MondoSonoro Enero 2020

MONDOVINILOS
El disco más comercial de Floating Points
Floating Points
Crush
Ninja Tune
ELECTRÓNICA / Si en sus dos anteriores
largos, Elaenia (Pluto, 15) y Reflections-
Mojave Desert (Pluto, 17), el británico Sam
Shepherd investigaba en una moderna
reconstrucción del sonido cósmico más
analógico uniéndolo con un modern jazz
abstracto, Crush significa su gran paso
de gigante en la electrónica de baile
moderna, haciéndose un hueco junto a
Four Tet o Caribou. Criado en la rave británica
de los noventas y los primeros dos
miles, Crush comienza con un tema muy
4 Hero del Two Pages (98), con una opus
jazzística con violines interrumpida por
una base juguetona que parece que va a
lanzar un redoble de tambor clásico del
drum’n’bass que nunca llega. A continuación
le sigue un tema bleep escuela Plaid
más cinematográfico que parece grabado
en el estudio de Nils Frahm. Con solo dos
temas, Shepherd deja claro que este disco
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va a ser su disco más comercial. Y eso solo
pueden ser buenas noticias, pues su sapiencia
enciclopédica de la música electrónica y
su control de los sintetizadores modulares
más analógicos convierten a Crush en el
mejor disco de música electrónica del año
2019. Una vigorizante colección de canciones
que le acercan a la pista de baile en temas
como el tremendísimo LesAlpx, pero que
se entretiene experimentando como si se
tratase de un alquimista del free-jazz, como
se puede apreciar en las dos partes de la
multirrítmica Apoptose. Hay muchas ganas
de ver y escuchar este material en directo,
su lugar natural.
—manu gonzález
Marika
Hackman
Any Human
Friend
Sub Pop/
Popstock!
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INDIE POP / Con el que es
su segundo disco, Marika
Hackman podría colarse en ese
olimpo copado por féminas de
personalidad y talento arrasadores,
situándose junto a Courtney
Barnett, Laura Marling o Angel Olsen.
Conviene acercarse a Any Human
Friend con la calma necesaria
para asimilar las diferentes
formas que la vocalista adopta a
lo largo de un total de once cortes.
La referencia incluye inteligentes
pildorazos pop, acercamientos
al folk introspectivo y contemporáneo,
teclados y sintetizadores
alumbrando piezas de electro-pop
o una oscura y elegante Hold On.
Martina Hackman parece albergar
varias artistas dentro de sí misma,
y en este acto permite la representación
de todas ellas, certificando
lo jugoso del resultado. Un
álbum que sugiere su potencial
desde la primera escucha, pero
que tras pasadas adicionales se
manifiesta como obra ambiciosa,
certera en su objetivo y dotada
con una riqueza (estilística y
compositiva) por encima de la
media. —raúl julián
Stephen
Mallinder
Um Dada
Dais Records
/Popstock!
Los Rosarios
Caja de
espíritus
Autoeditado
Bohren & Der
Club Of Gore
Patchouli
Blue
Ipecac/[PIAS]
Little Pepe
El Real One
Love
BOA
Carla dal
Forno
Look Up
Sharp
Kallista Records
7
ELECTRÓNICA / El líder de
PSICODELIA / Tras el –en
JAZZ OSCURO / Bohren & Der
REGGAE / El Real One Love
POP / No busquen inmediatez
ni ligereza en Carla
7 8
7
7
Cabaret Voltaire publica
apariencia– litúrgico nombre
Club Of Gore han vuelto
es el último álbum de Little
su segundo trabajo en solitario,
el primero en treinta y cinco
años, dejando constancia de cómo
sus inquietudes en esta ocasión
están encaminadas hacia el acid
house y las bases funk, todo ello
sin ocultar su bizarro sello de
identidad con el que llevarlo todo
hacia un lado aún más robótico.
A lo largo del disco se toma total
libertad para divagar a través
de música de club encerrada en
composiciones como Prefix Repeat
Rewind, intentando al mismo
tiempo no descuidar su faceta
más enigmática donde los graves
golpean con fuerza como sucede
en Flashback. Con una recta final
donde concibe sus temas con un
mayor número de capas donde se
pierde la uniformidad, es capaz
de aportar el toque más brillante
y eufórico posible al trabajo,
destacando sobremanera la final
Hollow y su synth pop peleón.
