Revista Sala de Espera Nro. 152

Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia
decidió realizar para finalizar el año 2016,
la primera semana de la cocina italiana del
mundo. Durante la clausura, Don Armando
y María Fernanda conversaron sobre esa
multiculturalidad que se expresa en la comida,
mucho más que en otros contextos.
“Desgraciadamente no voy a estar presente,
no voy a vivir para verlo, pero yo
creo que en veinte años la arepa va a reemplazar
a la hamburguesa. Parece un horror
lo que estoy diciendo, pero si lo pensamos
seriamente sé que eso es cierto. Uno de
nuestros insignes cheff, Edgar Leal, dijo
una vez que lo único que no podía rellenar
a una arepa era precisamente la pasta. Que
todo lo demás lo aceptaba. Y precisamente
nuestra Reina Pepiada retrata exactamente
eso”, comenta Don Armando.
-¿Cuál es ese plato cuyo
aroma le recuerda esa fusión
entre Venezuela e Italia?
-El pasticho. Es una cosa venezolana
muy popular y no es lo mismo a lo que los
italianos llaman lasagna, esa pasta de capas
rellenas. El pasticho está inspirado en esa
lasaña.
-¿A los venezolanos y a los
italianos nos une el placer por la
comida y la reunión en la mesa?
- Cuando uno se reúne en el ambiente
italiano siempre hay presente algo de
placer, similar al del venezolano y ambos
para mí son importantísimos. Creo que el
italiano es la persona que más disfruta ese
placer, no solo para degustar, en todo.
-¿Qué mensaje le deja a las nuevas
generaciones de chef venezolanos?
- No pierdan sus raíces nunca. No
debemos perder nuestro sabor venezolano.
Cuando uno analiza bien a fondo ese
sabor siente un poco resquicios del sabor
italiano, aunque uno no puede decir:
“esto sabe a italiano”. Nuestro sabor debe
permanecer acentuado.
A la defensa del cacao
venezolano
La chef venezolana María Fernanda Di
Giacobbe fue elegida a mediados de este
año como la ganadora del Basque Culinary
World Prize, un premio para chefs con iniciativas
transformadoras, promovido por Basque
Culinary Center y el Gobierno Vasco.
Casos y rostros
Di Giacobbe tiene muchos años dedicada
a promover el chocolate venezolano
a través de las iniciativas Kakao y Cacao de
Origen. Ella es una firme creyente de que
el cacao une a los venezolanos.
“El cacao es la identidad del país. Nos
une, todos tenemos algo común con ese
fruto y los que no lo tenemos comemos
igual chocolate. El mapa de Venezuela
tiene una red bajo tierra de árboles de
cacao y parece haber despertado. Por ese
prestigio fuimos conocidos en el mundo
y tenemos que recuperarlo, sentarnos de
nuevo en ese trono.
Yo creo que es un buen momento para
entender al cacao como nuestra identidad,
como la semilla que narra nuestra historia
y como la posibilidad de país en el que
podemos convertirnos. Entendiendo que
si lo hacemos bien ya tenemos el mercadeo
hecho hace 500 años. El mundo está
esperando esas semillas de cacao de buena
genética, bien fermentadas al sol, que llevan
los aromas de la brisa marina de este
país y una esperanza muy grande”, finalizó
Di Giacobbe con la certeza de que hoy
el cacao venezolano es un mensaje y el
mundo está dispuesto a recibirlo.
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