RETABLOS DE LA IGLESIA DE CAMARENA 2017 v.2

En su interior,
formando lo que llamamos
el Trono de la Virgen,
vemos un basamento
decorado con motivos
vegetales que sostiene,
partiendo de la misma basa,
ocho
columnas
salomónicas, cuatro a cada
lado, con capitel unificado y
unidas por halo en forma de
arco decorado por pequeños
ángeles y en la parte
superior del arco dos figuras
sedentes representando a
Jesucristo y Dios Padre, uno
a cada lado de una especie
de corona con una cruz en
la parte superior y rayos
entre las distintas figuras.
En este Trono se coloca la
imagen de la Santísima
Virgen de la Caridad.
Todo este cuerpo, encuadrado por cuatro columnas de fuste estriado con capitel
doble, el inferior de estilo corintio con hojas de acanto y el superior de elementos
geométricos, las dos extremas adosadas al cuerpo del retablo.
Cabe incidir en este punto en la presencia de columnas salomónicas en el retablo
de la Virgen de la Caridad de Camarena, pues son uno de los elementos más
significativos del Barroco en el arte mueble de los edificios religiosos. La columna
salomónica llegó a Toledo de la mano de Pedro de la Torre en 1647, a través del
proyecto que presentó para la construcción del arco y trono de la Virgen del Sagrario,
cuyo primer diseño presentado a examen del arzobispo y cabildo catedralicio tuvo que
ser modificado para introducir en el arco seis columnas salomónicas.
Hubo numerosas imitaciones de este novedoso trono a partir de su entrega en
1674, motivadas por encargos de cofradías parroquiales como consecuencia de la
exposición pública de la obra en la capilla del Sagrario de la catedral y su
divulgación en cuadros y estampas.
No muy posterior en fecha sería el excelente trono barroco de la Virgen de la
Caridad, patrona de Camarena, que aún se conserva, con los consabidos haces de
columnas salomónicas sosteniendo el arquillo de gloria rayonado, resultando la
imitación más fiel del trono de la Virgen del Sagrario catedralicio, nos dice Antonio
Daniel Cristóbal Morell Página 34