con que Alba le escribe undespacho tras otro exigiéndole más dinero y máshombres. Para enero de 1573, mientras la lucha enHaarlem se alarga, Felipe II ha decidido yasustituir al duque al frente del gobierno de losPaíses Bajos. Como la carta de presentar aMedinaceli como el “pacificador” se ha quemadotambién, recurre a su viejo amigo de la infancia yentonces gobernador de Milán, Luis deRequesens, a quien urge para que prepare sumarcha a Flandes. Requesens, se resistirá cuantopueda al nombramiento, y no sustituiráefectivamente a Alba hasta finales del año 1573.No le tuviera por su hijo.Sin embargo, el viejo duque de Alba no está nimucho menos ocioso en su retiro de Nimega.Mientras su hijo dirige el asedio, don FernandoÁlvarez de Toledo sigue ocupándose de todos losaspectos de la guerra. Coincidiendo con el sitio deHaarlem, desde Amberes se envían, una tras otra,expediciones de socorro a la ciudad deMiddelburg, única ciudad todavía realista en laestratégica isla zelandesa de Walcheren. Laconservación de esta villa es vital si se quierereconquistar Zelanda y, en particular, Flesinga, enla misma isla, puerto que controla ladesembocadura del Escalda, y que en manos delos rebeldes, estrangula literalmente el comerciode Amberes y de todos los Países Bajos.En el aspecto político, presiona para que enMadrid se ratifique su acuerdo con Isabel deInglaterra para poner fin a los embargosrecíprocos de 1568 que convierten a los inglesesen enemigos suyos, aunque no declarados. Si en lacorte se dice que este acuerdo no servirá de nada,pues los ingleses ya están interviniendo con tropas


en la presente guerra, aunque bajo la pantalla deser voluntarios no autorizados por el gobiernoisabelino, Alba argumenta que al menos con eltratado de amistad, se impedirá que Orange cuentecon el apoyo oficial de Inglaterra, que es lo que dehecho está persiguiendo con los embajadores queenvía a Londres.Alba se ocupa de acopiar todos los recursosdisponibles y hostiga al rey reclamando más.Enfrenta una crisis de suministros de pólvora, paracuya consecución debe recurrir incluso a que selos envíe su aliado el duque de Saboya. Seangustia con la falta de tropas, particularmente,las españolas. Piensa reclutar soldados suizos, a sujuicio, de mayor servicio que los alemanes,aunque más caros. Pero ante todo, necesitarefuerzos de españoles, los más aguerridos ydignos de confianza: solo con ellos en númerosuficiente podrá tomarse Haarlem.Para que estos asuntos se resuelvan, Alba decidemandar a España al capitán de caballos ligerosBernardino de Mendoza, quien años después seráuno de los historiadores más autorizados de laguerra de Flandes y aguerrido embajador ante losreyes de Inglaterra y de Francia. Mendoza esenviado a Haarlem, para que compruebe deprimera mano la situación del asedio, perotambién para que disuada a Fadrique y a losdemás mandos de cualquier tentación deabandonar la toma de Haarlem, en medio de ladesmoralización que ahora cunde en el ejércitorealista. En palabras del propio Mendoza,transmitió a Fadrique el mensaje de que su padre“no le tuviera por su hijo” si no continuaba elasedio; y que “cuando él [Fadrique] muriese en elasedio, vendría el propio duque [Alba] en personaa mantenerle, y faltando los dos, la duquesa, sumujer, de España, a lo mismo”. Aquellas palabrasparece que tuvieron un efecto inmediato en laresolución de mantener la lucha a toda costa hastalograr rendir Haarlem.En cuanto al viaje a España, Mendoza llegó aMadrid el 13 de marzo de 1573, y apenas un mesdespués, a mediados de abril, estaba ya de vueltaen los Países Bajos. Su misión ante Felipe II fueun éxito. Consiguió la aprobación del acuerdo conInglaterra, que se proclamará en mayo. Pero,sobre todo, logró 400.000 escudos para el ejércitode Flandes y la promesa de envío de 300 caballosy 25 banderas de soldados españoles (5.000hombres) que debería encaminar el gobernador deMilán, Requesens, con toda urgencia, haciaHaarlem. Va a ser la segunda expedición de tropasespañolas que atraviesen el Camino Español queune Milán con los Países Bajos a través deSaboya, el Franco-Condado y Lorena paradesembocar en Luxemburgo. La expedición,además, lo hará con enorme celeridad, puesDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201251apenas empleará 42 días en hacer el largotrayecto, y mil arcabuceros al mando del capitánLuis Gaitán llegarán anticipadamente a Haarlemen junio.Derrota de los alemanes.Mientras Mendoza se encontraba en España, losdefensores de Haarlem consiguieron el 25 demarzo de 1573 una brillante victoria sobre elcampo de las fuerzas alemanas al sur de la ciudad.Ante un ataque combinado por cuatro puntos de10 compañías rebeldes reforzadas por otros 200valones y franceses, los alemanes del ejército realcaen en el pánico y, después de disparar una solavez sus cañones, se retiran en desbandada. Almenos ochocientos de ellos caen muertos en lapersecución que sigue y dejan, además, todo sucampo abandonado al enemigo. Los rebeldesponen fuego a 300 pabellones en que se alojan lastropas y se hacen con 7 piezas de artillería decampaña, junto con caballos, vacas, morriones,arcabuces, coseletes, espadas. Incluso desvalijanlas monedas, joyas y vestimentas dejadas por loshuidos o por los muertos. Como trofeo se llevan ala ciudad, para exhibir en sus baluartes, nuevebanderas arrebatadas a los alemanes.El resultado es que la desmoralización se adueñahasta tal punto de los combatientes germanos queamenazan con amotinarse si no se les refuerza contropas españolas. Pero esto es más fácil de pedirque de lograr en aquel momento. Finalmente,Fadrique apenas puede enviar a una sola banderaespañola al mando del capitán Martín de Eraso.La compañía de Eraso se encuentra tan mermadaque apenas la forman ya 60 españoles. En losmeses siguientes no quedará otra alternativa queconstruir en esta zona sur que defienden losgermanos una trinchera continua desde el campoalemán hasta el mar interior que permita así aislarla ciudad por esta parte.La lucha por el control del Haarlemmermeer.Aparece cada vez más claro que la clave de lacaída de Haarlem es le control del mar interiorque comunica la ciudad con la base de suministrosorangistas de Sassenheim y con la importanteciudad de Leiden, al sur de Haarlem. En cuantocomienza el deshielo, una armada rebeldecomienza a operar en aquel mar y en la propiaciudad se construyen barcos de poco calado eincluso cuatro galeras, hasta alcanzar los docenavíos, que unidos al más de un centenar que lesapoyan desde el sur se enseñorean delHaarlemmermeer y pueden transportar alimentos,municiones, refuerzos e incluso piezas pesadas deartillería. En las bocas del río Sparn que comunicacon el lago, los defensores levantan, comoprotección de estas armadas, dos fuertes que con


