Entrelíneas 109

CRÓNICA
Impresionante momia egipcia que data del 666 a.c.
Fotografía: Javiera Henríquez.
alrededor del mundo entre 1880 y 1913; recorrió todos los
continentes, excepto Oceanía. Recolectó un pedacito de todos
esos países y de los que no, hoy en día tenemos donaciones
hechas posterior a su muerte”, señala Karen Saldías
López quien es guía educativa del museo.
“Él fue un visionario, un viajero incansable, exploró otras
naciones y reunió objetos de todas ellas. Fue una gran persona
en su época; veía que los recursos naturales se iban a agotar,
de hecho lo menciona en sus escritos. En su testamento
señala que este parque se convierte en un paraje natural para
el disfrute de las generaciones venideras”, cuenta Franco Careaga,
Director de administración y finanzas del museo.
EL MUSEO COMO HERENCIA A LA COMUNIDAD
“Todo esto es un legado de Pedro del Río Zañartu, él antes
de fallecer hace una sucesión y le regala a Concepción su
fundo de 552 hectáreas y en el mismo señala que todo debería
ser administrado por una comisión conformada por el
Gobernador de la provincia, el Alcalde penquista y la caja de
beneficios sociales, que hoy en día es la dirección del servicio
de salud”, cuenta Franco Careaga.
En 1917, se hace el traspaso oficial a la comunidad y “al
morir quedó a cargo de su segunda esposa Carmen Urrejola,
pero hay un lapsus de tiempo donde el museo no se crea
como tal aún. Hasta que las gestiones de Oliver Schneirder,
administrador del colección familiar de ciencias naturales,
propician que abra sus puertas en 1938”, señala Karen Saldías.
Hoy hay cerca de seis mil piezas en la casona, de las cuales
sólo una cuarta parte se puede apreciar, pues existen vitrinas
con objetos en la galería y en cinco habitaciones de la
casa sin acceso por los daños ocasionados en la construcción
durante el terremoto de 2010.
A raíz de esto, se trabaja desde entonces en un proyecto
para restaurar las instalaciones. Afortunadamente, de acuerdo
a lo que afirma Franco Careaga, este se encuentra en su
última etapa de evaluación y asignación de recursos. Y se
pondría en marcha, estimativamente, el próximo año lo que
conlleva cerrar el museo para su ejecución.
A pesar de lo anterior, aún hay tiempo para ver “la momia
egipcia que data del 666 a.c. que Pedro del Río trasladó en
su primer viaje y de la que hay dos versiones que explican
cómo la obtuvo, una es que la compró en el museo de Alejandría
y, la otra, es que la adquirió directamente en la calle a
los saqueadores de tumbas”, cuenta Karen.
Transcurrieron 102 años desde que Pedro del Río Zañartu
materializa en su testamento los deseos visionarios de que
sus bienes se preservarán para quedar al beneficio de la comunidad
penquista; 82 desde que abrieron sus puertas del
museo; y 43 desde que la Península de Hualpén, lugar donde
están las 552 hectáreas del parque, fuese declarada Santuario
de la Naturaleza.
De esta manera, es indiscutible la importancia de restaurar
y mantener este parque museo, que busca resguardar y
cuidar tanto los objetos como el invaluable entorno natural. Y
no tan sólo de parte de las autoridades sino también de cada
uno de los chilenos.
25