OPINIÓNEditorialESTO SE MUEVERealmente en tiempos tan poco propicios al optimismo como loson los actuales, reconforta especialmente recibir buenas noticias.V eso es lo que ocurre últimamente cuando se lanza un vistazo alpanorama musical, al menos en lo que se refiere a las realizacionesde un buen número de nuestras orquestas sinfónicas, lamayor parte de ellas creadas en los últimos años. Un repaso a laactualidad fonográfica nos revela una modesta pero creciente presenciade unos cuantos conjuntos sinfónicos españoles, que recibenen muchos casos excelentes críticas en medios internacionales. Y nosólo es eso: algunas de esas orquestas desarrollan ya un prometedor papelen el terreno de las giras de conciertos por Europa y por Japón.Ambas cosas, grabaciones fonográficas y gira.s internacionales de conciertos,son datos que abonan un prudente optimismo. Orquestas como ia delTeatre Lliure. la de la Ciutat de Barcelona y Nacional de Catalunya, Sinfónicade Tenerife. Sinfónica de Galicia. Sinfónica de Madrid, Orquesta de Valencia,de Granada, de Sevilla o de Castilla y León empiezan a sonar fuera de nuestrasfronteras. En la sección disrográfica de este mismo número de SCHERZOencontrarán nuestros lectores un comentario acerca del contrato recientementefirmado entre la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y una multinacionaldiscográfica. tal vez el más importante que haya firmado nunca unconjunto sinfónico español.Tal actividad de orquestas que por lo general se mueven con presupuestasmodestos y ajustados, que a veces han tenido que superar a base de imaginacióny gana.s de trabajar situaciones verdaderamente difíciles, contrasta fuertementecon esa especie de sopor generalizado en el que parecen languidecerlas hasta hace muy poco principales orquestas del país: la Nacional de Españay la de la Radio Televisión Española. Temporada más deslucida y más medioere que la que acaba de cerrar la primera es difícil de conseguir por muchoque se proponga. Directores -ton honrosas excepciones- de escaso relieve,solistas rutinarios, programas archisohados, son el resultado de una temporadamás de actividad de la orquesta más cara del país. A lo que hay que añadirun malestar laboral que ha cristalizado en recientes huelgas. Lo menos que sepuede decir es que no es fácil la tarea con que se enfrente su nuevo directortécnico. En cuanto a la Orquesta y Coro de la RTVE sin duda ha realizadouna temporada más digna e interesante. Pero en cuanto a proyección exterior,a producción fonográfica, etc. las cusas siguen como siempre.Hay que preguntarse entonces, preguntarle a quien corresponda -Ministeriode Cultura. Ente autónomo Radio Televisión Española- si alguna vez sesuperarán anquilosadas rutinas, privilegios gremiales, complica ciernes burocráticasy demás y se intentará que las dos orquestas estatales dejen de componerla triste figura de don Tancredo en el panorama musical español. Unpanorama que se mueve, que comienza a tener una vida impensable haceno más allá de un decenio. Lo cual es una excelente noticia y un motivopara ponerle a los malos tiempos que corren, algo más que buena cara.deSalvadorAlarcó vBelénGonzálezEdila: SCHERZO EDITORIAL SJV.C/Mdrtiués de.' Míinclejar. I 1. 2 U D28ÜJÜ MADRIDTeléfonos: (91 >-15b 7b22l715 59 09FAX: (91)726 1864Presidente de honor(jcrarclíi QUC¡[XÍ tk- LljnoPresidente(osé Mana Qui'ipo de Llanosehté zoREVISTA DÉ MÚSICADirectorAntonio MoralDirector AdjuntoJavier AlfayaRedactor ¡efeEnrique Martínez MiuraEdición y puhticidadAraniza QuinfanilLlRedactor gráficoRafa M,«r[ínSecciones:Actualidad: favier Affaya y Arturo Reverter.Discos: José Luis Pérez ele Anteaga,Alta fidelidad; Eduardo Casa nueva Pedraja.