sus cañones que sirven de fondeadero a los barcosrebeldes.Los realistas, en cambio, no tienen ni un solonavío en el lago al comienzo del asedio. Enmarzo, sin embargo, el conde de Bossu,gobernador real de Holanda, convertido enalmirante de la flota realista, consigue pasar suarmada de barcos de Amsterdam alHaarlemmermeer. Es una operación complicadaque requiere romper el dique que contiene lasaguas del río por medio de un pequeño ejército dezapadores y de tropas que deben vencer laoposición de los rebeldes, quienes atacan con susbarcos para impedirlo. Además, después depasada la armada de algo más de 60 naves, sedebe reconstruir el dique.“Batalla de Haarlemmermeer” Hendrick Cornelisz VroomDe mayor porte que sus rivales y con una dotaciónde aguerridos soldados a bordo, los barcos deBossu van a ir logrando poco a poco el controlsobre el Haarlemmermeer, o al menos estorbar lobastante la navegación por él como para dificultarla llegada de suministros. Pero el gran fuerterebelde del Higo, sigue sirviendo de refugio a laarmada orangista y no es fácil de rendir sin unafuerza abrumadora. El 28 de mayo de 1573, lafuerza naval rebelde dirigida por el almiranteBrandt y el barón de Battenbourg (lugartenientedel príncipe de Orange que sustituye en el cargo alcaído en desgracia Guillermo de La Marck),intentan recuperar el dominio sobre el lago consus más de cien naves. El resultado es un desastretotal. Las tropas embarcadas en la flota realistaconsiguen abordar y capturar más de veinte barcosrebeldes, hundir otros, masacrar a sus dotacionesy poner en fuga al resto.La batalla de las vacas.La consecuencia más inmediata es que el famosofuerte del Higo debe capitular a los pocos días ylos de Haarlem se quedan sin un cómodo accesoal lago. La situación de la ciudad comienza así ahacerse cada vez más desesperada. Desde casi elcomienzo del asedio se han tasado los alimentos.Ahora se va a ir reduciendo la ración diaria deDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201252alimentos: los combatientes apenas tienen derechoa una libra (menos de medio kilo) de pan; el restode la población se debe conformar con muchomenos de esto. La ración de los respetablesburgueses de la villa se iguala con la que hastaentonces estaba destinada a los bribones sin oficioy a las prostitutas. Uno de los combatientesingleses, Roger Williams, calculaba que en esemomento sobraban en la ciudad más de mil bocas,que la pérdida del control del Haarlemmermeer yano permite evacuar hacia Leiden.Para disimular esta situación, los asediados lanzansobre el campo realista panes, pero un sargentoescocés fugado de la ciudad en junio comunica alos españoles que Haarlem no podrá resistirmucho más pues el hambre empieza a matar a sushabitantes, que tienen ahora que recurrir acomerse el cuero y cualquier inmundicia parasobrevivir. La tensión entre los propios defensoresha crecido hasta el punto de que, después deimponer a todos los habitantes de la ciudad laobligación de declarar los alimentos quealmacenan en sus casas, los soldados se toman lalibertad de asaltar los domicilios de los burguesesy se apoderan de cuanto consideran útil. Hayincluso un conato de amotinamiento de las tropasy un enfrentamiento con las autoridades de laciudad, algunos de cuyos representantes sonamenazados con las armas.Los meses de mayo y junio asisten, por lo demás,a una curiosa guerra que deja cuantiosasescaramuzas y víctimas por la posesión de lasvacas de Haarlem. Los defensores sacan a pastar asus rebaños de bovinos a zonas protegidas a tirode arcabuz cerca de las puertas de la villa y de losfuertes que aun conservan en el exterior. Lossitiadores intentarán arcabucear a los animales oincluso capturarlos para servirse de ellos yrestárselos a las bocas de los rebeldes. Con ello seproducen constantes y sangrientos combates enque cada vez la suerte se inclina de uno de losbandos.Los saltadores de fosos.Aunque el espíritu combativo de los defensores nodecae y se hace incluso más desesperado, cadavez resulta más difícil mantener el esfuerzomilitar. A la escasez alimentaria se suma ahorauna dramática falta de pólvora. Los rebeldesrecurren al expediente de emplear a los queBernardino de Mendoza llamó “springstock”:combatientes vestidos de la manera más ligeraposible, armados solo con pistoletes y que utilizanalgo parecido a una pica, pero más corta, que enrealidad se trata de una pértiga, con la que saltanfosos y trincheras de los sitiadores en una velozcarrera por atravesar sus líneas. Su viaje es de iday vuelta. Una vez llegan a Sassenheim o Leiden,


se cuelgan a las espaldas un saquito de pólvora de25 libras (unos 11 kilos y medio) y deben cruzarde nuevo las líneas enemigas para llegar aHaarlem con la preciada carga.La respuesta de los sitiadores, como antes en elcaso de los patinadores sobre el hielo, es aprenderdel enemigo. Los soldados españoles sedesembarazan de protecciones y vestimenta queestorbe, y armados igual de ligeramente y conpértigas, salen al encuentro o en persecución delos “springstock”, cazando a muchos de ellos.En todo caso, los defensores también intentan, y aveces consiguen, hacer llegar a la ciudad barcascon pólvora por los canales que comunicanHaarlem con el lago y que en muchas ocasioneslos sitiadores aún no han logrado controlar deltodo.A principios de junio, a las fuerzas reales yasituadas en posiciones fortificadas alrededor de laciudad y combatiendo por cada centímetro deterreno y por cada vía acuática se van a irsumando dos regimientos más de valones, uno dealemanes, nuevos soldados españoles procedentesde Zelanda y, sobre todo, los dos tercios querecorren a marchas forzadas el camino español yvan a estar presentes en los últimos combates porla conquista de Haarlem.La estrategia de Guillermo de Orange.Cuando su segunda invasión de los Países Bajosfracasó ante Mons en septiembre de 1572 y suejército comenzó a desintegrarse, el príncipe deOrange decidió replegarse sobre Holanda ydeclaró épicamente que se proponía hacer de éstaprovincia y de las islas y ciudades rebeladas deZelanda “su tumba”. En realidad, comogobernador o stahdtuder que había sido deHolanda, conocía muy bien las características deesta región y su capacidad de ofrecer resistencia,por sí sola, al ejército real, incluso si éste actuabacon rapidez contra las villas sublevadas.Aprovechó, además, el tiempo precioso que ledaban aquellos meses para “purgar” lasautoridades locales de cada ciudad de lospartidarios del rey que hubiera, situando en sulugar a personas leales a su causa exactamente delmismo modo