O P I N I Ó NCartasra los discos e hiciera la hiperminuciasacrítica del número 81.Después de este dislate monumentalsiguen manteniendo el crítico en su revista.Si no ha habido alguna confusión:error de nombres .sobre el crítico uotro, no entiendo que este señor sigacolaborando con su revista. Todo estoes una chapu/a impropia de su revista.También les quería comentar queen mi opinión hay pocos críticos quedominen realmente la música antigua.Mientras que hay buenos expertos enWagner. en ópera italiana, en músicasinfónica, etcétera. Hay muy pocos críticosque tengan un verdadero conocimientode la música renacentista religiosa,música para vihuela, para órganoy clave de los siglos XVI a XVIII. -óperaseria- (incluyendo la de Handel). etc.. yeso se nota, porque da a las críticas deestas músicas un carácter superficial,amateur, alejándose del nivel generalde la revista. Yo les rogaría que hicieranun esfuerzo por incorporar nuevosespecialistas en estas músicas antiguas,gente que de verdad ame y conozca elrepertorio que critican.Me despido sin más, y aprovechola ocasión para enviarles un cordialsaludo.Manuel Martínez i BenitoMataróV TEMPORADA19<strong>95</strong>-96PHILHARMONIA ORCHf STRAAÑORAS SCHIFFISRAEt PHILHARMONIC OfiCHESTRAZUBIN MEHTAJOAN PONSACADEMT OF SI MASTÍN IN THE-FIEtDSCAROL VANÍS5KIBBUTZ CHAMBER ORCHESTBACOR OE CAMBRA DEL PMCAÜCIA DE LAR ROCHAEUGENE ISTOMINNORWEGIAN CHAMBER ORCHESTRAIONA BROWNPfTTSBURG SYMPHONY ORCHESTBAIORIN MAAZElJEAN PIERRE RAMPALMITTEIDEUTSCHER KAMMER PHItHARMONIEORFEO CATAW1OSEP CARRERASORQUESTRA I COR DEL GRAN TEATRE DE! UCEU[VA MARTONSCOTTISH CHAMBER ORCHESTSACHARtES McKERRAS•J^H-nprar 3 paHir dH 1~ JE (iUN CENTENARIOOLVIDADOSr. Director.El pasado 12 de marzo se cumplieronlos cien años del nacimiento de FrancescCivil i Castellví. Aparte de su labor comoorganista de la Catedral de Gerona. Civilfue miembro del Consejo Superior de investigacionesCientíficas y colaboró condiversas revistas musicales. Su lalx)r musicológieaes muy imponantc para conocerla evolución de la música hecha en Geronadentro del contexto global de España.Nació en Molins de Rey el 12 de mar/odel 1H9°>. Civil era el menor de tres hermanos.Iniciado en la F.scolanía de Montserrat.el año 190K era maestro de capilla y organistaen Sant Gilíes (Étampes. Francia). Elaño 1913 fue a estudiar a la Schola Cantommde París. A partir del 192 í fue organistade la Catedral de Gerona, continuandoen este puesto, corno organista honorario,hasta su muerte. Francesc Civil i Castellvímurió en Gerona el año 1991.Como compositor delwmos destacarobras litúrgicas para órgano, voz y unasveinte sardanas. IX' su labor musicológicadebemos destacar las siguientes obra.v Utcapilla de música de la Catedral de Cero-IUI. siglaXWI. (1968-1969), El hecho musicala ¡as comarcas geiwidetises diimnle ellapsus de tiempo 1800-1936. (1975).César AlcaláBarcelonaREFLEXIONESMUSICALESLos críticos alirmanque la Orquesta Sinfónicade Tenerife es un conjuntode nivel europeo y actualmenteel mejor de España.No obstante, existen otrasorquestas de gran calidadartística como por ejemplolas de La Coruña. Bilbao.Sevilla, Madrid, etc.El compromiso plcnariode España con el procesode europeización hatenido resultados lienéficospara el país no solamenteen los dominios económicos,social, y político, sinotambién en el cultiiral-niusiral.En los últimos años,los conjuntos españoles demúsica culta y los festivalesmusicales internacionalescelebrados en Españase dieron n conocer y sonapreciados en todo elmundo, conviniéndose ala vez en poderosos focos c)e culturalización,que propulsaron a amplias masashacia la esfera de las grandes valores eternosde la música. Los gobiernos autónomos,cabildos y ayuntamientos destinanimportantes partidas de sus presupuestasa la financiación de estas fiestas musicalesprotagonizadas por estupendos conjuntossinfónicos autóctonos y para garantizar sucontinuidad y pemianenda.Existe sin embargo un aspecto quesorprende en las orquestas españolas: elnúmero excesivamente grande de músicosextranjeros. Lo que hace que uno sepregunte si dichas orquestas siguen siendoespañolas. El desmesurado porcentajede los extranjeros llega en algunos casos,hasta el 80% de las plantillas, lo que creauna situación anormal, que puede llegarincluso a ser peligrosa. Imaginemos quepor unas circunstancias imprevistas, todoslos músicos extranjeros se vieran obligadasa marcharse de Kspaña. situación quevirtualmente podría ser posible en cualquiermomento. Lis