Gobernanza y gobernabilidad en la pesca peruana
Principales temas de análisis en la gobernabilidad y la gobernanza de la pesca en el Perú
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GOBERNABILIDAD Y
GOBERNANZA EN LA
DIFERENCIAS ENTRE ATN Y BONITO
PESCA DEL PERU
¿QUIEN DEPREDO EL JUREL
EN EL PACIFICO SUR?
Revista Pesca 1
Ocupar las calles es una de las
herramientas más efectivas para crear
cambio social porque
demuestra poder y unión.
A veces es la única vía.
Revista Pesca 1
PESCADORES ARTESANALES
¿NECESITAN CRÉDITO O BONO?
El Decreto de Urgencia 36-2020 dice:
Autorízase, de manera excepcional, durante el Año Fiscal
2020, al Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero
(FONDEPES), a realizar modificaciones presupuestarias
en el nivel funcional programático hasta por un monto
de S/ 17 000 000,00 (DIECISIETE MILLONES Y 00/100
SOLES), para habilitar la Genérica de Gasto 2.7 Adquisiciones
de Activos Financieros, en la Actividad 5006269:
Prevención, Control, Diagnóstico y Tratamiento de Coronavirus,
en la fuente de financiamiento Recursos Ordinarios,
para financiar el otorgamiento de créditos para
capital de trabajo en favor de los pescadores
artesanales y acuicultores AREL a nivel nacional en
el marco del Programa de Créditos por Emergencia Nacional
(COVID-19) del FONDEPES.
No discrimina a pescadores embarcados de no embarcados
y dice que es un crédito de capital de trabajo, o sea
que no es un bono, un subsidio ni una ayuda sino simplemente
un préstamo.
El comunicado del FONDEPES dice:
buzos marisqueros embarcados que cuenten con Licencia
o con Patente de Buzo Artesanal vigente otorgado
por DICAPI. Se incluye también a los pescadores artesanales
del ámbito continental que cuenten con Titulo Habilitante
vigente para pescador embarcado o no embarcado,
otorgado por las DIREPROS y GEREPROS de los
Gobiernos Regionales con competencias para tal efecto o
DICAPI.
¿Cuál es el criterio y sustento legal del comunicado
para discriminar a embarcados de no embarcados?
En cualquier caso, a diferencia de otros sectores y de los
independientes, no se les está dando apoyo vía subsidio
sino préstamos para capital de trabajo, en circunstancias
en las que no pueden trabajar por diversas razones
como desembarcaderos cerrados por ejemplo.
Por otro lado no muestra la diferencia entre armador y
pescador. Debió empezarse por definir quién es un armador
y quien es un tripulante o pescador para clarificar
quién es el beneficiario.
El Gobierno, a través del Ministerio de la Producción,
busca reducir los impactos negativos que pueda generar
el brote de coronavirus (COVID-19) en la economía de la
pesca artesanal y ha preparado un Programa Especial
de Créditos para Pescadores Artesanales no embarcados
(cordeleros, pulmoneros, orilleros, colectores
de algas varadas) que cuenten con Permiso
de Pesca para No Embarcado vigente y/o Certificación de
Pescador Artesanal vigente, otorgado por las DIREPROS
o GEREPROS de los Gobiernos Regionales, con competencias
para tal efecto o por el Ministerio de la Producción
en el ámbito de Lima Metropolitana. Asimismo, para
Si el armador es en la práctica el empleador y el pescador,
el empleado ¿quién debe recibir el préstamo? Esto
en el caso de los embarcados. En el caso de los no embarcados,
que prácticamente son independientes
¿necesitan capital de trabajo?
¿No es acaso un bono no reembolsable lo que necesitan
en lugar de un préstamo?
Revista Pesca 2
¿CUÁNTOS PESCADORES
ARTESANALES HAY EN EL PERÚ?
¿Quién es la autoridad responsable de tener y mantener
una base de datos de pescadores artesanales embarcados
y no embarcados? ¿El FONDEPES, el PRODUCE, los
Gobiernos Regionales, el INEI o la DICAPI?
El ROF (Reglamento de Organización y Funciones) del
FONDEPES no le asigna esa responsabilidad específica.
Sin embargo, ¿debió ser iniciativa de la entidad mantener
una base de datos de sus supuestos beneficiarios?
Probablemente sí; pero eso supone ver más allá de las
inauguraciones de DPAs (cuyo cronograma no se cumple)
como función principal. La entidad priorizo la función
de constructora de desembarcaderos encargados a
terceros, convirtiéndose en supervisores de empresas
constructoras que terminan con problemas. Se perdió la
mística el alma y el cariño real por la pesca y sus pescadores.
El no disponer de una base de datos con la estadística
de los pescadores no significa un incumplimiento
funcional de ninguna de sus áreas porque no está asignada
esa función. ¿Pero puede ello justificar o excusar
que no la tengan?