que vimos se hizo en el caso deHaarlem al comienzo de su rebelión.Aunque Orange sabía perfectamente que laresistencia contra el gobierno de Bruselas estabacondenada al fracaso a medio plazo si no seproducía una intervención extranjera en su apoyo,también conocía que podría mantenerse, por suspropios medios, solo con las pequeñas ayudas de“voluntarios” ingleses y escoceses, hugonotesfranceses y tropas mercenarias alemanas. Parasostener su pequeño ejército, hizo aprobar en lasciudades rebeldes impuestos que excedían conDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201253mucho las nuevas tasas que había pretendidoimponer el gobierno del duque de Alba. Calculabaque podría obtener así la nada desdeñable cifra de900.000 florines al año.Sin embargo, Haarlem y su resistencia a ultranzase había convertido en una auténtica pesadillapara el propio Orange. Desde al menos marzo de1573, y a pesar de los éxitos en su resistencia, elpríncipe era consciente de que no podría socorrereficazmente a la ciudad y confesaba a su hermanoLuis de Nassau que “no veo ningún modo dehacer levantar el asedio”. Pero precisamente porello, la lucha de Haarlem se podía volvercompletamente en su contra si era abandonada asu suerte: las demás ciudades rebeldes podíandesertar de su causa y entregarse al enemigo.Esta situación va a determinar toda la actuación deOrange ante el asedio de Haarlem. Por un lado,hará todo lo posible por alargar la resistencia ysocorrer a los asediados. Pero esto lo hará, con laconciencia plena de la inutilidad final de talresistencia. Como el hábil político que es,sacrificará a Haarlem y a los miles de hombresque van a morir acudiendo en su socorro, asabiendas de que la suerte de la ciudad estáechada para conservar su prestigio como líder dela rebelión. Con todo, su temor permanente va aser que la caída de Haarlem hunda su liderazgo yarrastre a otras ciudades, si no a todas, a buscar lavuelta a la obediencia al rey. Solo la llegada de suhermano Luis desde Alemania con un nuevoejército allí reclutado podría permitir dar unvuelco a la situación. Pero en realidad, tal ejércitono va a llegar hasta el año siguiente de 1574.Entonces, su entrada en escena obligará al ejércitoreal a levantar el asedio sobre Leiden (al sur deHaarlem), pero será completamente destrozadopor los españoles en la batalla de Mook (abril de1574), donde morirán los hermanos de Orange,Luis y Enrique.Nuevo ataque a los diques.Mientras en Haarlem las cosas se complican paralos sitiados y la ciudad se da ya por perdida en elcuartel general de Guillermo de Orange en Leidense queman los últimos cartuchos de apoyo a lossitiados. El 25 de mayo de 1573, un ataquecombinado contra todo el campo sitiador queincluye el asalto a los fuertes realistas, eldesembarco de tropas orangistas desde elHaarlemmermeer y la salida masiva de fuerzasdesde la ciudad pone a prueba el dispositivo deasedio de Fadrique de Toldo y sus hombres. Elresultado es un fracaso y una pérdida de hombres.En palabras de uno de los mandos españoles “estafacción, a mi parecer, es la que da ganada la villa,y ha sido la más importante que aquí se hahecho”.


A principios de junio los rebeldes, encabezadosesta vez por uno de los históricos gueux de mar,Sonoy, ocupan por segunda vez el dique quecomunica Utrecht con Amsterdam, y también elque une ésta con Naardem, donde construyenfuertes para cortar el paso y resistir. No ya solo elcampo realista, sino la propia Amsterdam, quedaahora amenazada de hambre. Una fuerzaencabezada por Francisco de Valdés yNoircarmes, y la avanzada de mil arcabucerosespañoles llegados a toda marcha desde Italia, sonenviados inmediatamente a recuperar losestratégicos diques.Alba, sin embargo, no las tiene todas consigo y sedesfoga en su correspondencia diciendo que elcorte de estos diques “es lo que siempre he temido[…] que parece necesario aventurarlo todo porecharlos, que de ninguna manera queden”, y encuanto a él mismo “yo quedo de manera que no sécómo he podido escribir estos renglones”. Se hacenecesario distraer cuatro mil hombres en cada unode los diques para impedir que vuelvan a sercortados.Situación desesperada de Haarlem y últimosocorro.Estos fracasos dejan la ciudad en una situaciónimposible de hambruna. Uno de los mandosrealistas, apiadado, describía la situación: “haquerido Dios dar el castigo a los de Haarlem quedio a Jerusalén; porque sabemos que han comidoniños las tetas de sus madres; muerto hombres asus mujeres por que no se desesperasen de hambrey otras muertes desesperadas que ha habido, deespantar en tanta manera que me ha dado la mayorpena”. Los últimos mensajes que se envían conpalomas a Orange se escriben literalmente consangre, anunciando que no pueden resistir más elhambre. En la catedral de San Bavón se cuelgauna bandera negra en aviso de la situacióndesesperada.Los dos primeros días de julio se producencontactos entre los sitiados y los sitiadores. Lasconversaciones tratan de la rendición, pero noconcluyen en nada porque las tropas orangistaspretenden poder abandonar Haarlem con susarmas y bagajes, y con libertad de dirigirse adonde quisieran. Fadrique de Toledo y su padre,que ven por fin a su alcance la victoria después detantos sufrimientos, no piensan permitir quetropas que se han mostrado tan diestras en ladefensa de Haarlem puedan marchar a reforzarcualquier otra villa rebelde.Por sus espías, ambos conocen la situacióndramática dentro de la ciudad y la disensión quecomienza a anidar en ella acerca de la rendición, yFadrique prepara un asalto general para el día 2 dejulio de 1573. Se han cavado canales y preparadoDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201254barcas con puente a la altura de las murallas quepermitirán navegar por el foso que rodea la ciudady “desembarcar” en lo alto de las murallas lastropas listas para apoderarse de la ciudad. Sinembrago, cuando llega el momento, se desata unatormenta de viento y granizo que hace imposibleel asalto. El propio ingenio con puente es abatidopor la inclemencia y 40 soldados se precipitan alfoso.Los de Haarlem resisten ahora con la solaesperanza de que llegue un gran socorroprometido reiteradamente por Orange y que, alfin, tras muchos retrasos, es enviado el 8 de julioal mando del ya varias veces infortunado barón deBattenbourg. De nuevo, su suerte es tandesdichada como la de los anteriores intentos desocorrer masivamente a la villa. El socorro locomponen algunas tropas mercenarias francesas einglesas, pero el grueso son inexpertos burgueses,principalmente de Leiden, quizá hasta cinco milhombres con alguna caballería. Los realistas, yparticularmente, las tropas españolas, dan en