10 - La Puerta del Sol C<strong>LA</strong>SIFICADOS
El día domingo 8 de julio se realizó el campeonato infantil categoría sub 12 (mundialito) en el barrio de tatuape av. Celso García 3226 (cuadra de arena Society) El campeonato se llevó a cabo de incentivar a la niñez de la comunidad boliviana a realizar actividad deportiva en este caso el fútbol y aprovechando la coyuntura del campeonato mundial de fútbol Rusia <strong>2018</strong>. El campeonato contó con el apoyo de las empresas: DEPORTES Mundialito sub 12 Selección de españa - 1er Lugar Giros More Brasil, inmobiliaria Laura, y restaurante las Ñustas Los resultados del campeonato fueron los siguientes: 3 y 4 puesto Alemania (3) vs Argentina (10) victoria para Argentina 1 y 2 puesto Brasil (2) vs España (6) victoria para España 1 Lugar España 2 Lugar Brasil 3 Lugar argentina 4 Lugar Alemania Destaques del campeonato Moises rodriguez Vitor herbas Bex Saavedra Luis aly Mateo charca Nicolas condorena Cliver Condori Participaron alrededor de 40 niños. Entre 9 y 12 años de edad Próximamente esteremos realizando en la categoría sub-9 Contactos para las inscripciones al siguiente campeonato llamar al: (11) 97012-7796 profesor Eddy Garcia. La Puerta del Sol - 11 El mundial de los “invasores” Por: Ricardo bajo h. Cuando la Francia multicolor ganó su primera Copa del Mundo en 1998, Jean-Marie Le Pen, líder de una ultraderecha minoritaria (6% de los votos), dijo que esa selección “invadida” por negros, árabes, caribeños y caucásicos (los Thuram, Desailly, Zidane, Vieira, Henry, Karembeu, Djorkaeff,…) no era su equipo, no era “su” selección francesa, pura. De los 23 jugadores de aquella selección ganadora, 17 provenían de familias de inmigrantes. El señor Le Pen no celebró, era un “loco”. La hija de Le Pen, la señora Marine, disputó el año pasado la segunda vuelta contra el actual presidente (Macron) y obtuvo el apoyo de diez millones de franceses (34% de los votos). Ya no son cuatro “locos”. La ultraderecha vence realmente cuando sus “valores” logran penetrar y permearse en la sociedad. Y eso se logra, vía crisis y desigualdad, inoculando miedo, mucho miedo (al otro, al extranjero, al negro, al africano). Dicen ahora que Europa (la envejecida) está siendo invadida. En Hungría te meten a la cárcel si ayudas a un migrante indocumentado. En Italia no dejan que lleguen a puerto barcos de organizaciones humanitarias que salvan vidas en el Mediterráneo. Ahora el sentimiento antiinmigrante crece y crece en una Europa amurallada (otra vez, como en el medievo). Cuando la Francia multicultural llega a una final mundialista otra vez, la nación del “arco iris” sigue imponiendo su poder “invisible”: la fuerza de la inmigración, la venganza de las colonias. De 23 jugadores “bleus”, 13 tienen padre o madre africana. Y Bélgica tiene 8: los Kompany, Fellaini, Lukaku… El fútbol es muchas veces reflejo y espejo de lo peor de nosotros mismos: egoísmo e individualismo; machismo, misoginia y homofobia; negocio capitalista y explotación. Pero, a veces, también es un grito antifascista, un ejemplo (¿pasajero?) de integración. El miedo al otro, al extranjero, al negro, al africano es menos miedo cuando el rostro de la felicidad y el orgullo nacional es la cara de un señor veloz, inalcanzable, de padre camerunés y madre argelina, llamado Kylian y apellidado Mbappé; o de otro señor nacido en Yaundé, la capital de Camerún y cuyo apellido goleador no es “puro”, es Umtiti. Este es el Mundial (antirracista) de los “invasores”, gracias fútbol. Selección del Brasil - 2o Lugar