sus personas, del mismo modo incondicionado con que uncreyen<strong>te</strong> se entrega a Dios. Pero no como si Jesús sustituyeraa Dios sino sintiendo que, por el contrario, lo representaba,li<strong>te</strong>ralmen<strong>te</strong>, lo <strong>ha</strong>cía presen<strong>te</strong>. Por eso la <strong>fe</strong> en Jesús se daba, enúltimo lugar, a Dios.Sin embargo, no todos ni mucho menos llegaron a es<strong>te</strong> gradode <strong>fe</strong>. Unos no se abrieron en absoluto: no le prestaron a<strong>te</strong>nciónprofunda porque no quisieron ser a<strong>fe</strong>ctados por él, en muchoscasos, porque intuían que <strong>te</strong>ndrían que cambiar aspectos de suvida que no estaban dispuestos a modificar. Otros le cerraronpositivamen<strong>te</strong> su corazón, porque la imagen que <strong>te</strong>nían de Diosno cuadraba con la que él <strong>ha</strong>cía presen<strong>te</strong> y no quisieron dejarla, oporque, como no era de la institución eclesiástica y como era delpueblo bajo y <strong>te</strong>nía a ese pueblo como su compañía <strong>ha</strong>bitual, noquisieron reconocerle autoridad, porque cuestionaba su estatus.Otros no llegaron más allá de la curiosidad, o se quedaron en lasimpatía o llegaron <strong>ha</strong>sta la admiración, sin querer profundizarmás.Toda <strong>fe</strong> otorgada a un ser humano es, en definitiva, un mis<strong>te</strong>rio,ya que llega al <strong>te</strong>rreno de lo sagrado, en el sentido de lo último,de lo definitivo, de lo incondicionado. Por eso, la <strong>fe</strong> es, en todocaso, una opción, no el resultado necesario de una deducción;puede ser una opción razonable (como dice Pablo de sí: “sé dequién me he fiado, que tiene poder para custodiar mi depósito”),pero no quita que sea siempre una apuesta y, por tanto, abiertaa la comprobación definitiva. Al ser el resultado de una relaciónpersonal o el modo de llevar esa relación, requiere un proceso,que puede resultar largo y contrastado, y se mantiene también,en todo caso, como un proceso, abierto siempre a ul<strong>te</strong>riorescomprobaciones.3
También la <strong>fe</strong> en Jesús conoce es<strong>te</strong> mismo proceso contrastado,porque nuestras expectativas de la epifanía de Dios no secorresponden con la humanidad de Jesús, que tiene la figura deuno de tantos. Y, no lo olvidemos, la <strong>fe</strong> en Jesús es <strong>fe</strong> en un serhumano, en cuya humanidad se trasparenta la presencia de Dios.Es su humanidad la que la trasparenta.No, como se lo representa muc<strong>ha</strong>s veces, como si fuera unamezcla de Dios y ser humano y lo que nos in<strong>te</strong>resa no es loque tiene de humano sino lo que tiene de Dios. Así se lo <strong>ha</strong>representado la cristología fundamental que estaba vigen<strong>te</strong>an<strong>te</strong>s del Concilio, que estaba totalmen<strong>te</strong> centrada en lo queJesús <strong>te</strong>nía de más que humano y, por tanto, daba por supuestoque no era lo humano lo que trasparentaba al Hijo de Dios.Así también, el símbolo largo Niceno-Constantinopolitano,que, al explanar los mis<strong>te</strong>rios de la vida de Jesús, pasa por altoprecisamen<strong>te</strong> su vida porque no <strong>ha</strong>lla en ella el mis<strong>te</strong>rio.Y, sin embargo, para el evangelio, la palabra se hizo precisamen<strong>te</strong>carne. Es lo que dice helenísticamen<strong>te</strong> Pablo o ese discípulo suyoque escribió la Carta a los Colosenses: “en él <strong>ha</strong>bita la plenitudde la divinidad corporalmen<strong>te</strong>” (2, 9). No puede decirse másprovocativamen<strong>te</strong> para un helenista, que suspira por dejar es<strong>te</strong>cuerpo para que el alma inmortal retorne a su patria. Y, sinembargo, el cristianismo afirma que Dios cabe completamen<strong>te</strong>en la humanidad de Jesús, en lenguaje hebreo, en su cuerpo, quees el modo de aludir a su persona.Así pues, solo se puede entrar en el mis<strong>te</strong>rio de Jesús a travésde su vida; eso, tanto para sus con<strong>te</strong>mporáneos, como para losque hemos venido después. Así como muchos in<strong>te</strong>lectuales son4
- Page 3 and 4: 234T828Trigo, PedroTu fe te ha salv
- Page 5 and 6: ÍNDICELECCIÓN INAUGURAL 2013TU FE
- Page 7: 14. El experto en tortura confiesa
- Page 12 and 13: proclives a algún tipo de arrianis
- Page 14 and 15: perdón, como hemos dicho, con todo
- Page 16 and 17: como sus vecinos, que de ellos no p
- Page 18 and 19: se habría hecho notar. Pero lo que
- Page 20 and 21: orilla. Le pusieron un cojín en la
- Page 22 and 23: estaba culminando su entrega incond
- Page 24 and 25: que les hizo concebir esperanza. Pe
- Page 26 and 27: 4. La fe como relación mutua: la m
- Page 28 and 29: cielo, de la curación? Así parece
- Page 30 and 31: muestra más palpable de que el cen
- Page 32 and 33: puede conocer a Dios y a su enviado
- Page 34 and 35: ha dejado por imposible, no humaniz
- Page 36 and 37: le hace caso. Los discípulos, para
- Page 38 and 39: Pero si partimos de una perspectiva
- Page 40 and 41: Jesús había sido invitado a comer
- Page 42 and 43: Eso es lo que está pasando. Por es
- Page 44 and 45: se busca esa relación, precisament
- Page 46 and 47: 8. De la fe en Jesús, a convertirs
- Page 48 and 49: Jesús no se da por enterado de ese
- Page 50 and 51: todo lo que ha hecho. La que no que
- Page 52 and 53: Sus paisanos se abren a la proclama
- Page 54 and 55: les da sus ojos para que vean a su
- Page 56 and 57: Jesús que el padre ha llegado hast
- Page 58 and 59: queda reducido a lo mínimo indispe
- Page 60 and 61:
personalmente a ella. Así creyó e
- Page 62 and 63:
camino para que lo curara. Por eso
- Page 64 and 65:
acostumbraban a escenificar los rey
- Page 66 and 67:
de su hijo para que mediante él, e
- Page 68 and 69:
seis obispos, a cientos de curas y
- Page 70 and 71:
Al lavarse los ojos, lleno de fe, c
- Page 72 and 73:
También hay maestros de la ley que
- Page 74 and 75:
14. El experto en tortura confiesa
- Page 76 and 77:
Pero es que, además, la comunidad
- Page 78 and 79:
personal, y, por eso, tiene el cora
- Page 80 and 81:
de acuerdo en torno al mesianismo,
- Page 82 and 83:
intachables, les previene a sus dis
- Page 84 and 85:
como hemos insistido, los apóstole
- Page 86 and 87:
era la última palabra de Dios sobr
- Page 88 and 89:
la tortura y no metiera el dedo por
- Page 90 and 91:
desataron el proceso, vamos a poner
- Page 92 and 93:
no se impone por su insistencia mac
- Page 94 and 95:
a la causa del reinado (que es la a
- Page 96 and 97:
Dr. Pedro Trigo, S. J.Biografía* 1
- Page 98 and 99:
observaciones críticas y proyectos
- Page 101:
Esta publicación fue impresa en lo