él ylo destrozan. Alba asegura en sus despachos al reyque quedaron sobre el campo 3.000 enemigos. Esmás ajustado rebajar esa cifra a un tercio de lamisma. Pero el efecto es el mismo: los 300 carrosde suministro que llevaban, nunca llegarán a lahambrienta Haarlem. El propio Battenbourgmuere en el enfrentamiento, los supervivientes sedispersan y alcanzan a duras penas Leiden, dondelos familiares de algunos de los expedicionariosmuertos, protestan y atacan con piedras la casa delmismísimo Orange.Rendición y castigo.La derrota del último socorro convierte eninsostenible la situación de la ciudad asediada.Las tropas que la defienden deciden en un primermomento hacer una salida armada y abrirse pasohacia Leiden, escapando a la vez del hambre y larendición. Especialmente desesperada es lasituación de los valones, franceses y británicos,que saben —unos por haber combatido ya enMons e incumplido su promesa de no volver atomar las armas contra el rey, y otros por serfuerzas extranjeras no reconocidas oficialmentepor sus gobiernos— que no pueden esperarclemencia alguna del vencedor. Los alemanes,unos 600, en cambio, pueden estarrazonablemente seguros de que, al menos, su vidaserá respetada.Las protestas de los burgueses máscomprometidos en la rebelión y de las mujeres,que temen verse sometidos al pillaje de losvencedores si la ciudad queda indefensa hacencambiar momentáneamente la intención de lossoldados. Durante unos días se piensa en haceruna salida en masa, con las tropas flanqueando a


la población civil. Pero el proyecto, difícilmenterealizable, se cuartea ante la negativa de losalemanes a sumarse a él.Así las cosas, las conversaciones de rendición sereanudan y esta vez culminan con un acuerdo,aunque draconiano para los vencidos. Haarlem ysus fuerzas se entregarán a merced de Fadrique deToledo. La ciudad no será saqueada, pero deberápagar 240.000 florines (60.000 ducados) comoredención. Los primeros cien mil florines demanera inmediata, y el resto en el término de tresmeses. De los combatientes, los que hubieranincumplido el anterior juramento de no volver ahacer armas contra él serían ajusticiados. A losalemanes se les desarmaría y se les escoltaríafuera de los Países Bajos.En el momento en que se firma la rendición, queserá efectiva el 14 de julio de 1573, algunosdefensores ya están desamparando las defensas eintentando huir. Los fosos y la vigilancia de losasediadores lo impedirán y la mayoría regresarána la ciudad. A las mujeres, ancianos y niños, y alos combatientes se les asignan distintos edificiosreligiosos de la villa y el ayuntamiento comopuntos de reunión y entrega de las armas.Las tropas de Fadrique de Toledo ocupan laciudad y a partir del 15 comienzan las ejecucionesde las tropas rendidas. Entre 1.700 según lasfuentes rebeldes, y 2.300 de acuerdo con losrelatos españoles son ejecutados: colgados,decapitados e incluso ahogados en el río Spaarne.Algunos magistrados de la ciudad nombrados porOrange son también ajusticiados, aunque lamayoría permanecen arrestados en garantía delcumplimiento del pago de la redención acordada.La propaganda rebelde, lógicamente, sacarápartido de esta falta de clemencia mostrada por losvencedores. Alba, en cambio, no tiene dudasacerca de la oportunidad de la medida. Si hubieradejado marchar a los soldados derrotados enHaarlem, estos hubieran servido de refuerzo a lasguarniciones de las otras villas, que aún había querecuperar.”Ejecuciones de las tropas rendidas en Haarlem”DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201255Es significativo lo que sucede con los 600alemanes a los que se les perdona la vida, y quehabían salido escoltados de Haarlem el 7 deagosto. Al llegar a Niwerkerke, en unaemboscada, son liberados por tropas rebeldes almando del capitán Broeckhuyse y pasan de nuevoa servir en las fuerzas orangistas.Victoria pírrica.La batalla por Haarlem ha estancado la rápidarecuperación por parte del ejército real de laszonas sublevas desde abril de 1572. Aunque laciudad finalmente ha caído partiendo en dosHolanda, en los meses de asedio, Orange hatenido tiempo de reforzar las demás villas y, loque es más importante, de asegurarse su lealtadcolocando a autoridades ad hoc que no estarán yadispuestas a rendirse al duque de Alba.El ejército de Alba ha perdido unos cuatro milhombres en los combates por Haarlem, entre ellos800 insustituibles veteranos españoles.Prácticamente todos los mandos del ejércitositiador han sido heridos o han muerto, incluidosel ingeniero Campi y el jefe de la artilleríaCressoniere. El propio Fadrique se libró demilagro de una grave herida.En las filas rebeldes ha sucedido lo mismo.Muchos de los capitanes y el ingeniero de laciudad Jacques Janssens, han muerto en loscombates. Las pérdidas de hombres entre losdefensores fueron menores, en torno al millar,pero muy numerosas entre los que lucharon en elHaarlemmermeer, en los fuertes, en los intentosde socorrer a la ciudad y de cortar los diques.Fácilmente se pueden duplicar o aun triplicar laspérdidas sufridas por los realistas y no debieronser menos de diez mil. A lo que hay que sumar lasvíctimas de la represión tras ocupar la ciudad, queno estarían muy lejos de los dos milexperimentados soldados.De momento, la derrota en Haarlem deprime albando rebelde. Alba aprovecha para enviarmensajes a las ciudades rebeldes prometiendoclemencia si vuelven a la obediencia real yadmiten guarniciones en sus villas. Pero noobtiene ninguna respuesta positiva. Mientras, suposición se debilita más al estallar entre las tropasespañolas que acaban de ganar Haarlem un motín,en agosto de 1573.Según su costumbre, los españoles se amotinandespués de haber cumplido su trabajo con laconquista de la ciudad. Lo hacen, además, demanera ordenada: expulsan de sus filas a susoficiales, incluso al reputado Julián Romero.Escogen un “electo” cuyos bandos han decumplirse sin que se pierda un ápice de ladisciplina. Frustrados por no poder saquear


