Revista Semana Santa de Mérida 2016

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Semana Santa • Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional • Mérida 2016
¿Es España laica?
Por más vueltas que le doy a este Artículo 16,
de la Constitución Española de 1978, nuestra
actual Ley de leyes, por más que lo miro y remiro,
no veo donde pone eso que algunos tanto
esgrimen, basándose en este artículo, de que
España es un Estado laico y aconfesional. Y no es
que sea laico, es que dice bien claro que: “Los
poderes tendrán en cuenta las creencias religiosas de la
sociedad española…”, exactamente todo lo contrario.
Empiezan con sistemáticos ataques a todo
cuanto tiene que ver con la Fe y la Iglesia en la
vida de los ciudadanos, defensa de valores,
enseñanza religiosa, libertad de culto,
manifestaciones públicas, etc., desde todos los
medios a su alcance, políticos, culturales,
sociales, medios de comunicación, redes
sociales… todo vale, el insulto, la mentira, la
mofa, la calumnia. Y acaban con las agresiones
físicas a las personas, los asaltos y las
profanaciones a lugares sagrados.
Y lo peor de todo es que quienes lo dicen, y
hacen, suelen ser quienes se autoproclaman
adalides de libertades, abanderados de la
democracia y de la tolerancia, los hay que
hasta se autodenominan “librepensadores”, como si
los demás no pensáramos libremente, y lo hacen
precisamente en pro de coartar la libertad de
aquellos que queremos ejercer, LIBREMENTE,
nuestro derecho a pensar y a expresarnos con la
forma y el carisma que nos impregnan las
creencias religiosas, en nuestro caso las
cristiano–católicas de los seguidores de
Jesucristo.
Reclaman un Estado laico, para una sociedad
que no lo es, ¿Pero qué respeto a la libertad de los
individuos es ésta?. Dios nos ha creado libres a
todos, a usted y a mí, al vecino del quinto y al
kiosquero de la esquina, libres e iguales, e hijos
suyos, esa es la grandeza de pensar como hijos de
Dios.
Si pensamos como hijos del “relativismo”, o de
un Estado que, imperante, supere al hombre en
su voluntad, libertad y capacidad de
discernimiento, todo dependerá del “color del cristal
con que miremos las cosas”. Es el egoísmo y la
intolerancia llevada hasta sus últimos extremos. Es
el totalitarismo que no respeta y que agrede verbal
y físicamente.
Es la Intolerancia de los Tolerantes.
¿España musulmana?
A menudo, cuando se habla de la historia de
la religión o de las religiones en España, oímos
voces, algunas dándoselas de muy autorizadas,
que nos dicen cosas como estas: “España fue
musulmana durante casi ocho siglos”, y se quedan tan
anchos y tan panchos.
Nada más lejos del rigor histórico y de la
verdad sobre la fe y las prácticas religiosas de los
habitantes de la “piel de toro”, hoy, todavía
conocida como España.
Las invasiones de moriscos y bereberes, de la
Península Ibérica comienzan durante el Siglo
VIII, concretamente en el 711, y el último Emir
de Granada capitula en 1492, 781 años después.
Esto no quiere decir que durante todo este
tiempo, los pobladores de los territorios hispanos
se dedicaran a hacer sus oraciones orientados
hacia la meca y que siguieran la religión del
profeta Mahoma, ni muchísimo menos. A
continuación, apuntaré algunos hechos, muy
sencillos, pero a la vez cargados de lógica, en los
que asentar mis afirmaciones.
La invasión musulmana de la Hispania
Visigoda y por tanto, cristianizada desde hacía ya
algunos siglos, se produce de manera muy rápida,
en apenas los primeros 15 años, hacia el 726,
habían “sometido” la práctica totalidad de la
Península Ibérica a excepción de la Cornisa
Cantábrica y algunas zonas pirenaicas.
Las zonas que son conquistadas por el invasor,
en muchos casos conllevan unas capitulaciones,
“Sulh”, para los árabes, entre ellas las de nuestra
ciudad Mérida (713), que opuso una fuerte
resistencia, que permitían respetar la vida y bienes
de los emeritenses, permitiéndoles celebrar sus
cultos, mientras los musulmanes se apoderaban de
los bienes de la Iglesia y de aquellos que hubieran
huido.
Por el contrario, la Reconquista, se iniciaría
casi de forma simultánea, en el 722, apenas 11
años después de la primera invasión, desde los
territorios sin invadir en Asturias, y no finalizaría
hasta pasados 770 con la entrega del Emirato
Granadino, último reducto musulmán de la
Península en 1492.
La Reconquista, aunque larga en el tiempo,
tuvo periodos históricos en los que se produjeron
importantes avances, en cuanto a territorio
ganado para el cristianismo se refiere. Así: