Newsweek MEX2_090220
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A ellos se enfrentaron los saharauis
agrupados en el Frente Polisario (Frente
Popular de Liberación de Saguía el Hamra
y Río de Oro), un movimiento de liberación
nacional creado en 1973 para conseguir la
independencia de España y que actualmente
es reconocido por la ONU como el legítimo
representante de los saharauis.
El Polisario comenzó entonces una guerra
de guerrillas en la que, tras los ataques
contra Mauritania, logró que esta se retirara
del conflicto en 1979, aunque no ocurrió así
con Marruecos.
Los saharauis atacaban constantemente
y por sorpresa a los marroquíes. A pesar de
su escaso armamento, llegaron a derribar
aviones y helicópteros enemigos.
Ante el fracaso de la estrategia militar de
Marruecos, en agosto de 1980 el gobierno
decidió construir un muro para contener la
ofensiva saharaui. Según estimaciones, esta
construcción, además, está plagada a su alrededor
con 7 millones de minas antipersonas.
Una de las paredes del Centro de Discapacitados de Auserd que atiende
a chicos de varias edades con distintos padecimientos genéticos.
invasión de esta tierra, así como las pretensiones
históricas de recuperar lo que llamaba
el “Gran Marruecos”, para expandir así
su territorio.
Por ello ordenó una operación militar
para ocupar esta zona. Denominada “La
marcha verde”, militares y civiles caminaron
hacia la frontera con el Sáhara Occidental
para tomar posesión de la zona.
Aunque las tropas españolas tenían la
orden de disparar a los invasores, al comenzar
la incursión extranjera se retiraron intempestivamente
y dejaron a los saharauis
a su suerte.
Tiempo después se sabría el porqué. Al
revelarse los detalles de los llamados Acuerdos
de Madrid, firmados en 1975, se conoció
que España transfería la administración
de su colonia a Marruecos y Mauritania a
cambio de acuerdos en materia de pesca y
cooperación económica.
Ello pese a que, un año antes, en 1974,
el gobierno español había anunciado los
planes para celebrar un referéndum entre
los saharauis tras las reivindicaciones de
independencia de la población.
Ante la protesta de Marruecos y Mauritania
en la ONU por estos planes, el referéndum
fue suspendido y se instó a ambas partes a
acudir a la Corte Internacional de Justicia de
La Haya para dirimir la controversia.
El dictamen de la Corte concluyó que
ninguno de los dos países tenía vínculos jurídicos
ni de soberanía territorial con el Sáhara
Occidental, por lo que seguía vigente
la Resolución 1514 (XV) de la ONU respecto
a la concesión de la independencia a los
países y pueblos coloniales; y la aplicación
del principio de autodeterminación.
GUERRA DE GUERRILLAS
Al inicio del conflicto, el reino marroquí
invadió el Sáhara Occidental por el norte,
mientras que Mauritania lo hizo por el
sur, lo que obligó a la población a buscar
un refugio seguro. Gracias a la ayuda del
gobierno argelino, el pueblo saharaui pudo
encontrar amparo en la ciudad de Tinduf,
en el oeste del país.
Mientras tanto, el ejército marroquí inició
una campaña de bombardeos aéreos sobre
la población civil usando incluso armas
prohibidas por los tratados internacionales
como el fósforo blanco y el napalm, una
sustancia inflamable utilizada por los estadounidenses
durante la guerra con Vietnam.
LA RASD
En medio del conflicto, los dirigentes saharauis
tomaron la decisión de proclamar
su independencia unilateralmente el 27 de
febrero de 1976 y crear la República Árabe
Saharaui Democrática (RASD).
Poco a poco, diversos países en el mundo
reconocieron a la RASD, entre ellos México,
que el 8 de septiembre de 1979, durante
el sexenio de José López Portillo y a
través del entonces secretario de Relaciones
Exteriores, Jorge Castañeda y Álvarez de la
Rosa, reconoció el nuevo Estado.
Los enfrentamientos armados continuaron
hasta 1991, año en que se consiguió
un cese al fuego bajo la promesa de
la ONU de llevar a cabo un referéndum de
autodeterminación que, hoy día, aún no ha
logrado realizarse.
EL EXILIO EN TINDUF
Cuando comenzó la guerra, los saharauis
buscaron un sitio seguro para refugiarse
de los ataques marroquíes. Una parte de la
población se quedó atrapada bajo la ocupación
y, otra, huyó a través del desierto hasta
la ciudad de Tinduf, en Argelia.
Aquí se refugiaron en la llamada “hamada”,
lo que los árabes consideran como
el peor de los infiernos. La hamada es la
parte más dura y extrema del desierto.
NEWSWEEK MÉXICO 20 FEBRERO, 2020