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Edicion 07 de septiembre 2019

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Viene <strong>de</strong> página 3/<br />

transcurrido mis últimos años, está<br />

ubicada en una colonia popular <strong>de</strong><br />

San Salvador, por consiguiente,<br />

que alguien fallezca es que se<br />

entere casi toda la población <strong>de</strong>l<br />

lugar. Ver las puertas abiertas <strong>de</strong><br />

la sala <strong>de</strong> velación, suscita la duda<br />

¿Quién será hoy? Y la continuación<br />

<strong>de</strong> esa pregunta es que por la noche<br />

habrá mucha afluencia <strong>de</strong> personas<br />

mero<strong>de</strong>ando la zona. Los clásicos<br />

jugadores <strong>de</strong> naipe, los borrachos<br />

imaginando su muerte, con un trago<br />

<strong>de</strong> compañía, las personas que<br />

siempre asisten a todas las velas,<br />

porque es un <strong>de</strong>recho social y la<br />

presencia siempre mitiga el daño <strong>de</strong><br />

los familiares, con la consigna <strong>de</strong><br />

los visitantes <strong>de</strong>: “si no voy, nadie<br />

llegará a mi vela, aunque sea un rato<br />

iré”. El café amargo, los tamales,<br />

el llamado “barco”, las flores <strong>de</strong><br />

adorno al féretro, las esquelas con<br />

el apellido <strong>de</strong> la familia que las ha<br />

patrocinado, las donaciones <strong>de</strong> pan<br />

dulce, las reuniones con familiares<br />

que no se miran si no es en esas<br />

ocasiones, las clásicas llamadas que<br />

siempre presi<strong>de</strong>n el pésame, dar la<br />

ubicación exacta para las personas<br />

que llegaran. Los <strong>de</strong>tallistas que en<br />

un momento privado se acercan y<br />

en un gesto <strong>de</strong> intimidad regalan<br />

dinero para apaciguar los gastos<br />

<strong>de</strong>l suceso inesperado. No hay<br />

muerto pobre se sabe <strong>de</strong>cir.<br />

Hay un momento, en<br />

que, al día siguiente, como todo<br />

<strong>de</strong>lincuente regresa a la escena <strong>de</strong>l<br />

crimen, en esos intervalos muertos<br />

(sic), don<strong>de</strong> hay poca gente, suelen<br />

llegar esas misteriosas personas,<br />

por un lapso <strong>de</strong> no más <strong>de</strong> diez<br />

minutos, se acercan, saludan con<br />

sigilo, se sientan en una esquina<br />

alejados <strong>de</strong> todos, los pocos<br />

que puedan estar, una pequeña<br />

auto meditación, se levantan,<br />

miran el cuerpo por última vez y<br />

salen… Esas personas que lo han<br />

sentido, quizá incluso más que<br />

los presentes. Esos diez minutos,<br />

hicieron el flash back <strong>de</strong> lo que<br />

significó esa persona en sus vidas.<br />

Un beso llevado por los <strong>de</strong>dos que<br />

toca el vidrio que separa la vida con<br />

la muerte, un adiós silencioso, un<br />

La rosa<br />

tirada al<br />

ataúd antes<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>scenso,<br />

la frase que<br />

siempre se le<br />

quiso <strong>de</strong>cir,<br />

es dicha en<br />

silencio.<br />

abrazo más sincero que el que se le<br />

dio por última vez y una emoción<br />

en avalancha que solo pue<strong>de</strong> ser<br />

curada en ese momento, con irse.<br />

Eso hacen, se marchan. Ellos saben<br />

lo que vivieron con quien a<strong>de</strong>lantó<br />

su viaje, la lealtad <strong>de</strong> los secretos se<br />

muestra <strong>de</strong> manera insospechada.<br />

El entierro se adorna más por<br />

curiosos que por los verda<strong>de</strong>ramente<br />

interesados en el último adiós. El<br />

transporte es gratuito y <strong>de</strong> paso, se<br />

| Crónica |<br />

visita a la comadre, al compadre<br />

fallecido, al amigo o incluso a un<br />

familiar que <strong>de</strong>scanse en el mismo<br />

cementerio, también por el morbo<br />

<strong>de</strong> ver llorar a los presentes, un<br />

evento social siempre singular.<br />

La ropa negra, testificando la<br />

complicidad en la tristeza, unas<br />

