Revista Sala de Espera Venezuela Nro. 158 abril-mayo 2018

Casos y rostros
dial de salto triple indoor en lo que fue
su actuación en la cita de Birmingham
(Inglaterra) con un registro de 14.63m,
sumando así su segundo lauro en este
tipo de competiciones, tras el materializado
en Portland (Estados Unidos) hace
un par de años atrás con un salto de
14.41m, con el que inició su buena racha.
En tan corto tiempo Yulimar se ha
hecho un nombre en la escena internacional,
desplazando poco a poco a quien
dominó la especialidad en los últimos
años, la colombiana Caterine Ibargüen,
una rival a la que además de respeto,
Rojas ha confesado que admira mucho.
Y es que con lo que ha logrado hasta
ahora, la nueva bicampeona mundial con
la humildad que la caracteriza no ha
dudado en asegurar que ha iniciado una
nueva era, “la era de Yulimar Rojas”.
Para muchos especialistas la atleta
venezolana, a pesar de haber logrado
grandes cosas en tan poco tiempo, aún
no está en su mejor nivel, algunos la
han catalogado como un “diamante en
bruto” al que le falta mucho por pulir
y una vez que eso suceda, su nombre
sin lugar a dudas quedará inmortalizado
entre las mejores del planeta.
Para el biomecánico y asesor planificador
del atletismo para Río 2016, Daniel
Fornari, Yulimar a pesar de tener las
condiciones idóneas para alcanzar grandes
hazañas, aún tiene mucho que mejorar
en su parte técnica.
“Una de sus mayores debilidades se
encuentra en el segundo de los tres saltos,
dado que en esa ejecución ella tiene
unos niveles de potencia muy bajos y
con poca fuerza y ronda los 3.85 y 3.95
metros, cuando lo ideal serían superar los
5”, reconoció Fornari.
Para el experto, esta mejora repercutiría
notablemente en el registro final de
Rojas para implantar marcas por encima
de los 15 metros, incluso para superar los
16m. Hasta ahora el mejor registro que
ha tenido la criolla lo alcanzó en el 2016
en lo que fue su actuación en el Meeting
de Madrid, donde alcanzó 15.02 metros.
Uno de los grandes anhelos de atleta
que hace vida en el equipo de Atletismo
del Barcelona, es poder pulverizar el
récord que ostenta desde 1995 la ucraniana
Inessa Kravets, quien logró una marca de
15.50 metros en los mundiales de Gottemburgo
(Suecia). Para ello, Fornari apunta
que la criolla deberá poner mayor atención
en lo que es su entrada a la tabla, la velocidad
con la que desarrolla la carrera y el
asegurar el salto inicial con un paso menos.
“Estas debilidades técnicas solo hay
que atenderlas y pulirlas, esto podría llevar
al menos unos tres años, lo que deja
muy buenas expectativas de cara a los
Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde
ella apunta a conquistar la medalla de
oro. Si ha logrado grandes cosas así, imaginemos
hasta dónde podría llegar al
hacer estos ajustes”, indicó el biomecánico
quien no dudó en asegurar que también
superará los 15,52 metros con los
que conquistó la presea de bronce el también
venezolano Asnoldo Devonish en
los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.
Justamente Kravets, poco después
que Yulimar se adjudicó la medalla de
oro en la cita mundial de Londres en
2017, confesó que la criolla tiene todas las
condiciones para batir su marca.
“Ella tiene un muy buen físico para
esta prueba, pero sin embargo le falta
mucho por mejorar en su técnica. Sin
duda tiene mucho trabajo por delante”,
precisó la ucraniana.
Kravets al igual que Fornari, asegura
que Yulimar “necesita más velocidad
durante su transición del movimiento
horizontal al vertical”, para así poder
tener un buen despegue. “Si ella logra
corregir el paso del segundo salto, sus
resultados serán aún mejores”, dijo.
Rojas sabe que para poder lograr esas
hazañas debe seguir trabajando arduamente,
tal como lo ha venido haciendo
de cara a lo que será su participación en
los Juegos Sudamericanos de Cochabamba
(Bolivia) el próximo mes de mayo, al
igual que para la cita centroamericana y
del caribe de Barranquilla en julio. Todo
ello servirá de fogueo además para hacer
frente a los desafíos de la Liga Diamante,
otro torneo en el que sueña coronarse.
Sin duda alguna, la mesa está servida.
@SamirJJimenez
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