Entrelíneas 45

ENTRELINEAS
Crónica
que también financia el congreso
de IUFRO, vivió una de las protestas
convocadas, terminando
con rayados en sus dependencias
en contra de este evento que según
ellos “pretende densificar y
expandir aún más las plantaciones
forestales a través de las investigaciones
en plantas transgénicas,
este encuentro profundiza
el lobby empresarial entorno a
las ciencias, la academia y sus
investigaciones como vehículo
servil a los intereses del negocio
forestal”.
Este centro perteneciente a
la Universidad de Concepción
señaló en un comunicado luego
de sufrir daños en sus dependencias,
que “en sus 12 años
de funcionamiento, el CBUdeC
no ha generado ningún proyecto
de investigación que promueva
la producción o mucho menos
comercialización de árboles
transgénicos en Chile. Toda la
investigación en torno a esta técnica
específica en el CBUdeC,
se remite a encontrar y validar
genes que confieran ciertas características
a los árboles, no la
producción de árboles transgénicos,
cuestión para la que ningún
centro en Chile está autorizado a
realizar, y para el que tampoco
existe legislación que resguarde
aspectos de bioseguridad que son
básicos para este tipo de desarrollos”.
Fernando Mejías, periodista
de este centro de investigación
y quien organiza eventos del
Centro de Biotecnología como
los Cafés Científicos, afirmó lo
informado en el comunicado,
agregando que “es poco riguroso
y casi tendencioso afirmar que
como centro “ayudamos” a las
empresas forestales a que se expandan,
y con ello los incendios
forestales, entre otros epítetos,
una asociación que nada
tiene que ver con nuestros
objetivos y que por cierto
nos acusa de una situación
socioambiental gravísima y
multifactorial que se arrastra
por mucho más tiempo
de los 12 años que llevamos
trabajando.po de los 12 años
que llevamos trabajando”.
El conflicto no existe
entre el Centro de Biotecnología
y las agrupaciones,
existe entre el pensamiento
de quienes defienden los
territorios y lo que creen
que realizan las forestales
y sus patrocinadores y colaboradores.
Aunque es de conocimiento
público que las especies
más utilizadas por las empresas
forestales, los monocultivos de
pino radiata y eucaliptus, tienen
efectos negativos en la biodiversidad,
la disponibilidad de agua
y la calidad de los suelos, lo que
tratan de evitar las coordinadoras
en defensa de territorios y agua
en la región.
Cabe destacar finalmente que
hay investigaciones, como las
del Centro de Biotecnología y
otros centros a lo largo de Chile,
que trabajan para mejorar las especies
ante cambios climáticos.
Mientras las agrupaciones que
defienden los territorios esperan
que todo estos no sea dañino para
nadie.
Desde el 9 y hasta el 11 de junio, las agrupaciones en defensa
de los territorios llamaron a protestar en contra del negocio
forestal. Fotografía por Tamar Cid.
Las agrupaciones que defienden los territorios creen que el monocultivo
de especie es lo que más afecta las tierras. Fotografía por Tamar
Cid.
El Centro de Biotecnología realiza investigación en distintas áreas, entre ellas patologías forestales, pero no trabajo con árboles
transgénicos. Fotografía gentileza de Centro de Biotecnología.
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