gafas para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong>l sol<br />

y cubrirse <strong>de</strong> los ojos llorosos<br />

que inevitablemente se ponen<br />

en evi<strong>de</strong>ncia. El silencio ante las<br />

palabras <strong>de</strong> los seres queridos<br />

con una anécdota <strong>de</strong>l finado para<br />

hacer homenaje <strong>de</strong> lo que fue…<br />

y los cortados agra<strong>de</strong>cimientos a<br />

quienes han llegado a apoyar el<br />

momento, para sellar ese discurso<br />

obligado-necesario, que nadie<br />

siente placer <strong>de</strong> dar.<br />

Al final, el medio abrazo<br />

con quien uno está a la par, un<br />

pañuelo que disimula los sollozos,<br />

una mirada perdida y tantos años<br />

<strong>de</strong>jados en un suspiro. El llanto<br />

<strong>de</strong>sbordado, la empatía en su<br />

máximo nivel. En ocasiones se<br />

brinda con un trago, se canta las<br />

clásicas canciones <strong>de</strong> entierros: Un<br />

puño <strong>de</strong> tierra, Cruz <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, Mi<br />

querido viejo, etc. Algunos osados,<br />

lanzan disparos al aire, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l<br />

personaje. La rosa tirada al ataúd<br />

antes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scenso, la frase que<br />

siempre se le quiso <strong>de</strong>cir, es dicha<br />

en silencio. Otros en ese preciso<br />

momento se alejan, como dijo el<br />

poeta: “La mía es la tristeza <strong>de</strong>l<br />

cobar<strong>de</strong>/ que reúne para seguir en<br />

pie/ el valor que no tuvo para ver/<br />

la caída <strong>de</strong> aquello que más quiso”.<br />

Así <strong>de</strong> simple, Eduardo Galeano<br />

afirma —se reduce todo: entre<br />

dos aleteos, sin más explicación,<br />

transcurre el viaje—. El recuerdo<br />

es, con dolor, melancolía y tristeza<br />

la única relación que po<strong>de</strong>mos tener<br />

con nuestros muertos. Una semana<br />

<strong>de</strong>spués comienza la verda<strong>de</strong>ra<br />

ausencia, cuando todo aquel cumulo<br />

<strong>de</strong> gente que te apoyo ya no está, y<br />

es entonces, cuando el significado<br />

<strong>de</strong> la muerte pasa la factura sin<br />

<strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za alguna. A reinventar la<br />

vida otra vez… A seguir avanzando<br />

nosotros en esta cola, que conduce a<br />

la noticia sabida que sorpren<strong>de</strong>rá a<br />

otros más que a nosotros mismos.<br />

EL HÉROE DE<br />

LAS MIL CARAS<br />

| Artículo |<br />

MYRNA DE ESCOBAR,<br />

Escritora<br />

En héroe o prototipo universal cuya misión es<br />

salvar al hombre <strong>de</strong> los peligros y temores <strong>de</strong><br />

la humanidad es la figura central <strong>de</strong> los cuentos<br />

y leyendas a lo largo <strong>de</strong>l tiempo, y sin importar<br />

don<strong>de</strong> se origine el mito, el héroe siempre es el<br />

mismo, aunque tiene mil caras.<br />

En su libro El Héroe De las Mil Caras,<br />

Joseph Campbell ilustra al héroe en las diversas<br />

culturas y o civilizaciones, su influencia en los<br />

cuentos y en la verdad <strong>de</strong>formada o disfrazada<br />

contenida en las doctrinas religiosas. El autor<br />

presenta a<strong>de</strong>más los mitos y los símbolos que<br />

alimentan el cuento y coinci<strong>de</strong> con los Vedas al<br />

afirmar que la verdad sigue siendo una, pero los<br />

sabios hablan <strong>de</strong> ella con muchos nombres.<br />

La curiosidad por explicar el origen <strong>de</strong><br />

la vida, la re<strong>de</strong>nción, crucifixión, la muerte, la<br />

eternidad y otros temas <strong>de</strong> interés universal ha<br />

existido siempre y fomenta el mito, el cual es el<br />

germen que alimenta las magníficas historias y<br />

cuentos ya conocidos. El mito permite recrear<br />

una visión fantástica, dramática o cómica <strong>de</strong><br />

los hechos que no se pue<strong>de</strong>n explicar, y es tarea<br />

<strong>de</strong>l hombre buscar la verdad <strong>de</strong> las creencias y<br />

