SALA BAÑO Nº 197 FEBRERO

La cerámica
decora el nuevo
cuarto de baño
Por Daniel Llorens Vidal.
Serie Warm, de TAU.
La cerámica ha estado asociada, de
manera tradicional, al baño y a la
cocina. Un producto de fácil limpieza
que se ha convertido, por derecho
propio, en el aliado perfecto para los
suelos y las paredes de todas aquellas
estancias que necesitan cuidar de
manera especial su higiene.
Sin embargo, la cerámica ha logrado. Sin abandonar los baños y
las cocinas, para reinar por derecho propio en el resto de estancias
de cualquier casa o espacio público, desde los dormitorios a los
salones; e, incluso sobrepasar los límites de la vivienda para revestir
fachadas y hasta recubrir el mobiliario urbano.
Los pavimentos y los revestimientos cerámicos han ganado espacio
en el mundo de la construcción, la decoración y el interiorismo,
gracias a su variada oferta de diseños y formatos, pero sobre todo
por la aplicación, por parte de la industria, de los últimos avances en
innovación o la introducción de conceptos como la moda.
Ahora, la cerámica ha regresado al baño. Y lo ha hecho por la
puerta grande. Los viejos azulejos en 15x15 centímetros y en colores
neutros, han dado paso a una amplia y variada gama de formatos,
colores y diseños para reinventar una estancia que ha ganado espacio
y protagonismo en cualquier vivienda. La cerámica ha sido, sin lugar
a dudas, un elemento clave en la reinvención y la dignificación del
cuarto de baño.
Existen numerosas razones que hacen que las baldosas cerámicas
se conviertan en un perfecto aliado en el acondicionamiento de una
vivienda nueva o en la reforma de cualquier espacio, y sobre todo
Pamesa, serie Donegal.
Fanal, serie Fenix.
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