Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
tectónicas y una microplaca —un fragmento<br />
de la corteza de la Tierra separado<br />
del lecho del Pacífico—, la responsable<br />
de su impresionante tamaño,<br />
resultado de los movimientos telúricos<br />
de millones de años.<br />
A las 5 a. m. del 1 de mayo, mientras<br />
Martínez desayunaba, se detectó<br />
un sismo de magnitud 6.2 cerca del<br />
Logan. Fue tan fuerte que sacudió la<br />
corteza de la montaña y provocó avalanchas,<br />
lo cual hizo que resultara imposible<br />
escalarla.<br />
Pasado el primer temblor, Natalia<br />
creyó que era más seguro ascender<br />
a la meseta superior. Tras la segunda<br />
sacudida, y por los vientos árticos de<br />
130 kilómetros por hora provenientes<br />
del Pacífico, pensó que sería mejor<br />
regresar a una sección más protegida<br />
de la cresta. Se adentró, cautelosa, en<br />
una nube que se hacía más espesa. Intentaba<br />
volver sobre sus pasos en el<br />
filo del cuchillo lo mejor que podía,<br />
acechada por la duda y el terror exacerbados<br />
por la nieve y la neblina que<br />
borraban su rastro.<br />
Martínez había descendido unos<br />
300 metros cuando se vio obligada<br />
a acampar. Armó la tienda cerca de<br />
una chimenea, ya que razonó que, si<br />
la tormenta hacía volar el refugio, ella<br />
podría meterse en la cavidad y quedar<br />
colgada en la oscuridad esperando a<br />
que el mal tiempo le diera tregua. Cerró<br />
la carpa y programó rondas: cada<br />
dos horas saldría en medio de las feroces<br />
ráfagas para quitar la nieve del<br />
toldo y evitar que colapsara.<br />
“Mi carpa es mi refugio”, se dijo en<br />
voz alta, para darse aliento y tenerlo<br />
muy presente.<br />
Su diligencia la mantuvo a salvo<br />
hasta el día siguiente. Pese al ruido de<br />
SI LA CARPA COLAPSABA,<br />
ELLA SE VERÍA<br />
OBLIGADA A<br />
ABANDONARLA Y<br />
PROBAR SUERTE EN LA<br />
GRIETA CERCANA.<br />
la tormenta, lograba oír que el teléfono<br />
satelital timbraba a menudo. Era Rada<br />
o el personal del Parque Kluane, que<br />
esperaban la oportunidad para poder<br />
extraerla. El lugar en el que Martínez<br />
se encontraba hacía que la operación<br />
de rescate fuera complicada. La única<br />
manera de sacarla era enviar un helicóptero,<br />
pero el mal clima impedía<br />
volar. Natalia no tenía más remedio<br />
que esperar.<br />
El peso de la nieve estaba doblando<br />
las varas de la carpa, lo que amenazaba<br />
con colapsar el refugio. Martínez<br />
alzó las manos por encima de la cabeza<br />
a fin de contrarrestar la presión.<br />
Cuando los brazos no soportaron más,<br />
cambió de posición y utilizó la cabeza.<br />
Al cansarse de estar así, la alpinista se<br />
apoyó en las manos y rodillas, y arqueó<br />
la espalda con el propósito de<br />
reforzar la tienda.