Entrelíneas 109

ENTREVISTA
espacio a la iglesia mormona y a las prácticas relacionadas a
esa religión. Situación que se ha convertido en material para
las rutinas cómicas de su repertorio.
SU SENTIMIENTO POR LAS AULAS
La elección universitaria de Pedagogía en Español fue
sorpresiva, desde pequeña estuvo interesada en la ciencia
y pese a que dentro de su familia existan varios profesores,
estudiar esa carrera no era una opción en ese momento.
“Nunca lo había pensado, mi idea era estudiar odontología
y en tercero medio tuve un electivo que se llama Literatura
e Identidad. Me gustó demasiado, hablábamos de muchos
autores y libros que me encantaron, en ese momento decidí
inclinarme por la enseñanza, pese a que no tenía claro cuál
cursar”, asegura Paloma.
El gusto que tiene por las letras es evidente, el tiempo
que dedica a la lectura y a reflexionar sobre ello, es constante.
Lo que le ha ayudado a incrementar su perspectiva
crítica sobre las problemáticas educacionales en el país. “Ser
profesora en Chile es súper difícil y mal visto, pero eso no
quiere decir que el ejercicio sea aburrido, yo amo hacer clases
y estar con mis estudiantes. El trasfondo de la profesión,
buscar y crear material para que otras personas aprendan de
ti es maravilloso”.
UN ENCUENTRO FORTUITO CON EL STAND UP
Paloma incursionó casualmente en el género teatral de la
comedia en vivo, que es básicamente un monólogo cómico,
en donde el o la humorista interactúa constante y directamente
con el público. Se ha tomado en serio esta ocupación
y procura mantenerse constante en la escena. Esto, sin olvidarse
de lo más importante, nunca dejar de disfrutar. Sabe
que en el minuto en que deje de sentirse feliz y plena de
hacerlo, ya no tendría sentido.
Para la joven fue inesperado comenzar este tipo de espectáculo.
“Les voy a contar porque es loco igual. Yo estuve
un fin de semana en la casa de una amiga, leyéndonos el tarot
y ella interpretó en mis cartas un consejo que me instaba
a manifestar mi esencia creadora y ser más proactiva” relata.
“Esto justo coincidió con el mensaje de mi amiga, donde me
mostraba que harían el Girl Power y pensé, voy a hacerlo.
Luego supe que ella no planeaba que participamos del micrófono
abierto, solo quería ir a ver el show de las chicas”
enfatizando en lo imprevisto de la experiencia.
Sus rutinas tratan de ser brutalmente honestas, de temas
cotidianos y reales, tales como: ser practicante de pedagogía,
tener una hermana menor, ser hospitalizada en plena celebración
del 18 de septiembre, entre otras anécdotas que
han sacado varias risas en los bares de Concepción. “En mi
primera presentación hable de cómo es tener un día de mierda.
Es muy característico de mi personaje de stand up, Palomitamalaonda,
estar un poco chata, tiene mala suerte, pero
lo toma con humor, porque finalmente son experiencias que
a todos nos pasan. Es la rutina que da frutos en todos lados”
expresa.
Ha asistido con su comedia a diferentes espacios. Bar Cielo,
Bar Lihuen, La Casona del Cinzano, La Feria de las Traperas
Penquistas, entre otros, han disfrutado su show. La joven
pretende seguir perfeccionando sus rutinas y mantener las
ganas de crear nuevos guiones, aprovechar el momento , y
por qué no decirlo así, el éxito que le ha entregado la escena.
Si bien por ahora lo ve como un pasatiempo, ya que debe
mantener su enfoque en la pedagogía, la artista espera mantenerse
en el tiempo y tal vez sacar provecho del talento que
hace tan poco descubrió.
No parece tan mala onda Paloma.
Fotografía: Nicole Villanueva.
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