El quebrantamiento del hombre exterior y la liberacion del espiritu - Watchman Nee
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
superiores. Otros pueden estimar sus emociones y creer que son personas
excepcionales. Muchos otros se valoran exageradamente a sí mismos y creen
que son mejores que los demás. Piensan que su elocuencia, sus capacidades, su
discernimiento y juicio, son mejores que los de otros. Pero debemos saber que
no somos coleccionistas de antigüedades, ni admiradores de frascos de
alabastro, sino que buscamos el aroma del ungüento. Si la parte exterior no se
quiebra, el contenido no puede salir. Ni nosotros ni la iglesia podremos seguir
adelante. No debemos seguir protegiéndonos tanto a nosotros mismos.
El Espíritu Santo nunca ha dejado de obrar en los creyentes. Muchos pueden
dar testimonio de la manera en que la obra de Dios nunca se ha detenido en
ellos. Ellos enfrentan una prueba tras otra, un incidente tras otro. El Espíritu
Santo tiene una sola meta en toda Su obra de disciplina: quebrantar y deshacer
al hombre exterior, para que el hombre interior encuentre salida. Pero nuestro
problema es que tan pronto enfrentamos una pequeña dificultad, murmuramos,
y cuando sufrimos alguna pequeña derrota nos quejamos. El Señor ha
preparado un camino para nosotros y está dispuesto a usarnos. Pero tan pronto
como Su mano nos toca, nos sentimos tristes. Alegamos con El o nos quejamos
ante El por todo. Desde el día en que fuimos salvos, el Señor ha estado obrando
en nosotros de muchas formas, con el propósito de quebrantar nuestro yo. Lo
sepamos o no, la meta del Señor siempre es la misma: quebrantar nuestro
hombre exterior.
El tesoro está en vasos de barro. ¿A quién le interesa admirar vasos de barro? Lo
que la iglesia necesita es el tesoro, no los vasos de barro. También el mundo
necesita el tesoro, no los vasos que lo contienen. Si el vaso no se quiebra, ¿quién
podrá encontrar el tesoro que está en él? El Señor obra en nosotros de muchas
maneras con el propósito de quebrar el vaso de barro, o sea el frasco de
alabastro, la cáscara exterior. El Señor busca la manera de brindar Su bendición
al mundo por medio de aquellos que le pertenecen. Este es un sendero de
bendición, pero también es un sendero manchado de sangre. La sangre debe ser
derramada y las heridas son inevitables. ¡Cuán crucial es el quebrantamiento de
este hombre exterior! A menos que el hombre exterior sea quebrantado, no
puede llevarse a cabo ninguna labor espiritual. Si nos consagramos al servicio
del Señor, debemos prepararnos para ser quebrantados por El. No podemos
excusar ni preservar nuestro yo. Tenemos que permitir que el Señor quebrante
nuestro hombre exterior completamente para que El fluya libremente a través
de nosotros.
Ya hemos visto cuál es el propósito de Dios para con nosotros. Es triste que
muchos no sepan lo que el Señor está haciendo en ellos, ni cuál es Su intención
para con ellos. Todos debemos saber cuál es el propósito de Dios para con
nosotros. Cuando el Señor abra nuestros ojos, veremos que todo lo que nos