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Clases sociales<br />
Los blancos constituían la clase<br />
privilegiada, pero solo los españoles<br />
gozaban <strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>rechos.<br />
A los criollos les estaba<br />
prohibido hacer política. A lo sumo<br />
podían ser empleados <strong>de</strong><br />
tienda.<br />
Los indígenas no tenían ningún<br />
<strong>de</strong>recho y se los <strong>de</strong>spreciaba. No<br />
podían tener empleo ni andar a<br />
caballo. Intercambiaban sus productos<br />
en las pulperías.<br />
Los negros eran en su mayoría<br />
esclavos. Algunos compraban su<br />
libertad al amo: se los llamaba libertos.<br />
Vendían productos por<br />
su cuenta o <strong>de</strong> los patrones.<br />
También trabajaban en las chacras<br />
y el campo.<br />
La economía<br />
Los productos <strong>de</strong>l Virreinato<br />
<strong>de</strong>l Río <strong>de</strong> la Plata que se exportaban<br />
eran poquísimos en comparación<br />
con los que se importaban.<br />
Los productos gana<strong>de</strong>ros constituían<br />
la exportación básica.<br />
España nos quería obligar a<br />
comerciar solo con ella (o sea,<br />
quería imponer un monopolio),<br />
pero sus productos eran sumamente<br />
caros. A<strong>de</strong>más, las mercancías<br />
españolas seguían un<br />
camino ridículo. De Cádiz iban a<br />
Panamá, y <strong>de</strong> allí, al Perú.<br />
¿Cómo eran las<br />
estancias coloniales?<br />
Ante todo, muy extensas: abarcaban<br />
una superficie nunca inferior<br />
las 2.000 hectáreas. Estaban lejos<br />
<strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>limitadas<br />
por acci<strong>de</strong>ntes naturales (un río, un<br />
arroyo, un pequeño monte <strong>de</strong> árboles).<br />
En el centro <strong>de</strong> estas estancias<br />
se levantaban las pobres viviendas<br />
<strong>de</strong> barro y paja que servían <strong>de</strong> casas<br />
a quienes ya comenzaban a llamarse<br />
gauchos (<strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> españoles<br />
e indígenas), que se ocupaban<br />
<strong>de</strong> arrear el ganado.<br />
>> Peones carreteros <strong>de</strong>l Tucumán,<br />
a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII (E. E. Vidal).<br />
Finalmente llegaban a Buenos<br />
Aires. Esto encarecía los productos<br />
y favorecía el contrabando.<br />
En el interior se <strong>de</strong>sarrollaban<br />
numerosas industrias.<br />
Ganado cimarrón<br />
La principal riqueza <strong>de</strong> Buenos<br />
Aires y el Litoral era el ganado<br />
vacuno, que se encontraba suelto,<br />
vagando en gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s<br />
por las llanuras.<br />
Era el llamado ganado cimarrón,<br />
que se había reproducido y criado<br />
libremente a partir <strong>de</strong> los pocos<br />
ejemplares abandonados en<br />
la pampa por la expedición <strong>de</strong><br />
Mendoza, en 1537. Se calcula<br />
que en 1750 existían… ¡unos<br />
300 millones <strong>de</strong> cabezas <strong>de</strong> ganado!<br />
Para po<strong>de</strong>r aprovechar esta<br />
riqueza, las autorida<strong>de</strong>s otorgaron<br />
un permiso que se llamó vaquería.<br />
Era el permiso <strong>de</strong> cazar y<br />
matar estas vacas y toros, para<br />
extraer los cueros, el sebo y muy<br />
poca cantidad <strong>de</strong> carne. Como<br />
casi todo el animal se <strong>de</strong>sperdiciaba,<br />
se mataban muchas vacas<br />
para obtener poco provecho.<br />
Esta matanza indiscriminada <strong>de</strong><br />
ganado vacuno hizo que, en menos<br />
<strong>de</strong> treinta años el número<br />
<strong>de</strong> cabezas se redujera sustancialmente:<br />
<strong>de</strong> 300 a menos <strong>de</strong><br />
50 millones.<br />
Ante esta situación, las autorida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong>l Virreinato prohibieron<br />
las vaquerías.<br />
Entonces comenzó a crecer la<br />
cantidad <strong>de</strong> estancias, ya que en<br />
ellas se aseguraba la conservación<br />
y reproducción <strong>de</strong>l ganado.<br />
En la estancia empezó a aprovecharse<br />
la carne que antes se <strong>de</strong>spilfarraba:<br />
con ella se preparaba<br />
el charqui y el tasajo.<br />
Ambos comenzaron a ser exportados<br />
para alimento <strong>de</strong> los<br />
esclavos que trabajaban en las<br />
plantaciones <strong>de</strong> otras tierras<br />
americanas. Las nuevas ganancias<br />
obtenidas a partir <strong>de</strong> la gana<strong>de</strong>ría<br />
hicieron que muchos<br />
campos que se <strong>de</strong>stinaban a la<br />
agricultura a comienzos <strong>de</strong>l siglo<br />
XVIII se <strong>de</strong>dicaran, <strong>de</strong> ahí en a<strong>de</strong>lante,<br />
a la cría <strong>de</strong> ganado (puesto<br />
que la carne era mucho más fácil<br />
<strong>de</strong> producir y su precio <strong>de</strong> venta<br />
tres veces superior a la <strong>de</strong>l trigo).<br />
>> Las tertulias, una costumbre española,<br />
eran una forma <strong>de</strong> reunión social habitual.<br />
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