El Aguila Magazine – October 13, 2016

More documents

Recommendations

Info

4 OPINIÓN/ OPINION Octubre/October 13 - Noviembre/November 15, 2016 El Aguila En los 34 años de la historia de USA TODAY, la Junta Editorial nunca ha tomado lados en la carrera presidencial. Más bien, hemos expresado opiniones acerca de los mayores temas y no hemos presumido en decirle a nuestros lectores, quienes tienen una variedad de prioridades y valores, cuál selección es mejor para ellos. Porque cada carrera presidencial es diferente, revisamos nuestra política de no endoso cada cuatro años. Nunca hemos visto una razón para alterar nuestra opinión. Hasta ahora. Este año, la selección no es entre dos nominados capaces de los partidos mayores que tienen diferencias ideológicas significativas. Este año, uno de los candidatos—el nominado republicano Donald Trump—es, por consenso unánime de la Junta Editorial, incompetente para la presidencia. Desde el día que él declaró su candidatura hace 15 meses hasta el primer debate presidencial, Trump ha demostrado repetidamente que carece del temperamento, conocimiento, estabilidad y honestidad que Estados Unidos necesita de sus presidentes. Ya sea por indiferencia o ignorancia, Trump ha traicionado los compromisos fundamentales hechos por todos los presidentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Estos compromisos incluyen firme apoyo para los aliados de NATO, constante oposición a la agresión de Rusia, y una certeza absoluta que los Estados Unidos pagará todas sus deudas. Hemos sido altamente críticos del nominado republicano en varios previos editoriales. Con la votación temprana en marcha en varios estados y encuestas mostrando una carrera cercana, ahora es el tiempo de explicar debidamente, en un solo lugar, las razones por las cuales Trump no debe ser presidente. Trump ha estado en muchos lados de muchos temas que tratar de evaluar sus posiciones de política es como disparar a un objetivo movedizo. Una lista preparada por NBC detalla 124 cambios por Trump sobre 20 temas mayores desde poco antes de que él entrara en la carrera. Él simplemente arroja consignas y resultados (él sustituirá Obamacare con “ algo terrífico!) sin cualquier explicación creíble de cómo lo logrará). Las declaraciones sobre política exterior de Trump van desde no informadas hasta incoherentes. No solamente los demócratas dicen esto. Muchos líderes republicanos de seguridad nacional han firmado una extraordinaria carta abierta llamando la visión de política exterior de Trump “salvajemente inconsistente y a la deriva en principio”. JUNTA EDITORIAL DE USA TODAY: ‘Trump es incompetente para la presidencia’ En una columna del Wall Street Journal el mes pasado, Robert Gates, el muy respetado antiguo secretario de Defensa que sirvió a presidentes de ambos partidos más de medio-siglo, describió a Trump como “sin posibilidad de reparación “. Desde el principio, Trump ha construido su campaña sobre llamamientos a la intolerancia y xenofobia, estimulando el resentimiento contra mejicanos, musulmanes y migrantes. Sus propuestas para deportaciones masivas y pruebas de religión son imprácticas y contrarias a los ideales de los Estados Unidos. Trump ha revuelto los sentimientos racistas en formas que no pueden borrarse por sus tardías y torpes búsquedas a los afroamericanos. Sus ataques al juez federal nacido en Indiana y de ascendencia mejicana cabe en “la definición de un comentario racista”, según el Presidente de la Cámara Paul Ryan, el oficial electo del rango más alto en el Partido Republicano. Y por cinco años, Trump diseminó el absurdo movimiento del “lugar de nacimiento” que falsamente cuestionó la legitimidad del primer presidente negro de la nación. Trump ha construido su candidatura sobre sus logros como agente inmobiliario y empresario. Es un andamio inestable, comenzado con una demanda del Departamento de Justicia en 1973 contra Trump y su padre por sistemáticamente discriminar contra los negros en el alquiler de vivienda. (Trump luchó por la demanda pero más tarde se resolvió en términos que fueron vistos como una Victoria para el gobierno.) Las compañías han tenido algunos éxitos financieros espectaculares, pero sus antecedentes empañados por seis declaraciones de bancarrotas, aparente mal uso de la fundación de caridad de la familia, y las alegaciones de fraude de clientes de Trump University. ¿Es Trump tan rico como él lo dice? Nadie sabe, en parte porque, solo entre los candidatos presidenciales de los grandes partidos por las cuatro décadas pasadas, él se niega a publicar sus declaraciones de impuesto. Tampoco sabemos si ha pagado su porción justa de impuestos, o el extento de sus enredos financieros extranjeros. ¿Se imaginó alguna vez que un candidato presidencial discutiría el tamaño de sus genitales durante un debate republicano nacionalmente televisado? Tampoco nosotros. ¿Se imaginó alguna vez que un candidato presidencial, uno que evitó el servicio militar, criticaría a ´padres que perdieron a su hijo en Iraq? Tampoco nosotros. ¿Se imaginó alguna vez que vería a un candidato presidencial burlarse de un reportero discapacitado? Tampoco nosotros. La incapacidad o renuencia de Trump de ignorar crítica provoca el espectro de un presidente que, como Richard Nixon, crearía listas de enemigos y ser consumido con vengarse de sus críticos Tampoco este editorial