Newsweek MEX2_090220
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Internacional
Más pruebas
contra
el vapeo
Cada vez hay más similitudes entre vapear y fumar cigarrillos.
Un nuevo estudio indica que el vapeo hace que los pulmones
se vuelvan tan vulnerables a las infecciones como si el usuario
fumara en la forma tradicional.
POR KASHMIRA GANDER • @kashmiragander
EN MEDIO DE MÁS de 50 muertes
y cientos de hospitalizaciones en Estados
Unidos atribuidas a lesiones pulmonares
relacionadas con el uso del cigarrillo
electrónico o vapeo, y de la recomendación
de los Centros para el Control y la Prevención
de las Enfermedades (CDC, por sus
siglas en inglés) que instan a evitar el uso
de cualquier producto de vapeo en tanto no
sea plenamente estudiado, ha surgido un
nuevo estudio.
Un grupo de científicos descubrió que
el vapeo puede provocar el mismo riesgo
que el humo del cigarrillo al hacer que los
pulmones se vuelvan más susceptibles a
las infecciones, y publicaron está investigación
a mediados de diciembre en la revista
Respiratory Research.
El vapeo es la inhalación de un líquido
calentado que toma la forma de un aerosol.
Fue introducido en el mercado estadounidense
en 2007, y de acuerdo con Euromonitor
International, el número de usuarios se
ha incrementado de alrededor de 7 millones
en 2011 a 41 millones en 2018.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores
cultivaron bacterias en el laboratorio
y las expusieron al vapor de cigarrillos
electrónicos y al humo de cigarrillos tradicionales.
Los microorganismos en cuestión, Haemophilus
influenzae, Streptococcus pneumoniae,
Staphylococcus aureus y Pseudomonas
aeruginosa, pueden vivir en los
pulmones sin causar problemas.
Sin embargo, estas bacterias pueden
provocar “una combinación tóxica de infección
e inflamación” en los pulmones de las
personas que ya padecen trastornos como
la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC), bronquitis y asma, declaró
a Newsweek la Dra. Deirdre Gilpin, de la
Escuela de Farmacia de la Queen’s University
en Belfast y coautora del estudio.
“Esto puede hacer que los pulmones
resulten dañados y que sean incapaces de
funcionar adecuadamente”, añadió Gilpin.
Sin embargo, cuando el equipo expuso
a las bacterias al humo del cigarrillo y al
vapor del cigarrillo electrónico, se volvieron
más virulentas o potencialmente perjudiciales,
en una forma en que podrían provocar
enfermedades como EPOC y asma, explicó
Gilpin.
Aunque no lo esperaba, Gilpin encontró
que los cambios ocurridos en las bacterias
expuestas al vapor del cigarrillo electrónico
eran iguales, y en ocasiones, incluso mayores,
que los que se observaron con el humo
del cigarrillo común.
“Esto indica que el vapeo podría producir
el mismo riesgo que el humo del cigarrillo
al aumentar la susceptibilidad a una
infección bacteriana”, afirmó.
Sin embargo, también señaló que tanto
el vapor como el humo fueron generados
de la misma manera en el laboratorio.
Pero en la vida real, las personas fuman
NEWSWEEK MÉXICO 54 ENERO, 2020