PRODUCE a través de la Dirección General de Pesca Artesanal
tampoco tiene en sus funciones una específica
para llevar esa estadística. La única función que se asemeja
a algo relacionado es la que dice: “Organizar y actualizar
el Registro de las Organizaciones Sociales de
Pescadores, Procesadores y Armadores Artesanales cuyas
actividades son de alcance nacional, así como la renovación
de sus juntas directivas; y la de Organizar y
actualizar los registros administrativos nacionales para la
gestión y operación de la infraestructura pesquera artesanal”
El IMARPE, como órgano de PRODUCE elabora periódicamente
encuestas estructurales de la pesquería artesanal
(ENEPA). “La ENEPA III fue ejecutada entre setiembre y
octubre del año 2015, en 92 puntos de muestreo a lo
largo del litoral (87 lugares de desembarque y 5 localidades
de residencia de pescadores). Es una encuesta de
inventario que recoge datos acerca de cierto número de
características fundamentales que se requieren para evaluar
la magnitud y estructura de una pesquería con el
propósito de contribuir a promover e implementar programas
integrales para el desarrollo y mejor manejo de
la pesquería artesanal del mar peruano, Es ejecutada en
forma periódica desde el año 1996, constituyendo un
esfuerzo importante para mantener información completa,
actualizada y confiable sobre la actividad pesquera
artesanal. La Enepa III se ejecutó con el propósito de
conocer cómo se ha incrementado el esfuerzo de pesca
en términos de número de pescadores y embarcaciones
pesqueras artesanales, así como para conocer la situación
social, económica y demográfica actual del pescador,
a fin de formar las bases de una fuente de información
que permita la adopción de políticas de desarrollo
en el corto, mediano y largo plazo y para que sirva como
fuente de información para desarrollar investigaciones a
tesistas de pre y post grado de las universidades y otras
instituciones educativas”
http://biblioimarpe.imarpe.gob.pe/
handle/123456789/3300
La función de dirigir y ejecutar encuestas, censos
y otras investigaciones estadísticas del Sector, corresponde
a la Oficina de Estudios Económicos,
que estructuralmente depende de la Secretaría
General, o sea del Titular del Pliego y no del Despacho
Viceministerial; pero tampoco tiene una
función específica en cuanto a la data de pescadores
artesanales, la cual solo podría provenir a través
de un censo. El nivel de coordinación entre el
IMARPE, desarrollando una función como la ENEPA, que
funcionalmente compete a la Oficina de Estudios Económicos,
podría ser deficiente o inexistente.
Revista Pesca 3
La DICAPI otorga los carnets de pescador y habilita títulos,
por tanto sería la entidad más adecuada para tener
una data de pescadores.
El INEI condujo el primer censo de pescadores artesanales
en 2012.
Los intentos de formalización, poco exitosos por cierto,
tampoco ayudan mucho en situaciones como la actual
donde se necesitan datos reales y precisos, porque el
concepto de formalización ha sido entendido y referido
solo al permiso de pesca. Es decir que está dirigido a la
embarcación, no al pescador. Al dar el permiso se identifica
embarcación y armador, o sea al propietario de la
misma. Pero obvia la obligatoriedad de obtener el RUC,
que permitiría controlar el cumplimiento de las obligaciones
tributarias y de seguridad social que le compete al
armador, como empleador de los tripulantes de su embarcación
también denominados pescadores embarcados,
que en la práctica son sus empleados.
Este segmento no está en los planes de formalización de
nadie, ¿ es por eso que no existe estadísticamente?. ¿Es
por eso que no han sido considerados como beneficiarios
de los subsidios por la emergencia del Coronavirus?
La pregunta es si existe algún nivel de coordinación entre
las instituciones que permita disponer de data de
pescadores actualizada, o por lo menos el interés e iniciativa
para elaborarla, aunque la norma no lo indique
con precisión.
No se puede gobernar, administrar o regular lo que no
se conoce. Para una adecuada administración de la pesquería
se necesita fundamentalmente dos cosas:
Primero, conocer cuántos administrados tiene, a
todo nivel, pescadores, armadores, artesanales,
industriales, embarcaciones y plantas de proceso.
Segundo, se requiere información científica sobre
los recursos hidrobiológicos.
Sin esa data ¿puede un funcionario que además no conoce
de pesca, administrar correctamente el sector, en
especial en tiempos de crisis como los actuales? Resulta
muy difícil y complejo administrar lo que no se conoce.
En cuanto a los Gobiernos Regionales, tampoco es clara
su responsabilidad. La transferencia de competencias y
funciones es aún tema inconcluso, confuso y con poca
voluntad de enfrentarlo.
