Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
En España, la práctica de la exposición frecuente del Santísimo y su disposición<br />
en tabernáculos creados ex profeso en el retablo mayor, no se extendió hasta el siglo<br />
XVI, cuando recibió el impulso decisivo de Trento. A partir de entonces, los retablos<br />
mayores comenzaron a ser concebidos para rendir culto a determinadas advocaciones<br />
pero, sobre todo, fueron ideados para la inserción eucarística, que determinó la<br />
introducción de un tabernáculo compuesto por sagrario y manifestador en lo alto en las<br />
calles centrales del retablo<br />
Aunque custodia, tabernáculo y sagrario son, en muchas ocasiones tomados<br />
como términos sinónimos, pues todos ellos indican que su contenido es la Sagrada<br />
Forma, presentan ciertas diferencias.<br />
El tabernáculo se menciona con el significado de custodia pero se identifica<br />
como tal a una pieza monumental, con un perfil turriforme y una doble estructura,<br />
formada por el Sagrario que guarda la Sagrada Forma, y un manifestador que permite<br />
que el Santísimo Sacramento permanezca siempre visible. El manifestador es<br />
generalmente una hornacina donde se muestra la Sagrada Forma depositada en una<br />
Custodia, objeto suntuario litúrgico para guardar la Forma y exponerla mediante el viril.<br />
El tabernáculo que aparece en el retablo de San Juan Bautista de Camarena, vino<br />
a sustituir a una antigua custodia tallada por Copín de Holanda, desaparecida en la<br />
actualidad y al que se le quiso dar una enorme importancia en su momento, si<br />
observamos la situación privilegiada que ocupa, pues tapa el banco y el centro del<br />
primer cuerpo de la calle central del retablo<br />
Elaborado en 1733, adopta la forma de templete, el primer cuerpo está formado por<br />
un baldaquino coronado con cúpula ojival, a la que falta la cruz que, hasta la última<br />
restauración, la remataba, sostenido por seis estípites, una en cada esquina y otra en el<br />
centro de los laterales, si bien salientes de la línea marcada por las otras cuatro. Las de la<br />
parte delantera, terminadas en arco de medio punto.<br />
Tiene en su interior un cascarón expositor de<br />
forma cilíndrica con dos puertas giratorias coronadas<br />
por un cuarto de esfera que cierran al medio,<br />
ejecutado en 1774, en madera dorada con decoración<br />
de cuarterones y espejos rectangulares. La<br />
decoración general del templete es de motivos<br />
vegetales en abundancia, los capiteles corintios de<br />
las columnas estípites tienen hojas de acanto.<br />
No podemos pasar por alto la posible<br />
influencia, recibida en su construcción, del<br />
Baldaquino de San Pedro del Vaticano, terminado<br />
de construir por Juan Lorenzo Bernini en 1633, iba<br />
a causar en todo el barroco europeo al emplear<br />
cuatro magníficas columnas salomónicas como<br />
soportes de la gigantesca obra que guarda la tumba<br />
del apóstol San Pedro. Esas columnas salomónicas<br />
pronto tendrían su influencia en España llegando<br />
incluso a Toledo, donde la columna salomónica se<br />
Retablos de la Iglesia de San Juan Bautista de Camarena. Pág. 25