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Revista JOVEL Marzo 2017

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<strong>Marzo</strong> <strong>2017</strong><br />

LOS BARRIOS DE SAN CRISTÓBAL<br />

DE LAS CASAS. UN MOSAICO DE<br />

CULTURAS<br />

POR MÉXICO DESCONOCIDO<br />

El nombre de San Cristóbal obedece a la devoción de los<br />

primeros españoles que aquí se asentaron, quienes aseguraban<br />

que San Cristóbal los había guiado hasta estas<br />

tierras y había presidido las fieras batallas que tuvieron que sostener<br />

para dominar a los indígenas; lo de Las Casas se debe al<br />

agradecimiento que la población indígena guarda a su primer<br />

obispo, fray Bartolomé de Las Casas, quien luchó incansablemente<br />

por mejorar la situación de la comunidad.<br />

San Cristóbal, conocida como Ciudad Real hasta 1829, fue fundada<br />

en marzo de 1528 por don Diego de Mazariegos, acompañado<br />

por alrededor de ochenta españoles, un contingente de<br />

guerreros mexicas y tlaxcaltecas, y los indígenas mixtecos y<br />

zapotecos que en Oaxaca se unieron a la expedición. La ciudad<br />

se trazó de acuerdo con las normas que la Corona española había<br />

dispuesto para el establecimiento de ciudades en las colonias<br />

americanas: un cuadro al centro que serviría de plaza mayor y a<br />

sus cuatro costados la iglesia parroquial, el cabildo, la cárcel y<br />

el mesón. Se trazaron también las calles rectas y alineadas y se<br />

repartieron solares entre la población española; en los alrededores,<br />

a suficiente distancia, se fundaron los diferentes barrios<br />

destinados a la población indígena.<br />

La variada presencia de españoles, de las etnias indígenas y de<br />

los esclavos negros hizo de esta ciudad un mosaico humano,<br />

cuyo mestizaje racial y cultural se refleja en la riqueza de su<br />

arquitectura, en el colorido de sus manufacturas, en la diversidad<br />

de su cocina y en el carácter de su gente. Con el tiempo, los<br />

habitantes de cada barrio de San Cristóbal se fueron distinguiendo<br />

por los oficios que desempeñaban, tradición que aún sigue<br />

vigente. Así, por ejemplo, el barrio de El Cerrillo se caracteriza<br />

por sus trabajos de herrería, que se pueden admirar, sobre todo,<br />

en puertas y balcones.El barrio de San Román destaca por el<br />

delicioso pan que sale de sus hornos.<br />

Desde las tres de la tarde se ven las canastas adornadas con las típicas<br />

cazulejas, las rosquitas de anís y canela, el pan francés y el<br />

marquesote. El barrio también se especializa en la confección de<br />

deliciosos dulces típicos, como el chimbo (pariente cercano de<br />

los deliciosos huevos reales), las cajetas, las figuritas de yema,<br />

los gaznates y las tartaritas de turrón. Pero también en San Román<br />

se encuentra uno de los más importantes talleres de alfarería<br />

de la región, en el que se fabrican magníficas vajillas, floreros y<br />

macetas, entre otras piezas, e incluso pisos y losetas. En el barrio<br />

de La Merced puede admirarse el trabajo de cerería artística que<br />

los habitantes dominan, logrando verdaderos encajes que deleitan<br />

la vista. En los altares de los templos y de algunas casas particulares<br />

se acostumbra poner velas adornadas con hojas y flores<br />

de gran delicadeza y colorido.<br />

Entre el aroma de la madera y el ruido de las sierras, en el barrio<br />

de Mexicanos se esconden pequeños talleres dedicados a la<br />

fabricación de muebles típicos cristobalenses, hechos con ricas<br />

maderas de pino, encino o ciprés. El barrio de Guadalupe es conocido,<br />

entre otras cosas, porque ahí se fabrican los tradicionales<br />

juguetes mexicanos, como trompos, baleros, maromeros, aves<br />

rodantes y otros que son la diversión de los niños.Junto con sus<br />

maravillosos paisajes, su fresco aire con olor a pino, sus antiguos<br />

barrios de indios, sus calles empedradas y sus techos de teja, San<br />

Cristóbal de Las Casas conserva el aspecto de una ciudad colonial,<br />

con edificios civiles y religiosos que son verdaderas joyas<br />

arquitectónicas, todo lo cual la convierte en una de las localidades<br />

más bellas del sureste mexicano.<br />

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