SALA BAÑO Nº 197 FEBRERO

El contraste
como recurso
decorativo
Marcel Benedito, periodista.
El contraste de formas, colores,
materiales o texturas es uno de los
principios fundamentales del diseño
interior. Es el arma secreta de un
diseñador para garantizar
que un baño atraiga la mirada sin dejar
de parecer coherente. La clave es saber
dónde y cómo usarlo correctamente.
No hay una segunda oportunidad para una primera impresión.
Este aforismo está siempre en la mente de los interioristas cuando
se trata de juzgar un espacio por la primera sensación que ofrece al
entrar y que, generalmente, es acertada.
En ocasiones, entramos en sitios donde hay una aparente acumulación
de motivos, colores o elementos, inconexos entre sí
pero que, no obstante, nos producen una sensación de acogida
agradable. Mientras que, por el contrario, otras veces encontramos
espacios donde todo está aparentemente bien coordinado pero
parece que algo falla, que al espacio le falta vida. Este fenómeno,
que no se detecta a simple vista, está relacionado con la técnica del
contraste decorativo. Un recurso que, también en los baños, tiene
mucho recorrido.
El contraste de elementos es el ingrediente secreto que da impacto
a esos espacios que recordamos. Cuando se usa correctamente, este
principio de diseño fundamental puede agregar una gran dosis de
interés visual a los interiores al mismo tiempo que los une. Muchos
profesionales consideran los contrastes un componente esencial para
sus proyectos, por lo mucho que aportan. Pero existen otras formas
de conseguir este efecto en un cuarto de baño: colores, texturas,
materiales... Veamos las más habituales.
Crear contrastes mediante el color
Proyecto de Singular Studio para una vivienda unifamiliar ubicada en la Costa
Blanca. Fotografía: David Frutos.
Éste es probablemente el uso más obvio del contraste y el más
fácil. Darle a la habitación un esquema de color complementario,
o uno que utilice dos tonos en los extremos opuestos de la rueda
de colores, creará el impacto más fuerte. Por esta razón, el blanco y
negro como recurso visual nunca pasarán de moda. Sin embargo,
si se busca un estilo un poco más vibrante, también se pueden usar
combinaciones de colores como azul y naranja o morado y amarillo.
La rueda de colores es una herramienta excelente para descubrir
los mejores contrastes naturales en la escala cromática. Los tonos
secundarios, además, añaden interés al conjunto.
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