Revista Pesca 4
LAS FUNCIONES EN PESCA DEL
PRODUCE Y LOS GOBIERNOS
REGIONALES
Solo instrumentos legales como las Resoluciones Ministeriales,
Supremas y Decretos Supremos originan cambios
e imponen normas y procedimientos. Las resoluciones
viceministeriales son limitadas a asuntos administrativos
como apelaciones en el caso de sanciones. Los Decretos
de Urgencia no requieren necesariamente la participación
del Viceministro
Todo el manejo del sector responde a una decisión y voluntad
políticas exclusiva del Titular del Pliego. Así está
diseñado el modelo de gestión del Estado. El poder reside
en el Ministro y no en los viceministros, quienes no
tienen instrumentos legales para generar cambios, por lo
menos en pesca y acuicultura. Cada ministro impone su
agenda y su propio estilo.
La designación de los titulares de los Organismos Públicos
del sector (FONDEPES, IMARPE, ITP, SANIPES e
INACAL) le compete exclusivamente al Titular del Pliego
y no al Viceministro de Pesca y Acuicultura ni al de Industria
y Mypes. Estructuralmente, de acuerdo al organigrama,
el Jefe del Organismo Público depende directamente
del Titular del Pliego y no del viceministro, como
erróneamente piensan algunos.
En función al DS. N°038-2004-PCM, con la RM N° 577-
2018-PRODUCE se aprobó el Plan Anual de Transferencia
de Competencias Sectoriales a los Gobiernos Regionales
y Locales del Año 2018 del Ministerio de la Producción.
Las funciones transferidas y/o por transferirse, de acuerdo
a la Ley 27867 Ley orgánica de gobiernos regionales,
artículo 52°: Funciones en materia pesquera, son:
a) Formular, aprobar, ejecutar, evaluar, dirigir, controlar
y administrar los planes y políticas en materia pesquera
y producción acuícola de la región.
b) Administrar, supervisar y fiscalizar la gestión de actividades
y servicios pesqueros bajo su jurisdicción.
c) Desarrollar acciones de vigilancia y control para garantizar
el uso sostenible de los recursos bajo su jurisdicción.
d) Promover la provisión de recursos financieros privados
a las empresas y organizaciones de la región, con énfasis
en las medianas, PYMES y unidades productivas orientadas
a la exportación.
e) Desarrollar e implementar sistemas de información y
poner a disposición de la población información útil referida
a la gestión del sector.
f) Promover, controlar y administrar el uso de los
servicios de infraestructura de desembarque y
procesamiento pesquero de su competencia, en
armonía con las políticas y normas del sector, a
excepción del control y vigilancia de las normas
sanitarias sectoriales, en todas las etapas de las
actividades pesqueras.
g) Verificar el cumplimiento y correcta aplicación de los
dispositivos legales sobre control y fiscalización de insumos
químicos con fines pesqueros y acuícolas, de acuerdo
a la Ley de la materia. Dictar las medidas correctivas
y sancionar de acuerdo con los dispositivos vigentes.
h) Promover la investigación e información acerca de los
servicios tecnológicos para la preservación y protección
del medio ambiente.
i) Velar y exigir el adecuado cumplimiento de las
normas técnicas en materia de pesquería. Dictar
las medidas correctivas y sancionar de acuerdo
con los dispositivos vigentes.
Revista Pesca 5
j) Vigilar el estricto cumplimiento de las normas
vigentes sobre pesca artesanal y su exclusividad
dentro de las cinco millas marinas. Dictar las medidas
correctivas y sancionar de acuerdo con los
dispositivos vigentes.
De acuerdo al artículo 2° de la RM N° 577-2018-
PRODUCE, se encuentra pendiente de transferencia a 25
GOREs la función j): “Vigilar el estricto cumplimiento de
las normas vigentes sobre pesca artesanal y su exclusividad
dentro de las cinco millas marinas. Dictar las medidas
correctivas y sancionar de acuerdo con los dispositivos
vigentes”.
Actualmente esta función está siendo ejercida por el Ministerio
de la Producción a través de la Dirección General
de Supervisión, Fiscalización y Sanción.
Al GORE Lima Metropolitana se encuentran pendientes
de transferir todas las funciones, de acuerdo a la tabla 2
del documento en mención.
Se puede concluir que no existen funciones pendientes
de transferir a las 25 regiones, con excepción de la
función j) y el caso particular de la Región Lima Metropolitana.
El asunto es ¿están cumpliendo los GOREs sus
funciones? ¿lo están haciendo con eficiencia? ¿sin interferencias?
En términos prácticos ¿dónde terminan las funciones de
PRODUCE y dónde empiezan las de los Gobierno Regionales
en el marco normativo y real del día de hoy? Jurídicamente
hablando las competencias están definidas y
transferidas, pero ¿cómo es en la realidad? ¿Y por qué la
función “Vigilar el estricto cumplimiento de las normas
vigentes sobre pesca artesanal y su exclusividad dentro
de las cinco millas marinas. Dictar las medidas correctivas
y sancionar de acuerdo con los dispositivos vigentes”
no se transfiere todavía?