representa un apoyo incondicional para Hillary Clinton, quien ha tenido sus propias faltas (aunque las de ella están lejos de amenazar la seguridad nacional o llevar a una crisis inconstitucional). La Junta Editorial no tiene un consenso para un endoso de Clinton. USA TODAY’s Editorial Board: Trump is ‘unfit for the presidency I n the 34-year history of USA TODAY, the Editorial Board has never taken sides in the presidential race. Instead, we’ve expressed opinions about the major issues and haven’t presumed to tell our readers, who have a variety of priorities and values, which choice is best for them. Because every presidential race is different, we revisit our no-endorsement policy every four years. We’ve never seen reason to alter our approach. Until now. This year, the choice isn’t between two capable major party nominees who happen to have significant ideological differences. This year, one of the candidates — Republican nominee Donald Trump — is, by unanimous consensus of the Editorial Board, unfit for the presidency. From the day he declared his candidacy 15 months ago through the first presidential debate, Trump has demonstrated repeatedly that he lacks the temperament, knowledge, steadiness and honesty that America needs from its presidents. Whether through indifference or ignorance, Trump has betrayed fundamental commitments made by all presidents since the end of World War II. These commitments include unwavering support for NATO allies, steadfast opposition to Russian aggression, and the absolute certainty that the United States will make good on its debts. He has expressed troubling admiration for authoritarian leaders and scant regard for constitutional protections.We’ve been highly critical of the GOP nominee in a number of previous editorials. With early voting already underway in several states and polls showing a close race, now is the time to spell out, in one place, the reasons Trump should not be president: Trump has been on so many sides of so many issues that attempting to assess his policy positions is like shooting at a moving target. A list prepared by NBC details 124 shifts by Trump on 20 major issues since shortly before he entered the race. He Algunos de nosotros vemos su comando de los temas, resistencia y largos antecedentes de servicio público—como primera dama, senadora de los Estados Unidos y secretaria de Estado—y creemos que ella serviría a la nación hábilmente como su presidenta. Cualquier cosa que usted haga, sin embargo, resista el canto de sirena de un peligroso demagogo. Por todos los medios vote, pero no por Donald Trump. Fuente: USA Today simply spouts slogans and outcomes (he’d replace Obamacare with “something terrific”) without any credible explanations of how he’d achieve them. Trump’s foreign policy pronouncements typically range from uninformed to incoherent. It’s not just Democrats who say this. Scores of Republican national security leaders have signed an extraordinary open letter calling Trump’s foreign policy vision “wildly inconsistent and unmoored in principle.” In a Wall Street Journal column this month, Robert Gates, the highly respected former Defense secretary who served presidents of both parties over a half-century, described Trump as “beyond repair.” From the very beginning, Trump has built his campaign on appeals to bigotry and xenophobia, whipping up resentment against Mexicans, Muslims and migrants. His proposals for mass deportations and religious tests are unworkable and contrary to America’s ideals. Trump has stirred racist sentiments in ways that can’t be erased by his belated and clumsy outreach to African Americans. His attacks on an Indiana-born federal judge of Mexican heritage fit “the textbook definition of a racist comment,” according to House Speaker Paul Ryan, the highest-ranking elected official in the Republican Party. And for five years, Trump fanned the absurd “birther” movement that falsely questioned the legitimacy of the nation’s first black president. Trump has built his candidacy on his achievements as a real estate developer and entrepreneur. It’s a shaky scaffold, starting with a 1973 Justice Department suit against Trump and his father for systematically discriminating against blacks in housing rentals. (The Trumps fought the suit but later settled on terms that were viewed as a government victory.) Trump’s companies have had some spectacular financial successes, but this track record is marred by six bankruptcy filings, apparent misuse of the family’s charitable foundation, and allegations by Trump University customers of fraud. Is Trump as rich as he says? No one knows, in part because, alone among major party presidential candidates for the past four decades, he refuses to release his tax returns. Nor do we know whether he has paid his fair share of taxes, or the extent of his foreign financial entanglements. Did you ever imagine that a presidential candidate would discuss the size of his genitalia during a nationally televised Republican debate? Neither did we. Did you ever imagine a presidential candidate, one who avoided service in the military, would criticize Gold Star parents who lost a son in Iraq? Neither did we. Did you ever imagine you’d see a presidential candidate mock a disabled reporter? Neither did we. Trump’s inability or unwillingness to ignore criticism raises the specter of a president who, like Richard Nixon, would create enemies’ lists and be consumed with getting even with his critics. Nor does this editorial represent unqualified support for Hillary Clinton, who has her own flaws (though hers are far less likely to threaten national security or lead to a constitutional crisis). The Editorial Board does not have a consensus for a Clinton endorsement. Some of us look at her command of the issues, resilience and long record of public service — as first lady, U.S. senator and secretary of State — and believe she’d serve the nation ably as its president. Whatever you do, however, resist the siren song of a dangerous demagogue. By all means vote, just not for Donald Trump. Source: USA Today