¡jzz: Ebbe Trabe rp.Música contemporánea; Leopoldo Moníañón.Cornejo de Redacciónlavier Alfaya, Roberto Andrade Malde HDomingo del Campo Caslel,Santiago Mari i n Bermúdez,Antonio MnraL losé Luis Pérez de Arteaga HArturo Reverter y José Luis TéllContjnilidjdJosé Antonio AndujarRelaciones externas y suscripcionesAna MateoDiitf'ibucion y administraciónCristina García RamosExpedicionesI van PascualAgencia de pubt¡dd.idDoble Espacio 5. A.General Vague, 10. 28020 Madridci.:19l)55í h7 b7. Fax: (91) S5h 1 307FotocumposiciónEXTRAImpresiónGRÁFICAS AGAS.A.Encuaderné ionCAYETANO S.L.Deposito Le£jfM-n 822-1985ISSN0213-48024 afijen
O P I N I Ó NRataplánDON ANTONIOLa acción se desarrolla en Pekín(así comienza e! libreto), en unaépoca fabulosa. Y a las puertasde la remota capital donde la sanguinariaprincesa Turandot contemplasin inmutarse cómo el hacha delverdugo hace rodar las cabezas desus malogrados pretendientes, se detuvobrujamente y para siempre elnoble corazón de Antonio Fernández-Cid.La muerte, esta vez real, cercenabala conferencia que sobre laúltima ópera que compusiera Puixiniiba a pronunciar en Bilbao quienfuera decano de los críticos musicalesespañoles. Un adiós rápido, dramático,pero a la vez orlado de grandeza.Porque, si cayó el caballero, fue proclamandoel amor a su dama, la hermosaEuterpe, y el óbito sucedióademás frente al público, su público,destinatario de crónicas, entrevistas,libros, (.Tilicas y conferencias por espaciode más de medio siglo. Casitres generaciones, pues, que han idoformando su gusto musical ayudadaspor la palabra y la pluma de don Antonio.Elegante en su porte, en las relacionescon el prójimo, en los comentariosdonde enjuiciaba pormenorizadamentelo visto y escuchadoen teatros y salas de conciertos, (uveocasión de apreciar también su personaldesprendimiento. Como responsablede la información musicalen el semanario Cambio 16, propuseun número extraordinario que dedicaríamosa Mozait para conmemorarel bicentenario de su fallecimiento.Entre ios conspicuos colaboradoresque participaron con sus trabajas nopodía fallar don Antonio. Y sus foliosllegaron puntualmente e innecesariamente,porque el proyecto no pasóde este nombre. La revista, asediadapor prohlemas económicas, tiró la toallay me dejó con el culo al aire.L'na docena de personas exigía, bienes verdad que cariñosamente, elpago de los artículos solicitados. Erasu derecho y yo el único intedocutorfrente a sus aspiraciones. Pero donAntonio (siempre lo traté así, aunquenos tuteábamos) cortó por lo sano:•Son gajes del oficio, no te preocupesmás por el dinero». No obstante, recurría Juan Tomás de Salas (he vistoa gentes lamiéndole las posaderas,las mismas que hoy le niegan el saludo),entonces dueño de la revista. Estabaya sin un duro... pero abonó religiosamentehasta la última peseta.Javier RocaEn mi menor[CONQUE OBLIGATORIO, EH?Enun informe publicado en El País(2 de mayo de 19<strong>95</strong>) acerca de lasventas de discos en España, JuanÁngel Vela del Campo afirma quevender 150 ó 200 ejemplares de unagrabación se considera por sus editores-más que razonable-, mientras paraalgunas compañías -llegar a los 75 esmás que satisfactorio-. Tan tremendobalance puede servir para una reflexiónaigo cnrel.Calculando, lo que sería como paratirar cohetes, que las tres cuartas partesdel toral de compradores de los de 75discos adquiriera esas grabaciones trasla lectura de sus correspondientes críticas,sólo 56 unidades de las de resultado-más que satisfactorio- se venderíanal año [M»r influencia de aquéllos.Pero