21.09.2017 Views

01-Corazon_elastico_-_Elena_Montagud

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¡Gracias! —exclamo, y le mando unos cuantos besos.<br />

—Pero ¿qué pasa? —quiere saber, aturdida, pero cuelgo sin darle tiempo a<br />

añadir nada más.<br />

He de salir ya, porque lo que más deseo es poner en práctica los consejos de<br />

mi madre, que sabía que iban a darme el empujón necesario. Me levanto del sofá<br />

de un salto y corro a la puerta. Ni me pongo chaqueta. Cojo las llaves del coche y<br />

nada más. Ni siquiera el móvil. En el ascensor doy vueltas, me miro en el espejo,<br />

inspiro y suelto el aire. «Ya está, Blanca. Es ahora o nunca. Es la última<br />

oportunidad de hacer las cosas bien.»<br />

Me meto en el coche y arranco a lo bestia. Conduzco como una loca. El GPS<br />

me avisa varias veces de que estoy sobrepasando el límite de velocidad. No<br />

pienso en las multas. Me falta tiempo. Me sobran ganas. Unos ojos se dibujan en<br />

mi cabeza. Unos tatuajes. Unos labios que ansío besar.<br />

Llego al pueblo diez minutos antes de lo planeado al haber volado en la<br />

carretera. Menos mal que apenas había tráfico. Me dirijo al piso de Adrián y<br />

aparco en un vado. No encuentro más huecos y ahora mismo me importa un<br />

pimiento que una grúa se lleve mi preciado coche. Hay otra cosa que me interesa<br />

muchísimo más: soltar todo lo que llevo dentro y conseguir que Adrián cambie de<br />

opinión.<br />

Alzo la cabeza y veo que hay luz en su ventana. ¡Sí, sí, está en casa! Me pongo<br />

nerviosa. Un retortijón me retuerce el estómago. No hay marcha atrás. Por favor,<br />

si hay alguien ahí arriba, ¡que me ayude en esto!<br />

Me acerco a los timbres y pulso el de su apartamento. Espero unos minutos sin<br />

recibir respuesta. ¿Y si se ha asomado y ha visto mi coche? Llamo a otro piso y<br />

una chica contesta. Le pido, por favor, que me abra, que la persona a la que vengo<br />

a ver está en su casa, pero no debe de escuchar el timbre. Lo consigo. Entro en el<br />

portal a trompicones y corro a la escalera. Pasando del ascensor. Me falta tiempo.<br />

Me sobran besos para regalar a Adrián.<br />

Alcanzo su rellano y me detengo unos segundos para tomar aire. Después me<br />

acerco y llamo a la puerta con los nudillos. No es que sea muy tarde, pero quizá<br />

se ha quedado dormido… Qué sé yo. Tras unos intentos más, mis esperanzas<br />

empiezan a decaer. Y cuando estoy a punto de darme por vencida (¿por qué<br />

cojones no habré traído el móvil?), oigo unos pasos tras la puerta. Sé que está<br />

oteando por la mirilla. Alzo la mirada.<br />

—Por favor, Adrián, ábreme. Te lo suplico… He venido para hablar contigo,<br />

para poner las cartas sobre la mesa. No voy a mentirte. Voy a ser la Blanca<br />

auténtica. Te lo juro —lo suelto todo de carrerilla.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!