23.03.2016 Views

Revista Semana Santa de Mérida 2016

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

48<br />

<strong>Semana</strong> <strong>Santa</strong> • Declarada Fiesta <strong>de</strong> Interés Turístico Nacional • <strong>Mérida</strong> <strong>2016</strong><br />

Cofradía Infantil, era un día pleno <strong>de</strong> emociones<br />

y el corolario <strong>de</strong> un esfuerzo, <strong>de</strong> un trabajo al que<br />

habíamos dado comienzo dos semanas antes, finis<br />

coronat opus.<br />

Evoco los momentos iniciales <strong>de</strong> nuestros<br />

preparativos cuando los directivos que nos<br />

encargábamos <strong>de</strong> la puesta al día <strong>de</strong> los “pasos”<br />

acudíamos a <strong>Santa</strong> María llenos <strong>de</strong> ilusión y<br />

también las chanzas <strong>de</strong> Tomás Carroza cuando le<br />

solicitaba la llave <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia don<strong>de</strong> se<br />

albergaban nuestras imágenes al párroco con<br />

frases como esta: “Don Carlos, por favor, déme la llave,<br />

para ir a por los “muñecos”. Ni que <strong>de</strong>cir tengo que al<br />

bueno <strong>de</strong> Don Carlos se le llevaban los <strong>de</strong>monios.<br />

La contemplación, tras un año <strong>de</strong> “ausencia”, <strong>de</strong><br />

las imágenes que conformaban el “paso” <strong>de</strong> la<br />

“Burrita”, aunque en ocasiones se dispusieron a<br />

la vista <strong>de</strong> todos en alguna <strong>de</strong> las capillas <strong>de</strong><br />

nuestro ancestral templo, era para nosotros algo<br />

bien esperado.<br />

Momentos agradables como el <strong>de</strong> acudir a<br />

casa <strong>de</strong> nuestra amiga Maruja Vinuesa, quien,<br />

con su hermana Mariana, aportaba para el<br />

ornato <strong>de</strong>l “paso” sus celebradas glycinias que<br />

cuidaba en su jardín y cuyos racimos se<br />

<strong>de</strong>sparramaban por los muros <strong>de</strong> su preciosa casa<br />

<strong>de</strong> la calle Alonso Zamora. Y cómo voy a olvidar<br />

el encuentro con mi amiga y casi pariente<br />

Petronila Pablo, esposa <strong>de</strong>l inolvidable Don Luis<br />

García Rubio, quién nos entregaba, pulcras y<br />

bien planchadas, las vestimentas <strong>de</strong> los<br />

componentes <strong>de</strong>l referido misterio, tras cuidarlas<br />

durante todo un año por su amor a la cofradía y<br />

siempre en el recuerdo <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus miembros,<br />

su hijo Julio, fallecido en un fatal acci<strong>de</strong>nte en la<br />

flor <strong>de</strong> la edad.<br />

Los nervios ante la inminente salida <strong>de</strong> la<br />

procesión y la incertidumbre <strong>de</strong> la misma por la<br />

presencia <strong>de</strong> un inoportuno aguacero que tantas<br />

tristezas nos produjo tanto en la etapa en la que<br />

fuimos hermanos <strong>de</strong> fila <strong>de</strong> la Hermandad <strong>de</strong>l<br />

Calvario como ya en la Cofradía Infantil tras su<br />

cesión, inteligente sin duda, obra <strong>de</strong> hermanos<br />

carismáticos que formarán parte por siempre <strong>de</strong>l<br />

universo cofradiero emeritense: Felipe Díaz, mi<br />

maestro con Pablo Burgos y Ángel Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong><br />

mis andanzas cofradieras, los hermanos De las<br />

Heras…<br />

Pero sí, casi siempre la fortuna nos sonrió y la<br />

procesión pudo salir. ¡Cuántas veces he recordado<br />

esa salida, con el rostro ilusionado <strong>de</strong> los<br />

pequeños componentes <strong>de</strong>l cortejo procesional!<br />

¡Cuántas, también, las lagrimas han asomado a<br />

mi rostro cuando he visto aparecer a mis entonces<br />

pequeñas hijas, siguiendo la tradición <strong>de</strong> su<br />

progenitor! ¡Qué <strong>de</strong> recuerdos hemos<br />

rememorado con amigos que formaron parte <strong>de</strong><br />

esa Cofradía comentando hechos <strong>de</strong>l pasado en la<br />

puerta <strong>de</strong> <strong>Santa</strong> María!<br />

Luego, la procesión se <strong>de</strong>sarrollaba por lugares<br />

entrañables y, algunos, cargados <strong>de</strong> simbolismo<br />

como el que rezuma su paso por los muros <strong>de</strong> la<br />

Alcazaba emeritense que nos recuerda las<br />

<strong>de</strong>fensas <strong>de</strong> esa Jerusalén don<strong>de</strong> transcurrieron los<br />

hechos que se rememoran, por la calle Holguín<br />

<strong>de</strong> mis recuerdos infantiles, don<strong>de</strong> veo todavía la<br />

entrañable figura <strong>de</strong> Don Pedro en el balcón <strong>de</strong><br />

los Ramírez López, en la casa don<strong>de</strong> yo nací, bajo<br />

<strong>de</strong>l Arco <strong>de</strong> Trajano o por la Plaza , ya camino<br />

<strong>de</strong>l final, con la ilusión <strong>de</strong> los pequeños cofra<strong>de</strong>s<br />

que mitiga su fatiga. Son “los Infantiles” los<br />

protagonistas <strong>de</strong> esa alegre tar<strong>de</strong> y la procesión se<br />

sustenta en ellos, como bien refirió Don Pedro:<br />

“Ojalá que nunca falte en torno al paso <strong>de</strong> la “Burrita” el<br />

gracioso cortejo <strong>de</strong> los Infantiles”.<br />

Y en esos recuerdos me recreaba, con ese halo<br />

<strong>de</strong> melancolía y <strong>de</strong> tristeza originado por mi<br />

situación <strong>de</strong> convaleciente, cuando, una vez más,<br />

el Domingo <strong>de</strong> Ramos llegó a mi casa <strong>de</strong> la mano<br />

<strong>de</strong> mi amigo y compañero Agustín Velázquez,<br />

conocedor <strong>de</strong> la ilusión que me iba a producir el<br />

contar con la tradicional palma. A<strong>de</strong>más,<br />

Remedios, hija <strong>de</strong> la que fue mi amiga, Tomasa,<br />

consustanciales al paisaje <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> <strong>Santa</strong><br />

Eulalia, me trajo un espléndido ramo <strong>de</strong> olivo. La<br />

tradición, a pesar <strong>de</strong> todo, continuaba.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!