Edicion 29 de abril 2020
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12 Miércoles 29 de abril de 2020 Opinión Diario Co Latino
Coronavirus y neoliberalismo
José Acosta
acostajose.r@gmail.com
En 1935, en su mensaje anual al
Congreso de los Estados Unidos,
el presidente Roosevelt expresó:
“la primera obligación del Estado es
utilizar sus poderes y distribuir sus recursos
para erradicar la pobreza y el hambre, y para
garantizar los medios de vida frente a contingencias
y vicisitudes imprevistas”. El discurso
fue pronunciado en un contexto en el
que el mundo estaba saliendo de una recesión
económica, conocida como la crisis de
1929, provocada por una excesiva libertad de
mercado.
A pesar del fracaso del liberalismo económico,
décadas más tarde Milton Friedman,
un profesor de economía de la Universidad
de Chicago y August Von Hayek, profesor
de Ciencias Sociales de la misma universidad
establecieron las bases teóricas de un nuevo
modelo económico basado en la doctrina liberal,
al que se le denominó neoliberalismo.
“Las únicas sociedades que han sido capaces
de crear una prosperidad relativa ampliamente
extendida han sido aquéllas que han
pitalistas”, sostenía Friedman a principios de
la década de los 70.
Precisamente, el neoliberalismo es una
doctrina y un modelo que promueve el libre
mercado y limita la intervención del Estado
en la economía, desde esta perspectiva se
damento del bienestar social y que los estados
deben reducirse a su mínima expresión,
sobre todo, en su política social; pero que en
economía el Estado debe impulsar políticas
que prometen la “prosperidad”, principalmente
orientadas a otorgar facilidades a los
capitales, como: reducir impuestos, asegurar
mano de obra con bajos salarios y mínimas
prestaciones, construir infraestructura logís-
ambiental, entre otras.
Este modelo se introduce en América Latina
en la década de 1970, imponiéndose en
primera instancia en Chile mediante un golpe
militar contra el gobierno de Salvador
Allende, y de ahí se extendió a todos los paí-
ses de la región. En El Salvador se introdujo
con el primer gobierno de ARENA (1989-
1994), a través del mecanismo denominado
Programa de Ajuste Estructural, que básicamente
consistió en “la receta” del Banco
Mundial y del Fondo Monetario Internacional
para implantar el neoliberalismo en
el país.
Siguiendo los postulados de la doctrina
neoliberal, el Programa de Ajuste Estructural
impuso la privatización de un importante
número de bienes del Estado, incluida
la banca; se liberaron los precios a 230
productos de primera necesidad; se quitó al
jar los intereses que cobraría la banca ya privatizada.
Por otra parte, se cerraron instituciones
que tenían un rol importante en la
política social, como, por ejemplo, el Instituto
Regulador de Abastecimiento (IRA)
y el Instituto de Vivienda Urbana (IVU).
También desapareció la Dirección de Desarrollo
de la Comunidad (DIDECO), que
era una instancia adscrita a las alcaldías donde
las comunidades gestionaban apoyo para
la organización y ejecución de proyectos de
Además, se implementó una reforma tributaria
que eliminó impuestos a las exportaciones
de café y azúcar y en su lugar se
creó el Impuesto al Valor Agregado (IVA),
establecido por el gobierno de Cristiani en
un 10 % en 1992, y aumentado por Calderón
Sol, al 13%, en 1995. La dolarización
de la economía salvadoreña, en 2001, y la
los Estados Unidos, en 2005, son otras medidas
neoliberales aplicadas por los gobiernos
de ARENA. Asimismo, se debe señalar
que durante el gobierno de Francisco Flores
hubo un intento de privatización del sistema
de salud, lo cual fue evitado gracias
a una fuerte movilización social, que tuvo
como una de sus expresiones las “marchas
blancas”.
Por su parte los gobiernos del FMLN
(2009-2019), se destacaron por el impulso
de la política social mediante la ejecución de
tores sociales más vulnerables (niñez, mujeres,
personas adultas mayores, entre otros)
en educación, salud, agricultura, transferencias
de tierras y vivienda, sin embargo,
no tuvieron la capacidad de desmontar las
bases del modelo neoliberal implantado y
fortalecido durante los veinte años de gobiernos
de ARENA, lo que imposibilitó la
organización de la economía del país bajo
otros paradigmas.
En el actual Gobierno ni siquiera está
en cuestionamiento el modelo económico
neoliberal, al contrario, todo indica que la
apuesta es a fortalecerlo. El mismo Nayib
Bukele que en su campaña presidencial ca-
que ARENA”, un mes después de su elección
visitó The Heritage Foundation, una
organización de los sectores más conservadores
de Estados Unidos, donde habló de
su fe en el libre mercado y de su creencia en
un Estado Pequeño.
Ahora, en tiempos del coronavirus, el
modelo neoliberal muestra con mayor claridad
su incompatibilidad con la preservación
de la vida; pues con este modelo económico,
se ha logrado la “prosperidad” de
las empresas transnacionales y la gran empresa
nacional al haberse multiplicado sus
ganancias; sin embargo, el bienestar social
prometido no llegó, más bien se han incrementado
los problemas sociales. Además, el
Estado se debilitó y se endeudó. Un área
que evidencia tal debilidad es el frágil sistema
de salud pública, empeorado por el actual
Gobierno, al reducirle la asignación del
presupuesto para el año 2020. En estas circunstancias
la posibilidad de enfrentar con
relativo éxito la pandemia, se proyecta muy
dudosa.
Albert Einstein dijo: “Si buscas resultados
diferentes, no hagas siempre lo mismo”.
Es momento de entender que como
país no podemos continuar bajo la lógica
de un modelo económico que da privilegios
a las grandes inversiones privadas, pero que
en tiempos de crisis se le deja toda la responsabilidad
al Estado, de enfrentar el momento
crítico y posteriormente de recuperar
la economía, para lo cual no hay otra
alternativa que contraer más deuda, condenándonos
a la pobreza y a mayor sometimiento
por décadas.