Unos no cumplen su función y otros asumen la función
donde ya no deberían. No es cuestión de legalidad o respeto
a la norma, sino conveniencia política lo que se impone.
Los pescadores son una fuente de apoyo a la gestión,
o una amenaza, según quiera verse en cada circunstancia.
El manoseo político le ha robado el alma a la institucionalidad
pesquera. La indiferencia y la ignorancia también
hicieron su parte. Las instituciones se han vuelto máquinas
que aplican órdenes, consignas y acciones sin pensar
en los impactos sobre las personas y sobre el futuro. El
sistema alcanza su punto crítico.
No hay reglamentos de ordenamiento para todos los recursos
pesqueros de la pesquería artesanal, porque no
se conocen científicamente. El IMARPE carece de información
de todos y cada uno de nuestros recursos objetivo
de la pesca artesanal. Por tanto se podría estar haciendo
uso y abuso de la extracción.
Adicionalmente, al día de hoy, el Instituto del Mar no
tiene un ROF actualizado de acuerdo al Decreto de Urgencia
015-2020, que dispuso cambios estructurales en
el Instituto. La norma indica que en un plazo que no exceda
de treinta (30) días hábiles, contado desde el día
siguiente de la publicación del Decreto de Urgencia en el
diario oficial El Peruano, se aprobaría el nuevo Reglamento
de Organización y Funciones del Instituto del Mar
del Perú - IMARPE; así como los documentos de gestión
que correspondan, a efectos de mejorar el desenvolvimiento
de la gestión institucional, para asegurar la eficiencia
y eficacia de sus procesos internos. Los 30 días
vencieron el 22 de febrero de 2020.
Revista Pesca 6
LA EDUCACIÓN Y LA
CAPACITACIÓN EN LA PESCA
La educación y creación de capacidades son componentes
fundamentales en el desarrollo del sector pesquero
de consumo humano directo en el corto, mediano y largo
plazo, por lo que es fundamental que las acciones
en esta área respondan a una visión política de futuro y
orienten en forma coordinada y articulada toda la estrategia
que debe formularse.
Un primer paso en un marco educativo, es garantizar la
inocuidad y calidad de los productos marinos. Un segundo
paso, es la orientación de esfuerzos hacia la investigación
de las especies explotadas que garantice un
adecuado ordenamiento.
Hay que investigar, también, nuevas especies porque
las más capturadas podrían ya estar al borde del agotamiento,
cosa que se desconoce por falta de información.
Hay que diseñar nuevas presentaciones de productos
para poder abarcar el territorio nacional, que
adolece de insuficiente infraestructura de frío para almacenamiento
y distribución.
El Estado debe prestar mayor atención a la educación
de la población sobre las posibilidades de capturas de
productos hidrobiológicos y el estado de las pesquerías.
Debe propiciar que los conceptos de ecosistema, seguridad
y soberanía alimentarias, cambio climático, fenómeno
El Niño y sostenibilidad sean conocidos por la ciudadanía.
La educación y capacitación del pescador artesanal y
demás componentes de la cadena productiva del consumo
humano directo, pueden considerarse primordiales
debido a las exigencias de calidad que vienen incrementando
los países importadores de nuestros productos,
así como de nuestro propio mercado, que no puede
ser tratado como de segundo orden. Los peruanos merecemos
la misma calidad que lo se exporta. Las plantas
procesadoras de productos congelados, enlatados y
curados se abastecen exclusivamente de esta cadena
productiva, por lo cual requieren de altos niveles de
calidad y sanidad.
Es necesario elaborar, como política pública, un Plan
Nacional de Capacitación en beneficio de los pescadores
artesanales y de los operadores de la cadena productiva
del consumo humano directo.
Asegurar el abastecimiento de productos hidrobiológicos
con la calidad que las plantas procesadoras y el
mercado nacional demanda es hoy, en medio de la
pandemia del Covid 19, más urgente que nunca.
Contribuir a su inclusión en la economía formal mejorando
el desempeño laboral, es la acción complementaria
de una educación apropiada. Esto afirmaría la presencia
eficaz y útil del Estado en el ámbito pesquero.
Para este propósito se requiere elaborar una estrategia
nacional de capacitación, que debe diseñarse en consenso
con el sector artesanal y demás actores del sector
pesquero, como instrumento derivado de una Política
de Estado, que genere un plan integral detallado y
de largo plazo para la educación y capacitación de los
trabajadores de las cadenas productivas y de comercialización
del consumo humano directo.
La capacitación es fundamental dentro de cualquier estrategia
de desarrollo para este sector. Sin embargo,
hoy en día se encuentra dispersa, no tiene una visión
de largo plazo ni responde a las necesidades y a realidad
actuales. Muchas instituciones del sector dan capacitación
en base a sus propios planes, los que no están
debidamente articulados ni coordinados.
