Newsweek MEX2_090220
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Vista del barrio de Mahbes en la wilaya (o provincia) de Smara, que es una de la más grandes de los campamentos saharauis.
“Aquí hay muchos chicos universitarios,
pero ¿dónde van a trabajar? Porque en los
campamentos no hay dónde. Hemos visto
que también hay jóvenes que por no tener
dinero se fueron a las drogas.
“No sabemos esto cuándo se va a acabar,
entonces tenemos que cambiar eso de
siempre estar pidiendo, pidiendo. Estamos
viviendo aquí de las ayudas, entonces no.
Tiene que haber una forma de, si no se van
a acabar, por lo menos minimizarlas.
“Queremos cambiar esa creencia de los
jóvenes que vamos a estar aquí para toda
la vida. Queremos también acabar con la
diferencia entre géneros, tiene que haber
una igualdad. Tiene que haber libertad para
toda la gente”: Jalili Mohamed, refugiado
nacido en los campamentos.
MUJERES
A pesar de que aún existen desigualdades
entre géneros, la sociedad saharaui es más
abierta y equitativa respecto al rol de la
mujer en comparación con muchos otros
países árabes y occidentales.
Durante la guerra, mientras los hombres
luchaban contra los marroquíes, las
mujeres fueron las encargadas de construir,
organizar y administrar los campamentos.
Tras la guerra, los saharauis se refugiaron
en la “hamada”. Este territorio, conocido
como el peor de los infiernos, es la
parte más extrema del desierto.
Ellas hoy distribuyen la ayuda humanitaria,
atienden los dispensarios y hospitales,
son maestras, enfermeras, periodistas,
desactivadoras de minas, ministras y amas
de casa.
En la sociedad saharaui, poco a poco se
han ido rompiendo las barreras de las imposiciones
de los roles de género. Un ejemplo
claro es el equipo de SMAWT (Saharawi
Mine Action Women Team) o las desactivadoras
de minas.
Se trata de un grupo conformado por
chicas que se encarga de desactivar las
minas antipersonas plantadas en la zona
aledaña al muro marroquí, así como de
sensibilizar a la gente sobre su existencia
y los peligros que representan.
Este muro tiene 2,700 kilómetros de
longitud (solo es superado en longitud por
la Muralla China). Según cálculos de las
ONG que han trabajado allí, existe un estimado
de 7 millones de minas. Hay 2,500
víctimas entre muertos y heridos.
Las integrantes del SMAWT se han
unido a este proyecto por distintas razones,
pero algo que tienen en común es el compromiso
que tienen con su país y el poder
salvar vidas con cada mina que eliminan.
Aunque alrededor de 50 mujeres han
trabajado en aspectos relacionados con las
minas y su desactivación, fueron cuatro las
que decidieron continuar con esta labor y
fundar el Equipo de Mujeres Saharauis de
Acción contra las Minas.
Ellas, además de arriesgar su vida al
realizar este trabajo, se enfrentan a las
NEWSWEEK MÉXICO 24 FEBRERO, 2020