Al final la escucha completa nos
deja la sensación de estar ante un
mundo propio encerrado en cada
canción. —noé r. rivas
elegido por esta banda anda-
luza se esconde un trío compuesto
por integrantes provenientes
de grupos como Sick Buzos, Byron
Co. o Miraflores. Formación de
nuevo cuño que debuta con un
trabajo oscuro, perturbador y ruidista
a partes iguales en el que la
saturada electricidad hace –penetrante–
pareja con unas bases
rítmicas mayoritariamente programadas.
Una aleación que les
facilita extender una mano hacia
Suicide y otra a The Stooges, configurando
así un eje de coordenadas
definido por las variables
de la crudeza (Elevator oveja) y la
insinuación que irán alternando
sus cotas de protagonismo. Integrando
en la ya de por sí sugerente
ecuación musical textos
de controlado contenido lascivo,
dirigiéndolos hacia ambientes
sonoros más góticos (Penitente
de cuero) o espaciales (Selenitas),
el resultado se muestra como una
incitación a erigir, desde el rock
and roll, su particular imperio de
los sentidos. —kepa arbizu
con un disco para adultos que
viven en una gran ciudad, pero
que deberán bajar el ritmo que
la misma le impone para poder
disfrutarlo tal cual fue diseñado.
Estos veteranos alemanes, embajadores
mundiales del doom
jazz, este nuevo disco –noveno de
su historia y el primero en seis
largos años– tiene lo de siempre:
lentitud, profundidad, miradas
de reojo, alcohol, sensibilidad
dérmica, tabaco, inercia y diálogos
instrumentales exquisitos.
Si bien hay piezas de tensa delicadeza,
este álbum tiene la particularidad
de sonar en algunos
instantes menos sexual y más
afectivo que ciertas referencias
anteriores. Otra vez el saxofón de
Christoph Clöser se hace protagonista
y toma el papel de interlocutor
“sentimental”, así temas
como Verwirrung Am Strand o
Zwei Herzen Aus Gold dan esa
pequeña cuota de inocencia que
también le queda bien al original
concepto del grupo.
—adriano mazzeo
Pepe. Grabado en La Factoría de
Ideas de Acción Sánchez de SFDK
y distribuido por Boa Música,
supone el séptimo larga duración
del malagueño y el primero desde
Templao (16), que vio la luz en
2016. En este trabajo encontramos
una evolución en Little Pepe que
rompe con el reggae más ortodoxo,
sin renunciar a la esencia y el
poso del género, para ofrecernos
una colección de temas que retratan
las desigualdades sociales
y las realidades muchas veces
silenciadas, sin renunciar a hacer
una música optimista e inspiradora.
Canciones como Si tú supieras,
No tengo de eso, Nadie sabe o Tú
dices (el bonus track acústico del
álbum) son prueba de que Little
Pepe ya lleva años regalando su
música a quien quiera escucharla
y de que ha armado un disco
que innova para situarse en la
tradición de cantantes andaluces
populares contemporáneos, que
siempre saben cómo llevar un
poco de luz a la no siempre agradable
realidad cotidiana. —luis
dal Forno, y se encontrarán con
un diamante. El viaje que supone
Look Up Sharp requiere de un
estado de ánimo sereno y paciente
para apreciar y disfrutar en su
totalidad de la cantidad de matices
y belleza oculta que esconde
este disco, construido sobre un
delicado equilibrio entre opuestos
que la multiinstrumentista
australiana maneja con maestría,
en un ejercicio de pop intimista,
de sonido lo-fi y reverbs catedralicias,
donde la oscuridad postpunk
a base de sintetizadores
y primitivas cajas de ritmo se
acompaña de una extraña luminosidad
de ambientación dreampop,
preciosos y puntuales arreglos
de cuerdas y guitarras, y delicadísimas
atmósferas instrumentales
que mantienen un delicioso
tono melancólico y ensoñador a
lo largo de los cuarenta minutos
escasos que dura el disco. Una pequeña
joya, tan inquietante como
bella, que crece en profundidad y
emoción con cada nueva escucha.
—ricky lavado
m. maínez
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