Haarlem y viendo que la redención impuesta a laciudad no llega para pagarles, reclaman los 28meses de sueldo que se les adeudan. Ni Fadrique,ni el popular Chapino Vitelli, ni el propio Alba,que les conmina y hasta les ruega desdeAmsterdam pueden convencerles de que vuelvana la obediencia. Solo el pago de 30 escudos porcabeza al cabo de más de un mes de motínresuelve provisionalmente la situación.Curiosamente la noticia del motín de losespañoles en Haarlem, en un primer momentollena de aprensión a Orange, quien teme que suejemplo se contagie a sus propias fuerzas, tambiénimpagadas. Pero vistas las cosas con perspectiva,el amotinamiento le favorece. Las tropasespañolas tardarán en ponerse en campaña contrasu siguiente objetivo: la villa de Alkmaar, en elWaterland (literalmente “país de agua”) del nortede Holanda. Cuando lo hagan la ciudad ya sehabrá reforzado, y al verse apretada, romperá losdiques e inundará el campo realista obligando alevantar el asedio.Es la última acción de los Alba en los PaísesBajos. Aunque coincidiendo con la toma deHaarlem, su rival en la corte, Éboli, ha fallecido,Luis de Requesens llega a Bruselas como nuevogobernador en noviembre de 1573. Al messiguiente, el duque de Alba y los suyos inician suviaje de vuelta a España desandando el caminoque habían hecho en 1567 para embarcarse enGénova de regreso a España. Llegará discutido,desprestigiado y derrotado.En Haarlem se ha decantado la suerte de sugobierno de seis años sobre los Países Bajos. Unarápida conquista de esa ciudad hubiera podidoarrastrar la vuelta a la obediencia de muchas otrase impedido que Orange se consolidara. Alcomienzo de la campaña, Alba todavía podíaacariciar la idea de vencer y dejar como herederoa su hijo Fadrique. Al final, a pesar de la costosavictoria, su prestigio estaba arruinado.Significativamente, sus enemigos sienten un granalivio con la destitución de Alba, empezando porDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012el propio Guillermo de Orange, que ve en lamarcha del duque la oportunidad de consolidar suresistencia en las provincias del norte. El militaringlés Roger Williams, que combate junto a losrebeldes contra los españoles juzga un enormeerror de los consejeros de Felipe II esta sustituciónde Alba por Requesens. En su opinión, siFernando Álvarez de Toledo hubiera continuadoen su cargo hubiese terminado por controlar lasprovincias rebeldes, porque “para decir la verdad,la furia y la resolución bien usadas o ejecutadashabían sido los únicos medios para sofocar a esanación” neerlandesa.Luis de RequesensPara la Monarquía Española, las consecuencias amedio y largo plazo, fueron aún más onerosas. Larebelión de 1572, que hasta el asedio de Haarlemparecía que podría ser aplastada como en 1566 y1568, se convierte en una larga guerra de desgastepor la que se van a despeñar, devorándolo todo,las riquezas y los hombres, alargándose durantesiete décadas más.56


HISTORIADESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012OBRAS PÚBLICAS Y MODERNIZACIÓN URBANA ENVILLARRUBIA DE LOS OJOS (1760-1765) 1ª parteJuan Díaz-PintadoLa segunda mitad del XVIII fue la etapa porexcelencia en que más puentes se construyeron yrepararon, en coincidencia con el empeoramientodel clima y el aumento de la pluviosidad, por sercomplementos fundamentales de caminos ypoblaciones. Debido a la falta de fondosmunicipales, las desavenencias entre instanciasadministrativas, las a veces caóticascontabilidades de las haciendas locales y laparsimonia burocrática bastantes infraestructurasse habían arruinado o cuando menos, deterioradosin remedio durante la centuria anterior. Unasveces fueron las riadas y avenidas, los desmadresde la corriente, originados por las lluvias deinvierno, los que provocaban el desmoronamientode los machones y acababan destruyendo laestructura, otras, el paso constante de tropas ycarruajes. Mucho tuvo que ver en el apoyo a losproyectos de ensanchamiento de las calzadas y laregulación de la corriente mediante el aumento delnúmero de ojos la nueva figura institucional delintendente provincial, urgido por las demandas deun campesinado que, aunque lentamente,empezaba a ser permeable a las ideas ilustradas deprogreso y mejora. Se aprovechaba el estiajeveraniego y de principios del otoño para levantarlos pilares y desviar la corriente, la denominadaagua mansa, mediante un dique de contenciónformado con dos hileras de palos separados y unrelleno de barro, carrizo y algas (1).Asimismo entre las prioridades de la política demodernización urbana de Carlos III estuvo lamejora viaria, la edificación de nuevasdependencias públicas y el acondicionamiento deotras, bien por ser inadecuadas o por llevar más deun siglo descuidadas.Precisamente para realizar obras en puentes,ayuntamiento y calles venían las autoridades deVillarrubia de los Ojos solicitando licencia alConsejo Real o de Castilla desde 1760, cuyosfiscales no estaban predispuestos en principio ainformar favorablemente estas y otras peticiones57debido a los excesivos gastos que comportaban. Elempedrado de plaza, calles y calzadas se hallabaen mal estado y el de muchos tramos, destrozado,por no haber sido objeto de arreglos durantealgunos años con la consecuencia de dificultar elpaso de personas, caballerías y carruajes y dañarla salud pública, lo que traía causa de las aguasdetenidas. A su vista el ayuntamiento acordabarealizarlos, para lo cual elevaba el 21 de marzo de1760 una representación al Consejo, que ya teníaconocimiento de esa necesidad a través de uninforme del procurador sindico general (2),Alfonso de León, que el 15 y 31 de mayo obteníarespuesta favorable a su demanda, a condición deque los expertos realizaran el reconocimiento yposterior proyecto.Actuando en consecuencia el Consejo disponía el14 de abril de 1761 la salida a subasta de losexpresados reparos y una vez celebrado el remate,que se arbitrara el importe. Pero el plan no llegabaa tener efecto debido, por una parte, al estado dedesolación en que se hallaba el vecindario a causade la plaga de langosta y, por otra, a que el 15 demayo se había considerado más perentorio invertirese dinero en otras obras: la reparación del puentedel Conde (3), sobre el río Gigüela, laconstrucción de uno nuevo en la Madre Chica,paso común de labradores hacia sus fincas y engeneral de todos los transeúntes que tomaban laentrada principal del pueblo, por donde eninvierno no podían transitar personas, caballeríasy carruajes sin atascarse y exponerse a sufrirmuchas desgracias, y el sobrante en la reforma delayuntamiento, a cuyo fin se había pedido yvolvería a pedirse permiso al Consejo el 13 dediciembre de 1760 y 19 de junio de1761.El costo del empedrado estaba regulado en 10.642rs. y el de arreglar calzadas y caminosobstaculizados por barrancos y charcospantanosos, localizados principalmente a laentrada del pueblo, en 6.385 rs., que si laContaduría General de Propios o fondos


