REVISTA CONSCIENCIA NO 31

Artículos
Por lo tanto estamos viviendo una gran crisis de los valores,
pero de aquellos que amalgamaban a la colectividad, como
es el caso de la democracia, porque ¿quién hoy en día cree
en sus representantes? Lo preponderante es un narcisismo
de pequeñas agrupaciones colectivas. Recordemos que este
individualismo no se trata de que yo sólo me vea a mí mismo
o a modo de mi siguiente verso:
¡Alabad a Narciso fuentes y flores!
El rostro que ve admiración en su reflejo,
demanda fe ciega donde error existe.
Indicarle lo que debe perfeccionar
es herirlo profundamente a quien
todo sabe y nada le falta.
Sendero de soberbia, Narciso camina
pensando que debe ser amado por todos.
¡Oh, Narciso! Pronto te hundirás en aguas profundas
Porque la belleza prefiere al que lucha por ella
no al que siente que la merece.
• Culto al consumo
• Familias genéricas
• Educación permisiva
La tendencia de nuestra época no es efectuar una por una
las ideas anteriores, sino unirlas para moldear a la sociedad
con la intención de excitarla a los placeres inmediatos; placer
que no sólo incita a la felicidad consumista para gobernar
idealmente las pasiones del individuo, más bien se trata de
optimizar su potencial de la calidad de uno sobre sí mismo.
Eros renovado
La promoción de la calidad de uno sobre sí mismo nos convierte
en hedonistas. Yo lo califico como la liberación de un
Eros renovado, puesto que se ha convertido en una de las
expresiones más significativas de nuestra época porque atrás
queda el precepto “ama a tu prójimo como a ti mismo”; hoy
tal Eros promueve la razón del autointerés y de la búsqueda
de la propia felicidad.
Un Narciso es incapaz de ver alrededor suyo. Este narcisismo
colectivo se trata de ponerse a sí mismo como referencia
hacia lo otro, es decir, en lugar de ver a través de mí (como
Narciso) lo extiendo a lo que es común en mí. La identificación
con los que son parecidos a mí es una estructura muy
sólida de nuestros tiempos donde pasan muchas cosas, es lo
que llamamos narcisismo colectivo el “yo mí”.
No nos sentimos solidarios con la humanidad, este Narciso
simplemente lo es con los que se siente empáticamente unidos
en esa extensión que tiene alrededor suyo. No vivimos
una crisis por la falta de atención al otro; vivimos una crisis
de estas ideas que nos aglomeran a todos, porque este narcisismo
colectivo trae consigo:
• Culto a la imagen
• Ideologías terapéuticas
Las preguntas de esta época a ese mandamiento es como se
describe de la siguiente manera:
¿Por qué debería hacerlo?, ¿qué beneficio me reportaría?
Si amo a alguien, es porque esa persona debe merecerlo
de alguna manera… “Y lo merece si en ciertos sentidos
importantes es tan semejante a mí como para que pueda
amarme a mí mismo amándola a ella; y lo merece si es más
perfecta que yo mismo como para que pueda amar en ella el
ideal de mi propia persona… Pero si esa persona me resulta
extraña y no puede atraerme gracias a su propio valor o
a la importancia que pueda haber cobrado en mi vida
emocional, me resultará muy difícil amarla”. Y la exigencia
resulta aún más molesta e insensata, ya que con frecuencia
no logro descubrir ninguna evidencia de que esa persona
extraña a la que supuestamente debo amar me ame o
muestre por mí siquiera “una mínima consideración”. “En
14 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología