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11<br />

fesor de Kingston, Ajai Mansingh, en<br />

su libro Home away from home: 150<br />

años de presencia India en Jamaica.<br />

Dos de los considerados como<br />

los primeros rastafaris, Leonard<br />

Howell y Joseph Nathaniel Hibbert,<br />

habían sido muy influenciados por<br />

la cultura hindú. Howell, seguidor<br />

de Marcus Garvey, también se hacía<br />

llamar Gyan Gong Guru Maragh, un<br />

nombre con influencia sánscrita e<br />

hindú (Gyan=sabiduría, Gun=virtud,<br />

Guru=maestro y Maragh=rey). Bajo<br />

este nombre incluso escribió un<br />

texto en 1935, donde hablaba de la<br />

relevancia entre los sadhus indios<br />

del estilo de vida rastafari que predicaba.<br />

Sin embargo, estos primeros<br />

rastafaris llevaban el pelo corto.<br />

Los afrojamaicanos parecen haber<br />

sido muy influenciados por los sadhus,<br />

tanto en su aspecto, su estilo de<br />

vida espiritual y vegetariano, e incluso<br />

su uso sacramental del cannabis y<br />

su terminología para referirse a la<br />

planta. Aunque en muchos casos se<br />

desconocen estos viejos vínculos o se<br />

niegan, bien por ignorarlos o por no<br />

querer aceptar que la cultura india ha<br />

influenciado al rastafarismo igual que<br />

la africana.<br />

CANNABIS EN JAMAICA<br />

Tradicionalmente, con la introducción<br />

de la planta y la cultura de la ganja en<br />

Jamaica, su consumo fue algo propio<br />

de las clases pobres trabajadoras.<br />

Sin duda una ayuda para lidiar con la<br />

dureza del día a día y alcanzar la paz<br />

espiritual. Sin embargo, con la popularización<br />

del movimiento Rastafari<br />

en Jamaica, muchos abrazaron también<br />

el nuevo uso espiritual de la<br />

planta: una vía para la meditación y<br />

elevación espiritual. De este modo,<br />

se refieren a ella como la hierba<br />

sagrada. De todas formas, el uso del<br />

cannabis no se limita solamente a<br />

los seguidores del rastafarismo, pues<br />

se estima que hasta un 60-70% de<br />

la población total de Jamaica usa la<br />

planta habitualmente, sea para fines<br />

espirituales o no.<br />

Según Leonard Barrett, los rastafaris<br />

comenzaron a usar la marihuana<br />

como reacción al trato que recibían<br />

los negros en la sociedad, volviéndose<br />

así una herramienta para liberarse<br />

y rebelarse contra el sistema.<br />

Posteriormente se asumió como una<br />

costumbre que permitía elevar sentimientos<br />

de comunidad, y favorecía<br />

esta espiritualidad y la calma. De este<br />

modo, los rastafaris usan la planta de<br />

forma habitual en sus ceremonias y<br />

reuniones sociales. No es considerada<br />

como una sustancia psicoactiva, sino<br />

como una vía para ahondar en su propia<br />

fe y sistema de creencias.<br />

Encuentran justificación para su uso a<br />

través de muchos textos bíblicos, como<br />

el salmo 104:14 que dice: “Él hace brotar<br />

el heno para las bestias y la hierba<br />

para el servicio del hombre”. De esta<br />

forma, sus seguidores encuentran en<br />

los textos sagrados un apoyo para usar<br />

la planta para meditar, alcanzar la paz<br />

interior y reflexionar. No cabe duda de<br />

que se trata de un uso sacramental que<br />

hacen de la planta del cannabis; para<br />

los rastas se trata de una llave para<br />

alcanzar un mejor entendimiento de sí<br />

mismos, el universo y Dios. Un uso muy<br />

similar al de los hindúes, donde la planta<br />

goza de igual estatus sagrado debido<br />

a su relación con los textos védicos y el<br />

dios Shiva.<br />

VARIEDADES CRIOLLAS<br />

Las primeras aportaciones genéticas<br />

de cultivares que llegaron a Jamaica<br />

en manos de los culís eran plantas de<br />

origen tropical, de larga maduración,<br />

flores ralas y gran similitud con las<br />

encontradas en la India u otras colonias<br />

americanas, africanas o asiáticas.<br />

En sus expresiones queda patente<br />

un origen común, un linaje genético<br />

ancestral que ha ido evolucionando en<br />

forma de distintos ecotipos a lo largo<br />

de toda la zona intertropical.<br />

Sin embargo, hoy en día Jamaica se ha<br />

convertido en otro ejemplo de la desaparición<br />

de las variedades tradicionales<br />

locales, exactamente lo mismo que<br />

Jamaica Blue Mountain, 1985. Imagen: CBG.<br />

ha sucedido en países como México<br />

o Colombia. No cabe duda de que las<br />

políticas prohibicionistas y de erradicación<br />

de finales de los años 70 y<br />

principios de los 80, han tenido un<br />

gran impacto en la biodiversidad de la<br />

planta en la mayoría de las regiones<br />

que tradicionalmente se habían convertido<br />

en importantes productores de<br />

la misma.<br />

Con la popularización de la isla<br />

como un destino turístico y la creciente<br />

