Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Nec<strong>es</strong>ito detenerme <strong>un</strong> momento para pensar… ¿Pensar<br />
qué? Quizá sea mejor vivir… vivir y no pararme n<strong>un</strong>ca.<br />
Por momentos todo se vuelve lento y mi cerebro me obliga<br />
a cu<strong>es</strong>tionarme cosas mol<strong>es</strong>tas, pero yo sigo en lo mío, enciendo<br />
otro cigarro, evito mirarme en el <strong>es</strong>pejo.<br />
Estos instant<strong>es</strong> suelen venir en el baño, mientras termino de<br />
orinar, o en el silencio que hay entre <strong>un</strong>a canción y otra, poco<br />
ant<strong>es</strong> de dormir o cuando d<strong>es</strong>pierto y no reconozco el lugar.<br />
Ignoro cómo sucedió, pero <strong>es</strong>toy parada en medio el cuarto<br />
y <strong>un</strong> chico me <strong>es</strong>tá hablando. Creo que entré a buscar mi bolsa<br />
y él me ha seguido. Lo observo <strong>un</strong> seg<strong>un</strong>do: <strong>es</strong> guapo. Dejo que<br />
me arrincone. Fui yo quien lo guió hasta aquí a<strong>un</strong>que él piense<br />
que <strong>es</strong> decisión suya. Se acerca y yo bajo la vista hacia el piso,<br />
a<strong>un</strong>que d<strong>es</strong>eo que se acerque más, mucho más, que me sujete el<br />
rostro con la mano y me obligue a ver sus ojos y b<strong>es</strong>arlo.<br />
En vez de <strong>es</strong>o habla demasiado, trata de ser agradable conmigo.<br />
Me fastidio y salgo por otro trago. Ahora me enfrasco en<br />
<strong>un</strong>a discusión telefónica, a<strong>un</strong>que no sé quién <strong>es</strong> el que llama.<br />
Nec<strong>es</strong>ito sentir las cosas con intensidad para saber que sigo viva.<br />
El chico viene de nuevo y yo no puedo <strong>es</strong>perar más. Pienso<br />
en agarrarle la mano y atraerlo hacia mí. En vez de <strong>es</strong>o huyo<br />
y me voy hacia la dirección contraria. Me sigue, le pido otra<br />
cerveza y él me la da. Huyo otra vez.<br />
¿Qué ha sucedido? Creí que sólo había parpadeado pero<br />
ahora <strong>es</strong>toy de nuevo en el cuarto, tirada en el piso. Alguien me<br />
cubrió con <strong>un</strong>a cobija.<br />
En la oscuridad algo se mueve. Es él, que me vigilaba mientras<br />
dormía, preocupado por que no fuera a ahogarme o alguien<br />
me mol<strong>es</strong>tara. “Gracias”, le digo, “dame otra cerveza”. Él<br />
duda pero me entrega la suya que <strong>es</strong>tá a medio beber, <strong>un</strong> poco<br />
tibia. Se acerca, me acaricia la frente.<br />
28