consecuencias alcanzaríanla dimensión de un vcrcLidero terremotoen la vida musical del país, porquelas orquestas importantes quedaríancolapsadas por culpa de las graves pérdidassufrklas. Dejando ;i un Lulo las suposiciones,la idea que se desprende detodo esto es que. a pesar de su ampliared de escuelas y conservatorios superioresbien desarrollados, con profesores dealto nivel profesional, competentes -ydebo mencionar entre los muchos a dosgrandes maestros de la élite del violín,Agustín León Ara y Víctor Martín- la enseñanzamusical española no es capaz deasegurar el número necesario de instrumentistasde los que se nutran las orquestasnacionales a través del filtro de lasoposiciones. Si en el compartimento delos vientos la situación se présenla mejorgracias a la escuela valenciana que proporcionaintérpretes de calificación superior,en el compartimento de cuerdas elnúmero de especialistas proporcionadopor los conservatorios queda generalmenteinsuficiente. Siendo así, la opciónde .seleccionar músicos del extranjero haquedado y sigue quedando como laúnica alternativa para poder mantener lacompetitiv idad de las orquestas, lo quecoloca a España en un lugar marginadodentro de la familia de los países de tradiciónmusical.F.s evidente que esta crisis seguirá manifestándoseindefinidamente, si no selleva a cabo una reestructuración de laenseñanza musical acompañada por unareoricniación en el plan pedagógico-metodológico.La pedagogía musical-instrumentalha hecho grandes progresos en laúltima mitad del siglo. Centros occidentalesele la Europa continental que por tradiciónde siglos ostentaban la supremacíaen esle dominio se han visto superadospor otros que se lian desarrollado enotras zonas del mundo como por ejemploAmérica del Norte. Inglaterra. Kuropa delEste. Japón. Son mutaciones que podríaaprovechar la enseñanza española, sí asi-
O P I N I Ó NCdrtas/Tfibunamilar.t ciertos dementes de sus concepcionesy experiencia. De todos modos larealidad concreía exige a |j enseñanzaiastrumental que abandone su aislamientoy se adapte a las necesidades apremianiesde las orquestas sinfónicas españolas,que esperan con ardor sus propiosprofesores. Creo que sólo así. la enseñanzainstrumental podría justificar los esfuerzosque la sociedad hace para mantenerlay honraría la cultura de una grannación que engendró personalidades detama magnitud como Manuel de Falla. R.Gerard. Y.. Granados. ]. Albéniz, I. Turina.I', de Sarasate, P. Casáis, nombres de resonanciamundial, que pertenecen ya definitivamenteal patrimonio de los grandesvalores espirituales de la humanidad.Oprean Nicolae MirceaSania Cruz de TenerifeViolinista de la O.S.T.UN LIBROSr. Director:Es una buena noticia para la exiguabibliografía musical en español la publicacióndel libro Cbaikovski. Un autorretratode Alexandra Orlova al que esperemossiga algún día su monografíasohre Musorgski. disponible en occidentesólo en inglés: Musoigski remembereiiBloomington: Indiana Universíty Press,1991 (16.50 SI.Creo, de todos modos, necesariohacer una advertencia dirigida a los lectoresde esta singular obra: la excéntricatesis de Orlova sohre el suicidio deChaikovski ha sido vigorosa y definitivamenterefutada hace siete años por Alexanderl'oznansky en un artículo imprescindible:•Tchaikovsky's Suicide:Myth and Reahty- en i9lh CenturyMusicwl 11 (19«H) pp 199-220. Lascuestiones referidas a la homosexualidadde Chaikovski y la sociedad rusadel fin de siglo son tratadas en extensopor Poznansky en su libro Tchaikorsky.Thv Quesl fur ¡be Imier Man. NuevaYork: Schirmer books. 19J1 (39-9Í Si-La tesis del suicidio lia entrado en absolutodescrédito desde hace un lustro yninguna monografía reciente la admite,más bien se despachan a gusto con elfraude como hace Edward Carden en sulibro Tcbaikovsky. Londres: j.M. Dent.1593 (11-99 i).Xoán M. CarreiraLa CoruñaAVISOEn el Dosier del número 94, pág.111, figuraba un número equivocadode teléfono del Festival deTorroella de Montgrí. El correctoes 972 760605Tribuna libreLA MÚSICAY LA PUESTA EN ESCENAEn el capítulo XXV de La dramaturgiade Hamburgo, Lessing señalaba que•tada espectáculo exige su acompañamientomusical propio. Seguidamenteanalizaba las características que debíantener las composiciones escritas como subrayadode cada escenificación y las regiasque debían observar para coaseguir -unaconexión más precisa entre el arte de lossonidos y la poesía-. Estas propuestas, primerizassin duda, hace más de dos siglosque .se hicieron.Las palabras de