Revista Destiempos n50
Revista de divulgación académica y cultural Abril-Mayo 2016
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<strong>Revista</strong> destiempos N°50<br />
las mujeres y la bebida, la prudencia entre los forasteros,<br />
la fe en los amigos” (Güiraldes 63).<br />
Para no caer en las glosas excesivas, limitaré el<br />
comentario a aquellos pasajes más representativos respecto<br />
a la temática en cuestión; por tanto, dentro de<br />
dicho marco, el uso de la literatura como medio para el<br />
aprendizaje toma total relevancia pues, tanto la obra<br />
de Güiraldes como la de Arlt, utilizan tal recurso (en este<br />
aspecto del segundo autor ahondaré más adelante).<br />
En cuanto a Don Segundo Sombra, el adoctrinamiento<br />
literario radica en lo siguiente: “Una virtud de mi<br />
protector me fue revelada en las tranquilas pláticas del<br />
fogón. Don Segundo era un admirable contador de<br />
cuentos, y su fama de narrador daba nuevos prestigios<br />
a su ya admirada figura” (Güiraldes 64); junto a esto,<br />
destaco que las narraciones del gaucho poseían<br />
finalidad didáctica, como el caso de la narración del<br />
capítulo XXI, respecto a Miseria, Jesucristo y el Diablo. 1<br />
Como me referí líneas arriba, la ausencia de identidad<br />
del protagonista al inicio de la narración y en casi<br />
todo el desarrollo de la misma (a excepción del desenlace)<br />
no es gratuita: gracias a esto se posibilita el<br />
aprendizaje, conocimiento y evolución del personaje,<br />
es decir, el Bildungsroman por ontonomasia. Fabio llega<br />
a concebirse como gaucho, cuestión que, para el<br />
desenlace de la obra, plantea una situación caótica;<br />
esto por lo siguiente: si bien para el momento del final<br />
de la obra, existía ya un aprendizaje completo y<br />
concreto del protagonista para sí mismo, como<br />
gaucho, la aparición de su fortuna heredada replantea<br />
el problema existencial: “Me llamó «Señor» y «Don»,<br />
hasta cansarse, y ni se acordó de mi pasada indigencia,<br />
ni de mi actual ropa, ni de las propinitas con que supo<br />
pagarme algún servicio menudo” (Güiraldes 183). Empero,<br />
las enseñanzas y vivencias al lado de Don<br />
Segundo permiten al protagonista, enriquecido por la<br />
serie de aprendizajes, concebir la esencia de la<br />
1<br />
A manera de comentario, resulta pertinente señalar el eco del exemplum medieval,<br />
literatura de fin didáctico moralizante y transmisión oral.<br />
24<br />
Abril-Mayo 2016 ISSN: 2007-7483<br />
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