Ante la situación actual del estado de las poblaciones
Revista Pesca 7
de los recursos pesqueros y la incertidumbre sobre los
efectos del cambio climático, no es recomendable seguir
formando nuevos pescadores en la medida que,
además de incrementar la presión por realizar mayor
esfuerzo pesquero, que es lo que se debe evitar, crea
pescadores sin empleo, desilusionados por la falta de
empleo y/o de recursos para extraer así como una competencia
por ocupar puestos de trabajo que presiona
sobre los ya existentes.
empresarios pesqueros debidamente entrenados, con
permiso de pesca y como propietarios de micro empresas
que contraten apropiadamente a sus tripulantes, lo
que les asegura, a estos últimos, cobertura de salud,
seguridad social y pensión y a los primeros el acceso a
fuentes de financiamiento. Estas unidades económicas,
eficientes y rentables generarían bienestar a los pescadores
y adecuados productos pesqueros para la población.
Este Plan Estratégico debe incidir en la aplicación del
enfoque precautorio y del enfoque ecosistémico para
lograr la sostenibilidad de la pesca de consumo humano
directo y su cadena productiva, con el objetivo de generar
conciencia en el uso correcto de los recursos naturales,
e implementar prácticas de pesca responsable.
La mentalidad meramente extractiva de los recursos
pesqueros debe migrar hacia una visión de manejo responsable
y adecuado de los recursos que aseguren su
sostenibilidad.
También debe ponerse especial énfasis en la educación
de las poblaciones costeras y comunidades de pescadores
a fin de que estas tomen conciencia de la realidad
de la pesquería. De esta forma constituirán un defensa
natural de su propio ecosistema.
La visión debe ser un nivel de ordenamiento y capacitación
tales, que contribuyan a la conversión de los actuales
armadores informales en pequeños o medianos
La formalización, como parte del ordenamiento, solo ha
venido actuando sobre los permisos de pesca, pero no
sobre la obtención del RUC, que convertiría al armador
en una unidad de negocios con las ventajas del caso, en
especial para sus pescadores tripulantes. Solo actuar sobre
el permiso de pesca es una media formalización que,
además, viene siendo complicada y teniendo poco éxito,
o al menos discutible.
Sin embargo, pese a que el ordenamiento y la capacitación
en pesca son necesarios, no gozan de mayor interés
ni apoyo por parte de las administraciones de la pesquería.
Probablemente porque siendo acciones cuyos resultados
se aprecian en el mediano y largo plazo, son impopulares
para funcionarios de turno, quienes por lo general,
solo aprecian resultados inmediatos que pueden publicitar
como logros. Por otro lado, para entender en su
correcta magnitud la necesidad de ordenamiento y capacitación
apropiados, es necesario conocer el sector.
Revista Pesca 8
EL ORDENAMIENTO PESQUERO
Todo sistema de ordenamiento pesquero considera,
según sea el caso, régimen de acceso, captura total
permisible, magnitud del esfuerzo de pesca, períodos
de veda, temporadas de pesca, tallas mínimas de captura,
zonas prohibidas o de reserva, artes, aparejos,
métodos y sistemas de pesca, así como las necesarias
acciones de monitoreo, control y vigilancia.
El ordenamiento pesquero debiera ser la suma de normas
y acciones conducentes al logro de tres objetivos
genéricos: Alimentación, Empleo e Ingresos Económicos.
Ello exige contar con información científica y evaluar
factores económicos y sociales que inciden directa
o indirectamente en la actividad pesquera.
Los retos para el manejo de nuestra pesquería implican
incrementar el conocimiento de las interrelaciones propias
del ecosistema de la Corriente Peruana, así como
sobre la variabilidad climática y su impacto en los recursos
pesqueros.
Es necesario aplicar a nuestra pesquería el concepto y
los principios del manejo ecosistémico; diversificar el
esfuerzo pesquero y propiciar iniciativas que redunden
en el consumo humano de nuestros recursos pelágicos,
en particular, de la anchoveta.
El Estado peruano debe asignar prioridades especiales
al desarrollo de la pesca artesanal y de menor escala
como fuente de empleo e ingresos para muchas comunidades
costeras.
Alcanzar pesquerías sostenibles y socialmente responsables
no puede ser producto únicamente de leyes o
normas, sino, además, de una adecuada capacitación y
educación que facilitará el cumplimiento de la normativa
en toda la cadena de valor de la pesca artesanal.
La mejora de la productividad y competitividad requiere
de un nuevo enfoque basado en la perspectiva de los
derechos y necesidades tanto del ciudadano, como del
pescador enfatizando el rol fundamental del consumidor
final, como objetivo principal de toda la actividad pesquera.
