21.09.2017 Views

01-Corazon_elastico_-_Elena_Montagud

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

faltarle al respeto de esa forma.<br />

El marido da otro paso con aspecto amenazante. Ay Dios, Blanca, ¿es que<br />

ahora piensas que eres superwoman, la heroína que salva a los que sufren<br />

bullying?<br />

—Eres tú quien está insultándonos —gruñe el tío.<br />

—¿En serio? Yo creo que tú no sabes de la misa la mitad, ni de lo que hicieron<br />

estas chicas. Sí, tu mujer también. Aunque, ¿qué más da? Viéndote ya me imagino<br />

que serías igual.<br />

—¡Te estás pasando! No me toques la moral, Blanca —se inmiscuye Sonia,<br />

dejándome aturdida—. Te hemos saludado con nuestra mejor voluntad, ¿y ahora<br />

vas de chulita? Han pasado diez años de aquello. ¡Éramos unas crías! No hicimos<br />

nada malo.<br />

Se me abre la boca, atónita. No puedo creer que de verdad piense así. Suelto<br />

un suspiro medio indignado medio jocoso, con lo que solo consigo que el marido<br />

de Tamara cierre la mano en un puño. Begoña me aprieta el brazo con fuerza.<br />

Vale. Ahora es cuando nos llevamos una leche… O yo, porque mi amiga no ha<br />

hecho nada. Y lo más probable es que la gente de aquí no mueva un dedo para<br />

ayudar por no meterse en líos.<br />

—¿Que no hicisteis nada malo? Parece ser que se te ha olvidado que una vez<br />

me rompisteis las gafas. Que un día trajisteis a clase sujetadores y los dejasteis<br />

sobre mi mesa burlándoos porque no tenía pechos, como vosotras. Que<br />

convencíais a los chicos para que me propusieran sexo a cambio de pagarles<br />

porque, según vosotras, no podía conseguirlo de otra forma. Que una mañana que<br />

llovía a mares intentasteis hacerme tragar tierra mojada. Y menos mal que no lo<br />

lograsteis gracias a que llegó el profesor de gimnasia. Y que otra me disteis tal<br />

paliza que por poco me dejáis sin nariz y que durante días me dolió todo el<br />

cuerpo. Me pegasteis en muchas ocasiones más —suelto atropelladamente.<br />

Begoña deja escapar una exclamación. Conoce parte de las humillaciones, pero<br />

no las más fuertes—. Me hicisteis creer que no valía nada, que no merecía tener a<br />

nadie a mi lado, que era un bicho raro. Parte de la culpa fue mía, por esconderme<br />

tanto tiempo. Pero dejad que os diga una cosa… —Cojo aire y paseo la mirada<br />

por cada una de ellas—. Erais vosotras las ridículas, las que atacaban a los<br />

demás porque se sentían inferiores o celosas. En ese momento no me di cuenta,<br />

pero luego sentí mucha pena por vosotras. Porque necesitabais infundir miedo en<br />

otros para sentiros completas.<br />

Sonia y el resto me observan con los ojos muy abiertos. Una de sus amiguitas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!