06_Un libro es un amigo_6 mar 2017_individuales

Vértigo
Bebo mi trago con prisa, con la misma prisa y angustia que he
bebido los anteriores. Agito mi vaso para que alguien me sirva
más. Flirteo. Ya no sé con quién. Espero ligar esta noche para no
sentirme sola. Esta noche y cualquier otra y todas. Seguro terminan
por odiarme cuando al final no accedo a acostarme con ellos.
Mi bebida ha estado apoyada dos minutos sobre la mesa
mientras yo miraba alrededor pensando quién me apetece y
parece disponible, pero ahora la levanto y sorbo de un tirón lo
que queda.
Estoy contenta de estar aquí y no en casa. El tiempo a solas
es bueno durante el día, pero intolerable por la noche. Las
madrugadas pasan lentas, llenándome de deseos que quedan
siempre insatisfechos y se fijan en alguna parte de mi cuerpo,
me provocan esa angustia de la que no puedo deshacerme.
Así que cuando salgo y me encuentro rodeada de licor y gente,
vuelvo a emborracharme y me precipito a los brazos de cualquiera
que me desee. Todo da vueltas, todo ocurre muy rápido.
Dije que flirteo, pero en realidad sólo se trata de fijar la
mirada en cualquier tipo, sin siquiera poner una expresión en
particular. Pedir más alcohol, rozar ligeramente la mano de
quien lo ofrece y en general esperar a ver las reacciones.
No sé dónde he dejado mi bolsa, tal vez no la traje o quizá
la olvidé en alguna fiesta pasada, ¿pero en cuál? ¿Qué día es
hoy, para empezar? Llevo muchos días así, tomando mucho,
comiendo y durmiendo poco y en donde sea. Pero estoy alegre,
o por lo menos no tan deprimida como siempre.
27