Para la mayoría de los pescadores artesanales, uno de
los haberes más preciados es su capital intelectual, el
cual se encuentra representado por un conocimiento
detallado del caladero y el comportamiento de las poblaciones
de peces. Es precisamente este conocimiento
específico el que lo ayuda a sobrevivir en la competencia
con las embarcaciones más grandes y poseedoras
de una mayor tecnología. Sin embargo, su supervivencia
solo mejorará en función de la capacitación contínua
a la que acceda y a la inversión en tecnología que ejecute,
con el objetivo de lograr una ventaja a corto plazo
en la competencia por el recurso marítimo.
El no hacerlo, por no contar con garantías para acceder
a financiamiento o por otras razones, limita sus alternativas
en términos de estrategias de supervivencia e implica
un aumento de su esfuerzo y márgenes menores
de utilidad; o, por supuesto, su salida del sector.
En dicho contexto, repensar los objetivos de una educación
y capacitación para el pescador artesanal se torna
indispensable; pero sin descuidar al resto de la cadena
productiva del CHD puesto de que de nada vale un producto
de calidad desembarcado, si a partir de ese momento
hasta su recepción por el consumidor final se
deteriora por falta de buenas prácticas de manejo. Están
los estibadores, los ayudantes, los transportistas,
los comerciantes, los puestos de los mercados, que forman
parte de la cadena.
Los pescadores artesanales, que antes capturaban sus
especies a poca distancia de sus poblaciones hoy se
han visto obligados por la necesidad, a convertirse en
Revista Pesca 9
pescadores de altura sin tener la preparación ni el equipamiento
apropiado y se aventuran a veces hasta las
200 millas en busca de especies sustitutas a su pesquería
tradicional, como el perico, por ejemplo. Necesitan
adecuarse a esa nueva realidad.
Los intentos de formalización de la actividad artesanal
no han sido muy exitosos en el tiempo, lo que impone
enfocar una nueva estrategia que consiste en llevar la
actividad a convertirse en un negocio más rentable, para
cual debe reducir sus costos y elevar su productividad.
Estos elementos harán más atractiva la formalización
por las ventajas que ofrece la misma. Ello requiere
de innovación y capacitación. Implica una visión integral
también. No es suficiente tener un permiso de pesca,
sino también RUC, de tal forma que incorporen a los
tripulantes en una planilla lo que resolvería automáticamente
sus necesidades de seguridad social y pensiones.
Es necesario promover la generación de valor agregado
a fin de poder alcanzar mejores niveles de rentabilidad
en beneficio del pescador, del trabajador del sector, del
consumidor y del Estado. Por tanto, es importante diseñar
mecanismos que faciliten el crecimiento. El crecimiento
en función a mantener volúmenes constantes
de desembarque es irresponsable, toda vez que las posibilidades
de extracción tienen límites naturales, lo que
obliga a dirigir el esfuerzo hacia el valor agregado escalando
lo máximo posible.
En la lógica de una política de sostenibilidad, ordenamiento,
adición de valor agregado en óptimas condiciones
sanitarias y de mínimo impacto ambiental se impone
un rediseño de las actividades de capacitación orientada
fundamentalmente a crear capacidades en los pescadores
artesanales y procesadores primarios en las
materias convenientes para lograr dichos objetivos.
Revista Pesca 10
MINISTERIO DE PESQUERIA
¿SOLUCION O ILUSION?
La restitución del Ministerio de Pesquería es un tema recurrente
en el sector pesquero. ¿Necesita el país de un
Ministerio de Pesquería? Lo que es evidente es que la
fusión del Viceministerio de Industria y Pymes con Pesquería
no ha favorecido para nada a este último.
hay un abismo que no se puede superar, más aún con
un alto índice de rotación de funcionarios. Cada cambio
de Ministro lleva consigo cambios en los OPDs y en las
Direcciones de Línea, lo que resta continuidad y eficiencia
a las gestiones.
Los Ministros designados, en los últimos 18 años, tienen
más perfil para el Despacho de Industria y Pymes que
para Pesca, o para ninguno. No tuvo mucho sentido la
fusión de un sector realmente complicado como es la
pesca con otro que no evidencia éxitos resaltantes e impactantes,
no solo para la pesquería sino para el país.
Industria es un sector relativamente tranquilo, no genera
problemas ni desata pasiones. Usar los CITEs como instrumento
de marketing político resulta interesante también
en algunos escenarios, dependiendo de la agenda
del Titular del Pliego.
La sola restitución del Ministerio de Pesquería no es la
solución final a los problemas y necesidades del sector.
Tan solo el cambio de nombre a un Ministerio manteniendo
su misma infraestructura organizativa, administrativa
y metodología de designación personal, ofrece
poca esperanza de mejora.
