carta del presidente EL DEBIDO RECONOCIMIENTO DE NUESTROS FUTBOLISTAS ONLINE para el fútbol HABILIDADES DE COMUNICACIÓN PARA EL FÚTBOL REDES SOCIALES EN EL FÚTBOL OPORTUNIDADES EUROPEAS DE FORMACIÓN Y EMPLEO EN EL FÚTBOL ENGLISH FOR FOOBALL ELEMENTARY ENGLISH FOR FOOBALL BEGINNERS https://formacion.fundacionrfef.es Si tu pasión es el fútbol, la Fundación RFEF te ofrece la oportunidad de mejorar tu preparación en competencias clave de la mano de los mejores especialistas del mundo del fútbol. Próxima convocatoria: Abril de 2016 elearning@rfef.es Hay cosas que resultan obvias en este mundo tan agitado del fútbol. Entre ellas destaca una sobre cualquier otra: lo más importante de este deporte que atrae a millones de aficionados son sus jugadores, la calidad que ofrecen, el juego que despliegan y el espectáculo que brindan. De la mezcla de todos esos sabores surge lo que disfrutamos con él. Ser jugador de fútbol de alto nivel no es algo que esté al alcance de todos. Son solo unos pocos los que alcanzan ese privilegio. En torno a ellos se genera cada fin de semana o entre semana una expectación sin límites. Esos futbolistas suelen convertirse en ídolos de masas porque se reflejan en ellos mismos los deseos de sus seguidores o porque alimentan las ambiciones de sus aficiones. El jugador es un individuo capaz de concentrar alrededor de su tarea emociones extraordinarias. Y hay que recordar que sin emoción nada sería como es. Este pasado mes de enero se ha saldado con el fallecimiento de tres excelentes jugadores españoles de distintas características, pero los tres exponente de ese formato histórico del futbolista de alto rendimiento en el campo y de exquisita actitud fuera de él. Me estoy refiriendo a Manuel Velázquez, Fernando Barrachina y Félix Zubiaga. Los dos primeros llegaron a coincidir en un partido de la selección disputado en La Línea de la Concepción (Cádiz), clasificatorio para el Campeonato del Mundo de 1970 (México), partido que, además, fue el primero de la era Kubala. Del bilbaíno también guardamos un excelente recuerdo. Eficaz, goleador, serio en el campo y en la calle. Manolo Velázquez estuvo entre los grandes interiores de aquellos finales de los sesenta y comienzos Ángel Villar “El jugador es lo más importante en este deporte, de ahí que resulte trascendental su comportamiento, algo que en el caso de los nuestros nunca ofrece dudas: es magnífico”. de los años setenta. Era un interior elegante, con gran desplazamiento del balón y un muy buen remate cuando llegaba a los bordes del área. Eran los tiempos de otros grandes medios como Pirri, Violeta, Asensi, Lora, Claramunt, Uriarte, Marcial… Con ellos también destacó el madrileño que le proporcionó al fútbol español y a sus seguidores grandes momentos. Carlos Marchena acaba de dejar el fútbol. Le ha llegado ese tiempo tan doloroso en el que uno debe abandonar todo aquello por lo que ha luchado durante muchos años para enfrentarse a los nuevos desafíos de la vida. Marchena, internacional en nada menos que 69 ocasiones, campeón de Europa en 2008, es otro de esos futbolistas de los que podemos sentirnos orgullosos. Un central de cuerpo entero, de los que defienden los colores de su club a capa y espada, un enamorado de este deporte. Un futbolista, en fin, de los que contribuyen a su engrandecimiento. Tenía que llegarle el triste momento de decir adiós, como a todos, pero es seguro que quedará, como tantos otros, en la memoria de todos su contribución en los clubes por los que pasó y en el equipo nacional. El fútbol español puede presumir de los jugadores que pueblan su planeta. De ese reducido grupo de elegidos, pero, también, de los que han visto evaporarse la posibilidad de incorporarse a él o de los que se baten por lograrlo. Los éxitos no se alcanzan nunca de forma individual, sino grupal, pero para conseguirlo hacen falta una serie de virtudes que acompañen a los valores técnicos y/o físicos de cada uno. Por suerte las tienen los nuestros, jugadores magníficos en todos los sentidos. 4 5