demanda de marihuana entre<br />

los turistas, paulatinamente se han<br />

ido introduciendo semillas foráneas<br />

o híbridos en la región, que han sido<br />

acogidas con gran entusiasmo por los<br />

campesinos locales, pues permiten un<br />

mayor número de cosechas por año<br />

y una mayor producción total. Esto,<br />

evidentemente, les reporta mayores<br />

ventajas y también ganancias.<br />

La explotación mediática del rastafarismo,<br />

junto con la popularización<br />

de la música reggae y de la isla como<br />

destino para los turistas, ha favorecido<br />

que algunos nativos conviertan<br />

sus huertos en una atracción turística,<br />

donde muestran orgullosos sus<br />

plantaciones de híbridos y mencionan<br />

nombres que resultan familiares a la<br />

par que inesperados: Skunk, Purple,<br />

White Widow, Blueberry, Kush, etc.<br />

Estas plantas contrastan con el aspecto<br />

de los campos tradicionales, pues<br />

en un entorno sometido a un fotoperiodo<br />

tropical como Jamaica, generalmente<br />

comienzan a florecer de manera<br />

precoz y maduran con tamaños muy<br />

reducidos. Esto parece un espejo de<br />

lo que también podemos encontrar en<br />

México, Colombia o algunas regiones<br />

de África. En general, los campesinos<br />

que subsisten del cultivo del cannabis<br />

han acogido los híbridos con los<br />

brazos abiertos a lo largo y ancho del<br />

mundo, algo que ya sucedió en el pasado<br />

en otros sectores de la agricultura,<br />

como los cereales, la vid, los tomates o<br />

cualquier otra fruta u hortaliza que se<br />

cultive a una escala importante.<br />

Parece pues, que las viejas variedades<br />

tradicionales −como Collies y<br />

Lambsbread− se han extinguido irreparablemente,<br />

al igual que lo que ha ocurrido<br />

con otros nombres legendarios<br />

de la época dorada del cannabis como<br />

Acapulco Gold, Oaxacan, Panama Red,<br />

Colombian Gold, Zacatecas, Cambodian<br />

Red y otras muchas que han pasado a la<br />

historia, y formaban parte de la infinita<br />

diversidad encontrada hasta finales<br />

de los años 70. Todos estos nombres<br />

fueron popularizados gracias a la subcultura<br />

que giraba en torno a la planta,<br />

tras haber sido dados a conocer por<br />

hippies, veteranos de Vietnam, surfistas,<br />

traficantes o moteros de la época.<br />

Ellos fueron los pioneros, actuaron<br />

como un puente social para normalizar<br />

un consumo que estaba relegado a los<br />

sectores más marginales y desfavorecidos<br />

de la sociedad.<br />

Apenas quedan reminiscencias de<br />

unos genes jamaicanos ya muy diluidos<br />

en la actualidad, de no ser por<br />

algún coleccionista privado o algunas<br />

comunidades religiosas herméticas de<br />

la isla que siguen manteniendo las<br />

variedades tradicionales de décadas<br />

anteriores, hoy en día convertidas en<br />

testigos atemporales que nos hablan<br />

de una época ya pasada.<br />

Al igual que lo que sucede con los cultivares<br />

originarios de México y Colombia,<br />

es sencillo distinguir una variedad tradicional<br />

de una moderna, a golpe de vista.<br />

Las estructuras de los cultivares de origen<br />

tropical, sus tiempos de maduración<br />

y las peculiaridades de su quimiotipo<br />

(un diferente perfil químico, que origina<br />

compuestos aromáticos y también<br />

efectos bien distintos) son radicalmente<br />

opuestas en unas y otras, en función del<br />

grado de dilución que los genes hayan<br />

podido sufrir.<br />

Hay grandes similitudes entre las distintas<br />

variedades tradicionales del Caribe<br />

y de otras regiones en donde los culís<br />

fueron introducidos, como Mauricio o la<br />

costa oriental africana. A medida que<br />

los nuevos avances en el genotipado y<br />

quimiotipado de la planta tengan lugar,<br />

sin duda llegaremos a alcanzar un mejor<br />

entendimiento del género cannabis.<br />

MOVIMIENTOS PROLEGALIZACIÓN<br />

A mediados del siglo XX nació en Jamaica<br />

un nuevo movimiento de legalización,<br />

impulsado en gran parte por los músicos<br />

del reggae y su comunidad, que curiosamente<br />

se terminarían convirtiendo en los<br />

embajadores por excelencia de la planta.<br />

Robert Nesta Marley, más conocido<br />

como Bob, creció en el suburbio de Nine<br />

Mile, en Jamaica, hasta que se mudó a<br />

Trenchtown con su madre cuando tenía<br />

apenas 12 años. Fue allí donde conoció a<br />

Bunny Wailer y Peter Tosh, con quienes<br />

entabló una gran amistad. Esta relación<br />

dio origen a la formación de The Wailers,<br />

aproximadamente en la misma época en<br />

la que Jamaica acababa de obtener su<br />

independencia de los británicos, en 1962.<br />

En 1966 Bob Marley abandonó sus

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