municipales aceptara se satisfarían merced a ladeuda en concepto del suministro de carbón, quela Real Junta de Abastos de Madrid tenía con estapoblación, la cual por entonces estaba libre decensos (préstamos con garantía de hipoteca) ycréditos contra sí.De este modo los cabildantes y el escribano,acompañados de Andrés Ruiz de la Sierra,acreditado maestro alarife versado en este tipo deobras, vecino de Daimiel, a quien en 1760 habíannombrado con ese objetivo, reconocían ambossitios, tras lo cual el 19 de junio presentaba elcorrespondiente proyecto al gobernador (4),licenciado don Francisco Mena, y demásintegrantes del consistorio (5). Por lo referente alpuente del Conde la reconstrucción era tanapremiante que demorarla originaría mayoresgastos. Se construirían de cal y canto dos ojosnuevos de 2 varas de vano y de la misma longituddel puente; la rosca y el interior, de 2,5 pies degrosor y los frentes externos, de ladrillo, materialmás barato que los sillares. A su entrada, llegandode Villarrubia, necesitaba una calzada de 30 varaslineales (25,2 ms. a razón de 0,84 cms.), libre dehoyos fangosos y que tuviera ramales ocontrafuertes, igualmente de cal y canto macizado,enrasado con el puente. El terreno dondefinalizaría y su intermedio serían afirmados ynivelados a base de piedra, casquijo -piedramenuda- y tierra. En el lado opuesto se construiríaotra calzada, si bien de 80 varas y de la anchuradel puente, y tres ojos nuevos, similares a losapuntados, con idénticos ramales de cal y canto yterraplén intermedio.En cuanto a los ojos antiguos, que se hallabanprácticamente hundidos, las murallas, en granparte caídas, y los cubos y tajamares (6), en estadoruinoso, demandaban un revoque de cal y canto.Así quedarían como los nuevos, además de con elfundamento y el solado de 1 vara bajo lasuperficie. Los antepechos o pretiles de amboslados y de todos los ojos, serían de cal y canto, 1vara de altura y 2 pies de grueso para ofrecerresguardo tanto a personas como a caballerías.También era preciso empedrar todo el puente (laparte vieja y los extremos) a base de piedra yguijarro cebado con lechadas de cal y arena a finde darle mayor fortaleza. Por lo que hacía a lascalzadas, recibirían una capa de arena dejando elcentro realzado, con objeto de que las aguastuvieran corriente y no se formaran baches.Asimismo la madre del río, sucia y muy inundada,quedaría acerada y limpia arriba y abajo delpuente en toda la anchura de los ojos y unalongitud de 20 varas, de forma que el agua pudieraentrar y salir libremente. En suma se actuaríasobre un total 200 varas lineales. Finalmente sepondrían “cespederas” fuertes de 2 varas deDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201258grosor en diferentes rompimientos de la presa dela madre por el lado norte, cerro arriba, endirección a Villarrubia. Materiales, conducción ymano de obra costarían 19.745 rs.Respecto a la Madre Chica, en ella se levantaríaun puente de cal y canto con tres ojos (el central,de 3 varas de hueco y los de los costados, de 2varas) y una anchura de 6 varas sobre cimientos ysolado de 1 vara de profundidad. Los machos (7)tendrían 1 vara de grosor y los dos ramales de losextremos, 4 varas. Los frentes de los ojos seformarían de ladrillo y el intermedio de la rosca,de lancha, cal y canto de 2,5 pies de grueso. Unavez enrasado se levantaría un antepecho de 1 varade altura y 2 pies de grosor (1 pie=0,28 cms.) deigual material. Las 17 varas de longitud estaríanempedradas de guijarro cebado con una lechadade cal y arena que garantizaría su firmeza. Elcosto por los tres conceptos alcanzaba 5.814 rs.,que unidos a la partida anterior sumaban 25.559rs.Arroyo de la Madre ChicaEllo no obstante la villa prefería que se leconcediera licencia para sacar las obras a subastapública, tal como era preceptivo, por si habíaquien las realizara por menor costo, en atención aque había decidido emprender además otras muynecesarias, a saber, el arreglo de la torre delayuntamiento, que se hallaba muy deteriorada,transformándola en cárcel, y la construcción de unoratorio y unos soportales o cobertizo sobre lapuerta de la carnicería, del peso y repeso, dondepudieran situarse los vendedores de frutas,legumbres y otros géneros, que hasta ahora lohacían al descubierto, en la plaza. O sea, el mismoproceso de mejora de edificios municipales quepronto se iniciaría en otras poblacionesmanchegas. Y es que Andrés Ruiz había declaradoel 30 de abril de 1762 que el matadero se hallabadesmontado y las tapias a punto de caerse e igualel cuarto de pesar carne. En vista de lo cual seríamás ventajoso vender la carnicería y hacer una


nueva en el ayuntamiento viejo. Pero como el 24de abril nadie había participado en la subasta huboque recurrir a fondos públicos. Así hasta queManuel González Archidona ofreció 1.200 rs.Dado que para sufragar estos proyectos la villacontaba con el dinero del carbón antes apuntado,conforme a la escritura otorgada el 12 denoviembre de 1757 ante el escribano de eseabasto, Bernardo Nicolás Aricio, el 6 dediciembre de 1761 el secretario, don Vidal Lópezde Azcutia, presentaba de orden del Consejo elestado de esas cuentas. Con arreglo a dichocontrato el denominado año 6º de laadministración se había realizado un suministropor importe de 26.131 rs. y 18 mrs., de los quesegún informe de 14 de marzo de 1761 nada seadeudaba. El año 7º fueron enviados 1.671 carrosy una sera o espuerta grande con 112.471 arrobasde carbón, de las cuales rebajada la tara (el pesode los carruajes, es decir, 13.370 arrobas y 2/3, arazón de 8 arrobas por carro), resultaban de pago99.100 arrobas y 1/3, que al precio de 15 mrs.importaban 43.720 rs. y 25 mrs., cantidad un 67 %superior a la precedente. Por último el año 8º loscarros enviados fueron 1.055, 16 menos, y 2 serascon un peso de 71.415 arrobas, de las quedescontada la tara (8.445 arrobas y 1/3) quedaban62.969 arrobas y 2/3, por valor de 27.780 rs. y 26mrs., que sumados a los 43.720 rs. y 25 mrs.anteriores componían 71.501 rs. y 17 mrs. Perocomo los días 11 de enero, 19 de febrero y 1 deabril de 1760 se habían hecho efectivos aVillarrubia 37.334 rs. y 22 mrs. sólo se leadeudaban 34.166 rs. y 22 mrs. En definitiva delos montes huecos de la villa habían salido en untrienio 221.300 arrobas de carbón con destino aMadrid (8). Luego por muy regulada que estuvierala extracción –de hecho las órdenes se cumplíanrelativamente- la superficie arbolada teníanecesariamente que acusarlo.Así las cosas se dio notificación al Consejo, que el30 de julio de 1762 ordenaba al intendente (9) deLa Mancha, conde de Benagiar, tomarinformación y razonar si era cierta dichanecesidad y si los puentes eran de uso privativo deesta población o también los cruzaban gentes deotros pueblos, en cuyo caso éstos deberíancontribuir a su arreglo. El 13 de agosto cumplía loordenado adjuntando la aprobación delayuntamiento y las declaraciones de seis testigos,reveladoras de que la obra de la torre estabaconcluida, pues no admitió dilación, y la delportal, tasada en 11.200 rs., aguardaba la orden deiniciarse. Y ello porque, en