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Newsweek MEX2_090220

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En 2004, el periodista de investigación

Brian Deer se propuso exponer el trabajo

de Wakefield como fraudulento. Entre otras

cosas, Deer afirmaba tener pruebas de que

Wakefield había manipulado los datos de

su estudio para dar la falsa impresión de

que había una relación entre la vacuna y el

autismo. Las pruebas presentadas por Deer

del fraude científico y de los profundos conflictos

de intereses de Wakefield finalmente

hicieron que los editores de The Lancet se

retractaran de la publicación del estudio.

En 2010, Wakefield fue expulsado del

Consejo Médico General. En los 20 años

que siguieron a la publicación de su falaz

estudio, se realizaron al menos 14 estudios

amplios con cientos de miles de niños de

todo el mundo, en los que no se encontró

ninguna prueba de una relación entre la vacuna

triple viral y el autismo. Sin embargo,

tristemente, la influencia de Wakefield aún

persiste.

Aunque los índices de aplicación de la

vacuna triple viral en el Reino Unido han

recuperado los niveles que tenían antes de

la ola de pánico, los índices de vacunación

en el mundo desarrollado, considerado

en conjunto, están a la baja, y los casos de

sarampión van en aumento. En 2018, se

produjeron en Europa más de 60,000 casos

de sarampión, 72 de los cuales fueron

mortales, el doble que en el año anterior. En

Estados Unidos se produjeron más casos de

sarampión en los primeros cuatro meses de

2019 que en cualquiera de los 25 años anteriores.

La Organización Mundial de la Salud

considera lo que denomina “resistencia a la

vacunación” como uno de los diez principales

riesgos mundiales de salud de 2019.

The Washington Post, entre otros medios,

atribuye el crecimiento de los “antivacunas”

directamente a Wakefield, describiéndolo

como “el fundador del movimiento moderno

antivacunación”.

Sin embargo, las doctrinas de dicho

movimiento se han expandido mucho más

allá de los hallazgos, hoy desmentidos, de

Wakefield, y la retórica antivacunas ha

logrado prominencia como resultado del

apoyo de personas famosas de alto perfil,

como Jim Carrey, Charlie Sheen y Alicia

Silverstone.

Junto con el surgimiento del activismo

entre las celebridades se ha producido el

Kristen Bell defiende la inmunidad

grupal para proteger a las personas

contra la propagación de enfermedades:

“Detengamos los brotes de enfermedades

y apoyemos las políticas de salud pública

basadas en la ciencia”.

desarrollo de las redes sociales, que permiten

que esas personalidades promulguen

sus puntos de vista directamente a sus admiradores

y en sus propios términos. Con la

erosión de la confianza en los medios convencionales,

las personas recurren cada vez

más a esas cámaras de eco para reafirmar

sus opiniones. El surgimiento de esas plataformas

alternativas le ha proporcionado

un espacio al movimiento antivacunación

para desarrollarse sin las amenazas o los

desafíos planteados por la ciencia basada en

pruebas. Incluso Wakefield mismo dijo que

el surgimiento de las redes sociales había

“evolucionado hermosamente”, refiriéndose,

quizás, a sus propios fines.

LA PREVENCIÓN DE LAS

ENFERMEDADES ESTÁ EN TUS MANOS

A pesar de la creciente popularidad de la

resistencia a la vacunación, la decisión individual

de vacunarnos y vacunar a nuestros

hijos favorece la inmunidad grupal que

mantiene seguras a poblaciones enteras.

Todos nosotros debemos tomar decisiones

que influyen en nuestras posibilidades de

contraer alguna enfermedad infecciosa.

Cuando estamos enfermos, las decisiones

que tomamos afectan nuestras probabilidades

de transmitir esa enfermedad a

otras personas: si cancelamos esa esperada

reunión con nuestros amigos, si no mandamos

a nuestros hijos a la escuela, si nos

cubrimos la boca al toser. La decisión crucial

de vacunarnos a nosotros y a nuestros

dependientes solo puede tomarse con anticipación.

Dicha decisión afecta nuestras

probabilidades no solo de contraer, sino

también de transmitir enfermedades.

Algunas de esas decisiones son baratas,

lo que hace que su adopción sea directa. No

nos cuesta nada estornudar cubriéndonos

la boca con un pañuelo. Otras decisiones

nos plantean todo un dilema. Resulta tentador

enviar a los niños a la escuela aun

cuando sepamos que ello aumenta el número

de contactos potencialmente infecciosos

que tendrán. El elemento principal

de todas nuestras decisiones deberá ser la

comprensión de los riesgos y las consecuencias.

La epidemiología matemática nos da

una manera de evaluar y comprender esas

decisiones. Nos sugiere estrategias para hacer

frente a los brotes de enfermedades, así

como las medidas preventivas que podemos

tomar para evitarlas. En conjunto con pruebas

científicas confiables, la epidemiología

matemática demuestra que la vacunación

es la opción obvia. Las cifras de la Organización

Mundial de la Salud muestran que

las vacunas evitan millones de muertes

cada año y que podrían evitar millones

más si pudiéramos mejorar la cobertura

global. Son la mejor manera que tenemos

de prevenir brotes de enfermedades mortales,

y constituyen la única oportunidad

que tenemos de eliminar para siempre sus

devastadores impactos.

No solo te protegen a ti, sino que también

protegen a tu familia, a tus amigos, a

tus vecinos y a tus colegas.

EXTRACTO DE THE MATH OF LIFE AND DEATH (LAS

MATEMÁTICAS DE LA VIDA Y LA MUERTE), DE KIT YATES.

COPYRIGHT © 2019 BY KIT YATES. REPRODUCIDO CON LA

AUTORIZACIÓN DE SCRIBNER, SUBSIDIARIA DE SIMON &

SCHUSTER, INC.

PUBLICADO EN COOPERACIÓN CON NEWSWEEK / PUBLISHED

IN COOPERATION WITH NEWSWEEK

FOTO: VERA ANDERSON/WIREIMAGE/GETTY

NEWSWEEK MÉXICO 32 FEBRERO, 2020

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