doctrinas que adoptamos como nuestras.<br />

De oriente a occi<strong>de</strong>nte nuestras<br />

culturas comparten los mismos temores e i<strong>de</strong>ales<br />

<strong>de</strong> salvación, bienestar y la búsqueda <strong>de</strong>l Mesías<br />

como el héroe liberador <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación<br />

personal que habita en el subconsciente y nos<br />

asalta hasta en los sueños; caldo <strong>de</strong> cultivo para<br />

recrear las historias propias <strong>de</strong> cada escritor.<br />

Para el escritor, el mito da vida a la<br />

imaginación <strong>de</strong> la cual surgen los símbolos que<br />

darán vida al cuento o relato a construir. En la<br />

actualidad, el escritor pue<strong>de</strong> acudir al banco <strong>de</strong><br />

mitos <strong>de</strong> la historia o crear sus propios héroes<br />

lo cual <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la imaginación y creatividad<br />

con que se traten los símbolos. El a<strong>de</strong>cuado uso<br />

<strong>de</strong> éstos en nuestro cuento hará <strong>de</strong> la lectura<br />

una experiencia única, y perdurable; el máximo<br />

i<strong>de</strong>al a lograr para todo buen escritor. Por otra<br />

parte, el papel <strong>de</strong>l héroe y <strong>de</strong>l arquetipo a crear<br />

está <strong>de</strong>terminado por las tradiciones y creencias<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l marco cultural don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarrolla la<br />

obra.<br />

Aunque hoy en día la mitología es<br />

vista como un truco para explicar la realidad,<br />

no po<strong>de</strong>mos negar que es la inspiración viva<br />

y cultural <strong>de</strong> los pueblos y sus épocas, y su<br />

repercusión en el cine mo<strong>de</strong>rno permite recrear<br />

proyecciones cuyos ingresos en taquilla son<br />

millonarios.<br />

Finalmente, una historia bien contada genera<br />

empatía con el lector. Sin importar don<strong>de</strong> se<br />

encuentre el escritor se crea una conexión<br />

afectiva al compartir con el lector sueños y<br />

problemas <strong>de</strong> las cuales es preciso escapar o<br />

buscar una solución. Un cuento bien contado<br />

pue<strong>de</strong> ser todo lo que los individuos necesitan<br />

para sentir con empatía la realidad <strong>de</strong> otros y<br />

crear un nivel <strong>de</strong> aceptación don<strong>de</strong> no importa<br />

el lugar, credo o condición, todos somos<br />

susceptibles a lo <strong>de</strong>sconocido y a <strong>de</strong>velar con<br />

creatividad soluciones urgentes a los problemas,<br />

y que más que un buen cuento para darle vida<br />

a nuestros temores y recrear al héroe que salve<br />

la historia con el simbolismo propio <strong>de</strong> aquellas<br />

gran<strong>de</strong>s historias que aunque ficticias, no <strong>de</strong>jan<br />

<strong>de</strong> sorpren<strong>de</strong>rnos pues son la expresión cultural<br />

<strong>de</strong> la creatividad <strong>de</strong>l hombre. Escribir un cuento<br />

<strong>de</strong>be ser para el escritor como la aventura para<br />

el héroe.<br />

2 TRESMIL Sábado 7 / <strong>septiembre</strong> / <strong>2019</strong><br />

Director DCL: Francisco Elías Valencia. Editor Tres mil: Mauricio Vallejo Márquez.<br />

Suplemento Cultural 3000 fue fundado el 24 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 por Gabriel Otero y Caralvá. Durante 29 años lo han coordinado en diferentes periodos<br />

Gabriel Otero, Caralvá, Walter Raudales, Otoniel Guevara (2) Salvador Juárez, Roberto Quezada,<br />

, Luis Alvarenga, Álvaro Darío Lara, Colectivo Coordinador:<br />

Mario Castrillo, Luis Alvarenga, José Roberto Cea y Mauricio Marquina<br />

y Mauricio Vallejo Márquez.<br />

Toda colaboración <strong>de</strong> artículos, cuentos, ensayos, poesía, ilustración, pintura y fotografía pue<strong>de</strong> enviarse al correo electrónico: suplemento3000@gmail.com

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