maticemos un poco, pues lacosa no es tan fácil. Por un lado -y siseguimos considerando como buenoese porcentaje de lectores que siguensus recomendaciones-, los críticos ejercenuna poderosa influencia en el mercado(de los 75 ejemplares), liasta elpunto nada desdeñable de controlaruna buena parte de los impulsos delas que consumen, por lo que resultanindispensables para el productor y eldistribuidor. Por otra pane, y eso es loéticamente más interesante del asunto,la lección de humildad recibida porquien ya sabe que su consejo será seguidoen el mejor de los casos -coyunturafavorabilísima- por 75 personas, yen el ¡>eor por ninguna, lleva al fin aque expresiones como -un disco decompra obligatoria- o -debería imponersesu compra por decreto ley- aparezcande una vez en toda su ridiculaEL SIGLO XXSr. director;Aunque no es el momento de iniciaruna polémica con Luis Suñén(tiempo habrá para ello, y la verdad esque merecería la penal, sí deseo replicara sus comentarios del pasado número,y moderar alguna de sus másexageradas ilusiones.Que a alguien no le guste la músicade Ligeti a la de Boulc/, no garantizaque no entienda -el siglo XX-, Que a aiguienle fju.sre la música de Boulez o lade Ligeti. no garantiza que haya entendidonada de -el siglo XX-.Seguir con la ilusión de que lasarres pueden ser descritas medianteprocesos históricos que dan cuerna (racional)ele ellas mismas es una de lasvacuidad. Porque resulta que tal vehemenciateñida del autoritarismo derivadode aquello que Agustín GarcíaCalvo llamara -la mano del que sabe-,puede servir, todo lo más, para meterleel miedo en el cuerpo a 75 -setenta ycinco- seres humanos.La conclusión es desoladora:¿puede ser considerada seriamente unatarea a la que se dedican más prescriptoresque compradores? No olvidemosque sumando las firmas que aparecenen las revistas españolas especializadassalen más de 75 nombres. He aqui lapertinencia de un trabajo que contribuyea que en España se vendan por términomedio -si se cumple lo del 75ejemplares- 0,2 unidades diarias de unproducto. Y el caso es que al ser -satisfactorio"el resultado, las casas de discosno ignoran que el día que los críticosfalten se acabaron los voceros queproclaman la existencia de! bien adquirirle,lo que, según nuestras cuentasdel segundo párrafo, haría bajar lasventas anuales de 75 a Í9 ejemplares-un 75%-, lo que seguramente resultaríamenos -satisfactorio-.O sea que lo único obligatorio deverdad parece ser Adagio-Karajan, FariíielU.Casia Diva, Locura de amor yhasta el Aleluya de Hamoncourt, quees lo que alimenta a la industria y loque permite que leamos a los críticos.Así que no despreciemos a los compradoresde esas casas que lanta burlanos suscitan porque gracias a ellos entramosde vez en cuando en el reinode lo privado. ¿Duele, verdad?Luis Suñénmejores pruebas de que no se entiendenada de -d siglo XX-, Las artes no progresan.L'no de los modos de comenzar asacudirse la comodidad y tratar de entenderseriamente lo que esrá sucediendoen las artes consiste en: l u l destruirla noción de -siglo XX- como nociónprivilegiada. 2°l someter a severa críticaaquellos elementos del sisiema académicoque .se han apropiado de -el sigloXX-; por ejemplo, los epígonos de lasvanguardias históricas, o los teóricosafines a una concepción historicista delarte. í v ) atender con nuevos oídos atodo lo que fue eliminado por el sectordominante, incluso si es menos -técnico-que alguno de los valores del establecimiento.La frase de Boulez que cita Suñénque cita Cortés es muy útil para comenzarun análisis serio. La frase es: -El año2.000 se acerca sin haberse disipado la"M\ )