Revista Ideas Nº 5

CENTRO DE
ARQUITECTOS
3 de FEBRERO
CASM3F
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No es la primera vez que surge
la reflexión sobre este tema,
pero periódicamente y cuando el
trabajo “amaina” los avisos ofreciendo
servicios profesionales se
multiplican y paradójicamente se
recurre a la baja de honorarios y
hasta su renuncia, para posicionarse
en “el mercado”, abismo sin
fondo.
Parece que olvidamos la definición
misma del honorario, como
retribución de HONOR par una
tarea realizada y poco honor rendimos
al trabajo y responsabilidad
asumidos si depreciamos la retribución
o peor aún enunciamos a
la misma.
Si bien la “necesidad tiene cara de
hereje” el renunciar total o parcialmente
no es el camino para sostener
una retribución digna, sino
todo lo contrario un camino sin fin
ni retorno.