opinión del alarife, erapreciso reedificar la pared maestra o medianeradel ayuntamiento y las cámaras del pósito, obraque se hallaba pendiente de una resolución delmarqués de Campo Villar, secretario del despachoDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201259de Gracia y Justicia y Superintendente General dePósitos.En relación con esa pared los términosestablecidos el 7 de julio de 1764 por el maestroAndrés Ruiz para la entrega de los 33.000 rs. queimportaba eran éstos: la mitad para la adquisiciónde materiales –el acarreo correría de cuenta de losvecinos- en el momento que la obra estuvieramediada y la otra mitad a la conclusión y cuandohubiera recibido el visto bueno de los maestrosalarifes que ambas partes nombraran. Secomprometía a fabricar de cantería las dosesquinas que hacían fachada a la plaza públicahasta una altura de 2 varas, los tranqueros ojambas y los dinteles de las ventanas de lasbóvedas donde quedarían embutidas las rejas. El12 de agosto la obra era pregonada y rematada ensubasta pública en la plaza, donde era costumbrecelebrar los remates de los ramos arrendables, en31.000 rs. por dicho maestro tras haber mejoradola postura de Juan Ángel Villalobos, maestroalarife de Villarrubia, cifrada en 31.500 rs., y otraposterior del miguelturreño Juan Cano que habíadescendido a 31.200 rs. Tres días después secomprometía a entregarla en abril de 1765,“permitiendolo el temporal (y en caso de) haverserecogido las aguas” que predecía iban a correr, acuyo fin proponía una fianza de 40.000 rs. (10).Una vez examinadas las diligencias practicadaspor la villa el intendente daba la aprobación, noobstante haber dictaminado el 13 de agosto que,exceptuados los reparos del puente del Conde, lasdemás obras parecían de poca necesidad,prescindibles y suponían un dispendio para lospropios, gasto al que podía darse un destino másconveniente para el pueblo, pues del nuevo puentesólo iban a beneficiarse algunos particulares y dela torre, la cárcel, las casas consistoriales y elportal, ningún vecino.Entonces el Consejo, una vez tomados losinformes correspondientes, determinaba el 7 deseptiembre de ese año 1764 que un maestro hábily experto levantara la planta (11) y redactara lascondiciones de la obra del puente del Conde conel fin de sacarla a subasta pública y proceder a suremate en el mejor postor, que debería anticiparpor vía de fianza un tercio del importe.Únicamente cuanto la terminara y diera por firmey segura se procedería a edificar los indicadosportales a expensas del fondo del pósito, en laparte que le correspondiera, y de los 34.166 rs.existentes en la tesorería de abastos de la Corte,cantidad que previamente debía depositarse en lasarcas de tres llaves de la villa y de cuya custodiase encargaría una persona solvente nombrada porla junta de propios. De ello se pasaba aviso alIntendente y éste a su vez al alcalde mayor, el cualera consciente de la oportunidad que brindaba


haberse construido en la plaza una panera, elpósito público, cuya fachada podía continuarsecerrando el hueco que quedaba.Por su parte el alcalde mayor, don BartoloméJimeno, en su calidad de comisionado, funciónpara la que había sido designado por el intendente,daba cumplimiento a su carta-orden, de fecha 9,que le había entregado el alcalde ordinario,tomando las providencias correspondientes.Mandaba a Ruiz de la Sierra, de 48 años, que a lasazón edificaba la panera del pósito, que en elplazo de dos días presentara el plan de reparos delpuente del Conde, que mostraba algún quebrantopor haber transcurrido cuatro años, demasiadotiempo, desde el anterior reconocimiento, a lapostre inútil. Otro tanto haría con las casasconsistoriales, el cuarto-cárcel, el peso, el repeso yla carnicería, expresando si convenía hacerreparos que aseguraran su estructura o por contra,a la vista de su elevado costo, era preferibleconstruir desde el pie esas dependencias en elsolar contiguo al pósito haciendo línea con sufachada.Puente del Conde en la actualidad.Hasta el 11 de diciembre de 1764 no presentó elmaestro el proyecto de intervención. Habíacomprobado que la fábrica del puente se fuedeteriorando poco a poco, al punto que losmachones estaban desmoronados y aconsecuencia de los desbordamientos de la madrese habían abierto fosos que era necesarioDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201260terraplenar mediante 80 varas de calzada, por locual el importe de la obra subía a 23.885 rs., 4.140rs, más que la vez anterior.En otro orden de trabajos, a principios de 1764 sehabía procedido por disposición del alcalde mayora empedrar las calles más importantes del pueblo,a razón de 14 mrs. la vara, remate admitido ensubasta pública. Dado que se les dio muchavertiente las aguas ya no se estancaban y salíandel pueblo con gran beneficio para las viviendas,que se libraban de humedades, y los vecinos queasí no experimentaban otros efectos insalubres.Sin embargo como no se hizo lo mismo con laplaza y otros edificios públicos aquél podíalevantarse a consecuencia de las persistenteslluvias invernales. Por consiguiente conveníacompletarlo y proporcionar mejor aspecto ymayor comodidad a esos espacios. Así loexplicaba el procurador síndico al ayuntamiento(12) el día 8 logrando que fuera aprobado elarreglo.Para conocer el valor del proyecto al precioindicado hacía falta que los maestrosempedradores midieran las varas en cuadro y enconsecuencia indicaran los carros de cantosprocedentes de la sierra cercana -circunstancia queabarataba mucho el acarreo- que seríannecesarios, para cuyo transporte se formaría unpadrón de repartimiento con criterio ajustado a lasposibilidades y los recursos de cada vecino.Pero nada podía emprenderse sin obtener licenciadel Consejo de Castilla y el mandato de que lajunta de abastos entregase del fondo de propios lacantidad pendiente de pago en concepto decarbón. No en balde el reglamento de laSuperintendencia de Ciudad Real no contemplabatales gastos a expensas de las arcas municipales,inversión que en este caso iba superarampliamente los 100 rs. El mismo 8 de noviembreel escribano notificaba el acuerdo a FranciscoMendiola y Francisco Maján Chusque, de 32 y 40años, vecinos de Villarrubia, que transcurridos dosdías presentaban el resultado de las mediciones yel número de carros:Lugar Varas en cuadro CarrosPlaza pública:…………………………… 4.980 980Plazuela de la Concepción:……………... 250 50Riato de Santa Ana:…………………….. 750 140Toriles y paradores:…………………….. 173 34Hospital de la Caridad y ayuntamiento:… 600 120Pertenencias del convento capuchino:….. 290 58Total: 7.043 1.382 (13)De donde resultaba que un carro permitiría empedrar 5 varas superficiales.


DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012_______________________1. Ignacio CADIÑANOS BARDECI: “Los puentes de laprovincia de Valladolid durante la Edad Moderna” (II), enInvestigaciones de Historia Moderna y Contemporánea.(2006-2007), números 26-27, p.189. Una relaciónpormenorizada de puentes en construcción o reparados, enMiguel Ángel: ARAMBURU ZABALA: La arquitectura depuentes en Castilla y León (1575-1650). Valladolid. (1992),219 pp. También C. CALDERÓN: “Los puentes en laCastilla bajomedieval”, en Cuadernos de Historia de España.71, (1989), pp. 29-110, José Enrique GARCÍA MELERO:“Los puentes y la Comisión de Arquitectura (1786-1808)”, enEspacio, Tiempo y Forma, serie VII, Hª del Arte, T. 9, pp,181-217 y el epígrafe, Obras públicas, en Juan DÍAZ-PINTADO: Conflicto social, marginación y mentalidades enLa Mancha (siglo XVIII). Diputación de Ciudad Real.(1987), pp. 287-291.2. Cargo unipersonal y de elección anual que asistía a lasreuniones del ayuntamiento representando los intereses delvecindario e interviniendo sin hallar cortapisas. Los habíainoperantes, que se plegaban a los planes de los regidores, ytambién activos, preocupados.3. En relación al primer puente de este nombre construido enpiedra ver Trevor J. DADSON: Los moriscos de Villarrubiade los Ojos (siglos XV-XVIII). Historia de una minoríaasimilada, expulsada y reintegrada. Madrid. Iberoamericana.Vervuert. 2007, pp. 223-2364. En realidad se refería al alcalde mayor, juez civil, letradode formación jurídica, abogado de los Reales Consejos, querepresentaba a la justicia ordinaria y presidía las sesiones delcabildo municipal. Era nombrado por el duque de Híjar, señorjurisdiccional, hasta que la real cédula de 15 de septiembre de1814 traspasase esa facultad a la Corona. Denominarlogobernador, institución de rango superior que Villarrubia notenía, como se hace repetidas veces en el expedienteconsciente o inconscientemente, no dejaba de constituir unerror en el que incurrían también otros municipios.5. José y Fernando Sánchez de Milla, Sebastián SánchezMilla Crespo, Jerónimo López Bermejo, Pedro Serrano,Andrés Ruiz de la Sierra. Como escribano, Francisco AndrésAlises Escobar. A la sazón era presidente del Consejo uneclesiástico, el obispo de Cartagena. AHN. Consejos. Leg.29094, exp.16, pieza 2ª, fs. 116-1196. Parte de la fábrica que se adicionaba a las pilas (machonesque sostenían dos arcos contiguos) aguas arriba y abajo enforma curva o angular para que cortase el agua y se repartieracon igualdad la corriente por ambos lados.7. Pilares que sostenían el arranque de los arcos o se injeríanen las paredes para fortalecerlas.8. Ver nota 5, fs. 154-155. Pensando destinar el importe atodas esas obras, el ayuntamiento comisionaba al alcaldemayor don Francisco Mena el 22 de abril de 1762, con poderdel tesorero o administrador general de abastos de Madrid, afin de que ajustase y liquidase con él las cuentas del resto dela segunda fábrica o remesa de carbón de 1759 y todo el de1760. También era factible que solicitara por adelantado unacantidad para urgencias y otros gastos con cargo al carbónque estaban fabricando Lorenzo Rico y otros, dinero querecogería el mismo alcalde mayor. En efecto, el 21 de enerode 1764 pediría 2.000 rs. a don Juan Velasco con esecarácter. AHPCR. Protocolos 673, f. 36 y 674, fol. 99. Figura institucional de designación real, tomada de Franciae introducida en España por los Borbones, que ejercía suscompetencias en el ámbito provincial donde aplicaba lospostulados políticos y administrativos de la monarquíacentralista. Tenía por ello amplios poderes en materia decontrol de las autoridades locales, recaudación tributaria,impulso a las actividades económicas, obras públicas,etcétera.10. El 4 de octubre tuvo constancia el ayuntamiento, a travésde carta del conde de Benagiar, intendente y corregidor deCiudad Real, fechada el 25 de septiembre, de que donManuel Becerra en nombre del Consejo había autorizado laobra. AHPCR. Protocolo 674, fs. 133, 135-137, 140 vº-141 y18411. Lástima que ni uno siquiera de esos dibujos quedaseincorporado al expediente.12. Desde principios de enero lo constituían don BartoloméJimeno, alcalde mayor, don Juan Díaz Hidalgo, alcaldeordinario por el estado noble, don Miguel Gijón y donBartolomé Aysa, regidores nobiliarios, Sebastián Sánchez-Milla Crespo, Juan Ramírez y Alfonso León que lo eran porel estado general, y Pedro Milla Narvaéz, procurador síndicogeneral. AHPCR.Protocolo 674, fol. 513. Ver nota 5, pieza 1ª, fs. 17-1861


DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012FOTOGRAFÍA – VILLARRUBIA DE LOS OJOSVISTA DE LA IGLESIA CONVENTO DE LAS MADRES CLARISAS62

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