Lessing que aquí recojo,no tienen por objeto adornar el presenteescrito con un marchamo de erudición;únicamente intentan bucear en el pasadopara definir la naturaleza del problema; laimportancia que la música tiene en elhecho teatral, tanto en su condición depropiciad>ra de emociones, artífice de subrayadoscríticas y contradictorias o comoelemento sustantivo en el desarrollo dramáticocié la acción intrínsecamente, unida aun texto detenninado.El programa actual de los estudios dedirección de escena elaborado en el marcode la LOÓSE, incluye la formación musicalen los dos primeros añas, la historia del teatrolírico y musical en el tercer curso y unaintroducción a la puesta en escena de laópera en el cuano y último. Su finalidad noes proporcionar al futuro director de escenaun Iximiz de cultura musical que le pennitautilizar ciertos referentes, sino de dotarlo deun instrumento sustantivo para lo que serásu potencial trabajo artístico futuro.La formación musical es imprescindiblepara el director de escena por varias razones.La primera ñas remite a las condicione»básicas del ritmo, la tonalidad, el timbrey la cadencia melódica que son aplicablestanto a la articulación verbal del actorcomo ;\ la construcción global del espectáculo.No se trata, por supuesto, de hacerdel director de escena un experto en estecampo, sino de que esté familiarizado condicha forma de expresión artística y desarrolleuna adecuada y pertinente sensibilidadauditiva. Con frecuencia asistimos ennuestros teatros a interpretaciones actoralesplagadas de disonancias, disarmonías,tonalidades ásperas y carencias en la propiaelaboración rítmica de la frase o de losdiferentes episodios textuales que constituyeun parlamento. Cualquier oído mínimamenteconfigurado en cuanto a las estructurasmusicales básicas las percibe y sinembargo, a lo largo de los ensayas ni elactor ni el director han sido capaces depercibir la monotonía rítmica o el tonillomonocorde que puede darse a lo largo yancho de un tralla jo interpretativo hastaprovocar, consciente o inconscientemente,la irritación o el rechazo del espectador.Para construirlo él mismo o para dehatiriocon quien se responsabilice del espaciosonoro, el conocimiento musical del directorde escena es imprescindible a lahora de definir y escoger aquellos fragmentosmusicales que se articularán en supuesta en escena. Para poder hablar si sediera el caso con el compositor que crear:!la música de escena. En cualquiera de dichossupuestas, el director deberá teneruna idea bastante precisa de la función quela música jugará en la representación y enconsecuencia, de la estética a escoger, delas instrumentas dominantes y subyacentes,de la pertinencia de un pasaje melódicoo sincopado, de la preferencia por unaexplosión de las metales o por una interpolaciónfolclórica, etc.Indudablemente donde el director deescena precisa de la música como instrumentode tra!)a¡o inexcusable, es en el ámbitode la puesta en escena operística odel teatro musical de forma mis genérica.No cabe duda que la concepción de laópera como teatro total, el desarrollo deuna vertiente específica de la puesta en escenapara este género que permitiera contaruna historia y no asistir solamente a deliriosvocales, ha producido cambias fundamentalesen su escenificación. Xo obstanteliabría que añadir que en no pocasocasiones, nos encontramos con puestasen escena que eneueluti el espectáculooperístico con escenografías y vestuariossuntuosos i; incluso imaginativas, sin quese modifiquen los conceptos fundamentalesni exista una dramaturgia subyacenteque los justifique.En la actualidad existen pocas dudasde que la dramaturgia de la ópera emanade la música que a su vez potencia untexto e instaura un desarrollo dramático yuna manera intraasferible de contar la peripecia.La música determinu también unaestética y estilo dominantes. Por todo ello,un direaor de escena sin conocimiento nisensibilidad musical difícilmente podráprofundizar en la escenificación si carecede ellos, quedando su tarea reducida almero adorno plástico y a la circulaciónmás o menos precisa de los personajes ode los coros. Poca cosa cuando de b quese trata es de abordar un género tan específicocomo es el del teatni iu músicaDemasiadas veces en nuestro país esesto lo que vemos y por eso, porque deseamostrabajar para el futuro, la formaciónmusical aparece ahora en los programas dela especialidad de dirección de escena conla dimensión e importancia que merece.m^E,Juan Antonio Hormigónz