13.07.2015 Views

Una minga para el postdesarrollo - The University of North Carolina ...

Una minga para el postdesarrollo - The University of North Carolina ...

Una minga para el postdesarrollo - The University of North Carolina ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El desarrollo y la antropología de la modernidadEl llamado de Strathem <strong>para</strong> que tal cuestionamiento se ad<strong>el</strong>anteen <strong>el</strong> contexto de las prácticas de las ciencias sociales occidentalesy de su «adhesión a ciertos intereses en la descripción de lavida social» reviste importancia fundamental. En <strong>el</strong> centro de estosdebates dentro de las ciencias sociales se encuentran los límites queexisten <strong>para</strong> <strong>el</strong> proyecto occidental de deconstrucción y autocrítica.Cada vez es más evidente, al menos <strong>para</strong> los que luchan por diversasformas <strong>para</strong> ser oídos, que <strong>el</strong> proceso de deconstrucción y desmant<strong>el</strong>amientodeberá estar acompañado por otro análogo destinadoa construir nuevos modos de ver y de actuar. Sobra decir que esteaspecto es decisivo <strong>para</strong> las discusiones sobre <strong>el</strong> desarrollo, porqu<strong>el</strong>o que está en juego es la supervivencia de los pueblos. Mohanty(199Ia) insiste en que ambos proyectos, la deconstrucción y la reconstrucción,deben ser simultáneos. El proyecto simultáneo podríaenfocarse estratégicamente en la acción colectiva de los movimientossociales; estos no solo luchan por «bienes y servicios» sino por ladefinición misma de la vida, la economía, la naturaleza y la sociedad.Se trata, en síntesis, de luchas culturales.Como Bhabha nos lo pide reconocer la deconstrucción y otrostipos de crítica no conducen automáticamente a una «lectura noproblemática de otros sistemas discursivos y culturales». Tales críticaspodrían ser necesarias <strong>para</strong> combatir <strong>el</strong> etnocentrismo, «perono pueden, por sí mismas, sin ser reconstruidas, representar la alteridad»(Bhabha, 1990: 75). Más aún, en dichas críticas existe la tendenciaa presentarla en términos de los límites d<strong>el</strong> logocentrismooccidental, negando así la diferencia real ligada a un tipo de otredadcultural que se encuentra «implicada en condiciones históricas ydiscursivas específicas, requiriendo prácticas de lectura diferentes»(Bhabha, I990: 73). En América Latina existe una insistencia parecidarespecto de que las propuestas d<strong>el</strong> posmodernismo, <strong>para</strong> ser fructíferasen <strong>el</strong> continente, deberán evidenciar su compromiso con lajusticia y la construcción de órdenes sociales alternativos 14 .14 Las discusiones acerca de la modernidad y la posmodernidad en América Latina se estánconvirtiendo en uno de los puntos principales de la investigación y la acción política. VéaseCalderón ed. (1988); Quijano (1988, 1990); García Canclini (1990); Sarlo (1991); Yudice,Franco y Flores (1992). Para una reseña de los anteriores, véase a Montaldo (1991).55

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!