Revista Semana Santa de Mérida 2016

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Semana Santa • Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional • Mérida 2016
el s.IV a.C. pero los que introdujeron la
crucifixión en el mundo romano, en el s. III a.C,
fueron los cartagineses durante las guerras
púnicas.
De esta manera, basadas en estas ideas, son
más comprensibles las palabras de Pablo
mostrando la profundidad del simbolismo de la
crucifixión de Cristo. (1 corintios 1,23/24) “Pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es
escándalo para los judíos y locura para los
griegos.” Recordemos la mentalidad judía de los
tiempos de Jesús. Para los judíos un crucificado
era un maldito de Dios. Leemos en el
Deutoronomio (21,23): Porque es un maldito de Dios
todo hombre colgado en un árbol. De aquí que San
Pablo diga que Jesús, fue un maldito de la ley, con
tal de liberarnos de la maldición de la ley, que no
podíamos cumplir. Para los enemigos judíos de
Jesús, estaba claro, que como crucificado, era un
maldito de Dios y era escandaloso considerarlo
como el Mesías. Los judíos podían matar por
apedreamiento, horca y otras maneras, pero no
les estaba permitida la crucifixión. De esta
manera, haciendo que fueran los romanos quienes
le condenaran, lo podrían crucificar, y hacían, que
Cristo, fuera, en la opinión de los judíos, un
abandonado por Dios, por lo tanto, un maldito
que en modo alguno podría ser el Mesías.
Para los romanos esto de crucificar era una
manera habitual de castigar y atemorizar al
enemigo. El historiador judío Flavio Josefo, en su 3
“Guerra de los judíos” nos cuenta, “de esta
manera, pues, azotados cruelmente después de
haber peleado y atormentados de muchas
maneras antes de morir, eran finalmente colgados
en una cruz delante del muro; no dejaba de
parecer esta destrucción muy miserable al mismo
emperador Tito, prendiendo cada día unos
quinientos y aún muchas veces más”.
Todas estas cosas, nos colocan en la cruel
cultura en el que se desarrolló la muerte de Cristo.
¿Cómo era la cruz en la que murió y cómo fue
crucificado? Hemos considerado, que la cruz de
Cristo era un madero con un travesaño, pero no
siempre se ha pensado igual.
Antes del s. VI a.C, en Roma, se solía castigar
a los esclavos atándolos a árboles secos y se les
azotaba hasta su muerte. Este pudo ser el origen
de una particular crucifixión romana. Estos
árboles (arbor infelix, -árbol desafortunado-) se
dedicaba, como árbol muerto que era, a los dioses
de las tinieblas, de la ultratumba. Algunos de estos
árboles que presentaban unas ramas abiertas,
permitían, que los condenados, fueran atados con
los brazos abiertos, y esta forma, se convertiría
finalmente en la imagen que habitualmente
tenemos de la crucifixión. No es extraño que
adaptaran la palabra indoeuropea, ger o kar, que
significa; encorvado torcido, ganchudo,
convirtiéndola en la palabra latina “crux” y que
pasaría a nuestra lengua como cruz.
El cordobés Lucio Anneo Séneca (s.I)
denominaría a esta forma de suplicio, que
seguramente tuvo que contemplar cuando la
persecución de los cristianos por Nerón, infelix
lignum (madera desafortunada, infeliz) y a esta
condena, que solía hacerse con la gente más
odiada o demás bajo nivel social, (supplicium servile)
(suplicio de siervos). Los ciudadanos romanos no
eran crucificados, por lo que significaba de
ignominia y deshonor, se les decapitaba, esa es la
diferencia entre el martirio de Pedro, condenado
a la crucifixión y Pablo, que alega ser ciudadano
romano, y es decapitado. Y se crucificaban
desnudos tanto a mujeres como a hombres, para
que la muerte fuera más humillante y deshonrosa.
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Flavio Josefo. Guerra de los judíos. Obras Maestras.
Volumen 2.Pág.136.Ed. Iberia S.A 1983.
Andrés Rubira-San Pablo