El crecimiento economico la pesca y la realidad
Una visión del crecimiento del PBI en el Perú en relación a la pesca y a la realidad nacional
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Pensar que se debe convencer a las autoridades responsables de algo que debería ser de su
propio interés natural en su calidad de funcionarios públicos responsables del sector, a fin de
actuar en consecuencia, es una posición absurda e inadmisible. Más aún porque el actual
gobierno, antes de serlo, organizó un equipo de profesionales que efectuó un diagnóstico y
propuso una agenda.
Los equipos que colaboraron con el plan de gobierno para la pesca fueron ignorados, relegados
y olvidados. Se entregó el control del sector a personas extrañas al sector pesca, los cuales sin
desmerecer sus cualidades personales y profesionales, no están a la altura del conocimiento
necesario.
Durante décadas, el poder sobre la pesca ha sido concentrado en pocas manos, quedando la
gran mayoría de operadores de la cadena productiva, en especial los pescadores artesanales,
fuera de la discusión y de la opinión. Por eso cada vez que hay cambio de autoridades hacen
fila para exponer sus problemas ante funcionarios que no entienden nada de lo que dicen y que
duran tan poco que nunca resuelven nada. Entran los nuevos y el ciclo se repite como una cinta
sin fin.
Todas las nuevas autoridades visitan los desembarcaderos pesqueros artesanales, los miran,
escuchan y dialogan con los pescadores. Pero no van a resolver el problema, que puede ser
bien administrativo o de ingeniería, porque este es exclusivamente competencia del FONDEPES.
Ningún Ministro va a resolverlo, porque además de que los problemas no son de solución
inmediata, ninguno dura lo suficiente para ver la solución. Finalmente los Ministros no vuelven.
Así se pasa la vida. La ciudadanía, embobada, observa todo este drama en las noticias como si
fuese una novela mediocre, siempre esperanzada de que la visita de la autoridad se traducirá
en la solución a sus problemas, cosa que ya deberían haber aprendido no ocurre generalmente.
Hace años se viene otorgando el poder sobre la pesca a extraños y desconocidos ignorantes
(en el buen sentido de la palabra) de lo que es la pesquería, que provienen de la manipulación
y de la intriga desarrollados en su deambular por el sector público, creando alianzas y amigos,
cortesanos, lacayos y gente de su confianza que solo busca su interés personal. El sector es lo
menos importante, lo que cuenta es la colocación de las personas afines para proteger una
estructura de poder que dure lo más posible. El país es lo de menos. La repartija de cargos es
un acto vil que beneficia al poder de turno al crear una estructura sumisa y servil. Los
funcionarios experimentados, con cada cambio de autoridades, sufren la agonía de no saber si
serán ratificados o reemplazados. No se puede hacer una gestión eficiente con esa espada de
Damocles sobres las cabezas de cientos de profesionales. Todos lo ven, todos lo saben; pero
todos callan y permanecen inmóviles. Son temas que no convencen a los grandes analistas.
Funcionarios antiguos y experimentados van siendo reemplazados poco a poco por nuevos, sin
el mismo nivel de experiencia; no existe una transferencia ordenada y programada del
conocimiento; los ceses por jubilación, despido, o decisión política, van dejando un hoyo que
poco a poco va creciendo. Un caso patético es el del ex CEP Paita que en los últimos diez años
ha perdido valiosos profesionales de su planta orgánica sin que sus plazas hayan sido cubiertas
y se haya producido un relevo ordenado. Cuando todos se jubilen, cosa que será pronto y casi
al mismo tiempo porque empezaron juntos, ¿qué quedará de lo que fue la gloria de la
capacitación pesquera artesanal en el Perú? Las autoridades políticas, siempre indolentes e
indiferentes al tema, jamás han mostrado interés en lo que esto significa ni entendieron lo
valioso que era el CEP Paita en la vida de la pesca artesanal nacional.
El gobierno instalado, en el caso pesquero, no está ejecutando la agenda ofrecida por el
Presidente en su discurso de investidura, ni la elaborada en los lineamientos del Plan de
Gobierno por equipos de profesionales que realizaron una minuciosa revisión de las prioridades
que tendrían que ejecutarse; el Imarpe sigue en situación de dudosa legitimidad; no se conoce
públicamente la posición frente a la problemática del atún; no se conoce la posición frente a la
OROP del Pacífico Sur; no se conoce la razón de no realizar cambios en algunas OPDS como el
ITP; no se conoce de planes estratégicos de corto ni de mediano plazo, salvo los PESEM
heredados del gobierno anterior y la lista sigue.
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