Los Titulares de Pliego, que ya van 20, o sea casi uno
por año, y en lo que va del actual gobierno ya van 4, no
duran lo suficiente como para evaluar y darse cuenta de
la calidad de su ejecución presupuestal y de su accionar,
ni tienen tiempo para identificarse con Planes Operativos
y Estratégicos ya formulados y con presupuesto. Consumen
la mayor parte de su tiempo tomando conocimiento
del sector, en interminables reuniones con los administrados,
y haciendo ofertas que, finalmente no alcanzan a
cumplir porque no están lo suficiente en el cargo. Además
porque entre la oferta política y lo posible de ejecutarse
dentro de las normas de administración del Estado,
Al final de la gestión, el sistema no sanciona por promesas
incumplidas. No hay más que la fórmula de juramentación
del Ministro: “Si así lo hiciereis que Dios os premie;
si no, que él y la Patria os lo demanden”. Naturalmente
nadie formula demanda alguna y se inicia un nuevo
proceso con un nuevo Ministro que ilusiona nuevamente
al sector y a la Nación sin garantía alguna de que
ocurra una reforma adecuada.
Es incuestionable la necesidad de que exista un Ministerio
exclusivamente dedicado a la pesquería como concepto,
pero si no va acompañado de un cambio estructural
integral, sería un gesto mas no una solución.
Es indudable la necesidad de mayor gasto de inversión
en proyectos de infraestructura de desembarque artesanal,
en investigación científica y en seguridad, control y
vigilancia. Sin embargo debe reconocerse que no es suficiente
mayor disponibilidad presupuestal si es que no va
acompañada de mayor eficiencia en la ejecución del gasto
y en el diseño de los Planes Operativos que deben ser
ejecutados con cargo a los recursos económicos asignados.
Asumir la titularidad de un Pliego exclusivo de Pesca,
requiere ineludiblemente que el conductor y responsable
de la Política Nacional, es decir el Presidente de la República,
esté perfectamente enterado de la realidad sectorial
de forma tal que le permita diseñar objetivos y políticas
de largo plazo. La improvisación en la designación de
funcionarios en un sector sumamente conflictivo, no lle-
Revista Pesca 11
va a los resultados que la sociedad peruana merece.
La pesquería peruana, una de las más grandes del mundo,
requiere de la visión de un Estadista que tenga clara
la necesidad de introducir reformas en la pesquería.
Mientras no exista voluntad y decisión políticas de Palacio
de Gobierno para manejar debidamente el sector
pesquero, dotarlo de un Ministerio no resolvería realmente
nada de fondo, sino tan solo de forma. Un Ministerio
de Pesquería con un Ministro inadecuado, no contribuiría
apropiadamente al mejoramiento del sector, aún cuando
en el Consejo de Ministros la Pesquería tuviese un asiento
exclusivo.
En tanto no exista una Política de Estado definida por el
Presidente de la República, que obligue al Ministro del
Sector a implementarla para que el Ministerio disponga
de una visión de largo plazo, para introducir reformas
sustanciales; en tanto no mejore la eficiencia en el diseño
de normas, en el control, en la ejecución y en la calidad
del gasto, a través de la designación de personas
adecuadas, sería más de lo mismo: inútil y sin sentido.
El problema no radica en la estructura de la organización,
sino en las personas.
Esta niña comiendo anchoveta debería ser el objetivo principal de la pesquería peruana.
Es un símbolo del ciudadano peruano que espera una gestión de la pesca con alma, con patriotismo,
con profesionalismo y despojada de politiquería.
Revista Pesca 12
EL INCIERTO FUTURO DE LA
PESQUERIA PERUANA
Ministros de la Producción desde la creación del Ministerio:
MINISTROS DE LA PRODUCCION 2002 - 2020
1. EDUARDO IRIARTE
2. JAVIER REATEGUI
3. ALFONSO VELASQUEZ
4. DAVID LEMOR
5. RAFAEL REY
6. ELENA CONTERNO
7. MERCEDES ARAOZ
8. NICANOR GONZALES
9. JORGE VILLASANTE
10. LUIS NAVA
11. KURT BURNEO
12. JOSE URQUIZO
13. GLADYS TRIVEÑO
14. PIERO GUEZZI
15. BRUNO GIUFFRA
16. PEDRO OLAECHEA
17. LIENEKE SCHOL
18. DANIEL CORDOVA
19. RAUL PEREZ
20. ROCIO BARRIOS ALVARADO
La cifra de 20 ministros en 18 años, que da un promedio
de 1.11 ministro por año podría ser una de las causas de
que la gestión del sector pesca durante el período sea
inadecuada e improductiva para las necesidades de la
pesquería. Si se suma al corto tiempo que cada Ministro
permanece en el cargo, la inexperiencia de cada uno, la
rotación constante de funcionarios de todo nivel, derivada
del cambio del titular del pliego, podemos entender
por qué el sector está en crisis. No basta la buena voluntad
o la capacidad personal sin que esté acompañada de
conocimiento de la pesca.
Como excepción, destaca Rafael Rey por la dación del DL
1084 que ordenó la pesquería de la anchoveta para CHI.