El Aguila Octubre/October 13 - Noviembre/November 15, 2016 La Corte Suprema de los Estados Unidos rechaza la audiencia de varias apelaciones de Alto-Perfil Mientras la corte ha escogido tres docenas de casos para este término. Más atención está puesta en quien está en el banquillo que enfrentar los casos. Han pasado más de seis meses desde que el Presidente Barack Obama nominó a Merrick Garland para llenar el asiento vacío que dejó la muerte de Scalia, con la acción del Senado poco probable hasta después de la elección presidencial de noviembre, Es la primera vez que habrá un asiento vacío el Día de las Elecciones desde la victoria de Abraham Lincoln en 1864 en el centro de la Guerra Civil. Los republicanos del senado han rechazado considerar al nominado de Obama, diciendo que el nuevo presidente debe escoger quien debe llenar el asiento vacío. “Yo realmente no pienso que debe haber alguna duda que si el Juez Garland es en efecto el próximo juez en la Corte Suprema, esto llevará a un mar de cambios en la dirección de la corte en muchos de los más consecuentes temas de la ley”, dijo Kannon Shanmugam, un abogado de Washington y antiguo empleado administrativo de Scalia. Aun con la más modesta agenda, la corte no puede completamente evitar algunos conflictos críticos este término. El prejuicio racial en la ley, libertad de expresión, los derechos de sanitarios transgéneros enfrentarán la corte en los próximos meses, y comenzará escuchando argumentos verbales el martes. The Supreme Court of the United States rejects hearing several High-Profile appeals While the court has chosen three dozen cases for this term, more attention is on who’s on the bench rather than facing it. It’s been more than six months since President Barack Obama nominated Merrick Garland to fill the empty seat left after Scalia’s death, with Senate action unlikely until after the November presidential election. It’s the first time there will be an empty seat on Election Day since Abraham Lincoln’s 1864 victory at the height of the Civil War. Senate Republicans have refused to consider Obama’s nominee, claiming the new president should choose who will fill the seat. “I really don’t think there can be any doubt that if Chief Judge Garland is in fact the next justice on the Supreme Court, it is going to lead to a sea change in the direction of the court on many of the most consequential issues of the law,” said Kannon Shanmugam, a Washington lawyer and former Scalia clerk. Even with a more modest docket, the court can’t completely avoid some critical conflicts this term. Racial bias in law, free speech and transgender bathroom rights will face the court in upcoming months, and it will begin hearing oral arguments on Tuesday. “This term’s cases are not snoozers,” Elizabeth B. Wydra, president of the Constitutional Accountability Center, told The New York Times. “This term features important cases about racial bias in the criminal justice system, voting rights and redistricting, immigration and detention, and accountability for big banks that engaged in racially discriminatory mortgage lending practices.” On Monday, the justices decided which of the cases before them to review and which to deny, granting only eight new cases, five fewer than this time last year. The court added cases that involve school benefits for disabled children, a gender discrimination charge and whether Indian tribes’ sovereign immunity bars lawsuits against tribal employees. Source: U.S.News “Los casos de este término no son durmientes”, le dijo al New York Times, Elizabeth B. Wydra, presidenta de la Constitutional Accountability Center. “Este término figura casos importantes acerca de del prejuicio racial en el sistema de justicia criminal, derechos de votar y la división de distritos, inmigración y detención, IMMIGRATION/INMIGRACIÓN y la responsabilidad de los bancos grandes involucrados en prácticas de préstamos hipotecarios discriminatorios. Recientemente, los jueces decidieron cuáles de los casos ante ellos revisar y cuáles denegar, permitiendo solamente ocho casos nuevos, cinco menos que durante este tiempo el año ALIADOS CON LA EDUCACIÓN 5 pasado. La corte agregó casos que involucran beneficios escolares para niños discapacitados, un cargo de discriminación por género y si la inmunidad soberana de las tribus indias prohíbe demandas contra empleados tribales. Fuente: U.S.News
Page 1 and 2: Octubre/October 13 - Noviembre/Nove
Page 3: El Aguila Octubre/October 13 - Novi
Page 7 and 8: El Aguila Octubre/October 13 - Novi

El Aguila Magazine – October 13, 2016

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?