viejo Cinco Saltos y sus familias - fjdehais.com.ar

Picasa", secó el sudor de su frente con su sombrero "Gatt y Chaves", al tiempo que
clavaba su horquilla en una gabilla de alfalfa mezclada con cebaba, producto de una
de sus primeras cosechas. La estaba levantando y emparvando ayudado por su hijo,
también Juan inmigrante igual que él, validos de una pesada rastra de palos tiradas
por dos percherones."
"Sacó don Juan del bolsillo de su pantalón una tabaquera con tabaco negro y, después
de "liar" parsimoniosamente un cigarro, se la alargó a su hijo para que hiciera lo
propio."
"Llamó la atención de don Juan el ladrido de los perros. Miró en dirección a su casa,
a poca distancia de allí y observó que de un sulky se apeaba un vecino; levantó el
brazo en señal de saludo y se fue al encuentro del recién llegado."
""Vengo a buscar a Doña María" dijo el visitante dando muestras de nerviosismo. Don
Juan sin perder su característica calma, invitó a su vecino a pasar al interior de la
humilde habitación construida con adobes y techo de zinc."
"Al ingresar a la habitación que cumplía las funciones de cocina comedor, contrastaba
lo precario de su construcción con la esmerada limpieza y prolijidad de su menguado
mobiliario. Sobre una cocina económica "Istilart número uno" Doña María cocinaba lo
que sería el almuerzo de ese día; un delicioso aroma a puchero de gallina inundaba el
recinto, dándole una calidez muy especial."
"Doña María protagonista de mi historia, vestía humildemente pero con extrema
limpieza; su pañuelo a la cabeza y su delantal blanco traían reminiscencias de su
España de origen. Extremadamente delgada, un poco encorvada, con manos tachonadas de
innumerables pecas, era poseedora de una dulce sonrisa."
""Ya estoy lista Manuel", dijo mientras se secaba las manos en su delantal y se
quitaba el pañuelo de la cabeza, dejando ver una entrecana cabellera con un prolijo
peinado terminado en un rodete."
"" Juan - le dijo a su esposo - , cuando sea la hora ustedes almuercen, seguro que he
de llegar tarde, esta es primeriza y tú sabes lo que pasa". Dirigiéndose al vecino le
dijo: "andando Manuel, que esto no espera", y mientras se abrigaba la espalda con una
pañoleta tejida a mano, tomó de una mesita un maletín de cuero negro y salió
presurosa rumbo al sulky al cual subió. Levantando el brazo a modo de saludo junto a
Manuel, comenzó a rodar por las poceadas huellas de la incipiente colonia."
"Don Juan se quedó mirando el sulky hasta que se perdió en el cañadón de Durrant."
"Avanzada la tarde regresó el sulky, y mientras Doña María descendía del mismo le
recomendaba a Manuel:" anda hasta el pueblo y cómprate en lo de Arrojo lo que te he
dado anotado, y no te olvides de comprar alcohol y jabón de palo; mañana ven a
buscarme a la mañana así veo como anda eso"."
"Sin mediar más despedidas que un simple "hasta mañana", se alejó el sulky mientras
Doña María le contaba a don Juan: "otro hombre más para la colonia"; y colocándose el
delantal blanco y el pañuelo a la cabeza prosiguió con sus tareas hogareñas, mientras
Manuel apuraba el caballo de sulky para llegar a tiempo a la farmacia " Lago
Pellegrini" de don Manuel Arrojo."
"Un día tras otro, de día o de noche, con lluvia o escarcha, sin muestras de fatiga,
Doña María cumplía su apostolado, tal vez sin darse cuenta de su misión solidaria"
" Se llamaba María López de López, pero para los que tuvimos la suerte de nacer
asistidos por sus hábiles manos será en nuestro recuerdo Doña María, "la partera"."
Otra de las parteras muy activas fue Carmen Barbero de Martins quien se inicia
aproximadamente en 1918 y lo ejerce hasta 1938.
Martina Van De Genacht de Arias fue otra enfermera que actuó entre los años 1927 y
1931, siendo una de las últimas en participar. Con posterioridad a esa fecha su labor
continúa bajo la supervisión del doctor Blumetti unos años más.
Con la aparición de los médicos en 1931 en la localidad, esta actividad queda a cargo
de ellos.
Farmacias.
En 1920 se instala la primera botica cuyo propietario fue el Señor Padin. Le siguió
en 1922 Manuel Arrojo con el nombre de "Lago Pellegrini" quien a falta de médicos,
recetaba y curaba a los parroquianos las enfermedades y lastimaduras simples. Al
asociarse con Arrázola tiempo después la cierra. En 1926 Lloret instala otra que en
1928 la cierra para radicarse en Gral. Roca, sucediéndole en ese mismo año y lugar el
idóneo Francisco San Juan Cortazar con más característica de farmacia. En 1932 San
Juan construye su salón propio incluida la vivienda, en calle Roca esquina Sarmiento
donde se traslada y la atiende hasta 1937. En el referido año vende primeramente las
instalaciones y las drogas al farmacéutico diplomado Victor Moreno, y años después el
inmueble. Esta farmacia pasa de padre a hijo hasta la actualidad.
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