Entrelíneas 109

CRÓNICA
Frutas de temporada en el centro de Concepción.
Fotografía: Manuel Velásquez.
fábricas contaminantes. Esto siendo principalmente
una consecuencia de la emisión de dióxido de carbono,
causante de enfermedades respiratorias. No sólo
se limita a la exportación de vegetales, pero aun así es
parte de la industria.
Como lo afirma Nelson Zapata, académico experto
en cultivos de la facultad de agronomía de la Universidad
de Concepción, “si uno prefiere lo de temporada
y que se ha producido muy cerca de la zona donde
uno vive, está, primero, privilegiando la economía local
y, segundo, no está forzando el transporte, el uso de
recursos, de combustibles fósiles, desde lugares alejados”.
Además reflexiona que “a veces es un poco contradictorio
pensar en que se quiere proteger el ambiente
o que se quiere tener menos impacto en la huella de
carbono o, en general, menos huella hídrica, si se está
consumiendo alimentos que gasten mucha agua que
tienen que ser transportados en distancias enormes”.
La situación es a veces poco comprensible, pero es
real. El país que importa un producto exporta otro y
sigue el ciclo, Zapata explica el proceso como: “Chile
exporta frutas a Asia. Esa cereza que llega a Japón o a
China, que a lo mejor es un regalo muy preciado, tiene
que viajar desde Chile hasta allá, lo que es un gasto
energético importante. Para los agricultores chilenos es
una oportunidad de negocio, pero del punto de vista
medioambiental es un poco contradictorio porque se
gasta mucha energía en algo que no es más que una
cereza”.
Desde el punto de vista del comercio, Patricia Fuentes,
propietaria de una verdulería a la que le ha dedicado
gran tiempo de su vida, afirma que “siempre prefiero
vender productos de la temporada, porque son más
frescos y más baratos que es algo importante”. Además
afirma que “la gente no siempre prefiere productos de
temporada y les llama la atención cuando ven una fruta
de otra estación o de otro país”. Coincidentemente,
Nelson Zapata además asegura que “la ventaja de consumir
productos de temporada es consumir productos
frescos, que no hayan pasado por un proceso de conservación
que deteriora la calidad del producto”.
Aparte del daño ambiental provocado por la emisión
de CO2 y todo lo que conlleva el proceso de exportación,
también se ven perjudicados los suelos del
país exportador. Esto debido al abuso de estos y al uso
desmedido de agroquímicos para producir en gran cantidad.
A esto se le añade uno de los problemas más
grandes el mundo agrícola actual: el agua. Como dice
Zapata, “es un tema que nos preocupa a todos, cada
vez hay episodios o ciclos de sequía importante. Estamos
pasando por uno súper sustancial: no hay agua
para producir tanta palta como antes, por ejemplo; hay
más superficie que está bajo el sistema de producción,
por lo tanto el agua es un recurso limitado que hay que
cuidar”.
Desde beneficios para la salud, para la economía
doméstica y, por cierto, para el medioambiente, hasta
tener un producto de mejor calidad. Esas son las ventajas
que trae consumir frutas y verduras de temporada.
Un gran alimento que, con una buena metodología de
consumo, puede llegar a ser mejor aún, no sólo para
quién lo consume, sino para todo el planeta.
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