Sigue siendo una norma polémica, pero ha sido, quizá, la
más importante desde la promulgación de la propia Ley
de Pesca. Rey no era un experto en el sector, pero se
comprometió con la pesca y permitió la generación de un
documento trascendente. Su gestión fue una de las más
largas, desde el 28 de julio de 2006 hasta el 13 de octubre
de 2008, lo que propició un período de avances, sobre
todo en relación a la promoción del consumo de anchoveta,
gestado por su viceministro Alfonso Miranda.
VICEMINISTROS DE PESQUERIA 2002 – 2020
1. JULIO GONZÁLES FERNANDEZ
2. LEONCIO ALVAREZ VASQUEZ
3. ALEJANDRO JIMENEZ MORALES
4. ALFONSO MIRANDA
5. ELSA GALARZA
6. MARIA TALLEDO
7. ROCIO BARRIOS
8. PATRICIA MAJLUF
9. JAIME REYES
10. EDUARDO PASTOR
11. PAUL PUMPHIU
12. JUAN CARLOS REQUEJO
13. HECTOR SOLDI
14. JAVIER ATKINS
15. MARIA DEL CARMEN ABREGU
Si bien es cierto el promedio de viceministros es menor
que el de los ministros, no se aprecia que su nivel de
experiencia o de capacidad de manejo haya sido el adecuado
para servir a un Ministro con o sin agenda política.
Poco se puede decir de la mayoría de los ministros y viceministros
que asumieron el cargo sin agenda, sin vi-
Revista Pesca 13
sión de futuro para la pesca, sin conocimiento y sin compromiso
por hacer algo de fondo para el sector.
Exceptuando la gestión de Alfonso Miranda, el viceministro
de mayor duración en el tiempo que se ha tenido,
con experiencia en el sector y que realizó importantes
aportes para la promoción del consumo de anchoveta,
los demás, o tuvieron poco tiempo para diseñar algo importante,
o carecieron de la fuerza y/o capacidad necesarias
para hacer algo trascendente, o simplemente carecieron
de una propuesta. Otros, que pudieron haber
realizado reformas importantes en base a su experiencia
y cualidades personales, fueron sometidos por una gestión
autocrática, o por la imposibilidad de realizar una
labor eficaz por falta de condiciones apropiadas.
En la inadecuada administración del sector, ha primado
la ausencia de hechos efectivos para la pesca peruana.
Promesas que son difíciles de cumplir y otros instrumentos
de manejo político y administrativo, se convirtieron
en árboles que impidieron ver al bosque de necesidades
y problemas que atender.
La designación de funcionarios de confianza de la administración
para cargos de dirección, se deslegitima cuando
el mismo no es un experto en pesca ni conoce lo mínimo
imprescindible para asegurar un buen desempeño.
Esto ha devenido en una constante que daña a la pesquería.
especial los de la pesca artesanal. No se ha diseñado
una política de largo plazo ni se han enfrentado los temas
con eficacia.
El futuro se proyecta en forma similar, con más de lo
mismo. Nada permite asegurar que las próximas gestiones
serán conducidas por personas adecuadas, que se
elaborará una Política de Estado con visión de largo plazo,
que será respetada por los sucesivos gobiernos y que
los siguientes Titulares del Pliego actuarán con desprendimiento
personal, con tecnicismo, escuchando a quienes
algo tienen que aportar, sin soberbia ni arrogancia.
No mejorará la gestión pesquera mientras los funcionarios
sigan trabajando sin compromiso, intelectualmente
castrados por el temor a perder el empleo, o subordinados
a la autocracia de la autoridad de turno y tampoco
mientras no se defina una Política de Estado para el largo
plazo. Tampoco con directores de “confianza” pero
sin experiencia ni conocimiento.
Lo ocurrido en relación al Imarpe y la segunda temporada
de anchoveta 2019 puso en vitrina la problemática
pesquera, que generalmente a poca gente le importa y
reavivó un latente conflicto entre la industria y la administración
actual. Se le ha llamado “crisis en la pesca”;
pero la verdad es que el sector vive una crisis hace mucho
tiempo por la falta de voluntad, de capacidad y de
decisión políticas para enfrentarla.
La verdad es que cada gestión diseña, con mayor o menor
conocimiento y con intereses políticos y/o personales
básicamente, su propia agenda, la cual dura apenas lo
que dura su gestión. Ni siquiera dura el gobierno completo.
La consecuencia es que desde 2002 al 2020, los problemas
de fondo de la pesca siguen siendo los mismos, en
Los antecedentes permiten presumir que la pesca está
condenada a ser una actividad sin importancia para los
gobiernos; pero apetecida por políticos con agendas personales,
o lo que es peor: sin agenda.
Crear el Ministerio de Pesquería no solucionaría nada si
el sistema sigue funcionando bajo el mismo esquema.
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